DOWNLOAD Madrid 2018: Segundo Día – GN´R
Segundo día del DOWNLOAD FESTIVAL MADRID 2018 al que acudimos corriendo para poder presenciar cuantas más actuaciones mejor, entre ellas la de GUNS ‘N ROSES, punto fuerte del día. Os contamos lo que pasó el viernes 29 de junio 2018 en la Caja Mágica…
Tras la primera jornada, vamos ya con la segunda, que era uno de los días más fuertes del festival, con GN´R como gran cabeza de cartel… Os lo contamos…
DOWNLOAD Madrid – 28 / 29 / 30 Junio (Caja Mágica) – Viernes
Para empezar, y aún fuera, vimos unas larguísimas colas que impidieron de nuevo que muchos fans se quedaran sin poder ver la actuación de los madrileños LEATHER HEART. Una pena pero aquí se tiene la costumbre de abrir las puertas casi cuando aparecen las bandas, con lo muchos se perdieron su show. Siempre es genial empezar el día festivalero con Heavy Metal clásico, totalmente influenciado por la NWOBHM, de la que emana su sonido.
Tuvieron que luchar contra el calor sofocante, un sol abrasador de cara y un problema técnico en la guitarra al final pero ahí estaban abriendo de una forma más que digna el festival y dejando a la gente animada con su actuación. Eso sí, un show más largo de duración puede que haga daño a la voz de Adrian (de vuelta en el grupo al menos para este concierto especial) que sonaba al final muy forzada, rozando el límite, que está muy bien venirse arriba pero con cuidado.Se echó en falta más animación o más interés en ellos por aprovechar la oportunidad aunque con tan poco tiempo de set, la presión gana.
Al lado, en el otro escenario salieron THE PINK SLIPS cuyo sonido contrastó totalmente con lo que acabábamos de escuchar ya que son una mezcla de Punk norteamericano más destartalado, con toques de Rock pero con sonidos sintetizados que al final tanta mezcla, no resulta atractiva. Su mayor atractivo o reclamos es que su enérgica vocalista es la hija de Duff McKagan… no decimos más pero no aguantamos mucho más de las primeras canciones.
Un pequeño paseo a pleno sol y corriendo directos al escenario principal para ver algo de la actuación de CREEPER ya que era nuestra primera vez y siempre nos gusta descubrir novedades en escena… pero puede que por la edad, ya madurita que tenemos, no conseguimos que nos motivara mucho su show. Son una versión descafeinada del Punk británico de esos que empiezan los temas con fuerza, con potencia y en pocos minutos se van desinflando resultando al final demasiado simples y lineales siendo una formación más destinada a gustar a nuevas generaciones… que de hecho eran los que mayoritariamente tenían delante («luchando» con los fans de Axl y compañía que ya cogían sitio).
Como decimos, ya se iba llenando el recinto de gente que tenía la idea de ver sólo y exclusivamente a los GUNS ‘N ROSES vestidos a la última camiseta y que lamentablemente ni tan siquiera se paraban a ver unos temas de las otras bandas del cartel… como THRICE en el escenario 2, melódicos y suaves en exceso para la hora en la que tocaron en la que necesitas animación y no la dieron hasta ya llegando al final con unas interesantes partes de guitarra pero ya era tarde. Otra banda demasiado lineal que pasó sin dejar mucha huella y menos en los seguidores de los californianos que ni siquiera les miraron.
Nosotros sí que miramos y escuchamos a unos nacionales a los que les teníamos muchas ganas, ANKOR, con su nueva vocalista al frente. Llegamos con el concierto empezado (las distancias con los horarios son un poco incompatibles) viendo a una renovada banda, con muchas ganas, con una gran actitud en escena sabiendo aprovechar su momento DOWNLOAD. Una formación renovada en la que Jessi Williams a la voz intentaba ganarse a los fans; por la voz y la actitud estamos seguiros de que sí pero no por sus pantalones blancos que no fue una elección muy acertada precisamente.
Se desvivieron para que pasáramos un rato muy divertido con ellos consiguiendo el primer Wall of Death de todo el festival hasta ese momento así que muy bien por ellos. Actitud, energía y alegría contagiosa en un show corto pero intenso. Incluso hicieron guiño a SYSTEM OF A DOWN y conectaron con el sector más moderno y joven del festival… no tanto con los veteranos, pero para eso ya estaba el sábado.
Otro paseo, mejor dicho carrera todavía con el sol abrasador encima, directos al escenario principal, para ver por enésima vez a los británicos BULLET FOR MY VALENTINE y otra vez comprobación de que no sé qué tienen para que les pongan tan altos en los carteles… aunque sí tuvieron muchos fans coreando todos sus temas más famosos como “Scream Aim Fire”. Sonaron más rápidos y contundentes que en otras ocasiones notándose que van ganando en fuerza y contundencia en sus shows, con más interacción con los asistentes aplaudiendo con ganas incluso los temas de “Gravity”, su nuevo álbum, Lo dicho, supieron ganarse a un público que no había ido a verles pero se llevó una sorpresa agradable con ellos aunque a nosotros siguen sin convencernos… Mejor que las mil veces anteriores, eso sí.
Antes de GN´R, volvíamos al escenario 2, el que mejor sonido tuvo durante todo el festival y en el que era una delicia escuchar a las bandas sobre todo si son como los norteamericanos CLUTCH. No éramos muchos y todavía menos justo delante de ellos por las restricciones para los VIP que en ese día, estaban más preocupados por lucirse con los GUNS ‘N ROSES que por ver otras cosas no tan radio mediáticas como ellos. Pues CLUTCH se salieron, dando todo lo esperado y más: divertidos y muy comunicativos con el público que respondió desde el primer momento al Rock tan genuinamente americano que ofrecen.
Sonido espectacular, nítido en el que las guitarras te llenaban de fantásticas notas tu mente mientras que Neil Fallon a las voces daba lecciones de llevar el Rock en la sangre pero de verdad. Al final todos cantando y bailando con ellos en una de las mejores actuaciones de todo el DOWNLOAD. Simplemente efectivos y geniales.
GN´R:
Después de ver cómo se llenó el recinto de Caja Mágica de miles y miles de seguidores de los protagonistas del día, nos costó coger un buen sitio para ver si esta vez los norteamericanos salían bien de su cita en Madrid. Les habíamos visto en esta misma gira un año antes (como os contamos aquí entonces) y estuvo infinitamente mejor que la su primera vez en España pero para eso tampoco hacía falta mucho. Esta vez vinieron en calidad más todavía de grandes estrellas no actuando nadie en todo el festival a la vez que ellos, para que nadie les hiciera sombra.
Ni que decir tiene que había miles y miles de personas para ver a una de las bandas más valoradas de todos los tiempos que corren, los GUNS ‘N ROSES, Nadie tocaba al mismo tiempo que ellos así que ya por definición, todos a verlos a ellos o al mercadillo, no había otra. La gente se agolpaba a las 21:00 gritando cuando ya, con retraso apareció un vídeo en las pantallas… Se anunció un show espectacular de tres horas y cuarto que se puede resumir en producto destinado a un público que va a la novedad y a fichar para que en su trabajo sepan lo duro, rockero y malote de pastel que es.
Desde la soporífera intro que pusieron (insufrible, interminable e insoportable), con un cañón que disparaba desinflado una y otra vez durante unos diez minutos o más ante la mirada de miles y miles de fans que no sabían de qué iba aquello. Me pareció una copia de tercera de la intro de IRON MAIDEN en el “Book of Souls Tour” que no es admisible en una formación de la categoría de los Gunners…
De todas formas, que es a lo que habíamos venido, la locura se desató cuando la banda salió por fin a escena con “It’s so Easy”, que fue de lo que más se ajustó a la velocidad con la que aparece en el disco original. ¿Por qué lo remarcamos?, porque en general muchos del resto de temas parece que han sido adaptados a velocidades más agradables para ese público que les sigue teniendo en la cumbre a una formación que está actualmente más que sobrevalorada. Y no será por la banda, que tanto Axl como el resto de sus compinches (con Slash y Duff a la cabeza, claro) están en muy buena forma. El resumen de las tres horas fue temas alargados hasta lo imposible con la inclusión de partes instrumentales en las que Axl se va para recuperarse y en la que el resto no tiene ni el más mínimo gesto o detalle de estar disfrutando con lo que está haciendo. Seguramente nos equivoquemos en la apreciación pero… nos pareció así en el Calderón el año pasado, y ahora no ha cambiado demasiado la percepción.
Mucha tecnología para con pantallas y luces tapar lo que no tienen ahora (el descaro, la chispa, la gracia, el macarreo y provocación) mientras que el sonido no era ni la mitad de potente que en los otros escenarios, sonando todo a medio gas. Digamos que es el mismo show que pudimos ver en 2017 en el Calderón pero con Axl todavía luciéndose menos, bailando lo justo, corriendo al final de las tres horas y cantando para salir del paso y sin ganas. Pasaron dos horas hasta que ya su voz parecía que ganaba en calidad pero mucho tienes que esperar para ver algo de lo que fue y que ahora está muy escondido.
Ni tan siquiera se cambia de ropa sacando esos modelitos que tan famoso le hicieron; se tomó la actuación como un aburrido día en la oficina sin más, estando con la actitud de a ver cuándo me dejan irme al Hotel. Una pena porque está en muy buena forma vocal… Ni tan siquiera Slash se salva, aunque es el que más conserva el espíritu de los inicios de la banda, luciéndose en la intro del “Welcome to the Jungle” que claro, hizo las delicias de los nuevos fans esos que tienen… y nos hizo sonreír al resto, una cosa no quita la otra.
Es verdad que, como todos los del escenario 1, sufrieron el aroma que venía de la depuradora y gracias a que Axl no se enfadó y se largó a su casa como hubiera hecho hace años, limitándose a comparar el olor a su Presidente (Donald Trump) en la única frase fuera de guión que dijo en tres horas soporíferas de show. Mención especial para los nuevos integrantes de la banda, Frank Ferrer a la batería sobre todo, dando lecciones de cómo debe ser la actitud de un músico en el escenario en contraposición con la que dieron sus jefes. Menos mal que la nota simpática la pusieron esos fans nuevos que cantan apasionadamente el “Sweet Child o’Mine” o el “Paradise City” pero no tanto otros clásicos versioneados por ellos y es que, para mí, los GUNNERS son la banda de versiones mejor pagada de la Historia.
Ni que decir tiene que las baladas dulces y bonitas como el archiconocido “November Rain” hizo las delicias de un público fashion que aguantó todo contento el show, no como muchos otros que se aburrían como ostras y que optaron por empezar a abandonar el recinto o hacer eso de visite nuestro bar. Fue curioso ver como estaba de abarrotadísimo el inmenso recinto al inicio y cómo estaba a las dos horas de show. En fin, mientras sigan ganando millones, no creo que veamos una evolución positiva en la banda que se limita a cumplir sin ganas ni actitud, cobrar y nada más.
Hubo momentos especiales como ese “Estranged”, uno de mis cortes favoritos de los “Use Your Ilusion” el cual no destrozaron mucho tocándolo muy parecido al disco, o el divertido y cantarín “I Use To Love Her” de sus comienzos… pero siempre era un tema potente seguido de demasiados medios tiempos y/o baladita que no falten para sus nuevos seguidores, que aplaudían a rabiar mientras el resto nos mirábamos a veces desolados de comprobar cómo la banda no da lo que de ellos se espera. Ya en la recta final sí que Axl se metió en el show, por fin, o se dio cuenta de que la gente se iba así que un par de carreras, algún que otro baile y la única alusión a Madrid mientras sonaba el tema de THE WHO que sus nuevos fans conocen por ser banda sonora de una serie de televisión y que se creen que es suyo y que enciende la mecha de la pirotecnia y la lluvia de papelitos brillantes que tan genialmente cierran este tipo de conciertos.
En resumen, si en vez de tres horas y 15’ hubieran tocado la mitad de ese tiempo interpretando las canciones sin alargamientos innecesarios ni partes insufribles, hubiera estado bien. Ahora, haciendo lo que vimos una vez más, podemos afirmar que fue un concierto en general aburrido y sin gracia pero a ellos les va bien no sudando la camiseta como corresponde a su categoría. Hay momentos que se salvan en el show, como decíamos, y que despacio te recuerdas a cuenta eran la banda más grande y peligrosa del mundo, como cuando atacan «You could be mine», la caña de «Nightrain» o ese «Rocket queen» majestuoso, pero de nuevo se quedó todo a medias, fueran tres horas o cinco y hubiera fuegos artificiales para cerrar o no, ¡qué pena!
Un concierto de GUNS ‘N ROSES diseñado al milímetro para contentar a estos nuevos fans, poco más. Meritorio estar tres horas en escena, pero esperábamos bastante más… y es la segunda vez en un año que pensamos lo mismo.
Menos mal que después PARKWAY DRIVE supo darse un concierto espectacular, vibrante, enérgico y poderoso haciendo todo lo contrario de los californianos, dejándose la piel para maravillar a todos los que nos quedamos allí a verles. Un sonido fantástico (escenario 2), unas luces increíbles, efectos de humo fantásticamente utilizados durante la hora que duró y una banda que no fue a cobrar sino a gustar. Sucesión de circle pits, walls of Death, pogos numerosos y sobre todo una banda que derrochó ganas y energía.
Nos regalaron ese Metal actual con tintes de Hardcore desatado y brutal a los miles de seguidores deseosos de escuchar algo con potencia y que sonara a algo de verdad, con puños en alto, disfrutando todos naturalmente queriendo que tocaran las 3 horas de los anteriores tal y como PARKWAY DRIVE lo hicieron siendo de las mejores actuaciones de todo el festival.
Un cierre potente y más que digno a una jornada llena de altibajos en la que GUNS ´N ROSES no gustaron lo que debieran pero que CLUTCH, PARKWAY DRIVE o incluso ANKOR en poquísimo tiempo les dieron una lección de cómo dar un concierto de verdad. Al día siguiente todavía quedaba mucho más, y mejor, que os contamos en la siguiente parte del reportaje…
Texto: Rocío Gómez (rocio@redhardnheavy.com) y Corsarios
Fotos: Isa García y Download Oficial
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