COSTAS: “No me cuentes tu vida” (Warner)…

Heredero de otro tiempo y de otra manera de hacer las cosas, sonriendo a su manera, muy gallego, mirándote socarrón y sin quitarse las gafas de rock, un lujazo tener de vuelta al mejor Miguel Costas con su propia banda

¡Qué gran placer volver a escuchar esas canciones que ya no encuentro en los discos de SINIESTRO TOTAL!… ¿Dónde estaban, porqué no sonaban a ellos, porqué no me convencían los álbumes de la banda casi desde aquel lejano “Made in Japan” del 93? (vale, salvemos el “Policlínico miserable” y, siendo otra cosa totalmente, la revisión musical a modo de historia del blues posterior)… A su vez, pese a haber seguido el artista que nos ocupa con otras bandas y proyectos como LOS FELIZ (y ya como COSTAS por fin desde 2008)  tras su salida de la mítica banda gallega (curiosamente en 1993, “el año del cambio”, ¿tendría algo que ver la salida de Miguel Costas?…  ¡nah!, mera casualidad), le teníamos un tanto perdida la pista, lo reconozco.

De todos modos, aunque el anterior trabajo, “Alguien tenía que hacerlo”, ya sí volvía a sonar a “aquello”, no ha sido hasta ahora con este “No me cuentes tu vida” cuando el circulo se ha vuelto a redondear 100%. Por fin tenemos delante de nuevo a un COSTAS pletórico y tan roquero, gamberro, irónico, irreverente y genial como antaño (o como siempre, vaya, pero es un placer redescubrirle o reconocerle, por decirlo así). Cierto es que le tenía perdida la pista, como decía, o que no había prestado atención a sus últimos tiempos, vale, pero es ponerte este disco y empezar a sonar los primeros acordes punkroqueros “old school” (y a la vez metaleros) de “Bestia” para saber que Miguel Costas está 100% de vuelta.

Compositor de la mayoría de grandes éxitos de SINIESTRO TOTAL, y también voz de muchos de ellos y cabeza pensante del grupo junto a Julián Hernández, por fin recupera aquí su esencia y se muestra como lo que siempre ha sido: un maestro del humor absurdo y de mostrar la realidad sui generis, la irreverencia hecha canción y uno de los mejores ejemplos de que no hace falta ser el músico más virtuoso para ser un compositor de referencia. Tan fácil y tan difícil a la vez, gallego hasta la médula, y tal vez algo introvertido y personaje, en el mejor sentido del término, está de vuelta (si es que se fue alguna vez) y punto.

Pues eso, un disco de rock n´roll de toda la puta vida, punk/rock gallego marca de la casa, banda casi metalera de fondo (y con los que lleva 10 años, por cierto), voz socarrona inconfundible (y es que nadie susurra como tú, jeje) y esas letras impagables que son odas al surrealismo, la ironía, el humor particular y el reírse de todo y de todos diciendo cosas en el fondo serias (bueno, no siempre, que en su estilo nunca fue axioma el ser serio precisamente), además de elevar a los altares situaciones costumbristas como sólo él ha sabido hacerlo siempre (¿es necesario dar ejemplos concretos sobre esto y bucear en la discografía de SINIESTRO TOTAL para descubrir mil referencias al respecto?… pues eso). Ser el puto amo sin egos ni pretensiones de serlo… ni que te importe una mierda, ése es el secreto.

Lejos de retirarse y vivir de las rentas, aunque sí viva tranquilo y alejado del bullicio en un pueblo “perdido” de la Galicia profunda, un tipo diferente y que vive a contracorriente, pero sin duda también alguien inteligente y que va de frente, inconformista por naturaleza y que sabe sacarle chicha y chispa a la situación más absurda y hacer una genialidad del acto más aparentemente minimalista, tonto e insignificante. Por eso, y sin perder acidez en sus textos, ni filo musical en sus canciones, “No me cuentes tu vida” está plagado de genialidades sonoras, de reflexiones que te hacen llorar de la risa y a su vez plantearte cosas y sobre todo de canciones de las que a la segunda escucha ya las estás tarareando y cantando. No es lo habitual en estos tiempos, os lo aseguro, pero con el disco de COSTAS me ha pasado que no puedo dejar de tararear 4 o 5 temas como sólo te puede pasar con las bandas grandes y compositores especiales.

30 años después seguimos cantando los himnos inmortales de SINIESTRO TOTAL como si fuera la primera vez que los escuchamos, ¿no?, y los de este nuevo disco de COSTAS tienen 100% ese mismo espíritu, esa magia y esa chispa única de canciones que serán igual de válidas dentro de otros 30, si llegamos. Y es que me apuesto una tetilla y unos pelos de mi barba blanca a que dentro de 10 años cantaremos en conciertos himnos como “El botellón”, “Yo que sé” o “Leonor” como si fueran clásicos de toda la vida. Y seguiremos reivindicando nuestra voz de resaca mañanera y de fumar Ducados  y Celtas imaginarios (o verdaderos).

De hecho, ya lo canta bien claro en el primer single, “De palisandro”, reivindicando a los feos, los artistas distintos, los que preferimos no tener una triste moneda en el bolsillo, viviendo casi en la indigencia, pero ser dignos y vivir con ilusión nuestra propia vida, aunque tengamos barriguita, piel viejuna y escupamos exabruptos. Fiel a sí mismo y por fin recogiendo los frutos que seguramente le han sido algo esquivos desde la salida de su banda madre. Rock y punk del de siempre, sin artificios, sin conservantes ni colorantes, sin adornos innecesarios ni gilipolleces… más que las que se nos ocurran a nosotros mismos para hacer canciones. Y si te molesta, te jodes, pero a mí no me cuentes tu vida, que estamos aquí para divertirnos, para sacarle punta a las cosas y para demostrar que los viejos punkroqueros, los de verdad, nunca mueren… y menos cuando eres fiel a ti mismo, a tu pasado y a tu presente, y seguramente futuro.

Frases geniales una tras otra, carcajadas inteligentes en la onda de Faemino y Cansado o del Gran Wyoming, humor surrealista y absurdo pero con trasfondo, buen gusto musical (incluso sonando sucios, que una cosa no quita la otra) y guitarrazos de vieja escuela mientras se cantan, con voz arguadentosa y de palisandro, verdades, mentiras y “estupideces” (más bien se ponen de relieve las estupideces de otros, que me parece una manera de correcta de referirme a la manera genial de hacer canciones de Miguel Costas). Heredero de otro tiempo y de otra manera de hacer las cosas, casi sin sonreír, mirándote socarrón y sin quitarse las gafas de rock, un lujazo tener de vuelta al mejor Miguel Costas con su propia banda recuperando lo que otros han dejado perdido en algún lugar del Missisipi, Lousiana, Nueva Orleans o Chicago. No, esto huele a Vigo, a Coruña, al viejo Malasaña, a marihuana y a copazos de Larios y Soberano.

Desde las coplillas más netamente deudoras del SINIESTRO TOTAL más clásico como son “Bestia”, “Yo que sé” (ni puta idea de quién es el presidente de Rumanía, jeje), “Inmunizate” (L Casei, ¡imunitas!), “Leonor» y demás, hasta el punto más social y reinvindicativo de “Diferente” (con cierto aire, o al menos a mí me lo parece, al “Vergüenza torera” de ROSENDO) o “Sálvame” (relato costumbrista donde los haya), sin olvidarnos de la reafirmación personal de “De palisandro”, por supuesto, genial, la coña absoluta de “El botellón” o “Oil wild & free”, muy CLASH, o el toque 100% punkroquero de vieja escuela de “Carne de cañón” (guiño a MOTÖRHEAD incluido)… Es el puto disco de Miguel Costas que llevaba años esperando.

Lo dicho, enhorabuena, gracias, y el 6 de mayo nos vemos en la presentación en Madrid… Y que maten ya al moderno, ¡por Dio!… Diga que le debo, que me diga que le debo, ¡de una vez!

Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)

Tracklist del disco:

1. Bestia
2. Yo que se
3. Carne de cañón
4. Diferente
5. El botellón
6. De palisandro
7. Inmunizate
8. Leonor
9. Sálvame
10. Tal para cual
11. Old, wild & free