Crónica de la jornada del viernes de Wacken 2018

Tras la jornada festiva inicial, y la primera jornada como tal del W.O.A., vamos con la siguiente… Más sol, y más Heavy Metal durante el viernes en Wacken. ¡Qué maravilla!

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W.O.A. 2018: Segunda Jornada oficial – Viernes 3 de Agosto 2018 

Antes de nada, una visita a los Wasteland Warriors

En estos enlaces respectivos podéis leer las crónicas correspondientes tanto de la jornada inaugural, miércoles, como del jueves, y nada, seguíamos en Wacken con buen tiempo y muy buenos conciertos… Como siempre os decimos, es IMPOSIBLE verlo o abarcarlo todo en este tipo de festivales tan grandes, así que éste es nuestro resúmen del viernes… Os lo contamos:

AMARANTHE eran los encargados de abrir el festival en la jornada del viernes. Si alguna vez hubo un poco de Metal  en la propuesta del grupo, ha desaparecido sustituido por vestimentas estrafalarias, bases electrónicas y un montón de elementos que poco o nada ayudaron a que el público del festival reaccionara más que con aplausos de cortesía. Y eso sólo ante “Amaranthine”, como corte estrella, pues la tónica general era la indiferencia absoluta. Wacken es una fiesta, pero eso no quiere decir que a los asistentes les guste que les tomen el pelo con un montón de pregrabados disparados desde la mesa.

Del sopor al frenesí con el Death Metal Old School de CANNIBAL CORPSE que terminarían firmando uno de los conciertos más brutales del festival gracias a un repertorio perfectamente estructurado entre un buen repaso a su último trabajo hasta la fecha (“Red Before the Black”), un buen puñado de temas de la época de con Corpsegrinder a las voces y, para terminar, los temas estrella como “A Skull Full of Maggots” o “Stripped, Raped and Strangled”, aparte de las inevitables “I Cum Blood”  y “Hammer Smashed Face”.

La brutalidad reinó durante toda la actuación de CANNIBAL CORPSE con el morbo añadido de todos aquellos años en los que el grupo tuvo prohibido actuar en Alemania… Una pasada que todo el staff de la web celebramos ¡haciendo crowdsurfing en los bises!

Con el escenario decorado con los hermosos motivos de “Queen of Time” y con dos grandes martillos mjolnir ornamentando los laterales(que no íbamos a ver en el Leyendas del Rock una semana después) , AMORPHIS dieron otro de los conciertos del día. Con “Queen of Time” tienen un gran último disco debajo del brazo… sólo hay que ver qué bien responde la gente a “Wrong Direction” como single indiscutible del último trabajo.

«Black Winter day» ¡No! Sunny summer day con AMORPHIS

El grupo lo sabe, que el nuevo material es poderoso, igual que deslizan entre el material más reciente perlitas del pasado como “The Castaway” para no dejar a ningún seguidor descontento, aunque raro será que algún fan del viejo material escape al embrujo de canciones como “Silver Bride” de la segunda época. Más o menos melódicos que en sus inicios, pero conciertazo de AMORPHIS igualmente.

Los finlandeses KORPIKLAANI llevan muchos años tocando en Wacken, consiguiendo siempre animar el ambiente, pero si a ello le unes una producción excelente, ganas de divertir por parte de la banda, el radiante sol nórdico, un sonido nítido y un público entregado; el resultado es el mejor concierto de los finlandeses que hemos visto en mucho tiempo. Les pusieron detrás una pantalla enorme que mostraban la exuberante naturaleza de Finlandia, una barbaridad. Mientras, ellos se tomaron muy en serio su actuación, cosa que últimamente en nuestro país, no sucede.

Salieron muy fuerte con “Wooden Pints” para pasar a presentar el single del nuevo álbum, “Kulkija”, y de ahí al animado “Henselipolka” muy bien recibido ya que los fineses vuelven a su sonido más festivo y fiestero, el que todos esperan. Se agradece que dejen los ritmos más lentos y ancestrales a un lado porque no es lo suyo. Resumiendo: un repertorio muy bien elegido, logrando mil pogos con el genial “A Man With A Plan” al que siguió “Rauta”, donde no podía volar más gente por encima del resto, nosotros incluidos.

¡Salud! con KORPIKLAANI

Muchísimo calor, sudor, circlepits que levantaban un polvo insufrible y bailes, mil bailes, en un fiestón total en WACKEN con ellos a por todas, con ganas y notándoles mucho más cómodos, más sonrientes, sobre todo los originales Jone (voces – muy guapo pero se ha comido Finlandia entera) y Cane a la guitarra, divirtiéndose de nuevo dejando atrás esa etapa difícil que han pasado.

Dejaron sus himnos alcohólicos para el final, con “Tequila”, “Vodka” y un cierre a la súper fiesta con “Beer, Beer”,  los tres seguidos terminando todos muertos de cansancio, empapados de sudor pero con la sensación de haber sido parte de una tremenda fiesta, increíblemente divertida y en perfecta armonía, muy bien KORPIKLAANI, de las mejores veces que les he podido ver en festivales, así sí que molan y mucho.

Le tocó a los norteamericanos MR. BIG una hora un tanto complicada, a media tarde con un sol nórdico que sale poco pero cuando aparece abrasa. Tocaron en el Louder Stage, el más alejado de los grandes, e incomprensiblemente no había mucha gente y eso posibilitó que los pudiéramos ver como en el salón de  casa, si bien pronto comprendimos por qué: el calor húmedo era insoportable pero el sol, de plano en tu cabeza y más directo en la cara, era todavía peor.

Atardecer en Wacken

No llevaron nada de adorno, que el peso lo llevan ellos, su fantástica música y su gran habilidad al tocar y cantar, lo que les hizo captar todas las miradas. Fue espectacular, un concierto de los de disfrutar, de apreciarlos tranquilos, disfrutando de ese fantástico nítido sonido que sale de los altavoces, espectacular… Es que no se puede describir con palabras lo que es ver al genial Billy Seehan al bajo, tan cerca, sonando tan bien, tan claro y viendo esa velocidad increíble de sus dedos sin que nadie te molestara… Rodeados de sonrisas por todas partes y escuchando de lujo esa mezcla tan fantástica de dulces melodías con partes llenas de virtuosismo.

Eric Martin se sentía contento también, no en vano ha estado muchas veces allí con AVANTASIA aunque éste era un concierto muy íntimo, para disfrutarlo en familia, de lujo logrando que cantáramos todos el famoso tema de Cat Stevens, “It’s a Wild World” que por mí si la hubieran cambiado por alguna suya habría sido todavía mejor, como pasó con “To Be With You” que convirtió el festival más Metal del mundo en el sitio más que romántico en minutos. Genial Paul Gilbert, guitarra, en sus solos pero brutal con Sheehan al bajo, y recordando al difunto Pat Torpey en la batería teníamos a Matt Starr, sonando como un cañón, poderosos, con un ritmo increíble. Daba igual el solazo o el calor asfixiante, que allí no se iba nadie, era mágico lo que salía del escenario y nadie quería dejar de gozar con los americanos.

Fue genial, un lujo de sonido, de visión, de actitud y temas que aunque son muy dulces y llenos de melodía, en directo son increíbles por ellos, por el virtuosismo de todos. Genial MR. BIG, el concierto elegante que se hizo cortísimo y fue uno de los regalos del Wacken 2018.

Ambientazo en la Wacken Plaza

DORO no es tan técnica, pero es la Reina del Metal  y además es la más querida Reina del W.O.A. y así se la recibe siempre. En principio no anunciaron show especial, estando en plena gira de temas de WARLOCK (como les vimos en el Leyendas pocos días después) uniéndolos a los que son obligatorios en su set. Es curioso como la Metal Queen se transforma además en la absoluta Reina del Wacken Open Air… Se la puede ver en toda su plenitud, con una franca sonrisa ante miles y miles de fans que corean todos los facilísimos estribillos de sus canciones.

Toda la banda sufrió un sol de pleno, y hacía un calor agobiante pero se esforzaron lo indecible por correr a lo largo del enorme escenario sin parar, logrando una fantástica respuesta del público, con todos los brazos en alto a la mínima que la Reina lo pedía… Más aún cuando el himno del festival, el “We are the Metalheads”, con todos cantando muy orgullosos de serlo en un hermanamiento metalero que cada vez allí es más notorio. Si nos estaba gustando mucho el show, la cosa fue a más cuando presentó nada menos que a Johan Hegg de AMON AMARTH a cantar con ella “If I Can’t Have You – nobody will” y luego hacerse una versión de un tema de los suecos, (“A Dream That Cannot Be”) en un dúo curioso como pocos, con la voz tan seca de Doro unida a los rugidos de Johan. Y ella tan pequeñita al lado del enorme vocalista sueco en una combinación que no se puede ver ni disfrutar nada más que allí, en The Holy Land…

Jeff Waters (ANNIHILATOR) con ¿Doro? No, con Pablo y Rocío.

Pero ésta no fue la única sorpresa, que todavía quedaba la aparición de Sabine de HOLY MOSES con ella, otra persona muy querida en el Festival. Pues fuimos a más ya que Jeff Waters. de ANNIHILATOR, no se quiso quedar en el backstage sino que también salió con Doro y su genial banda, otro dúo de los que no se ven todos los días. Hemos de comentar que Jeff nos dijo en el aeropuerto de Hamburgo que se había venido de vacaciones a Wacken, no pudiendo rechazar seguramente el ofrecimiento de última hora de salir con la Reina del Metal.

Sí hay que ponerle alguna pega al show es que DORO lleva haciendo el mismo concierto desde hace bastante tiempo, con los mismos movimientos y casi mismo estribillo y temática una y otra vez. Es verdad que tanta entrega en Wacken la pasó factura, sufriendo una semana después una grave incidencia con su voz tras el Leyendas del Rock, quizás debido al intensísimo e inusual asfixiante calor germano que sufrió. Pero lo dio todo y así le paso. Muy bien DORO, el mismo buen show de siempre pero con unas sorpresas de lujo “made in Wacken”.

NIGHTWISH

NIGHTWISH son ahora mismo una de las bandas más punteras en el Metal, habiendo sabido resurgir de forma espectacular y aquí iban a demostrar por qué están ahora tan arriba. Había muchísima gente esperándoles agolpada ante el Faster Stage, teniendo una de las audiencias más grandes de esta edición y creo que no salió nadie defraudado en absoluto. La Organización puso a su disposición un dispositivo de luminotecnia espectacular, abrumador, además de adornar el desarrollo del show con unos efectos de fuego y pirotecnia a discreción aunque no abusan tanto como en los tiempos en los que había que tapar algunas, digamos, deficiencias en escena cuyo nombre no diremos.

Ahora NIGHTWISH ha sabido darnos a una princesa, a Floor Janses, su increíble vocalista que salió maravillosa, elegantísima y más que guapa en su segunda aparición con la banda en el festival como cabeceras de cartel. Con una capa al viento (que luego se quitó), Foor se ganó a todos incluso antes de cantar, por su tremenda e imponente presencia en escena, con esa seguridad aplastante a la hora de afrontar temas del “Endless Forms Most Beautiful”, tonos altísimos que fueron alcanzados por su prodigiosa voz sin despeinarse. Se muestran como una banda sólida, un bloque sólido en los que todos dejan a la holandesa el papel de protagonista absoluta… Saben que ahora el 99% de las miradas van a ella y es verdad que algunos han perdido mucho como Tuomas Holopainen, que no se mueve ni la mitad o menos que antes; se le oye pero ya pasa mucho más desapercibido.

Sí tiene un protagonismo fuerte Marco Hietala, haciendo las segundas voces combinándolas perfectamente con Floor, notándose mucha complicidad con ella, ¡da gusto verles! Pocas referencias a etapas anteriores, de las que se escucharon “I Wish I Had anAngel” y poco más, pero el disco debut de la holandesa es tan fantástico y el show es tan completo ahora, que se echan de menos pero no mucho. Genial NIGHTWISH, un show espectacular, una banda poderosa y contundente, con unos músicos increíbles y con una nueva vocalista que les ha dado la vida de nuevo. Con pirotecnia y efectos o sin ellos, dan unos conciertos increíbles. En resumen: genial.

Muy lejos de su pico de popularidad en ¡1995! con “Do what I Say” que la radiofórmula pinchó en España hasta la saciedad, CLAWFINGER tenían la tarea de superar en escena los recuerdos de hace más de 20 años y la popularidad de NIGHTWISH que actuaba simultáneamente a ellos y se iban a llevar la parte del león en cuanto a asistencia.  Aún así a base de actitud y energía y sobre todo canciones como “The Price we Pay”, “I Don’t Care” o la citada “Do what I Say” consiguieron divertir y agradar y luchar contra el estigma de ser considerados por mucho unos One Hit Wanders (un grupo de un solo éxito)

Nuestros amigos de A.R.E. lo petan en cualquier lugar de la galaxia, Wacken incluido.

Un inciso importante: Hemos de estar muy orgullosos de que una banda de aquí, de Madrid, hayan tocado nada menos que los 5 días del festival, sí, nuestros amigos ALIEN ROCKIN’ EXPLOSION ya tocaron en el crucero que organiza el festival, en 2017 en una pequeña carpa y esta vez los organizadores les encargaron servir de banda invitada en el show de MASCHINE NITROX, animando con sus canciones y algunas versiones a un público que quería algo diferente; muy difícil lo tenían ya que todas sus actuaciones coincidían con los cabeceras de cartel (HELLOWEEN, RUNNING WILD, etc) pero pudimos comprobar que el acogedor nuevo escenario llamado “Welcome to the Jungle” estaba lleno… y no sólo eso, sino que el trío consiguió que todo el mundo se lo pasara fenomenal con ellos.

Vimos a nuestra María Neila, tan pequeñita, crecerse como vocalista, con su peculiar voz, metiéndose en el bolsillo a un público mayoritariamente germano que estaban encandiladísimos mientras la veían pasearse entre las filas, disfrutando todo y más del momento. Mientras, Iván, con su colección de guitarras imposibles, su gorro verde y su eterna sonrisa, se lo pasaba igual de bien en el escenario, a muerte, acompañando a María en el derroche de alegría y buen rollo para todos. Mención especial además para el tercero, para Mazuecos, mucho más serio y concentrado que supo llevarse un cajón gitano a la Germania profunda para quedarse con todo el personal. Y si el instrumento por allí no es muy habitual, imaginaos si además suena nítido, puro, con la mejor tecnología…

Aquello era una combinación de muchas cosas buenas por todas partes confirmando esa frase de “Sé feliz, estás en Wacken”. Pues sí, no sólo había buen sonido, mejor interpretación por parte de los ALIEN, un ambiente muy campechano y distendido acompañado de muchos chupitos de Jägërmëister ofrecidos al público a discreción, con lo que aquello era de lo más divertido. Hacía mucho que no me emocionaba en un concierto y allí sí me pasó. Fue algo maravilloso verles allí, en La Tierra Sagrada de Wacken con un escenario lleno, con el público contentísimo con ellos, logrando firmar muchos autógrafos, hacerse mil fotos con sus nuevos fans y dejando a los organizadores muy contentos (Holner, uno de los organizadores estaba allí, con ellos viéndoles), al público encantado y a la que escribe feliz por ellos. Fue algo más que divertido y muy especial que no se puede olvidar. ¡Muy bien por ellos!

Foto: Markus Felix

Bajo la atenta mirada de docenas de “Adrians” que adornaban cada rincón del escenario” RUNNING WILD dieron, como estrellas de la noche, un concierto a la altura de su nombre de leyenda, muy lejos de lo que hemos visto las últimas veces que han pasado por nuestro país. No fue por la apabullante pirotecnia, no fue por la inmensidad del escenario ni por las cuidadas luces… ¡No!… Fue por la entrega del grupo, especialmente de Rolf Kasparek que gano hasta el último euro del caché sudando la camiseta y con un repertorio ganador, especialmente de cara a los fans que se conocen (o nos conocemos), la discografía del grupo de cabo a rabo.

Fuera del setlist canciones como “Conquistadores” y dentro cortes como “Metalhead” o “Lonewolf”. Igual a alguien que estuviera viendo por primera vez a RUNNING WILD, estos cambios le supusieron una decepción, pero al no ser mi caso tengo que decir que disfruté al máximo de la inclusión de canciones no tan obvias. Por otro lado no faltaron tampoco canciones tan queridas como “Under Jolly Roger”, Bad to the Bone” (la gran sintonía de Corsarios del Metal) o “Riding the Storm”, y por tanto se puede decir que hubo de todo para todos.

RUNNING WILD tuvieron tiempo también de estrenar una nueva canción titulada “Stargazer” que se incluirá en un próximo trabajo en estudio. Puede que fuera el subidón de justo antes haber presenciado “Raging Fire” en directo entre enormes columnas de fuego, pero la nueva composición no me disgustó para nada, ¡al revés!, me pareció bastante superior a todo el material de “Rapid Foray”… Y hablando de ese último trabajo, no es que fuera malo pero sí que quedó raro que el final del concierto, tras un bis inaugurado por “Soulless” nada menos, fuera para una canción de este último disco, en concreto “Stick to your Guns”. De hecho dio toda la impresión de que se interpretó para salir del paso y cubrir los minutos restantes del horario asignado.

Una pena porque el concierto habría sido de matrícula de honor si se hubiera terminado como en los viejos tiempos, es decir, con “Prisoners of Our Time” o, mejor todavía, con algo todavía más macarra como “Fight the Oppresion”, “Diabolic Force” o “Chains and Leather”. En cualquier caso la bandera pirata ondeó bien alto en Wacken.

Fue tan bueno que si no os ponemos un vídeo no os lo vais a creer:

GHOST: 

El grupo de Cardinal Copia (Tobias Forge para los amigos) no tuvo su mejor noche en Wacken. Sería injusto decir que lo hicieron mal, no fue para tanto, pero adolecieron completamente de ese extra de: “¡Joder, vamos a bordarlo que estamos en Wacken!” que la mayoría de grupos sí ofrecieron. El sonido además fue de los peores de todo el festival, con subidas y bajadas de volumen, y los graves del bombo y el bajo tapando todo lo demás en muchas ocasiones.

Con esos lastres poco importa que el paripé del playback de saxo en “Miasma” con Papa Nihil (el Papa anciano del universo Ghost) saliera mucho mejor que en el Resurrection Fest o que GHOST estén en uno de los mejores momentos de su carrera aupados por el fantástico “Prequelle”, pues vuelvo a la idea inicial: GHOST hicieron un concierto normal, y eso no es suficiente cuando eres uno de los nombres más gordos del cartel. Sin ir más lejos estuvieron muchísimo mejor en el Resurrection Fest… aunque claro, allí la competencia no era tan feroz.

GHOST flojeando en Wacken

A pesar de lo anterior hubo varios buenos momentos, que podemos ubicar en “Cirice”, “Square Hammer” o “Dance Macabre”, pero no dejaron de ser eso: momentos, sin la continuidad requerida para haber sido una de las bandas triunfadoras del día.

IN FLAMES son habituales de WACKEN habiendo tocado durante creo todas las etapas de su larga carrera y cuentan ahora con unos montajes escénicos que son más que espectaculares. Si lo que vimos en 2014 con una especie de andamio increíble que no te creías lo que estabas viendo, el show de este año, de noche cerrada, era una exaltación total relativa al nombre de la banda con unas llamaradas que no tenían fin. Nada más arrancar fuerte su actuación, con “My Sweet Shadow”,  unas increíbles e interminables llamaradas iluminaron y a la vez achicharraron a las primeras filas del Faster Stage saliendo en tromba llegando por encima del altísimo escenario, una auténtica barbaridad, impresionante además acompañado de un sonido increíble que sacudía todo el Norte de Europa.

Un ambiente genial, una noche de las que no te crees (ni lluvia, ni siquiera una nube pequeña), un calor infernal creado por las llamaradas, crowdsurfing por doquier y lo de siempre: una banda que empieza a muerte, de la forma más interesante y que al cabo de 4 temas más se desinfla. Mismo show de siempre, con joyas como “The Mirror’s Truth”, con Anders (vocalista) esforzándose hasta el límite de sus posibilidades actuales por salir airoso de la situación y una banda muy fuerte detrás pero que siempre es igual: un desarrollo de concierto interrumpido por los largos tiempos entre canciones, canciones brutales que se quedan sin unión, acelerones y frenazos en seco que si fueran más seguidas sería fantástico pero… así, se quedan como píldoras sueltas.

Llamaradas por todas partes a lo largo de todo el show y lo más fuerte para el final con “Take This Life”, “Deliver Us” and “The End” sin nada especial para la ocasión agradeciendo que Anders no hablara tantísimo como es habitual, pero ya podían ir renovando el show que se ha quedado estancado hace mucho.

OTTO & DIE FRIESENJUNGS es un ejemplo del amor que el público germano siente por sus representantes. Abarrotadísimo tenía el Louder Stage este comediante alemán (Otto Waalkes) que une su show al de los DIE FRIESENJUNGS para hacer canciones que, si no sabes un alemán nivel altísimo, pues no te enteras de los chistes, chascarrillos y demás que hicieron las delicias de todos los presentes. Así, al igual que hay otros germanos del mismo estilo a los que, aunque no entiendas sus letras te diviertes mucho o algo sacas, con ese señor mira que lo intentamos pero no lo logramos. Música intrascendente, para corear y cantar con él, ritmos de verbenas populares de allí que a nivel turístico es interesante pero como concierto nosotros no supimos ni pudimos captar.

Eso sí, todo el público estaba feliz con él y fue una buena alternativa a los grupos más convencionales que actuaban simultáneamente a él… ¡Y aún quedaba el sábado!

Texto: Rocío Gómez (rocio@redhardnheavy.com) y Pablo Mayoral (pablo@redhardnheavy.com)

Fotos: Redhardnheavy y RRSS oficiales de las bandas.

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