Cuarta parte de la biografía de WASP contada por Blackie

bootsTras las tres partes anteriores, que podemos encontrar pinchando en los correspondientes enlaces (1, 2 y 3), seguimos contando la biografía de WASP de la mano del propio Blackie Lawless… Vamos ya con la época del «Crimson idol», y a seguir disfrutando con la historia de una de nuestras bandas favoritas.

Por cierto, aquí podemos leer la crónica de su reciente paso por España… 

«THE SKY IS FALLING, THE SKY IS FALLING»

«Estábamos en 1989 y Rod (Smallwood) se estaba mudando a Inglaterra para casarse. Un par de años antes él y yo nos sentamos juntos en la iglesia cuando Chris lo hizo también e hicimos un pacto de que ninguno de nosotros nos casaríamos nunca. ¡Demasiada promesa! Bueno, tenía que enfrentarme al hecho de que la vida cómo la conocía había cambiado en todos los sentidos. Ahora no tenía banda, mi manager (y gran amigo) había vuelto a casa… Ya sabes, cuando eres tú el que te casas te sientes genial, pero los que quedan atrás sienten una gran falta.

Fueron duros para mí los (próximos) primeros años porque sabía que todo iba a ser diferente a partir de ahora. Y tan malo como esto era que no tenía ni idea de hacia dónde iba personal y musicalmente: No tenía vida personal y todo estaba liado en la banda, aunque de hecho no tenía ninguna de las dos cosas. Por no tener no tenía ni citas con chicas, sólo sexo. Y dado nuestro éxito, ni siquiera tenía que salir por ahí con ellas sino que donde fuera que las conociera era donde lo hacíamos: cuarto de baño, coche, restaurante… No me importaba, tan sólo tenía que entrar en el cuarto de baño de las chicas en una discoteca para encontrar a alguien muchas más veces de las que me iba de vacío. ¡La fama es monstruosa! Empuja a la gente a hacer cosas que normalmente no harían.

tumblr_mbqy3j6Bk11qh5522o1_500Yo estaba tratando de llenar un vacío importante en mi vida, pues mi madre había muerto el día de Año Nuevo en 1980, y de hecho me he pasado 25 años de mi vida tratando de reemplazarla. Aunque esto lo explicaré más tarde… Así que allí estábamos en Londres, en la boda de Rod (Smallwood), y él nos pidió a mí y a Steve Harris que fuéramos los testigos en la Iglesia. Yo no había entrado en una Iglesia en 20 años, ¡y no creo que Steve hubiera estado nunca en ninguna! Steve y yo nos reíamos diciendo que éramos los testigos más inusuales y caros de la historia del mundo (risas). ¡Sólo Smallwood podía conseguir algo como esto!

En el banquete estuve hablando con el tipo que trabajaba para la editora que nos llevaba la composición. Su nombre era Ralph Simon y él fue alguien muy influyente en el desarrollo de mi carrera. Él me estuvo comentando si había comenzado a componer para el nuevo disco, y le dije que no estaba muy seguro si alguna vez iba a ser el mismo compositor que pensaba que era cuando empezamos. Tenéis que recordar que en este momento mi autoconfianza estaba en el punto más bajo de mi vida. Ralph me preguntó si me gustaba Bryan Adams y le dije que sí, que era genial y uno de los mejores compositores del mundo. Él me contesto que tenía una maqueta de él que era la mayor mierda de la historia de la música: «Le dije que volviera a empezar y lo hiciera todo de nuevo».

Esto me hizo empezar a pensar en que si le había pasado esto a alguien como Bryan, le podía pasar a cualquiera. Unas semanas antes me había encontrado con Pete Townshend y me presenté allí con su disco de oro por «The headless children» (recordar que «The real me» es un tema compuesto por él). Él y yo hablamos durante 45 minutos sobre aspectos compositivos y le pregunté si le resultaba fácil, ante lo que se empezó a reír diciendo que «¡ni de coña!». De hecho, la manera en que me lo dijo me hizo pensar que le había costado mucho cuando la 15583escribió, y le insistí en que me contara lo duro que había sido. Me dijo que trabajo mucho en cada nota de la canción y me sorprendió porque siempre me había parecido que le habría resultado muy fácil. Le dije que a veces me sentía como el chico tonto de la clase y que pensaba que no podía competir en el mundo profesional porque era el más flojo aquí. Me contestó que sabía exactamente lo que quería decir y luego seguimos hablando hasta que me reveló lo difícil que le había resultado siempre componer y de verdad que con cada palabra que decía me iba sintiendo mejor y mejor.

Aquí estaba uno de mis héroes diciéndome que estaba en el mismo barco que yo. Hablamos y hablamos y la impresión que me llevé es que la mayoría de las veces el escribir una buena canción es doloroso… Y es doloroso porque estás buscando algo sobre lo que no puedes poner las manos encima. Quiero decir que, de todas las artes, la composición de canciones me parece la más misteriosa porque para un pintor o escultor las cosas van tomando forma justo delante de tus ojos. En música no, y encima para el público la impresión es que de alguna manera lo vas poniendo en el aire. Pero ellos no ven nunca los meses, y a veces años, que puedes tardar en llegar a componer una buena canción.

Además, es mucho más difícil conseguir que una buena canción le guste a 10 personas que a 10 millones… En el viaje de vuelta a Los Angeles de la boda de Rod, yo estaba sentado al lado de KrisKristofferson, que para la escena del country sus canciones son legendarias y ha compuesto para gente como Elvis, Willie Nelson, JanisJoplin y muchos más. Hablamos durante casi la mitad del vuelta sobre la composición de canciones, por lo tanto se puede ver un cambio y un patrón de desarrollo (en mi estilo) a partir de aquí. Incluso cuando ahora miro atrás y pienso en estas cosas, veo que ellos se interpusieron en mi camino y aparecieron en mi vida en un momento determinado por una razón concreta. Desde que tuve aquellas conversaciones con estos tíos ya no me preocupé más por lo que me costaba escribir canciones… Quiero decir, si era costoso y doloroso, ¿qué? Incluso si me costaba todo, hasta mi cordura y mi salud, ¡mala suerte! No iba a dejar que NADA me parara, y si ellos podían hacerlo, ¡por Dios que yo también!

CTFL5t3XIAEonkmVolví a casa y comencé a pensar en una idea que había tenido en el otoño del 86. Estaba en un restaurante de Londres en Shaftsbury Avenue y se me había ocurrido hacer un disco conceptual: La idea era «The Crimson Idol», algo sencillo: Un chico con una vida en un entorno familiar problemático en busca de amor. Cuanto más pensaba en ello, mejor me parecía… Comencé a escribir y la primera canción que compuse se llamaba «Miss you» (ndr: curiosamente ésta es la balada que se ha recuperado para “Golgotha” ahora en 2015), que al final no entró porque, según fui desarrollando el disco ya no tuve tiempo para terminarla, pero era un gran tema. La composición iba progresando pero a la vez estaba bastante claro que sin una banda iba a ser un proceso lento.

El gran error que no quería volver a cometer era el grabar el disco en un estudio comercial, ¡quería construir el mío propio! Recuerdo que cuando terminamos «Headless» nos había costado 600.000 dólares de entonces, y estábamos en 1989. Ahora iba a ser fácilmente el doble en las mismas condiciones y no quería pensar que eso era todo lo que podía conseguir con ese dinero. ¡No iba a cometer otra vez el mismo error!  Así que en enero del 90, y mientras la composición iba fluyendo, comencé a buscar equipo, aunque también necesitaba un local o un sitio físico. Ya en el tercer capítulo os hablaba de este sitio, que llamé «Fort Apache» porque por dentro parecía como el set para grabar una vieja película del Oeste, ¡era genial! Ya unos años antes, grabando el vídeo de «Blind in Texas», había entrado en contacto con mi herencia/ascendencia de los indios nativos americanos, así que el nombre surgió de manera muy natural.

A pesar de que la banda se había desintegrado meses antes, Frankie (Banali) y yo todavía éramos muy cercanos así que cuando él estuvo disponible para hacer las baterías para mí, fue un gran alivio porque sabía que iban a ser más complicadas que nada que hubiera hecho antes. De hecho, pasamos literalmente horas hablando de cómo deberían de sonar las canciones. Él y yo comenzamos a grabar las primeras maquetas y, cuando el estudio estuvo terminado en junio del 90, ya estábamos preparados para comenzar a grabar (de verdad). La noche antes de comenzar había salido con Duff McKagan (de GUNS N´ROSES) y al final de la noche él quería pasarse por el estudio con un puñado de gente para una fiesta de última hora, ¡ni de coña!

Le puse cualquier excusa sobre que me tenía que levantar pronto, pero es que había trabajado realmente duro en construirlo todo y poner en marcha el estudio (por no TheIdolmencionar el dinero que había invertido), así que lo último que quería era que algunos tipos borrachos se pusieran a jugar con la mesa de mezclas…

Según iba avanzando la grabación me di cuenta que era un poco una locura hacerlo tú mismo, que se podía hacer pero ¡era muy duro! Realmente no tenía ni idea de la dimensión y el alcance de lo que había comenzado y en qué me estaba metiendo. De todos modos, no quiero meterme mucho en explicaciones técnicas aquí, así que tampoco contaré mucho del proceso de grabación, ¡pero fue monstruoso! La experiencia y participación de Frankie en el disco es incalculable. No mucha gente sabe que Ken Hensley (ex-URIAH HEEP) tocó originalmente en tres canciones del disco, pero finalmente tuvieron que ser regrabadas porque los teclados que se usaron no eran los adecuados para las canciones, pero fue culpa mía. El problema fue que Ken lamentablemente ya no estaba disponible para volver a grabar las nuevas pistas, así que las toqué yo.

Mientras la grabación fluía, las ideas empezaban a crecer y crecer, y el personaje de «Jonathan» realmente comenzó a desarrollarse y revelarse por sí mismo. Un año antes había tenido la idea de ir a Hollywood Blvd. y pasar una semana disfrazado, encubierto como uno de los chavales que acababan mendigando allí, así que quería probarlo por mí mismo, ir como ellos, dormir en la calle por la noche y realmente tener un sentimiento/conocimiento real de lo que estaba escribiendo. Al final sólo necesité un día porque todo me vino muy rápido ya que cuando llegué a Hollywood por primera vez me sentí realmente así durante el primer año y medio, durmiendo en el suelo de los pisos de gente todo ese tiempo. De verdad que estuve tan cerca de la experiencia de dormir en la calle como se puede estar sin tener que estar allí literalmente de manera permanente.

En cierto modo, hacer este disco se pasó muy rápido, pero por otro lado fue como que el tiempo se hubiera detenido. Hubo muchas cosas pequeñas de las que seguramente nadie se hubiera dado cuenta nunca que tuvieron que ser reparadas o hechas de nuevo. Por ejemplo Bob Kulick vino y tocó algunas partes solistas de guitarra y algunas veces sus dedos podían sangrar en las duras y largas sesiones de grabación. Él hizo un trabajo lleno de maestría aunque le dije desde el principio que no querían notas de agradecimiento en ninguna parte del disco, ¡y no protestó! A mitad del disco yo estaba literalmente fuera de mí, medio loco, y es que había trabajado hasta un punto en el que estaba enfermo todo el tiempo. Fuí al médico y él me quiso ingresar en el hospital durante dos semanas, pero acordé con él que no trabajaría en esas dos semanas y de ese modo estaría tranquilo en casa… estuvo de acuerdo.

CapturaCoincidió que Gene (Simmons) estaba buscando un estudio para hacer algún trabajo así que se lo dejé dos semanas en las que se supone que iba a estar descansando. En ese momento contraté a un segundo ingeniero para ayudarme con el disco, aunque él no tenía experiencia pero su entusiasmo era infeccioso. Es justo lo que necesitaba en ese momento porque empezaba a estar algo quemado. Él se metió totalmente en el disco y entendió perfectamente de lo que trataba y se comportó como un verdadero animador. Le pagábamos 75 dólares a la semana  pero le dejaba vivir en el estudio… Su nombre era Ross Robinson, que dos años después empezó a producir a gente como KORN, LIMP BIZKIT, SLIPKNOT y muchos más.

La noche en la que grabé «The great misconceptions of me» le pedí que apagara todas las luces del estudio. Sólo dejamos las del equipo de la sala de control, que eran mayormente rojas. Todo esto creo un aura especial en todo el estudio, y además bajé el micrófono y me puse de rodillas en la oscuridad. Me relajé y esperé a que todo estuviera tranquilo y en silencio y entonces ya le dije de «darle al play». Canté la intro (parte inicial) del tema y, lo que se puede oír en el disco es la primera y única toma que hice. Fui a la sala de control y le pregunté que qué pensaba, que cómo había quedado… No habló pero me mostró los pelos de punta que todavía tenía en los brazos, ¡así que supongo que estaba bien! Como nota adjunta, él ya no vive en mi estudio (risas).

Uno de mis mejores recuerdos que tengo de grabar el disco fue escribir el tema título, «The idol». Justo me acabada de ir a casa desde el estudio después de una de esas largas sesiones nocturnas que se alargaban casi hasta el amanecer. Me había tomado una bebida muy fuerte antes de marcharme así que cuando llegué no sentía ningún dolor. El comedor de mi casa entonces tenía enormes ventanales desde donde podía ver el sol justo a punto de salir. Estaba sólo y había una calma casi mortuoria con lo que me sentía muy solemne en ese momento. Me senté y pensé “¿en qué me he metido?», refiriéndome al disco.

$T2eC16F,!)kE9s4Z-UH-BQkc6qThKw--60_1La habitación era enorme con un suelo como de terrazo y azulejo español y el sonido de la guitarra acústica y mi voz resonaban en la estancia y sonaba realmente genial. Con el sol de fondo empezando a salir para mostrarse a través de las ventanas  recuerdo que escribí «will I be alone this morning, will I need my friend”, (refiriéndome al vodka que estaba bebiendo) something just to ease away my pain”. Incluso hoy, muchas veces cuando la tocamos en directo me viene la imagen de mí mismo sentado esa mañana escribiendo esa canción. Siempre guardaré ese recuerdo…

Una cosa divertida que ocurrió fue cuando estaba escribiendo la historia para el interior del disco. Tenía todos los nombres de los personajes excepto uno… el del mánager. Tenía pensado un primer nombre, que era Alex, pero no tenía apellido. Me estaba frustrando porque había estado buscando un buen apellido para este tipo durante meses. Recuerdo que tenía la tele encendida pero con el sonido bajado, y se me ocurrió la estúpida idea de subirlo y el primer apellido que escuchara sería el que usara. Estaba viendo algo de deportes en la ESPN y los Chicago Bulls jugaban contra alguien cuando escuché «Dennis Rodman cogió 10 rebotes esta noche». Pensé que «Alex Rodman» me sonaba bien… Pero pasaron dos semanas y recibí una llamada de (Rod) Smallwood diciendo que tenía que cambiar el nombre del (personaje) del mánager porque no habíamos caído en el hecho de que era «ROD – man». No me había dado cuenta pero me empecé a reír muchísimo que incluso no podía ni hablar. Él pensaba que lo había puesto a propósito, en lo que debe haber sido uno de los momentos más «Freudianos» de todos los tiempos… pero no fue así. De verdad que fue el primer nombre que escuché… Seguro que él lee esto y todavía querrá que lo cambie.

Las grabaciones duraron hasta febrero del 92, y justo antes de terminar le escribí una nota a (Pete) Townshend explicándole por todo lo que había pasado. Ya sabéis, cuando él y yo hablamos antes y me contó lo duro que era hacer discos conceptuales. Pero no me había dicho todo porque más tarde descubrí que él había tenido un colapso grabando uno de sus discos, y es exactamente lo que me pasó a mí. Es difícil de explicar el peaje que hay que pagar a modo de cansancio extremo mental y la presión que tiene que aguantar una persona. No era sólo hacer un disco sino que estaba abordando algo realmente ambicioso y todo ello en virtud de un «concepto» en el que anuncias al mundo que (el disco) ¡es especial! Si tienes éxito todo el mundo te reverenciará y te pondrá en un pedestal, pero si fallas los medios te van a despedazar públicamente y cortarte en trocitos. Y en mi caso además si fallaba era la mejor oportunidad para decir que mi carrera estaba acabada.

De hecho, había gastado todo mi dinero en construir el estudio y hacer el disco. Incluso mi propia compañía no quería que hiciese ese álbum porque pensaban que los discos conceptuales estaban pasados de moda. Aunque escribí «Chainsaw Charlie» sobre las altas esferas de la compañía ¡porque me habían mentido! Así que estaba literalmente en una mesa de mierda con un dado rulando para decidir sobre mi vida. Es más, fueron dos veces las que durante la realización del disco me desperté en mitad de la noche sudando y literalmente de pie en la cama…

El último mes que estuvimos mezclando me lo pasé en el salón del estudio esperando a los ingenieros a que me llamaran para ir escuchando la mezcla en la que estaban trabajando. Recuerdo estar mirando una revista y ver una fotografía de la Tierra (tomada desde la Luna) en la que parecía una gran canica azul. Pensé que qué era lo que sostenía la Tierra en su rotación, o sobre qué rotaba. Mi boca se secó y sentí que mi alma resbalaba fuera de mi cuerpo, ¡era terrible! Luego me enteré que había tenido un severo episodio de ansiedad aunque realmente (lo que ocurría era que) estaba petando. Durante meses después, incluso ya estando de gira, no podía mirar al cielo por miedo incluso de la Tierra porque me daba la impresión de que me iba a salir de la rotación. Un médico me dijo un tiempo después que éste es uno de los más aterradores desórdenes que puede tener una persona. El único medio que me permitía lidiar con esto era auto-medicarme… con vodka. Realmente necesitaba ayuda profesional pero no había tiempo, que el disco estaba terminado y ahora era el momento de salir de gira.

He mencionado antes a mi madre. Y es que la relación que Jonathan tuvo con su madre en la historia estaba basada de alguna manera en la que yo tenía con la mía, aunque no totalmente. Yo sé que ella me quería… Por otro lado, aunque no ha sido mi intención, comencé de alguna manera a convertirme en el personaje «Jonathan». Ya he dicho que no está basado en mi mismo, ni en nadie en particular, sino que era una combinación de varios tipos que había visto y conocido en el mundo del rock n´roll. Los junté y esto es lo que salió. Es triste, una historia triste que ha ocurrido docenas de veces y lamentablemente sigue pasando en el negocio de la música. Pero (al final) ¡yo me convertí en una víctima de mi propia creación!charlie

Recuerdo que estaba en Gran Bretaña trabajando en el vídeo cuando el single «Chainsaw Charlie» entró directamente al puesto número 9 en las listas inglesas mientras Bryan Adams era número 1 en todo el mundo con «Everything I do», la banda sonora de (la película) «Robin Hood». Sólo puedo imaginar lo maravilloso que hubiera sido haberlo disfrutado… ¡si hubiera estado ahí!

«LONG LIVE, LONG LIVE THE KING OF MERCY»

Antes de la edición de «Idol» me embarqué en una gira promocional de dos meses y medio en la que hice como 800 entrevistas. Unas 15 al día durante dos meses al día, imaginar… Todo ello pasando por toda Europa, Japón, Corea, Latinoamérica y los Estados Unidos. Ya estaba enloquecido antes así que podéis suponer lo que fue cuando terminé. ¡Y AHORA era el momento de empezar la gira real!

El primer concierto fue el «Monsters of Rock Manheim» en Alemania pero antes había tenido que viajar a Londres por unos días para firmar las 5.000 copias de la edición limitada de «Crimson idol». Esto me llevó tres días para hacerlo y, cuando terminé, sentí como que algo iba físicamente mal. Empecé a tener escalofríos, fiebre y cosas así, con lo que vino un médico a mi habitación de hotel. Me examinó y me dijo que no sabía lo que tenía pero que había estado con Michael Jackson un par de días antes y que los síntomas eran muy similares. Como nota adjunta, comentar que Jackson iba a tocar dos noches en Wembley pero tuvo que cancelar ambos conciertos… un par de días más tarde pude entender porqué.

Era miércoles y el concierto de Manheim era el sábado. El médico me dio tres píldoras y me dijo que me tomara una el jueves, otra el viernes y la última el mismo sábado. A última hora de esa noche empecé a vomitar y estaba con dolores de cabeza y todo jodido. El jueves por la mañana me desperté y no podía mantenerme en pie, y cada vez que intentaba levantarme me volvía a caer. He tenido antes gripes varias pero os puedo asegurar que no se trataba de nada de eso. Yo sólo trataba de pensar en lo que el médico me había dicho, «no sé lo que tienes», y yo tampoco sabía lo que tenía pero estaba claro que era peor que cualquier otra cosa que me hubiera pasado antes.

Llegó el viernes y todavía no podía mantenerme en pie, así que volví a llamar al médico y le dije lo que me pasaba. Me dijo que no me preocupara que las pastillas que me había dado matarían a un elefante, y que de todos modos la última me haría pasar por cualquier cosa. ¡Vaya!, cuando escribí «Dr. Rockter» nunca pensé que le iba a conocer de verdad y de manera real tan pronto… Llegó el sábado por la mañana y al menos ya me podía levantar aunque me sentía fatal. Ahora tenía que intentar llegar de Londres a Manheim, así que fuimos al aeropuerto pero cuando intentamos aterrizar en Frankfurt resulta que el espacio aéreo estaba congestionado así que estuvimos dando vueltas como una hora.

El médico me había dicho que me tomara la última de las misteriosas pastillas dos horas antes de la hora del concierto, así que lo hice mientras estábamos aún en el aire sin saber aún que estaríamos dando vueltas en círculo durante tanto tiempo.

Manheim normalmente está como a hora y media de Frankfurt (por carretera) así que cuando me tomé la pastilla pensaba que los horarios cuadraban bien, y recordar que no tenía NI IDEA de lo que esta cosa me iba a hacer. La verdad es que cuando aterrizamos no sentía ningún dolor, pero todo se puso peor desde ahí aunque básicamente lo que estaba era atontado y adormecido. Aterrizamos muy tarde así que el conductor me metió directamente en el coche y salimos pitando. Recuerdo mirar el cuentakilómetros por encima de su hombro y él iba a 220 km/h, pero yo iba tan cargado que ni me daba cuenta. El caso es que llegamos en 45 minutos…

don92Pero en ese momento yo era un desastre total, y no había ningún tipo de subidón o de buena señal en mi estado. De hecho, estaba alucinando y difícilmente podía ver nada. Finalmente salimos al escenario y recuerdo mantenerme cerca del borde del escenario pensando «hagas lo que hagas, no te caigas del borde». Era aterrador porque de hecho pensaba que era algo que no podría evitar si sucedía.

Habían pasado como tres horas desde que me tomé la pastilla y cuanto más tiempo pasaba peor iba todo. Veía todo como a cámara lenta y realmente distorsionado, era como una mala pesadilla. De hecho, estuve parado y pegado al suelo todo el tiempo que estuvimos sobre el escenario, y recuerdo que sería ya la cuarta canción cuando finalmente levanté la mirada y ví la masa de gente (que había allí) por primera vez: 100.000 personas y no les había visto en los primeros 20 minutos… Recuerdo mirar y pensar «¡guau, mira a toda esa gente!».

De todas formas, es lo último que recuerdo de ese concierto, y luego lo último de lo que me acuerdo de ese día es volver a mi habitación de hotel. Estaba en la cama y comencé a sudar y a sacudirme descontroladamente. Es más, cuando me desperté a la mañana siguiente la cama estaba empapada de sudor, aunque al menos me sentía algo mejor… Eso había sido el primer concierto de la gira mundial, ¡así que sólo podía ir a mejor desde ahí!

El resto de la gira fue bastante bien, y terminamos en Japón. Después, volví a casa y pensé que, vale, que había estado bien, «¿y ahora qué?». Estaba viviendo entonces en el Hyatt House en Hollywood y mi habitación estaba en la última planta sobre Sunset Blvd. Salí al balcón y me senté allí durante algunos minutos… serían las 11 de la noche. Cuanto más tiempo pasaba allí sentado, más tristeza abrumadora empezaba a sentir. Pensé en todo lo que había ido pasando haciendo el disco, y luego para hacer la gira, y todo me estaba sacando de quicio. Había empezaba a vivir con el personaje de Jonathan desde hacía tres años y todo me empezaba a colapsar y se me caía encima como una avalancha. Me levanté en el balcón mientras pensaba esto y miré a la ciudad mientras comenzaba a gritar y llorar.

imagesGrité tan fuerte como pude durante unos 10 minutos, en los que estuve totalmente histérico. De hecho estoy seguro de que tuvo que sonar como si alguien estuviera siendo asesinado, y me extraña que nadie llamara a la Policía en ese tiempo, la verdad. Unos minutos después conseguí calmarme finalmente, y es que todo había sido una catarsis total.

Más tarde comprendí que estaba exorcizándome de todos mis demonios justo allí y en ese momento. Me senté ahí durante las horas siguientes y esto me golpeó fuerte: Parte de todo lo que había ido pasando partía del hecho de que estaba entrando en el final de un viaje en el que no me estaba acercando a ese personaje sino que ¡estaba viviendo el personaje! Y de tan atormentado y flagelado que estaba, había llegado a amarle, pero ahora le dejaba marchar…Me ha llevado bastante tiempo posterior el entender sinceramente porqué mucha gente siente tanta pasión por ese disco. No entendía que pudieran ver esa historia del mismo modo en que yo lo hacía.

Quiero decir que estaba tan cercano a ello que pensaba que nadie nunca podría verlo así porque en mi cabeza todo aparecía de manera demasiado complicada. Pero al final era algo simple: sólo un chico buscando amor. A veces aún me reflejo en él, miro atrás y veo a Jonathan. Es como pensar en un viejo amigo, pero él ha cambiado mi vida para siempre… ¡y para mejor!…»

Más en siguientes actualizaciones… 

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