Viernes 05 de junio. Apoteosis Crüe

El viernes era un día especial pues como cabeza de cartel teníamos a MÖTLEY CRÜE en una de las pocas fechas que les trae a Europa con su “The final tour”. Tenía que despedirme de ellos ya que hacía diez años que no los veía y les debía dar las gracias por el concierto de Zaragoza de hace algunos años y decirles adiós… Es una historia muy larga y prefiero dejarla para contarla a los amigos en los bares. Aun así, y aparte de MÖTLEY, era un día cargado de emociones fuertes. Para empezar, a las 12:00 tocaban DARE y DARK TRANQUILITY sin ir más lejos, pero no pude llegar hasta que MOLLY HATCHET saltaban al escenario principal. Con el consabido grito de «Hell yeah!«, y con la ausencia de uno de los guitarras, estos sureños colosales volvieron a hacer un gran show y se llevaron de calle a todo el público que habían congregado.

Tocaba comer algo y no pude ver a HATEBREED o ALESTORM que tocaban a continuación, y mi paseo por el camping y un par de compras hizo que tampoco llegase a tiempo para ver a MANFRED MANN’S EARTH BAND, de los que me hablaron maravillas, y que tocaron a la vez que ROCK GODDESS, de las que me volvieron a contar miserias. Por lo tanto, me fui directamente a ver a DOKKEN y realmente lo disfruté a lo grande, aunque tuve que perderme por ello a BLACKBERRY SMOKE a los que tengo muchas ganas, espero poder resarcirme en octubre… Don Dokken no tiene la voz de antaño pero esta vez dejó a un lado sus extravagancias para hacer un show sobrio, correcto y muy cercano al público, acompañado por una gran banda en la que destaca Jon Levin (ex DORO/WARLOCK… y gran admirador de George Lynch a la guitarra) a la guitarra.

Gran sonido para temas clásicos como “Dream warriors”, “Paris is burning” o “Into the fire” que hicieron que la gente se derritiese de gusto bajo un sol abrasador. Siguiente parada, y esta vez entre los heavymetaleros WOLF y OPETH me decidí por estos último… Otros que jugaban en casa pero en esta ocasión ni su público les acompaño. Demasiado densos, oscuros y pesados para mí por lo que me fui a la carpa a escuchar un par de temas de MAD MAX y me quede con ganas de mucho mas. Una pena porque me encantaría verlos con su show completo visto lo visto. Otra vez será…

Había que esperar para ver lo que había venido a buscar principalmente del festival y decidí mientras tanto a ver a los recién reunidos BACKYARD BABIES desde el escenario donde a las 22:30 horas tendrían que salir los CRÜE, lo que hizo que tampoco pudiese ver a PAT TRAVERS BAND con todo el dolor de mi corazón. Además coincidía con TONY CAREY (ex teclista de RAINBOW, que aquí también canta, y no lo hace nada mal, por cierto), doble dolor. Las leyendas locales BACKYARD BABIES sonaron bien pero no consiguieron transmitirme lo mismo que cuando los vi de teloneros de VELVET REVOLVER hace ya una década. Puede que lleven tiempo sin tocar o que nunca haya sido una de mis bandas de cabecera pero no terminaron de gustarme del todo aunque hicieron un buen show. Rotundo, macarra y de calidad… Eso sí, yo ya solo tenía la cabeza para la marabunta que vendría a continuación.

En primera fila y aplastado literalmente por la multitud durante casi todo el concierto desde luego fueron el grupo que más ganas la gente tenía de ver. Las críticas les han llovido, sobre todo a Vince Neil por su estado vocal y de estado de forma en general pero dieron un concierto sucio y muy macarra propio de una banda como la californiana. La puesta en escena estuvo protagonizada por el fuego, bastante sobria a decir verdad, con la batería en llamas de TOMMY LEE, un micro colgante con el símbolo del “Shout at the devil” que NIKKY SIXX se encargo de incendiar posteriormente con su guitarra lanzallamas y una torres metálicas a lo largo del escenario de las que salían llamaradas de vez en cuando para alegría del publico que notaba ya el frío nocturno en sus carnes. Para despedirse de sus fanáticos los angelinos escogieron un set list lleno de clasicazos y temas legendarios, como no podía ser de otra manera.

Como introducción la elegida fue, con mucha sorna, el tema de “Sonrisas y lagrimas”, “So long, farewell”, sí, ese que dice adiós en muchos idiomas diferentes, para comenzar golpeando a continuación con el tema que da nombre a su último trabajo “Saint of Los Angeles”. Tras esto, no tardan en desgranar todo un repertorio de canciones míticas como “Wild Side”, “Primal Scream”, “Same Ol’ Situation (S.O.S.)”, “Looks That Kill”, “On With the Show”, “Too Fast for Love”, “Smokin’ in the Boys’ Room”, “Mutherfucker of the Year”, “Anarchy in the U.K.”, “Dr. Feelgood”, “Shout at the Devil”, “Don’t Go Away Mad (Just Go Away)”, “Live Wire”, “Too Young to Fall in Love”, “Girls, Girls, Girls”, “Kickstart My Heart”… ¡casi nada!… y “Home Sweet Home” con Tommy Lee sentado al piano y con Vince Neil muy perjudicado a la voz después de todo un concierto ayudado por dos bellas coristas que eran un espectáculo en sí mismas. Y a todo esto Mick Mars sigue tocando la guitarra exactamente igual que siempre, pero sigue, lo que es una gran noticia.

En definitiva, un gran concierto para los acérrimos seguidores de la banda y que para mí fue bastante especial. ¡Adiós y gracias, muchachos!. Una vez que pude salir del barullo formado con los CRÜE necesitaba estirar brazos y piernas y liberarlas de tanta presión por lo que fui un rato a ver a los suecos H.E.A.T. que, aunque el cantante parezca salido de la Superpop, dieron un concierto muy divertido y enérgico. Antes de retirarme me acerque a ver cómo se lo hacían los chicos de MESHUGGAH. Sonaba atronador y el espectáculo de luces era bestial, a ellos casi ni se les veía pero parecían haber desatado el infierno sobre la tierra. Parece mentira pero el viernes se había acabado.

También os comentamos las impresiones de nuestra amiga Leti para complementar lo visto (y contado) por Ángel… hablando también de otras bandas que Ángel no pudo ver (que ya sabéis otra de las máximas de este tipo de festivales: es imposible verlo todo).

El viernes decidí empezar el día con DARE y, no sé si estaba dormida o soy una insensible, pero después de  media hora de aburrimiento decidí darme a la birra y escaparme a la carpa, donde estaba tocando SCOTT H. BIRAM, que aunque no es la alegría de la huerta me resultó mucho más entretenido. Entre MANFRED MANN’S EARTH BAND y ROCK GODDESS elegí a las diosas. No sonaron compactas ni son lo que eran en los 80, pero me gustaron y me pusieron las pilas a base de bien. Fue un concierto breve y enérgico, donde destacó la voz rasgada de Jody Turner y la actitud macarra de toda la banda. Muchos despotricaron de las británicas, pero es evidente que para gustos los colores… pues la media hora que pude escuchar de MANFRED MANN’S EARTH BAND desde la barra sí que me pareció un rollo de mucho cuidado.

Otra de las coincidencias puñeteras era la de DOKKEN y BLACKBERRY SMOKE, así que pensé en solución salomónica. Tras veinte minutos de DOKKEN, que por cierto me estaba gustando, temí que aquello fuera cuesta abajo, por lo que adelanté mi fuga hacia ritmos sureños con la tranquilidad de haber comprobado en las pantallas que mi compañero en RedHardnHeavy, Ángel, estaba disfrutando desde la primera fila… BLACKBERRY SMOKE la presentan como una de las bandas más brillantes del actual panorama de rock sureño y no se quedan cortos.

Teniendo claro que venían de gira a España en unos meses, me generaba dudas dejar a DOKKEN a medias y al final creo que mereció la pena el sacrificio. Lo que conocía de ellos me gustaba y pensé que, si habían teloneado a ZZ TOP o LYNYRD SKYNYRD, sería por algo. Lo cierto es que fue incluso mejor de lo que esperaba. Estos chicos saben lo que hacen y tras 15 años de historia tienen muy claro cómo particularizar su sonido, con toques de blues y country, huyendo de clichés o imitaciones. Además, el directo de esta banda tiene una gran fuerza, cargado de emoción como guinda a una gran ejecución. Lo que allí viví me ayudó a entender la gran cantidad de seguidores fieles que arrastra el quinteto y es que BLACKBERRY SMOKE enganchan. Sin lugar a dudas en octubre repito.

Esperaba con muchas ganas a WOLF y me defraudaron pues me resultó un concierto monótono, así que no esperé a que terminaran y aproveché para comer algo, que a las 19:30 ya iba tocando. Y una vez recuperadas las fuerzas me fui a la carpa a ver a MAD MAX, que estuvieron inmensos: Hard Rock  clásico del bueno como alternativa a OPETH, que seguían tocando en el Festival Stage, mientras la armada española casi al completo bailábamos a la sombra de MAD MAX. A las 20:45 triple coincidencia que hizo que alguno no tuviera más que un piscolabis de cada banda. Yo aquí no me compliqué: Tomé el aperitivo con BACKYARD BABIES pero la comida y el postre los tuve con PAT TRAVERS BAND, dejando a TONY CAREY para otra vida.

El guitarrista me hizo plantearme los motivos por los que no ha tenido un éxito mayor y no llegué a ninguna conclusión… pero lo cierto es que, sin ser un artista de masas, sí tiene un selecto grupo de seguidores. Hubo quien me dijo que con PAT TRAVERS, BLACKBERRY SMOKE y MOLLY HATCHET no necesitaba más, que ya había merecido la pena el festival. Yo seguía ávida de conciertos, pero debo decir que sin ninguna duda fue uno de los mejores bolos del Sweden. La vida es una sucesión de decisiones, donde a veces se gana y a veces se pierde. En este caso yo acerté, que a BACKYARD BABIES tendré más ocasiones de verlos (en el Leyendas del Rock en nuestro país mismamente), pero dudo que pueda repetir con PAT TRAVERS.

En definitiva, tremenda banda con guitarras de las que lloran y te hacen sentir. ¡Esto sí es hacer blues rock del bueno!

Otro acierto de los organizadores del Sweden fue cerrar el viernes con H.E.A.T. Los suecos, que últimamente los tenemos hasta en la sopa, se marcaron un concierto enérgico y divertido. Se notaba que jugaban en casa y se sentían cómodos delante de su público. Yo los he disfrutado ya unas cuantas veces, incluso en este mismo festival, pero nunca había visto a Erik Grönwall tan relajado, que entregado lo está siempre. Fin de fiesta por todo lo alto con pocas ganas de irme a dormir, a pesar de la paliza que llevaba encima.

 Sabado 06 de junio. Halford: Metal God

El sábado era el día nacional en Suecia. Un día muy familiar protagonizado por bandas nacionales, mucha bandera y el himno nacional, en esta ocasión cantado por los locales MUSTACH. Mas gente que nunca para ver a los primeros grupos de la mañana. Además, a la misma hora que THE SIRENS, MUSTACH y su cachondo cantante Ralf Gyllenhammar desplegaban su colorido azul y amarillo por todo el escenario, banderas incluidas, para homenajear a su país. El público se volcó con ellos que hicieron un gran show, muy divertido y entrañable.

Nada más terminar seguía el reinado del día de las bandas suecas con la actuación de HARDCORE SUPERSTAR y, si lo llego a saber, me hubiera ido a ver a EXCITER porque no me terminaron de llenar estos chicos, a pesar de estar en buen estado de forma y tener alguna canción pegadiza. Eso sí, he de decir que en general gustaron bastante viendo la respuesta del público… Pero para gustar los siguientes, que RIOT V dieron uno de los mejores conciertos de heavy metal del festival: Contundentes y demoledores tuvieron que lidiar con un sol abrasivo y aun así salieron victoriosos.

Trallazo tras trallazo tejieron una actuación estelar presentando su último trabajo “Unleash the fire!” del que sonaron temas como “Ride hard, live free”, “Metal warrior” o “Take me back” sin olvidar sus grandes composiciones de toda la vida como “Thundersteel” con la que terminaron. A destacar el gran sonido de toda la banda y la voz de Todd Michael Hall, una de la grandes voces del festival.

Y sin tiempo para comer casi nada saltaba al escenario principal el bueno de ACE FREHLEY para confirmar que no solo de KISS vive el hombre y que en un concierto suyo caben composiciones propias también. No fue el mejor show de Ace pero mantuvo el tipo y la gente se animo mucho sobre todo cuando toco temas de la banda más caliente del mundo, claro: “Parasite”, “Love gun”, “Strange ways”, “Shock me”, “Cold gin” o “Deuce” entre otros, aunque yo me sigo quedando con el feeling de “New york Groove”. Nada más terminar tenía la duda de si acercarme a ver a NUCLEAR ASSAULT o probar con una banda que no conocía pero que tiene gran calidad como MOTHER´S FINEST. Opté por un 50/50 y vi la primera mitad de los NUCLEAR, con problemas de sonido pero metiendo toda la tralla del mundo, y la segunda mitad de FINEST que son una gran banda y suenan de maravilla aunque no es mi estilo preferido: rock con mucho funk y toques soul en sus composiciones hacen que me quedase algo frio aunque tienen muchísima calidad entre sus filas.

Hasta que empezaran REFUGE pensé en acercarme a la firma de THE DARKNESS y ver desde la fila a FIVE FINGER DEATH PUNCH, otra de esas bandas modernas que el festival intenta utilizar para atraer al público más joven y que lo consiguen por lo que pude ver. Además, ellos saben cuál es su función y no dudaron en subir a los críos más pequeños del público para cantar con el grupo en un tema. Me hicieron amena la espera de los hermanos Hawkins que me firmaron muy amablemente su última obra: “Last of our kind” pero que desgraciadamente, debido al retraso en salir y la cantidad de gente que había haciendo cola, hicieron que me perdiese a REFUGE por lo que tuve que salir corriendo para llegar a ver el comienzo de los chicos de Boston: EXTREME.

Llevan más de un año rememorando en directo su famoso “Extreme II: Pornograffitti” pero para esta ocasión optaron por tocar temas de todos sus obras, aunque siguieron predominando las canciones de su segundo álbum. Empezaron con “Decadence Dance” y pronto sonaron “Rest in Peace”, “It (‘s a Monster)” o “Kid Ego”. Hacia la mitad desenfundaron la acústica y Nuno y Gary Cherone tocaron un par de temas ellos solitos, entre ellos el inevitable “More Than Words” con el que se hicieron tan famosos. Por suerte, EXTREME no son una banda de baladas y enseguida no hicieron bailar y movernos con “Cupid’s Dead”, “Take Us Alive” o “Am I Ever Gonna Change”. Terminaron con “Hole Hearted” y “Get the Funk Out” brindándonos una gran actuación aunque Gary estaba un pelín tocado de la garganta pero afortunadamente físicamente esta aún insuperable.

Lo contrario se podría decir de Rob Halford… Me explico: Físicamente tiene una edad que no le permite muchas florituras pero su voz vuelve a ser una de las más grandes. Sonaba “War pigs” de BLACK SABBATH cuando el telón de JUDAS PRIEST ondeaba al viento y todos nos preguntábamos cómo estaría de voz Halford esta noche. La respuesta no se hizo esperar mucho: esta genial. Y no genial para su edad, me refiero a genial para cualquier edad. Es imposible que recupere la prodigiosa voz que tuvo hace décadas pero está mucho mejor que las últimas veces que le hemos visto en directo. Además, la banda esta en un gran estado de forma lo que hace que nos encontrásemos ante uno de los mejores conciertos del festival. “Redeemer of Souls” para pasar a tocar temas de todas sus épocas y grandes clásicos (alternados con temas recientes) como “Metal Gods”, “Devil’s Child”, “Victim of Changes”, “Halls of Valhalla”, “Love Bites”, “March of the Damned” o “Turbo Lover”.

La guitarra del ya no tan nuevo Richard Faulkner ha rejuvenecido a la banda que suena potente y compacta como hacía mucho tiempo no se les oía. “Redeemer of Souls”, “Beyond the Realms of Death”, “Jawbreaker”, “Breaking the Law” y “Hell Bent for Leather”, atronando con la moto sobre el escenario, sonaron antes de los bises que fueron de aúpa: “Electric Eye”, “You’ve Got Another Thing Comin’”, “Painkiller”, con Halford arrodillado en el suelo completamente doblado en la parte final del tema, y “Living After Midnight”. Las proyecciones en cada una de las canciones en las enormes pantallas del escenario ayudaron a una actuación de las grandes y que volvió a colocar a JUDAS PRIEST como la banda más grande de heavy metal sobre la tierra.

Para terminar teníamos a BEHEMOTH o a THE DARKNESS. A los primeros los había visto dos veces el año pasado y, aunque su puesta en escena es impactante, su música no me atrae. Todo lo contrario a lo que me ocurre con THE DARKNESS, con los que nos despedimos del festival a lo grande con un fantástico show con canciones de sus cuatro trabajos y esa voz tan peculiar y genuina de Justin que llega donde parece imposible. 

Antes de la reflexión final de Ángel, nos da tiempo a que Leti nos da algunas pinceladas extras de lo que fue su sábado en el festival (hablando de dos de las bandas importantes del día, HARDCORE SUPERSTAR y REFUGE):

En el día nacional sueco, y entre tanta banda sueca, yo me quedo con HARDCORE SUPERSTAR. Cuando ves al vocalista entiendes de dónde salen las poses del cantante de H.E.A.T… Y yo es que siempre he preferido el original a la copia, y la macarrería a los posers, así que si me dan a elegir me quedo con los SUPERSTAR. Puede parecer que una hora da para poco, pero cuando te dedicas a descargar tema tras tema, sin tiempo para respirar, y lo das todo en cada canción, no solo se te pasa volando sino que además te parece que el concierto ha cundido muchísimo. Y es que te pones a repasar mentalmente el setlist y los 60 minutos dieron para repasar buena parte de su discografía, centrándose eso sí en los temas más conocidos y en himnos como “We don’t celebrate Sundays” o “Last call for Alcohol”. Tiene mérito que a las 13:30, con un calor que raja las piedras, consigas que gran parte del público esté dando saltos y cantando a voz en grito.

Más adelante, ya por la tarde, era el momento de la caña teutona de vieja escuela… Y es que bajo el nombre de REFUGE se encuentra una de las formaciones clásicas de RAGE (Manni Schmidt, Chris Efthiamidis y el gran, en todos los sentidos, Peavy Wagner), durante la que se grabaron trabajos como  “Perfect Man”, “Secrets in a Weird World” o “The Missing Link”. Alguien me dijo que no íbamos a caber todos en la carpa y me sorprendió ver que apenas había gente para este concierto. Empezaron con un sonido algo flojo, que rápidamente solucionaron, y la descarga de la banda pronto sonó con toda la rotundidad que se merecen. “Don’t fear the Winter” me supo a gloria, me ayudó a olvidar temporalmente las virtudes de Victor Smolski (ya ex RAGE) y me dejó una sonrisa que ya no conseguí quitarme hasta el domingo. Sin duda, uno de los mejores conciertos del sábado. Un lujo disfrutar en directo de uno de los períodos clave en la historia de RAGE.

Pestañeas y han pasado cuatro días y toca volver. Por el camino vas recordando a los amigos que te has encontrado, a la gente que has conocido o con la que has hablado sin conocerla, y a todo lo relacionado con el festival. Un festival lleno de detalles que daría para escribir otra crónica pero solo os voy a contar uno de los que deberían tomar nota muchos de nuestro promotores de festivales: Detrás de la valla de separación entre los escenarios y el respetable, siempre hay gente de la organización con botellas de agua que ofrecen al público entre canción y canción para la comodidad y seguridad de las primeras filas. A veces te ceden la botella que tú devuelves cordialmente o si hay mucha gente te dan de beber ellos directamente… que es lo lógico y lo civilizado, algo que en nuestro país, por desconocimiento, racanería y la eterna presunción de que el público son más «masa» o directamente ganado antes que personas, no se lleva.

Lo de los baños también sería digno de contar, o lo de los puestos de comida y bebida, pero vamos a dejarlo para otro año porque el que prueba este festival repite, siempre lo decimos, y si lo has probado siete veces con más razón… I´ll be back.

Texto: Ángel Corral y Leticia RC

Fotos: Ángel Corral, Leticia RC y Antonio Vázquez

Gracias a Javier Paredes por su ayuda con el retoque y tratamiento de fotos