MEDINA AZAHARA: Lunes, 9 de Marzo 2015, Teatro Nuevo Apolo (Madrid)…

Había un anuncio de una cerveza que se consume principalmente en Andalucía que lo decía muy claro: No pierdas el sur… MEDINA AZAHARA llenó el Teatro Nuevo Apolo para recordarnos precisamente eso, no perdamos el sur, no perdamos nuestras raíces y nuestra forma de vida. Vinieron a gritarnos de nuevo y a que nos diera en la cara su viento de amor y libertad.

El teatro daba una gran presencia, un magnífico sonido y la posibilidad de fantasear con las luces y las proyecciones que salían a su espalda. Pero eso no es nada si no hay una banda demostrando un poderío y una fuerza asombrosa. El último disco además nos devuelve a unos MEDINA potentes, y se agradece. Arrancaron con unas notas del “Necesito respirar” para ponernos en nuestro sitio desde el principio, tema que navegará siempre en nuestra cabeza. Y continuaron con la maravillosa canción tan esperanzadora “Aprendimos a vivir”. Mañana amanecerá, el mundo cambiará… ¡cuánta falta nos hace que nos lo recuerden!

Continuaban desgranando su último disco con una llamada de libertad a los “Niños de cristal”, los más frágiles en el negocio de la crueldad y sonaba con un Paco Ventura magnífico, impresionante guitarrista que en esta canción me  dejó absolutamente pegada a la silla, que estábamos en un teatro, aunque no pudimos terminar el concierto de otra forma que no fuera de pie y entregados. Pero no nos adelantemos… ”Somos ángeles” y Manuel Martínez también, por lo menos sigue cantando como uno de ellos. Con un dominio del escenario asombroso nos incitaba a vivir sus canciones tal y como las estaban disfrutando ellos. ”Hoy quiero vivir” sonó y nos tenían ya entregados para lo que iba a ser las casi tres horas de concierto y dentro del mundo MEDINA AZAHARA más auténtico con unos músicos como el trepidante batería Nacho Santiago, el teclado inconfundible de su sonido tocado por Manuel Ibáñez y con el bajista Juanjo Cobacho con una actitud muy peculiar, un auténtico animal de escenario que le viene como anillo al dedo a la actual formación.

“La voz del poeta”, “Eres estrella errante”, “Un grito de amor”, ”Déjame soñar”…”Morir junto a ti”, “Ángel de amor”, “Juegos a media luz” “Por qué nos mienten”… Magnífico el último disco, que desgranaron prácticamente en su totalidad. Nos dejaron abrazando las puertas del cielo, agarrándonos a la vida, en el que nos dan verdaderas lecciones de amor y lucha. El sur… Algo de lucha había también en la parte superior del teatro, al menos entre la gente que quería verlo sentado y los que no podían resistirse a bailar. Todo quedó claro cuando sonó “Grita” con la colaboración del violinista Moha y el flautista Josemi de MAGO DE OZ. Una verdadera fiesta con todo el teatro en pie y que remataron tocando una parte de “Fiesta pagana”, como guiño a sus compañeros y hermandad entre dos temas vitalistas, festivas y, en cierto modo, similares.

Llegado este punto se retiraron todos los músicos y comenzó una parte acústica realmente maravillosa con cuatro temas clásicos pero menos habituales en los repertorios de directo en los últimos años, al menos en su faceta más eléctrica: “Otoño”, “La luz de mi camino”, “Siempre estarás en mí” y la maravillosa “Sólo y sin tí”. Creo que no puedo decir nada más. Conexión absoluta con ellos, canciones con alma y que nos recuerdan momentos vividos… o por vivir.

Tras descubrirnos el último disco en directo y esa parte acústica, no podía ser de otra forma y nos esperaba disfrutar de las canciones de toda la vida de MEDINA AZAHARA. Los clásicos y  míticos temas de esta banda con tan largo recorrido y maestría: “No quiero pensar en ese amor”, “Palabras de libertad”, “Hay un lugar”, “Tierra de libertad”, “Abre la puerta, niña” (raíces, raíces, siempre TRIANA) “Velocidad”, ”Necesito respirar”… Invitado especial fue Zeta, cantante de MAGO DE OZ para “Todo tiene su fin”, aunque realmente invitados somos todos cuando suena esta canción porque es de las más coreadas y con más entrega por parte del público. Nos pertenece a todos.

Acabaron más cordobeses que nunca, orgullosos de su tierra que llevan por bandera con ese sonido único y reconocible. Uno sabe perfectamente cuando suena un tema de MEDINA. Yo personalmente hacía bastante tiempo que no los veía en directo y fue maravilloso ver la capacidad que tienen sus canciones y ellos mismos de engancharme y no soltarme durante todo el concierto. Y así nos llevaron a “Córdoba”, para casi rematar con “Paseando por la Mezquita” que desató la alegría de muchos hermanos cordobeses que acompañaron a la banda en Madrid. De su mano, nos dejamos  llevar al sur sin resistencia.

“A toda esa gente”… a todos nosotros nos dedicaron un concierto único. Gran descarga de una banda histórica de nuestro rock. Nos permitieron ser felices esa noche y soñar. Gritar al mundo la verdad. Rompamos las cadenas. Amor y libertad.

Texto: Elena Sánchez

Fotos: David Esquitino (david_esquitino@redhardnheavy.com)

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