Crítica del nuevo disco de los gótico/roqueros LACRIMAS PROFUNDERE
LACRIMAS PROFUNDERE: «Hope is here» (Oblivion / SPV)…
Hablar de LACRIMAS PROFUNDERE es hablar de uno de los bastiones más sólidos que la escena gótica ha conocido. Numerosos músicos han pasado por sus filas desde que el grupo comenzó sus andadas allá por 1993, y eso ha repercutido notablemente en el sonido que han ido ofreciendo a sus fans a lo largo del tiempo. Rock gótico, Metal gótico,Metal gótico progresivo, Doom con toques deDeath melódico… Estoy seguro que, si hiciéramos el ejercicio, cada disco podría categorizarse con una etiqueta diferente (y varias sub etiquetas) generando un interesantísimo debate entre los aficionados a la música de los alemanes.
LACRIMAS PROFUNDERE, ya sea por la cantidad de músicos que han pasado por sus filas o por la labor creativa/compositiva de Oliver Nikolas Schmid (único miembro original restante), no es un grupo que se encuentre cómodo con un sonido determinado. Con mayor o menor acierto, su música evoluciona con cada disco que sale a la luz. Lo cierto es que fueron grandes en los 90 pero, como muchos de sus contemporáneos, el cambio de milenio no les sentó muy bien… desinflándose en un maremágnum de ritmos progresivos al tiempo que diluían el contraste entre ese binomio emotivo/agresivo que tanto nos gusta a los seguidores de dicha escena.
“Hope is Here”, tras tres años de duro trabajo en los Engine Studios (Suecia), y tras cambio de discográfica, es el primer álbum conceptual de la banda. La historia detrás de la música que se nos presenta es la de un niño llamado Aramis que vive perdido en un bosque, olvidado por todos, aislado por ser diferente a los demás… Y hasta aquí puedo contar, evitemos los “spoilers”… ¿no?
Arranca el disco con “The worship of counting down”, una despedida al mundo y a todas las decepciones que éste es capaz de ofrecer a un alma sensible como es la del protagonista. Tras la escucha completa del disco, puedo decir que es de lo mejor que los alemanes han sido capaces de ofrecernos. Enseguida, tanto a nivel estructural como acústico, nuestra mente comienza a asociar su sonido con unos decadentes ANATHEMA, dirigidos vocalmente por Rob Vitacca, que asemeja su registro al de un moderno Ville Valo (HIM).
“My Halo Ground” continúa con la misma línea que su predecesora: guitarras en un completo segundo plano, batería precisa y contundente acompañados por una parte vocal que ya comienza a volverse monótona debido a que no hay ni un solo cambio en la entonación o registro. “Hope is Here”, tema título, pretende fallidamente ser ese rayo de luz que ofrece esperanza al oyente cuando decide arrancar después de su breve parte acústica. Crees que sí pero no… Resulta ser más de lo mismo, y el tono meloso de Vitacca no varía un ápice…
Algo anima la escucha de “A million Miles” y “No Man´sLand”, canciones de una base más cañera que el resto y en las que se perciben ciertos riffs muy interesantes. Pero sin duda es cuando arriesgan cuando más ganan y eso se demuestra en “Peagent”: buenísima canción que despide un toque de rock sureño de lo más oscuro, o con la balada que le sigue, “You, My North”, muy emotiva y que casa a la perfección con el estilo actual del grupo.
Poco más que destacar de este disco… Mi conclusión es que es bastante flojo, con tramos que llegan a aburrir y otros en los que se perciben ciertos toques de genialidad, pero concentrados en apenas tres o cuatro canciones… ¡Qué lástima!
Texto: Daniel Pastor
Tracklist: