PEDRO BOTERO: “17/50” (El Pozal Producciones)…

La vuelta de PEDRO BOTERO es por la puerta grande, que no decepcionará a ninguno de sus fans ni a cualquier amante del Hard Rock, o del Heavy Rock… de nuestro hard/heavy, vayaPerteneciendo al mismo estatus de culto que CAID DECEIT a los que reseñábamos hace unas semanas (bueno, quizás PEDRO BOTERO un peldaño… o dos por encima, todo sea dicho), hoy tenemos en nuestras manos el nuevo trabajo del grupo, si bien los maños lo que nos ofrecen es un nuevo álbum después de mucho tiempo de silencio en el estudio… aunque sí han retomado puntualmente actividad en directo en estos últimos años.

Además de tener uno de los logos más chulos del Heavy Rock español, y uno de los nombres más originales también, PEDRO BOTERO dejaron para la historia cuatro trabajos. Los dos primeros: “Pedro Botero” y “Guerrero”, son más duros, más heavies; mientras que “La llave del Alba” y “Oro y Cenizas”  tiran más hacia lo melódico, sobre todo el último, más cercano al AOR o al rock generalista incluso. Pensándolo un poco, no deja de ser curioso, pues: “Pedro Botero” y “Guerrero” fueron de lo más Heavy que sacó Sniff (el sello de Julio Castejon de ASFALTO y que más bien trabajaba con bandas melódicas), con permiso de CROM, y los dos posteriores salieron con Libélula que contaba con bandas un puntito más duras como HALLEY, SÁTIRA y THARNA, o incluso Thrashers como THE NATAL PRIDE en sus inicios, si bien también se encontraba detrás de la casa de discos el propio Julio Castejón.

La gran duda que tenía a la hora de pinchar este “17/50” es qué camino seguiría PEDRO BOTERO en esta nueva andadura. Sabiendo que la banda cuenta, como miembros clásicos, con Rubén Bartolomé a la guitarra y voz, y Nano Pérez al bajo, y segundas voces, (que ha vuelto a la banda para este disco y nueva etapa de la banda) , era de esperar que no hubiera  experimentos y que la línea fuera continuista respecto a lo editado a finales de los 80 y primeros 90, pero ¿Sería “17/50” más melódico o más rockero? Y la respuesta es… las dos. Por cierto, interesante reseñar que el título hace referencia a la historia de la banda: empezaron con 17 años (los tres hermanos Bartolomé, de hecho), y ahora vuelven a la actividad con 50, sencillo pero efectivo, y reivindicativo.

Un buen ejemplo es el tema “17/50” que abre el disco. El corte no deja atrás el Hard Rock, si bien incluye también partes más duras y modernas, pero ¡ojo!  modernas como podrían ser el primer disco de THUNDER respecto al primero de SHY por delimitar a través de dos bandas clásicas de Hard, que es al final por dónde se mueve casi todo el disco. Actuales, vaya… ¿Y las letras? En PEDRO BOTERO siempre fueron brillantes, ¿verdad? Pues en “17/50” lo siguen siendo. Quizá ya no aparece la agresividad directa de temas clásicos como “Viejas campanas”, pero sí se mantiene la misma elegancia de siempre, siendo un buen ejemplo de esto también el primer corte del CD.

Me ha llamado la atención que el tema “17/50” tenga más tintes autobiográficos que “Pedro Botero” por más que ésta lleve el nombre de la banda. Claro que lo que sí que constituye “Pedro Botero” es una declaración de intenciones jugando con el nombre de la banda. No sé si habrá alguien a estas alturas que no lo sepa aún, pero por si fuera así, lo explicamos: PEDRO BOTERO es uno de los nombres utilizados en España para referirse al diablo, arderás en las calderas de Pedro Botero… aunque la temática de la banda nunca fuera por esos derroteros, ni en música ni en letras. ¡Buen tema, por cierto!, aunque seguramente también provenga ésta en concreto de años atrás.

La variedad es otra de las bazas de “17/50”, y así “No hay oro” junta guitarras rítmicas electro acústicas con las melodías de guitarra sello inconfundible del grupo. Como resultado tenemos un gran tema melódico que bien podría haberse incluido en “La llave del alba”. Es más, en el mejor sentido podría ser un buen tema rockero para público generalista, si en las emisoras más comerciales no se programara sólo a golpe de talonario. Un medio tiempo elegante y con mucha clase, marca de la casa y de los que llegan dentro con esas guitarras melódicas y esas subidas de voz de Rubén en estribillo tan características del estilo clásico de la banda. Y es que siempre fueron maestros con este tipo de canciones no tan duras pero llenas de feeling.

Hasta aquí el disco va fenomenal, tanto que a “Esposa o Esclava”, que trata sobre la violencia doméstica, le pesan las comparaciones con los cortes anteriores.  Hay dos razones principales para ello: la primera es que la métrica en la melodía de las voces está algo atropellada; y segundo, que la letra al ser muchísimo más directa y cruda, por mucho que nos guste el trasfondo de lo que trata, rompe con la atmósfera más amable y metafórica por la que el disco discurría hasta ahora. Que no se me malinterprete, me parece fenomenal que las bandas de Heavy bajen a la calle y se inspiren y retraten lo mejor y también lo peor que allí se puede encontrar. Es más, si algo hace que decante mi balanza personal a favor de los dos primeros discos del grupo por encima de los dos siguientes son canciones como “Joven y Rockero”, sin embargo, en “17/50” el cambio de rollo con “Esposa o Esclava” es demasiado brusco… en mi opinión.

“Todo me da lo mismo”, primer adelanto, ahonda en esta sensación extraña que me produce “Esposa o Esclava” dentro del conjunto del disco, pues retoma el aire más melódico y desde luego es de mis preferidas del disco. De nuevo se conjugan perfectamente partes acústicas y melódicas con otras de aires más Heavies. Sin duda uno de los cortes estrella del disco, no en vano se eligió como primer single, si eso existe a día de hoy en bandas de este calibre, y de los que mejor entran y más se quedan en la cabeza. Será fija en los directos sí o sí, y un nuevo clásico de PEDRO BOTERO pronto. Otro puntito diferente lo aporta “Otra Noche para olvidar”, más vacilona y rockera tanto en letra como en música, tan desenfadada como la instrumental en clave casi Funky “Zoo” de “La llave del alba”. Lo divertido no quita para que la canción contenga cierto mensaje interesante en segundo plano. Por cierto, que no es otro que Sherpa (ex BARÓN ROJO) el que colabora en las labores vocales. Seguro que al escuchar el CD reconocéis su particular timbre, ¡buen punto! (a ver si en directo les podemos ver juntos alguna vez interpretando el tema que sería un puntazo.

Una de las sorpresas del disco es la revisión del tema “Hechicera” del primer disco de la banda. En “17/50” aparece en clave de balada y/o medio tiempo. Confieso no haber reconocido el tema al principio, aunque me sonaba, hasta que la letra empezó a sonar. Ha quedado una versión curiosa, pero me sigo quedando con la original aunque el resultado final no es malo para nada. Y hablando de canciones añejas, si hay algún tema que recuerde mucho a los primeros tiempos del grupo dentro de este CD es “Castigo”, que pueda que provenga de hecho de años atrás posiblemente. Se trata sin duda de la canción más netamente metálica con diferencia y me encantará escucharla en directo. Estoy seguro de que ese estribillo daría muchísimo juego en concierto, es más yo no he podido evitar un ligero headbangin’ incluso mientras escribía estas líneas con la canción de fondo.

El tramo final del disco contiene las canciones más experimentales, empezando por “Furia” con unos riffs entrecortados en los estribillos enterrados bajo las melodías de voz que son las que llevan la batuta del tema. No os voy a engañar, yo soy un tío de gustos muy clásicos en el Heavy y en el Hard y este corte en algunos aspectos, como las voces comprimidas de la parte central, ya vuelan por debajo del radar de mis preferencias. Aun así el conjunto final me convence, sobre todo por las guitarras solistas, tan brillantes como en el resto de “17/50”. Pero cierto, al igual que puede ocurrir con alguna canción excesivamente suave de «Oro y cenizas» e incluso «La llave del alba», no son de las que más nos gustan del estilo/repertorio de PEDRO BOTERO.

Con “Ponte las Pilas” y “Ponte a cantar” me pasa un poco lo mismo:  tienen partes en las que lo melódico es sustituido por tintes de Rock Urbano que tampoco me seducen del todo. Son más crudas, más directas, y estoy seguro que un amante de ROSENDO o LEÑO les sacará jugo y para bien. Aún así tendrán su público, y está claro que al final el punto de clase de PEDRO BOTERO les dan ese extra para que acaben entrando. Puestos a elegir me quedo con la segunda, quizá sea por estar dedicado al barrio de Casetas de Zaragoza del que procede la banda, pues desprende mucha emotividad.

Sirve como cierre del disco la balada “Cansado” digna sucesora de “Problemas de amor” o “Volverás a escuchar su llamada” si es que ésta cuenta como balada. En un estilo más de pop/rock y muy tranquila, con ese deje casi a lo Antonio Vega pero aún así elegante y con una preciosa voz predominante que te atrapa. Obviamente no es la canción más representativa del disco pero sirve perfecta para cerrar el disco de manera más tranquila y casi generalista, por decirlo así.

En resumen, una vuelta por todo lo alto de PEDRO BOTERO, un nombre tan luchador dentro del Heavy Rock español que nunca podremos considerar un desertor. Un disco muy variado, que tienen temas muy buenos y un sonido excelente, además de una cierta actualización tanto sonoro como de imagen incluso (véase la portada), que nunca vienen mal. Dentro de nada presentan disco en Zaragoza y en breve se anunciarán más fechas (además del concierto de presentación en Madrid, del que aún no podemos desvelar nada… pero ya sabemos que va a ser potente y realmente especial). ¡Bravo PEDRO BOTERO!, y bienvenidos de nuevo.

Texto: Pablo Mayoral (pablo@redhardnheavy.com) y David Esquitino