Recuperamos crónica del concierto de SILENCIADOS y DESKARTE de hace algunas semanas en Madrid. Una pena que el público no acompañara en una magnífica noche de rock n´roll con dos bandas diferentes pero tan interesantes. Cuando el pantano se seca, a pesar de las noches salvajes… o no se vende el rock n´roll, que decían aquellos…

SILENCIADOS + DESKARTE: Viernes 9 Febrero, Sala Nazca (Madrid)

SILENCIADOS

Ahora que hemos pasado de la sequía pertinaz a la lluvia constante (y casi obligatoria), ahora que la primavera se resiste a su cita anual con el florido paisaje, ahora que lo llaman democracia y no lo es (mientras se encarcela a líderes políticos por ejercer el mandato de las urnas…), ahora que muchas bandas veteranas (de rocanrol auténtico) sobreviven a duras penas y con enorme dificultad, en este tiempo aciago en el que los TRIBUTOS a los grandes clásicos del ROCK eclipsan a propios y extraños, en esta insólita era tecnológica de paradojas draconianas, en noches como ésta se aprecia con meridiana claridad cuales son las debilidades de un sistema que hace aguas por los cuatro costados…

Teloneados por DESKARTE, una banda madrileña de chavales muy jóvenes que tratan de emular a combos de moderna factura (de LA FUGA o RULO & LA CONTRABANDA), los riojanos SILENCIADOS se marcaron un pequeño festín de rock urbano ante 40 personas (los cuarenta irreductibles, inasequibles al desaliento) que apenas representaban una décima parte del aforo de la coqueta y bien acondiciona discoteca (y sala de conciertos) de la conocida zona comercial y financiera conocida como AZCA (en la zona noble y financiera de la capital, al lado del estadio Santiago Bernabéu).

Doble mérito de los antaño SILENCIO ABSOLUTO, por entregarse en cuerpo y alma (dándolo todo con enorme entusiasmo), con profesionalidad, simpatía y buen hacer, viendo el desolador panorama que tenían ante sí, en una noche fría en lo climatológico y cuasi-gélida en cuando a enfebrecida pasión por parte de los cuatro gatos ( y náufragos a la postre) que poblábamos el local…

DESKARTE:

DESKARTE

A las ocho y media abrían fuego DESKARTE, presentando su segundo trabajo “En el lado Equivocado”. Sea como fuere, consiguieron arrastrar a más público que la banda principal. Se nota que tienen una buena parroquia de seguidores en la capital, que les siguen a todas partes. Para nuestra sorpresa (y desilusión) parte de estos chavales, no se quedaron para ver la actuación de SILENCIADOS, porque ‘se hacía tarde y había que trabajar al día siguiente’ (un sábado) como escuché decir a uno de los asistentes. ‘Éramos pocos y parió la abuela…’, pensé entonces..

Últimamente se producen fenómenos extraños que cantean en exceso: cuando se juntan tres bandas emergentes en una sala pequeña, cada una lleva a su público y, en general, la mayoría de los fans pasan olímpicamente de quedarse a ver a unos músicos que no sean los suyos. Desde luego, así vamos mal…

De este modo, con un poso de amargura ante el desolador panorama que se abría ante nuestras propias narices, pasamos 50 minutos de rocanrol del quiero y no puedo (mejor dicho “no llego”). Cayeron canciones resultonas como “Necesito”, “Ganando batallas” y otras perlas de similar calado: “Como gato sin alas”, “Querer no es poder” (nunca mejor dicho), bailando “Un tango sin flor” , hasta llegar al último tramo, convertidos ya en “Estatuas de sal”. Lo dicho, LA FUGA tienen en este combo a unos discípulos dispuestos a dar guerra en el yermo mesetario.

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SILENCIADOS:

Y llegó La hora de las bestias con SILENCIADOS

Salieron a continuación, los SILENCIADOS capitaneados como siempre por Tximin a la voz y Joselito Apaleao al bajo, a los que se sumaban Alfonso Herce y Txiki Nalda a las guitarras y Tano Santolin a la batería, dispuestos a darlo todo, a dejarse la piel sobre las tablas, regalando su buen hacer y esa simpatía tan plausible que siempre despliegan en directo.

Sensación de profesionalidad y, sobre todo, de buen directo, a cargo de unos veteranos sin suerte, conscientes de lo que se traen entre manos (y saben bien lo que hacen) quemando energías y el material. Pero aun así, algo fallaba, quizás fuera el escaso calor del público o que las canciones no terminaban de empastar. Quizás fuera yo, que tampoco tenía el mejor día… pero este humilde escriba (con más kilómetros de rocanrol a sus espaldas que la Ruta de la Seda) sabe sobreponerse a un montón de circunstancias agrias cuando un concierto le lleva en volandas, y por desgracia en el día de autos la alfombra mágica no terminaba de despegar…

De esta guisa transcurrió un recital que se inició con “La hora de las bestias” y “A trancas y barrancas”, que cantó a los “Amores Perros”, contra la marea desencantada que nos invade, “Contra todo, contra nada”, siguiendo por una senda “Contracorriente” de las modas imperantes”, recordando las ausencias “Por los que no están”, embutidos en “Camisa de once varas”. “Amancio Puñales” puso el contrapunto de causas furtivas, de farra malencarada en un bolo “Patas arriba y destartalado”.

La Revolución de SILENCIADOS

Perdidos entre los cuatro puntos cardinales, gritamos ‘Revolución’ como bálsamo de Fierabrás, ante la aciaga corrupción que nos ahoga y malogra las libertades “Con el humo dibujando calaveras”. ‘(…) Nos hemos declarado en rebeldía y el rocanrol es nuestra bandera (…)’, como bien cantan estos muchachos. Nos movemos a nuestra bola y no damos el brazo a torcer. “A mi aire” y “Al compás del viento”. Con un deseo siempre latente, despertar de este letargo social, como ellos entonaron, ésta es la crónica que sale del corazón, de un resentimiento “Antisocial”, tonada con la que cerraron una descarga que nos dejó un buen sabor de boca, pese a todos los sinsabores (y desilusiones) que vamos acumulando en noches frías e ingratas como ésta.

Con razón, o sinrazón, se llaman SILENCIADOS…

Texto: Fran Llorente

Fotos: Charly Rockn´Roll

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