Recuperamos crónica de RAT-ZINGER y NUCLEO TERCO en Madrid

No fue el mejor concierto que les hemos visto en la capital, ni el más numeroso, por razones que ahora os contamos. Ofrecemos todos los detalles de esta nueva incursión de RAT-ZINGER por estos pagos en los próximos renglones…

RAT-ZINGER + NUCLEO TERCO – Sala Independance, sábado 19 marzo 2022 (Madrid)

Ratzinger

Tras sus últimas apariciones en loor de multitudes en la capital, la banda bilbaína pinchó en hueso en su última visita a la Sala Independance, con algo menos de medio aforo en la sala y un sonido muy por debajo del que acostumbran (si bien no fue culpa de ellos), en lo que a priori pensábamos iba a ser un aquelarre sonoro de muchos kilates, como el protagonizado en año pasado en parecidas fechas e idéntico lugar (del que dimos buena cuenta en esta web), como uno de los conciertos más destacados del año. A veces se juntan el hambre y las ganas de comer, y cuando la fatalidad asoma por el horizonte, poco más se puede hacer.

A la hora de buscar una explicación a lo ocurrido, diversos colegas me explicaron la fatal coincidencia del bolo con un partido de fútbol de alto voltaje y las implicaciones que esto tiene (por cuanto arrastra a muchos seguidores de la banda) que esa noche se fueron al Estadio de Portazgo. También fue mala suerte que el concierto se solapara con un Rayo Vallecano-Atlético de Madrid a la misma hora. Algún sesudo espectador me explicó con todo lujo de detalles, el tirón que tienen RAT-ZINGER, también los teloneros NÚCLEO TERCO, (que para más inri son vallecanos de pura cepa… y stajanovistas del ‘Rock Proletario’) entre los aficionados más radicales del equipo de la Franja. Parece que buena parte de los BUKANEROS (peña a la que este humilde escriba procesa cierta simpatía por obvios motivos, sobre todo por el impagable apoyo que prestan a la causa anti-fascista) prefirieron ese día el fútbol al rock’n’roll y así nos luce el pelo en este querido país.

 Conste en acta que esta circunstancia no es nueva, y se viene repitiendo a lo largo de los últimos años pues cuando hay partido importante de Champions (con protagonismo de los equipos madrileños) se paraliza la ciudad y esto afecta sobremanera a la Salas de Conciertos y espectáculos culturales. Digámoslo alto y claro, aquí se prefiere el dichoso ‘Furbo’ a la CULTURA (con mayúsculas), y el ‘opio del pueblo’ no tiene parangón posible entre la gente.

Nucleo Terco

En fin, no queremos extendernos en el tema, pero cuando las circunstancias no acompañan, poco más puede hacer. Para mayor fastidio, una de las torres de sonido de la sala sufrió constantes fallos a lo largo de la noche, que al parecer tenía una bobina ‘quemada’ (o se estropeó a lo largo de la velada). Como no somos técnicos en la materia, tampoco podemos certificar las causas, lo que sí podemos subrayar (porque fuimos testigos de ello) es que dejaba de rugir en numerosos momentos del show y la ‘paliza’ que les supuso a los técnicos de la mesa de sonido poder aliviar un poco el tema. Si bien la sonorización no fue buena en ningún momento, salvo en las escaleritas izquierdas de acceso al escenario, donde ahí si había un gran ‘sonidazo’ gracias a los amplificadores de válvulas que traían los propios músicos. Nos sorprendió mucho el tremendo partido que le saca Javi ‘Puñales’ a su cabezal ’Friedman’, cuyo ampli rugía como una apisonadora, aunque desde esa posición la voz de Podri no se escuchaba del todo nítida.

Que conste también en acta: pese a las circunstancias desfavorables, RAT-ZINGER pusieron todo de su parte, consiguiendo enervar a los más entregados fans de las primeras filas, si bien el resto del respetable disfrutó del show de una forma mucho más tranquila, lo que contrasta con el enorme bullicio que hemos contemplado otras veces en sus descargas. Pero vayamos primero con el ‘aperitivo’ rotundo de los teloneros…

NÚCLEO TERCO, punk-rock a la vieja usanza

Nucleo Terco

El cuarteto formado por Carlos Rivas a la voz, el mítico Óscar Hernández ‘Trash’ (de MOTOCICLÓN) a la guitarra, Canelo al bajo y Diego a la batería dieron lo mejor se si mismos en una noche fría y con muy poco público todavía en la sala. Unos cuantos chavales a los que supieron calentar a base de fieros guitarrazos y consignas proletarias de punk-rock Oi! de la vieja escuela, aunque con cierto ramalazo panfletario y un aroma ‘old-school’ total. Lo que sí nos transmitían sus canciones es un cierto maniqueísmo, repartido entre los buenos (los obreros) y los malos (sus explotadores) y la clase política en general, que amén de ser un planteamiento un tanto simplista, no es del todo cierto, cuando vemos que buena parte de la clase trabajadora autóctona abraza los planteamientos criminales (contra los más débiles) y xenófobos de la extrema derecha en muchos países europeos, incluyendo el nuestro.

La retórica de explotadores y explotados, propia de otro tiempo, si se aborda desde una óptica miope y maniquea, pierde casi todo su sentido, más en una época donde todo es mucho más sucio y confuso de lo que podría parecer a simple vista, corrupción generalizada de nuestra sociedad incluida. De este modo fueron cayendo canciones como “Octubre”, “Frontovik”, “Foso del olvido” o “Esquirol”, que abrieron fuego en una velada con mucha caña por delante. Todo ello entre lemas como “Ni guerras entre pueblos, ni paz entre clases”, lanzadas a bocajarro por su cantante, una consigna que compartimos parcialmente, sobre todo en lo referido al “No a la Guerra”, pero no tanto a la paz entre clases, pues la paz social es un bien muy a valorar en estos tiempos convulsos, siempre que ésta no suponga domesticación, banalización y anestesia del personal.

Nucleo Terco

Más rojos que un tomate, “El día de la victoria”, “Odio ideológico”, Colapso social” o “Mercurio en las venas” escupieron más leña al fuego, en un trasiego que no dio tregua, con el estandarte bien alto, “Rock or die”, victoria o muerte, “A martillazos” sí es preciso, hasta topar con los “Leningrad Rockers” hermanados por una buena causa, como tuvieron ocasión de mostrar en Rusia, aunque ahora están las cosas como para tocar por allí…” añadieron, no sin ciertas dosis de ironía. “No vale ahora lamentarse por la guerra, porque hace cinco años también estaban matando niños en la misma zona”, declaración que aplaudimos con fuerza, ante la asquerosa hipocresía de Occidente en aquel sangriento, lejano y criminal conflicto, cuyas maldades llevan desarrollándose desde 2014, y cuyo ‘apagón informativo’ de lo que sucedía en el área del Donbass ha sido realmente demencial en nuestros grandes medios de comunicación.

“Carne contra hierro”, de su último álbum “Odio ideológico”(2019) más “Patxi Balas” y “Largo es el camino” fueron marcando el final de una actuación agitadora de conciencias como pocas, que acabó al ritmo de “Krasny Bor” y “Horda Roja” pese a la deficiente calidad de sonido, nos dejó muy buen sabor de boca.

Galería completa de fotos de NUCLEO TERCO en este enlace.

RAT-ZINGER, dura pelea contra los elementos en una madrugada adversa

Rat-Zinger

En una velada normal, nuestros protagonistas suelen marcarse un trasiego kamikaze de punk-rock rabioso con incierto y peligroso desenlace. En la noche de autos, hubieron de conformarse con pelear duro contra el muro de la adversidad, en una jornada poco propicia para lanzarse al vacío. Mejor quemar las naves en otra ocasión, más propicia para el rock’n’roll desenfrenado que llevan dentro…

De cualquier forma, Podri a la voz, muy bien secundado por Javi ‘Puñales’ a la guitarra, Pinky ‘Calico’ al bajo, y Xavi del Bal a la batería, aporreando los tambores como si hubiera un mañana, mostraron profesionalidad y capacidad de encaje en un aquelarre un tanto deslucido y empañado por el mal sonido. Comenzaron al ritmo frenético de “Dios salve a Ronnie Bigg”, tras la que escupieron a quemarropa “No habrá piedad para nadie” y una volcánica “L.E.Y.”, a la que siguió esa perla del extravío, “En la cámara de gas”, donde muestran un fiero y utópico deseo de aplicarle su propia medicina a todos esos criminales que devastan países y masacran poblaciones. A toda esa maldita ralea de mandamases ‘putinianos’ a los que habría ‘que arrancarles la piel’ a tiras para hacerles pagar sus fechorías. Lírica explícita en un trasiego de fuego y venganza que siguió al ritmo de “Patria”, “Muerte a la máquina” y “No hay mañana”.

En otras condiciones, hubiera sido un verdadero parnaso de baile y agitación por doquier, desparrame que solo se vio en momentos puntuales del show, siempre protagonizados por los fans más acérrimos. Aun así, RAT-ZINGER pusieron toda la carne en asador para dar lo mejor de sí mismos en joyas como “Larga vida al infierno”, “9 milímetros” o “Tu pasajero”, despreciando “Toda forma de poder”, sin dejar que se apague la llama del odio y el desprecio a esta sociedad corrupta, enferma y desvalorizada.

No faltaron, por supuesto, sus himnos más emblemáticos en el tramo final, empezando por esa declaración constituyente: “Rock ‘n’ Roll para hijos de perra”, del material ‘venenoso’ que traen entre manos, o la alegórica “Santa Calavera”, con los Jinetes de las Guerra en Ucrania asomando como profetas del Apocalipsis, en un recorrido sinuoso donde hubo demasiados cambios de rasante, en opinión de este humilde cronista.

Rat-Zinger

Al final preguntaron a su amada parroquia, ya casi enfervorizada: “Teneis Speed?” (la versión castellanizada del “Ace of Spades”) de sus admirados MOTÖRHEAD, antes de poner el broche final con la rotunda “Indestructibles”, otro himno de rebeldes e inadaptados en este mundo a la deriva.

Bien, siempre bien, pero los laureles quedaron para mejor ocasión.

Texto y Fotos: Fran Llorente

Galería de fotos completa de RAT-ZINGER en este enlace.

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