LOQUILLO & NU NILES: Madrid 30 Marzo 2015, Sala Shoko…

“¡Bienvenidos a este ensayo general!”. Así comenzaba el Loco su concierto/presentación de la gira “Código Rocker Tour”, patrocinado por Mahou. Pasará por las principales ciudades de la geografía española junto a los recuperados NU NILES, que habían desaparecido de la escena precisamente por la poca justicia que se hace a bandas que son fieles a un estilo poco conocido y olvidado por los medios y por el público mayoritario.

El Loco ha dado un golpe en la mesa. Ha vuelto a hacer lo que le ha dado la gana. Y se saca ahora un disco puro rockabilly con temas antiguos de diferentes discos y versiones de otras bandas. Lo más fácil es decir que no tiene mérito ninguno hacer eso. Yo creo que va más allá de eso. A mucha gente que conozco estos tiempos se le están atravesando. Dificultades de todo tipo para salir adelante y la observación del aborregamiento en general y de forma particular en el ambiente musical. Y nos pasa a todos a nuestra manera, cuando estamos perdidos, agotados o agobiados nos agarramos con fuerza a lo único que quizá nos quede y a lo que no podemos abandonar porque forma parte de nuestro ADN… el código rocker. Una forma de vida que nos hace enfrentarnos a nuestros problemas y también a nuestras alegrías de una forma apasionada y dentro de nuestra propia ley individual, legal y derrochando actitud.

¿Son canciones antiguas? Sí… pero interpretadas con una rabia y alguna con un odio que no tuvieron en su momento y que ahora le pide el cuerpo cantarlas así. Nos lo pide el cuerpo porque a tiempos duros canciones duras. Y musicalmente con un cuerpo y una experiencia que hace que sigan vivas y creciendo a lo largo del tiempo. Hubo una mujer que hace mucho tiempo dijo: Si no puedo bailar no es mi revolución. Y está claro que si hay un género que invite a hacerlo sin parar es el rockabilly. Tenemos nuestros códigos, algunas veces no sabemos muy bien lo que queremos pero lo que tenemos muy claro es lo que no queremos. Y vamos a gritarlo y vamos a disfrutar encima con ello. Es nuestra fuerza.

Muchas veces he oído críticas sobre cómo el Loco ha entrado dentro del mundo publicitario y, pese a que debo admitir que en cierta medida tienen razón, lo que desprenden también esos actos es una forma inteligente de usar esas marcas comerciales para poder hacer luego lo que quiere en sus discos y conciertos. De hecho en las últimas entrevistas que he leído en diferentes medios me he quedado muy sorprendida para bien de la “caña” que mete a otros músicos que se han apropiado con el término rock y desde luego que ni lo huelen. Todos sabemos quiénes son porque todos hemos hablado de ellos. Leiva, Fito, Robe… y tanta gente que se le puede respetar como músico pero nunca admitir que ellos hagan rock… tal y como lo conocemos, tal y como lo amamos, tal y como lo utilizamos para decir cosas que la gente no quiere oír.

Por eso, cuando alguien como él con acceso a los medios lo hace sin pudor ninguno se agradece una barbaridad. Leer lo que muchos pensamos y nadie dice públicamente. El Loco sin embargo sí ha mantenido esa autenticidad a lo largo del tiempo y yo lo veo clarísimamente en sus conciertos. Sí ahí la cosa funciona es que funciona. Si te agarra de las tripas, de la cabeza o de tu sexo es que funciona. Es rock.

Mi compañero me decía antes de asistir al concierto. “No hagas de grupifan” (es que él sí es profesional y sabe comportarse en estos actos para la prensa, jeje) y mi respuesta fue “no hay quien me pare”. Pero es que no hay quien me pare porque no hay quien pare al Loco. Y en cuanto empieza a sonar siento todo lo que decía antes. Y bueno… ¡qué narices!, supongo que él prefiere ver a una mujer bailando sin parar que a un encorbatado que acude a un acto social y corporativo de la marca patrocinadora o a una colección de pijas que no se atreverán nunca a decir cosas políticamente incorrectas. Eso espero.

Junto a Mario Cobo a las guitarras, pulcras guitarras que se encargaron de hacerlas sacar brillo al principio y a las que saca un partido maravilloso con una gran calidad, Blas Picón a la batería, Alfonso Alcalá al contrabajo y el apoyo de Josu García que ha sido además uno de los productores del disco y el teclado arrancaron sin más contemplaciones con el propio “Código rocker”. Eres un rrrrrrrrrocker, con esa R poderosa que no te dice que eres un rocker, lo que eres es un rrrrrrocker. Es que no es lo mismo… Corre niña ves al tren o marchará, que no quiero verte más. ”El tren de la costa” se lleva a los que hacen daño.

“Chanel, cocaína y Don Perignon” nos hace encontrarnos con esa sonrisa de medio lado del Loco con la que no hay color. ”Tatuados”, “El hombre de negro” cantada con una tremenda fuerza que hace que esta versión de Johnny Cash sea una de las imprescindibles en los conciertos. Y volvemos a lo mismo, a códigos, a canciones por las que no pasa el tiempo porque “desgraciadamente” hay muchas razones para vestir así.

Y sonó “ El crujir de tus rodillas” que directamente me enamoró. Este tema es original de los NU NILES y es evocadora a más no poder. Me saltan a la cabeza referencias cinéfilas, fotográficas, imageniería erótica sin parar, hasta formas de caminar o moverse, y que una parte de la canción sea la onomatopeya del crujir de una rodilla directamente lo siento como un disparo directo. Cla cla cla cla cla… envolvente como supongo que envolvió ese crujir a quien creó esta deliciosa canción. Rockabilly auténtico la fabulosa “Va por la ciudad”. Sencilla y dura a la vez. “Vaqueros del espacio”, “La rubia del Hitch” nos trae al más canalla. A alguna mujer le sonará, los que calculan mal la jugada, a los que hay que soportar las torpezas pero irresistibles cuando quieren verte deshaciendo la cama. Fríos y secos. Canallas sin más.

“Políticamente incorrecto” (ndr: siempre, por favor), “Billy la roca”, “En cualquier momento” versión de la conocida Someday Someway del artista Marshall Crenshaw, ”Soy una cámara” que es una reivindicación de sí mismo, de su voz como argumento. De nuevo referencias, en este caso a la filosofía: Hay una famosa cita de Platón que dice: “La mayor declaración de amor es la que no se hace. El hombre que siente mucho habla poco”. En este caso el Loco ya no es que no hable sino que anima, o por lo menos así lo vivo yo, a no pensar. “Cada vez siento más, cada vez pienso menos. Me niego a que mi vida sea un rodaje sin sentido, dimito de guiones que cumplen con lo establecido. Mezclar la ficción con las propias realidades”. De nuevo insisto que el que sólo vea a un Loco más blando por dejar los temas más eléctricos en esta gira es porque no se ha parado ni un momento a saborear las canciones y lo que nos dicen. Código rocker al 100%

“Piratas” para quemar banderas, “Luché contra la ley” interpretada con tanta rabia, y la magnífica “Quiero un camión” para que no se nos olvide disfrutar de nuestras cosas, pequeñas quizás a ojos de otros pero como camiones de grandes a los nuestros, que es lo que nos importa, que es nuestro código. Un pecho tatuado, escupir a un urbano, a tu chica meter mano, esas cosas.

Quizá, y aunque parezca sorprendente, la que me sobró por decirlo de alguna manera fue “Feo, fuerte y formal” y mira que adoro ese tema, pero realmente me atrapó el «Código Rocker» y ese rockabilly tan maravilloso que me hizo disfrutar y bailar. Porque es necesario ahora más que nunca recuperar nuestra ley, nuestro código, nuestra moral ,que a unos les puede parecer un tanto dispersa pero es sobre todo legal porque es sentida y porque no hablamos nada más que de esa cosa tan peligrosa para muchos que se llama libertad.

Estuve hablando hace poco por unos asuntos familiares con un psicólogo que me decía que algunos niños prefieren la compañía de adultos porque somos predecibles. Yo le contesté rápidamente “¡qué pena!”… Volvamos a la niñez musical y a la niñez emocional para no dejar de sorprender y sorprendernos. El Loco ha vuelto a su niñez como artista recuperando temas de una forma impredecible. Volvamos en todos los aspectos de nuestra vida a una desobediencia si no queremos volvernos locos. Hagamos que suene la música en las calles solitarias.

Que cualquiera que se crea con el poder de manejar nuestras vidas o cualquiera que nos intente vender humo musical se encuentre de frente a un auténtico rrrrrrrrocker.

Texto: Elena Sánchez

Fotos: David Esquitino (david_esquitino@redhardnheavy.com)