Noche lluviosa y bastante fría en Madrid pero más que ardiente en cuanto a conciertos se refiere, con una amplísima variedad de actuaciones de las cuales ahora os detallamos la de JORGE SALÁN en el Café Berlín. Un auténtico éxito tanto de público como a nivel artístico, os lo contamos.

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JORGE SALÁN: Viernes 16 de noviembre de 2018 (Café Berlín, Madrid)

JORGE SALÁN

A pesar de tener una competencia tan fuerte como el concierto de KOMA o el de ACES & JOKERS (en los que también estuvimos, por cierto), JORGE SALÁN colgó el cartel de “no hay entradas” dejando a gente en la puerta deseosa de conseguir una para ver a este joven guitarrista madrileño que es una de las figuras más internacionales del momento, logrando atraer a gente de todo tipo, desde los más metaleros hasta gente que poco tenían que ver aparentemente con el Rock o el Blues además de varios niños disfrutando como locos. Todos en buena armonía pasándolo genial en concierto en el que se aprovechó la buena acústica de la sala, muy mejorado desde las últimas veces que hemos disfrutado de conciertos allí.

Comenzó a las 21:00h y desde el primer momento, aquello más parecía un club de New Orleans que una sala de Madrid teniendo a la gente en pista sentada, expectante ante la aparición de Jorge acompañado en esta ocasión por Luisma Hernández al bajo y Edu Brenes a la batería, saliendo éste el primero dando el pistoletazo de salida con “On My Own”,  de su ábum “Graffire” luciendo la mayor de sus sonrisas. Aquello era una delicia, un sonido claro, nítido y a un volumen perfecto, un público entregadísimo  y un trío de grandes músicos dando clase de elegancia musical que iba desde el mejor Blues Rock, al más puro Soul inmejorablemente interpretado.

Los nervios del principio, de la responsabilidad de presentarse ante su variadísimo público se pasaron pronto, metiéndose totalmente los tres de lleno en el concierto relajándose e interpretando de forma natural, sintiendo sin límites cada uno de las canciones del set list incluso cuando la tecnología falló en el bajo de LUISMA, pero su profesionalidad hizo que quedara en una anécdota sin más volviendo a retomar el curso de la actuación con más fuerza y sentimiento si cabe. Muchos aplausos sobre todo tras JORGE mencionar a sus ídolos como STEVE RAY VAUGHAN del que interpretaron “Boot Hill” o de B.B. KING (“The Thrill is Gone”)  con una delicadeza especial.

JORGE SALÁN

Tengo que reconocer que en muchos momentos de su actuación hicieron que me viniera a la mente esa maravilla de la Humanidad llamada “Frampton Comes Alive”, en esa forma tan delicada del protagonista y su banda de afrontar los temas para pasar en pocos momentos a partes del Rock más feroz, con Luisma que no paraba de acompañar a Jorge en sus movimientos pero sin robarle ni un ápice de protagonismo, todo muy ensayado y muestra de un durísimo trabajo y de no dejar nada al azar.

Todo iba desarrollándose de forma fantástica, ellos cada vez pasándoselo mejor, actuando de la forma más natural que podían, disfrutando y haciendo disfrutar a un público que no paraba de dar palmas, de corear con ellos y pasarlo tan bien como los músicos encima del escenario y todavía disfrutaron más cuando JORGE se vino con nosotros, con su guitarra sacando las más intensas notas mientras recorría la sala llegando hasta la barra del fondo donde se tomó un chupito a nuestra salud logrando miles de fotos ya que todos querían inmortalizar el momento. Otra muestra de que aquello no era un mero concierto sino una fiesta total, no podía faltar la sorpresa del sorteo de una fantástica guitarra firmada por JORGE y el emotivo aplauso a la abuela del guitarrista que comprobó en situ lo bien que ha aprovechado las clases de música su nieto.

Ya íbamos llegando al final aunque nadie quería que aquello terminara porque los tres lograron un ambiente fantástico, en el que olía a Jack Daniels y humo perfumado con acordes del mejor Blues Rock mientras caía “Take Me Down to The River” o “Born Under a Bad Sign”, llegando ya al final para volver de la forma más simpática disfrazados los tres como los miembros de ZZ TOP, con unas barbas de broma para homenajearles sonando “The Grange” de forma brutal al más puro sonido americano, divertido y a la vez lleno de elegancia y calidad. Para terminar, después de preguntarnos si queríamos más, un genial fin de fiesta con muchos asistentes en el escenario saltando y cantando el “Rockin’ All Over the World”, intentando que aquella fiesta tan deliciosa no parara.

JORGE SALÁN

Mención especial para el nene de Luisma que subió al escenario, con sus oídos muy bien protegidos por cierto, gracias a su estupenda mamá y que a pesar de su cortísima edad (3 años o así), acompañaba con sus pequeñas baquetas el ritmo de su papá y amigos, una monería. Fin de fiesta genial para un concierto del que sólo no me hizo mucha gracia el tema en castellano, “Subsuelo” (ndr: para gustos los colores) y el foulard que lució Jorge al principio, que no le sentaba nada bien. Pero si me recordó varias veces a mi adoradísimo “Frampton Comes Alive”, es que estuvo de sobresaliente…

Genial JORGE SALÁN y sus compañeros de noche,  Eduardo y Luisma que se marcaron en el Café Berlín un concierto inolvidable.

Texto: Rocío Gómez (rocio@redhardnheavy.com)

Fotos: Boliche Ángeles

El setlist de JORGE SALÁN en el Café Berlín fue:

On My Own / Victim of Desire / Boot Hill / The Thrill is Gone (BB KING) / Key to Love / Going’ Down / Leave My Girl Alone / Sólo de batería / Fire / The Hunter / One More Empty Feeling / Take Me Down To The River / Doom & Gloom / Born Under a Bad Sign / Subsuelo – bises: La Grange (ZZ TOP) / Rocking All Over the World (STATUS QUO)

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