Ian Hunter en Madrid, conciertazo y triunfo total en la capital

Ian Hunter en Madrid: Cultivado en barrica de roble, glorioso elixir añejo

Nov 20, 2017 por Red Hard´n´Heavy en Conciertos

El veterano rockero inglés demostró una vez más el porqué de su leyenda, cuajando un recital como la copa de un pino en el Teatro Lara, que dejó boquiabierto al personal que abarrotó este coqueto espacio madrileño. A sus 78 primaveras, Ian Hunter se mostró como un príncipe de la canción (con mayúsculas) recién coronado, un viejo diablo que se las sabe todas y es que, como reza el dicho: ‘mas sabe el diablo, por viejo que por diablo’.

IAN HUNTER & The Rant Band

Teatro Lara, Jueves 19 de Octubre (Madrid)

Arropado por una banda de auténtico lujo, se llevó al personal de calle desde los primeros acordes, luciendo su elegancia sempiterna sobre un repertorio inigualable, donde amén de piezas del calibre de “Just another night”, “All American Alien Boy”, “Roll away the stone” o “Bastard”, destacaron las perlas de sus últimos trabajos, especialmente esa balada punzante y aterciopelada que da título a su reciente álbum, “Finger Crossed” (confesiones sonoras de mucha enjundia, a modo de canciones de viaje, en su particular hoja de ruta hacia el parnaso polvoriento de las emociones a flor de piel) junto a las inmortales “Once Bitten, twice shy” (ndr.: que muchos conocerán por GREAT WHITE) y “All the way from Memphis”, que pusieron a mil al respetable.

Mientras, nuestro galán se permitía susurrar al viento sus pecados de juventud, haciendo una mueca burlona a los dulces “viejos tiempos”, con esa pálida “Sweet Jane” de la VELVET UNDERGROUND, como reconocimiento y homenaje a su viejo compañero de fatigas, Lou Reed, sin olvidar, por supuesto, ese diamante para la eternidad que protagonizó junto a David Bowie, “All the young dudes”, como guinda final de una vida consagrada al arte de la canción, como un trotamundos curtido en mil batallas, de las casi siempre salió victorioso.

Ataviado con sus clásicas gafas oscuras, Ian Hunter dio sopas con honda al más estirado del lugar, protagonizando un show de auténtico rock’n’roll de 24 quilates, que hizo mover de sus asientos a más de uno a lo largo de la hora y media que duró el show. Todo ello con el público en el tramo final puesto en pie y rendido al talento excepcional del antaño líder de MOTT THE HOOPLE,. Con una banda de forajidos a sus espaldas que responden al apelativo THE RANT BAND, y que cubren al maestro en todas sus jugadas, así se pueden echar los dados a rodar, sin temor que salga la combinación maldita.

All the young dudes?

Con músicos de la solvencia de Mark Bosch y James Mastro a las seis cuerdas, y una base rítmica aplastante formada por Paul Page al bajo y Steve Holley a la batería, más la aportación algodonosa del teclista Dennos Dibrizzi, nuestro protagonista salió por la puerta grande, como matador de un tiempo inolvidable que parece sepultado en el olvido. Con estos mimbres (y autenticidad a raudales sobre las tablas) es fácil escalar por los intrincados senderos del pentagrama para alcanzar las más altas cotas de la excelencia creativa, y satisfacer de este modo a un público versado en la materia y entrado en edad, pues la media del respetable superaba ampliamente la cuarentena…

Podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que casi todos los viejos rockeros de la capital estábamos allí: la parroquia irreductible nos dimos cita el día de autos para disfrutar de un trasiego dorado que tardaremos mucho en olvidar. La banda sonora de nuestra juventud se fue evaporando como gotas de perfume en el rocío de la madrugada.

Ya ven ustedes, esta gloriosa locura, esta bendita adicción se va haciendo añeja y nosotros con ella. Después de arañar el cielo en el magnífico recital de IAN HUNTER & THE RANT BAND, nos fuimos con la música a otra parte a una taberna del barrio para degustar un licor parecido al de nuestro protagonista, que lleva cinco décadas de gloriosa carrera, conservado en barrica de roble. Chapeau!!

Texto y fotos: Fran Llorente