Hace unos días en Madrid vimos a dos grupos con una actitud rockera bestial, ambos encabezados por cantantes femeninas arrolladoras, rodeadas de buenos músicos. Vimos a los suecos THE RIVEN, precedidos de los madrileños RED WHORE, en la sala Rockville de Madrid, y os lo contamos y mostramos aquí: 

THE RIVEN + RED WHORE – Sala Rockville, martes 14 de marzo (Madrid)

The Riven

Cualquier día de la semana es bueno para ir a un doble concierto rockero y cañero. Por eso, el pasado martes 14 de marzo nos fuimos a la sala Rockville en Madrid, a un evento organizado por Southern Metal Fest, dentro de una gira ibérica organizada por Lestrato Rock Conciertos. Se trataba de la gira del grupo sueco THE RIVEN, que ya nos habían dejado encantados hace un año abriendo para DEAD LORD.

En esta ocasión llegaban en su propia gira, y, aunque en Madrid tuvimos además el privilegio de tener a los locales RED WHORE como teloneros, se nos hizo muy corto. Os contamos cómo vimos a ambos grupos.

RED WHORE

Tal y como se había anunciado antes, los madrileños salieron y comenzaron su actuación con mucha puntualidad, a las 9 de la noche, algo que agradecimos los que trabajábamos al día siguiente. Y consiguieron conectar con la media centena (aproximadamente) de asistentes desde el primer momento. Nos contaron que tenían que haber tocado el 14 de marzo de hace tres años, justo cuando llegó la pandemia, y claro, no pudieron hacerlo en todo este tiempo, hasta este mismo momento. Seguramente por eso vimos una gran actitud en todos los componentes de la banda, vimos muchas ganas y mucho hard rock.

Red Whore

Además, la menuda pero increíblemente enérgica cantante de voz profunda y rasgada, Leny, no pudo elegir mejor forma para celebrar su cumpleaños, y por supuesto, le cayó la imprescindible felicitación de todo el mundo. Repasaron los temas de su EP homónimo, con ritmos muy rápidos en “The Cult” y “Follagallinas”, y bastante duros en “Desert Pool” y “The Red Night”, bajando un poco el ritmo, pero no la agresividad, en “RedWhore”, por mencionar algunos títulos. Además, versionaron la canción de ADELE “Rolling In The Deep”, dándole su propio tono rudo y casi violento. Fue la más aplaudida, aunque tal vez brillaron más en sus temas propios.

En apenas 45 minutos, demostraron ser una banda joven muy trabajadora y entregada, y capaz de convocar exitosamente a bastantes amigos y fans fieles. Si siguen trabajando bien, se les ve buena proyección.

Fotos de RED WHORE en Madrid en este enlace.

THE RIVEN

The Riven

Los suecos casi se pasaron con lo de la puntualidad, adelantándose unos minutos a la hora anunciada, y salieron al escenario como una ametralladora, disparando salvajemente desde la primera nota musical. A THE RIVEN les gusta España, está claro, cada vez que vienen recorren unas cuantas ciudades, seguramente animados por su guitarrista catalán Arnáu Díaz. Y por supuesto, después de haberles visto hace algo menos de un año, teníamos que volver a disfrutar del huracán que desatan en cada una de sus actuaciones.

Repasaron los temas de sus LP’s “Blackbird” (2017) y sobre todo “Peace And Conflict” (2022). Ya desde las primeras canciones con las que abrieron, “On Time” y “Shadow Man”, arrancaron con un ritmo frenético y desenfrenado, y siguieron con su bestial rock macarra y bailón en “The Serpent”, en la que la cantante Totta Ekebergh nos dejaba boquiabiertos con sus movimientos casi contorsionistas. Nos envolvía una atmósfera muy setentera, tanto en estética (con los chicos luciendo bigotillos, camafeos y botas picudas, y la vocalista envuelta en lentejuelas y chaqueta plateada) como en actitud. Disfrutábamos de la versión más actual del mejor rock clásico de hace algunas décadas.

Bajaron ligeramente el ritmo en cortes como “Edge Of Time”, con la protagonista femenina llevando su innata expresividad facial al extremo, como hizo también con sus manos en “Sweet Child”. Pero aunque muchas miradas se iban inevitablemente a los bailoteos locos de cuello dislocado y melena disparada de la chica del grupo, ella no fue la única protagonista ni mucho menos. Los dos guitarristas, Arnáu y Joakim Sandegård, protagonizaron interesantes dúos de cuerdas en  las movidas “Fly Free” o “Windbraker”, muy aclamadas, y en la profunda “Peace And Conflict”. Max Ternebring formó un gran tándem con el batería Elias Jonsson para crear la mejor base rítmica, pero además tuvo algo más de protagonismo en “Death”, algo más lenta y sensorial, además de animar muchísimo con sus bailes y gestos.

The Riven

Y seguimos con momentos estelares. Nos fijamos en que, contra lo que suele pasar en los conciertos, solo había un micrófono en el escenario, para la imparable Totta, que ponía la única voz en cada canción, sin coros de ningún tipo (tampoco los echamos en falta, con la potencia de esa única voz fantástica, muy reconocible, distinta a tantas otras que se suelen escuchar). Sin embargo, si hubo un momento brillante en que ella pudo descansar, cuando nuestro compatriota Arnáu, sin soltar las cuerdas, nos puso a cantar a todos con su versión de “Dolores Se Llamaba Lola” de LOS SUAVES, toda una declaración de intenciones, en la que Joakim no dudó en tocar el correspondiente solo (como anécdota, en el papelajo que hacía las veces de setlist estaba anotado como “Spanish Punk”). A nadie sorprenderá saber que está fue canción más aclamada.

Nos prometieron una hora de concierto, y nos dieron un poco más, cerrando con “Moving On”, que conectaron enseguida con “The Taker”. THE RIVEN, que todo el tiempo había desplegado una fuerza impresionante, con mucha vibración y nervio, nos regaló un final bestial, en el que recibió una gran ovación de un público encantado con lo que acababa de ver y escuchar, incluso aunque se tuvo que recortar un poco el setlist previsto originalmente.

Así que sí, la conclusión final es que sí merece la pena ir a una sala en el centro de Madrid un martes laborable, si lo que vas a ver es un doble concierto con dos cantantes femeninas descargando tanta potencia y rebeldía, rodeadas de músicos tan entregados y eficaces. Por eso, gracias a las dos bandas, a la sala Rockville por recibirnos de nuevo tan bien, y Ana Laballo (de Laballo Comunicación) por la gestión eficaz del evento.

Texto: Mar Fuertes / Fotos: Ángeles Salmerón