Crónica de SHINOVA en (concierto especial) en Madrid
A veces nos gusta ir a ver cosas “diferentes”, ya lo sabéis, y si toca ir a SHINOVA, pues al indie rock (con pinceladas góticas) que le damos sin rubor. El concierto fue en cierto modo un experimento para nosotros, como nos cuenta Amalia (con su estilo elegante, preciosista y particular por bandera), con fotos de Luca Vian.
SHINOVA – Viernes 23 de noviembre de 2024 (sala Riviera, Madrid)
La tarde del 23 de noviembre entré a una Riviera animada de un público algo diferente al que considero como mi familia. Daba gusto ver a tantas mujeres con edades entre los 30 y 40, acompañadas de manera más o menos voluntaria por sus parejas, y la variedad de identidades de género. Era más que obvio que SHINOVA tienen su público, llenan las salas y que sus fans se lo iban a pasar bien en la gira Vibra Mahou (tres fechas agotadas en La Riviera), en la compañía de sus amigos, la buena música y bastante cerveza.
SHINOVA
Había escuchado a SHINOVA en mis cascos como siempre hago antes de un concierto y me gustaron mucho sobre todo sus primeros discos, La Ceremonia de la Confusion, de 2011, o Ana y el Artista Temerario, de 2015.
La batería dio el paso al concierto a mano de Joshua Froufe y la verdad que fue el que más duro sonó toda la noche, con ese toque metálico que contrastó con la calidez de la voz de Gabriel de la Rosa, impresionante, potente y de un amplio registro. Los cinco miembros de SHINOVA estuvieron acompañados por el público femenino en los refranes desde la Gloria, la primera canción, y me encontré rodeada de grupos de amigos bailando con “la sensación de la primera vez/con tan poco que perder” (Gloria, del álbum El Presente, 2023). SHINOVA causaron delirio entre sus fans que se mojaron cerca del escenario pensando en “sexo frenético en el viejo portal” igual que me mojo yo cuando escucho Panic Attack o Painkiller de JUDAS PRIEST.
Mi mejor medicina contra todo lo desagradable es la música y mi don, por llamarle algo, es poder separar lo que más me gusta de lo que me deja indiferente. El batería mantuvo su ritmo y dureza canción tras canción, a pesar de su esguince, y como masoquista, le comprendo mejor que nadie: lo que casi te mata te hace más fuerte. Un poco de morfina de Tu y Lobos no vendría mal, pero a los jóvenes de 20-30 años les contaría algo: el amor y desamor se vive sin anestesia, sin rage y tampoco se trata de quien gana o pierde… y lo mejor es tener a tus amigos a tu lado o a tus fans, en este caso. El público se sabía la letra de cabo a rabo y, como si de morfina se tratase, la voz de Ander Cabello Vidal, el bajista, surgió en un registro alto y sorprendente.
En las pantallas laterales lucia con orgullo Vibra Mahou, que nos hizo fantasear a la prensa en cómo se les podría dar un mejor uso, proyectando videos de las canciones, o incluso directos del escenario… pero si Mahou te gusta mucho como cerveza, ¡viva la publicidad! Es cierto que esa noche se consumió mucho alcohol, hasta el punto en el cual un fan se quedó en blanco y me hizo reír a carcajadas cuando me di cuenta de que en ese espacio era una marciana y que además No Cambiaria Nada de mí, ni un 1%, como dice la canción de SHINOVA. La sala estaba en llamas y se convirtió en una disco de gente bailando en la compañía de la buena música. Las parejas se estaban declarando amor en canciones como Berlín, los amiguetes se estaban emborrachando y no me sorprendería si la noche de muchos de ellos acabara como en las canciones de SHINOVA.
Gabriel se come el escenario con su voz que solo aumenta en profundidad con cada canción y su presencia es cercana. Aunque el indie rock no es mi estilo predilecto, reconozco que SHINOVA te invitan a bailar y tienen unas letras que te puede sacar de un mal momento, como la de Movimiento, del ultimo álbum, El Presente, de 2023.
Las guitarras se hicieron presentes en canciones como Si No Es Contigo y Antes de Que Todo Acabe, lo que dio un toque rock a la segunda parte del concierto, como el final de Los Días Que Vendrán, del álbum El Presente (2023), y Qué Casualidad, del álbum Volver de 2016. Me quedé con las ganas de escuchar alguna canción de los primeros álbumes de la banda ya que sonaban más a rock, pero la verdad es que no podemos cambiar el mundo. Lo único que podemos hacer es verlo con los ojos de los demás y al público de esa noche el estilo indie es lo que mas les gustaba.
Al bajar en el público, la voz de Daniel sonó aún mejor y más fuerte en acústico, acompañada por la guitarra en Viajero, para acabar por los altos el concierto con una sonrisa intacta, como decía la canción, que dejó al público con nostalgia, pensando en historias de amor, olvidadas o sin acabar.
FINAL
No sé si todo pasa por algo, si fue karma lo que me llevo esa noche al concierto o mi sexto sentido. Lo que se es que Madrid estaba de fiesta, igual que en el concierto, y que mi sonrisa sigue intacta, a pesar de lo peor. Pase lo que pase, la música nos acompañara siempre, en los momentos buenos o malos. No sé si voy bien, pero ante “mi frenética tendencia hacia el estrés” (Viajero, SHINOVA) la compañía de la música siempre ayudara a formar islas en la ciudad, donde todo es menos normal, nada mundano y quizás algo tranquilo.
En el paraíso de SHINOVA hay sonrisas, mientras que el infierno que yo habito no puede existir sin alma.
Texto: Amalia Martín / Fotos: Luca Vian
SETLIST del concierto del viernes en Madrid:
- Alas
- Gloria
- Lobos
- Ídolos (Los Mejores Momentos Están por Llegar)
- Para Cambiar el Mundo
- Movimiento
- No Cambiaria Nada
- Mirlo blanco
- Diciembre
- Berlín
- Cartas de Navegación
- Los Días que Vendrán
- Si No Es Contigo
- El Álbum
- Antes de Que Todo Acabe
- Volver
- Qué Casualidad
- Te Debo Una Canción
- La Sonrisa Intacta