Recuperamos crónica de RAMONCIN en las Fiestas del Barrio del Pilar (Madrid)
«Concierto raro, el último sentados, pero muy emotivo e intenso, por ser el primero de RAMONCIN en casi dos años, que se dice pronto. Lo disfrutamos, lo bailamos, lo gozamos y os lo contamos»… Recuperamos la crónica de este primer concierto de RAMONCÍN, tras la pandemia, justo antes de su retorno en salas en Madrid.
RAMONCIN – Sábado 9 de octubre 2021 (Fiestas del Barrio del Pilar – Parque de La Vaguada)
Bajo el marco de unas extrañas Fiestas del Pilar en el madrileño Barrio del Pilar en Madrid, se anunciaba la vuelta a los escenarios tras 2 años de Ramoncín, icono de la música Rock “callejera” de los 80 que gozó de una grandísima popularidad en aquellos años, aunque quizás sea más recordado por el público mainstream por sus apariciones televisivas en los 90 y su “escarnio” público como miembro destacado de la SGAE. Lo cierto es que a día de hoy sigue musicalmente más vivo que nunca (incluso nos presentó un tema nuevo, para el que será su próximo disco en breve) y desde finales de los 90 en su vuelta a la música no ha parado sacando varios discos, directos y recopilatorios… y demostrando en directo porqué es un grande de nuestra música, absurdas críticas y polémicas aparte.
Por nuestra parte, y después de tanto tiempos sin poder tocar (era su primer concierto y se les notaba más o menos nerviosos aunque también emocionados), había expectación en ver cómo vuelve una banda parada dos años por culpa de la pandemia y lo cierto es que no defraudó. Y además volvieron a lo grande, con la banda completa (con teclista, violinista, dos guitarras… y el jefe por el que parece que no pasan los años y que está físicamente mejor que nunca). Eso sí, antes de hablar del concierto en sí, hay que contextualizar…
Las fiestas del Barrio del Pilar siempre habían sido referencia en Madrid por su gran afluencia de público y unos conciertos realmente interesantes donde destacaba mucho el rock. En los últimos años ya había decaído bastante el nivel rockero en general de las bandas que actuaban en ellas (¡qué casualidad, cuando cambian los gobiernos, ¡eh!) haciendo que personalmente me fuera olvidando de ellas a nivel musical. Y de hecho la pandemia hizo que directamente se cancelaran las últimas citas… aunque después de ver por ejemplo a “grupos” como las NANCYS RUBIAS los últimos años, pues eso, poco interés…
En octubre de 2021 ya parece que la pandemia va pasando y volvemos más o menos a la normalidad, sobretodo en cuanto a conciertos se refiere, pero era un poco pronto para volver a celebrar unas fiestas de barrio con tanta afluencia de gente. Aun así, sorpresivamente se anunció el concierto de RAMONCÍN el sábado 9 de Octubre, que sumado a la actuación de LOS BRINCOS el día siguiente serían las únicas celebraciones de las populares fiestas en el norte de Madrid.
No había casetas, atracciones e incluso el parque entero estaba completamente vallado y custodiado por la policía (mucha, mucha policía, que diría aquel) para evitar botellones, algo entendible para éstos momentos en los que todavía no estamos recuperados al 100% del coronavirus… pero incomprensible el volumen de policías y lecheras desplazadas al lugar. Retrocedemos en vez de avanzar, como ya denunciaba el propio Ramoncín antaño, y cómo no se mordió la lengua en decir esta vez también (siendo más políticamente correcto esta vez, eso sí… pero el que quiera entender que entienda).
Suponemos que las fiestas del próximo año volverán a la normalidad aunque lo que no tenemos tan claro es si volverán a poner conciertos de rock o algo interesante. Esperemos que sí, y que este año con RAMONCÍN no haya sido casualidad… Bueno, como hemos comentado, lo único que había abierto era el recinto del concierto, muy bien acondicionado y techado por si hubiera lluvia. Sólo había asientos, nada de gente de pie (justo era el fin de semana del cambio de legislación al respecto, y no se habían podido gestionar los permisos a tiempos… según nos contaron).
Eso sí, pronto la gente se levantó sin moverse de su sitio para disfrutar mejor del concierto. Las entradas eran gratuitas y había que pedirlas en un teléfono, y, aunque llevaban días “agotadas” hubo muchos asientos libres que pudieron llenar la gente que fue sin entrada, por lo que al final se llenaría a un 85% de capacidad, se supone que de 400 asientos. Dar la enhorabuena a la organización porque no hubo problemas y en todo momento se cumplieron los protocolos COVID, gozando además de un buen sonido, así que a pesar de las restricciones pudimos disfrutar de un gran concierto. Eso sí, una pena que sólo 350 / 400 asistentes pudimos asistir a un show que, en condiciones normales, hubieran sido muchos miles y un conciertazo de los de recordar… Ojalá en 2022 sea posible.
Bueno, vamos al concierto en sí, y poco más tarde de las 20.00 salía a escena el mítico Ramoncin y su banda, con un gran telón de leds con el logo de la banda y algunas cosas más. Ramoncin luce muy bien para sus 65 años, con un nuevo look con el pelo corto y blanco, y el mismo “tipín” de siempre y una elegante vestimenta de negro de la que destacaban unos botines macarras pero sofisticados. La banda se componía del ex ÑU (y SOBREDOSIS, si hablamos de la escena rockera / metalera, aunque lógicamente su CV es mucho más amplio) Luis García a las baquetas, Miguel Jiménez al bajo (el cual sonó muy sólido), Charley Gonzalbo al violin y guitarra acústica de apoyo, Jesús Varas a los teclados (con un imponente Hammond además), y sus dos guitarra de los cuales destacaba Manuel Silva, quien lleva con Ramoncin muchos años y atesora una calidad y un feeling especiales… sin desmerecer a Gus, otro crack pero con menos peso en el sonido de la banda.
La banda sonó realmente empastada y muy “americana”, complementándose perfectamente las guitarras con los teclados, cada uno aportando detalles diferentes. El conjunto realmente daba impresión de banda, y no simple apoyo de Ramoncín, quien aun así llevaba todo el peso del concierto en cuanto a atención, con una voz por la que no pasan los años y tocando la guitarra además en muchos temas, por lo que la mayoría de veces había 3 guitarras sonando. Y hablando todo el rato con la gente, agradeciendo la presencia de los que estábamos allí, expresando con palabras la emoción que tenían de volver a tocar en directo, “y en un barrio tan barrio y tan chulo con éste, mejor” y mostrándose realmente cercano y nada divo, por si alguien va a decirlo, ni “gilipollas” precisamente, más bien todo lo contrario. Un caballero del rock como siempre ha sido, y un grande encima del escenario.
Aunque empezaron “a tope” con el clásico “Putney Bridge”, la primera parte del concierto se compuso de temas de la segunda época de RAMONCÍN (desde su vuelta a finales de los 90) con temas como “Sangre y Lágrimas”, “La Chica de la Puerta 16” (primer guiño a su época más clásico, y con alegato previo a favor del colectivo LGTBI, de lo que en el fondo habla la canción, según nos dijo) o “Blues Para un Camello”, los cuales a mi quizás me dejaron un poco más frío porque vocalmente era un tono más bajo en general, quizás elegidos por Ramoncín para ir calentando su voz.
Aun así la banda sonaba muy bien, dando un cáliz de Rock and Roll americano a todos los temas, y se notaba mucho la influencia que hicieron en RAMONCIN bandas como Lynyrd Skynyrd, Crosby, Stills & Nash o Fleetwood Mac en su momento… tras sus inicios más callejeros, “chelis” e incluso punkis y navajeros, si me permitís el lenguaje. Por otro lado, se notan muchísimo las tablas de Ramoncin en el escenario aunque haya pasado 2 años sin subirse a uno, estando siempre muy participativo con el público y bajándose a cantar entre el público más adelante para “Como un susurro” (en un momento todavía más emotivo de lo habitual por las circunstancias y lo que hemos pasado).
A partir de su mítico tema “Reina de la Noche”, uno de sus himnos más rotundos desde aquel gran “Barriobajero”, el concierto empezó a subir de temperatura, cayendo muchos clásicos como “Veneno” o “Rocanroll duduá”, cantando Ramoncin en un tono más alto que hacía mucho más atractivos los temas. Aunque no sean temas extremadamente exigentes para la voz, es de agradecer que Ramoncin siga cantando sus clásicos en el tono original, cosa que hacen que sigan brillando como el primer día. Y eso que Ramon siempre se ha acompañado de buenos músicos, pero está claro que la formación actual, que es excelente, les da mucho brillo tanto a las canciones nuevas como rollo a las primigenias.
Tras cerrar de manera inicial con “La cita”, imprescindible, o el puntazo que siempre es “Cuerpos calientes” en directo… Comenzaría los bises con “Estamos Desesperados” con un público totalmente entregado (vale, éramos veteranos y viejos rockeros en su mayoría), y sacaría su armónica Ramoncín para temas como “Miedo a Soñar”, espectacular siempre, y su siempre esperada “Hormigón, Mujeres y Alcohol”, coreada por todo el público antes de arrancar la banda. Es cierto que otras veces hemos visto conciertos de casi dos horas y media, y sin el casi, pero esta vez se quedó la cosa en dos y dejando fuera algunos clásicos imprescindibles como “El Chuli”, “Nicaragua” o “Angel de cuero” (dedicado en su momento a Mikel, fallecido primer batería de BARRICADA, al menos en su mítico directo del Anaitasuna, del 84, recién reeditado).
Se despedirían con “ Al Límite” (aunque en el setlist, estaba al revés con el popular “Litros de alcohol”, como lo llama la mayoría) dejando un gran sabor de boca en lo que se supone debe ser uno de los últimos conciertos con grandes restricciones. Esperemos volver totalmente a la normalidad pronto y disfrutar de conciertos tan buenos como el de RAMONCÍN en el Barripi… Y el siguiente de pie, sin restricciones, y con el recinto al rebosar.
Texto: Carlos Esquitino / Fotos: David Esquitino
Vemos la galería completa de fotos en este enlace.
Setlist del concierto:
- Putney Bridge
- Sangre y Lágrimas
- ¡Déjame!
- La Chica de la Puerta 16
- Blues Para un Camello
- ¡Hola Muñeca!
- Reina de la Noche
- Cuerpos Calientes
- Veneno
- En el Infierno
- Como un Susurro
- Bajando
- Rocanroll duduá
- La Cita
Bises:
- Estamos Desesperados
- Forjas y Aceros
- Miedo a Soñar
- Hormigón, Mujeres y Alcohol
- Al Límite