Crónica de OBÚS en Madrid – ¡Así sí!
Fin de gira de OBÚS en Madrid, en una sala de mediano aforo y fue genial encontrarnos con una banda tan compacta, auténtica y real, y en muy buena forma. No siempre las tiene uno consigo en estas situaciones, y me alegro de «equivocarme» y que la banda salga ganadora en un concierto como éste. Crónica y fotos bajo estas líneas:
OBÚS – 40 aniversario en Madrid, sala Shoko (sábado 24 de febrero 2024)
Pues visto (y disfrutado, lo digo desde el principio) el concierto “fin de gira del 40 aniversario en Madrid” (aunque a mí estos epítetos cada vez me aportan menos y me hacen desconfiar, o al menos me dicen poco ya), tenía dos maneras de enfocar esta reseña, crítica (que no lo es) o más bien comentario del show de OBÚS en la Shoko este pasado fin de semana.
Por un lado podría sacar a pasear al Grinch y al periodista “amargado” y gruñón, y decir a las claras que 20 años (o 30) tocando el mismo setlist y casi en el mismo orden ya cansa de más. O que Fortu ya no chilla como antes o que estos conciertos van teniendo cada vez menos interés. Y seguramente no estaría mintiendo pero sí estaría siendo injusto, e incluso irrespetuoso… además porque no es la sensación que me transmitieron. Y porque la sala llena nos daba otra impresión y/o realidad. Al final, el termómetro de los shows actuales de las bandas veteranas y clásicas se mide, primero, por si ha sido digno, correcto y buen concierto en sí, y segundo por nuestras sensaciones y sonrisas al salir.
Yo volví a macarrear, a cantar, a menear la peluca y disfrutar himnos inmortales en un buen show de unos OBÚS que siguen en buena forma. ¿Qué me hubiera gustado ver más temas diferentes en el setlist? Por supuesto que sí, pero esta batalla (al igual que la de los precios en las barras de las salas) está más que perdida casi siempre… con lo cual, como hice en Alcalá hace pocos meses mismamente (en el Custom Spirit Festival, como os contamos aquí), estábamos para celebrar que OBÚS se mantienen aquí, que siguen siendo auténticos, que siguen siendo reales y que aún se creen lo que hacen y lo que ofrecen, que no es poco precisamente… Y por comparación, muy pocos de su generación pueden decir lo mismo.
Cierto que me hubiera gustado muchísimo poder ver el documental que se estrenó (previo pago) a primera hora por la tarde, antes del concierto, pero por motivos familiares no podía ir y me lo perdí… Bueno, espero poder verlo en breve y disfrutar de la historia de una de mis bandas de cabecera. Pero lo cierto es que solo pude llegar al concierto y es lo que os cuento… Y me reafirmo en lo dicho: verles sobre el escenario, sonando, tocando, creyéndoselo, y a su vez haciendo un show mucho más directo y crudo que otros que lamentablemente hemos visto otras veces, es agradabable y convence.
Es decir: ni larguísimo y absurdo solo de escalera… (bueno, hubo algo pero esta vez con miniplataformas pero mucho más corto y con menos tontería), ni eternas charlas entre tema y tema, ni bromas soeces ya muy fuera de lugar, ni invitados sin sentido… Más bien lo contrario, y así sí: puro OBÚS en directo, canciones inmortales, imágenes chulas en la pantalla (de la definición de las mismas hablamos otro día, pero eso es irrelevante o debería serlo) y sobre todo ellos demostrando que si ya no son los que más, siguen siendo bastante, que no es poco ni mucho menos.
Autenticidad básicamente, y reverencia a Paco Laguna que a día de hoy marca el sonido del grupo y es puro rock n´roll. Fortu también, ojo, que nadie me malinterprete, que sigue siendo él, cantando muy correcto (aunque siga repitiendo estrofas en las canciones de vez en cuando jeje, pero bien, que aquí ni teleprompter ni ostias, ¡rock n´roll!) y me encanta ver sobre el escenario al cantante de OBÚS y no al personaje de telerrealidad que alguna vez hemos tenido que sufrir en algún concierto del pasado. También un lujo comprobar la rotundidad de la base rítmica que desde hace ya mucho forman Carles Mirats y Luisma Hernández (grande también a los coros), ya por derecho parte de la banda actual y se nota mucho en directo, y se agradece.
Otro debate sería si en un momento más o menos especial de 40 aniversario deberían haber estado Juan Luis y Fernando, o si se estará intentando hacer algún concierto más grande, con gran montaje y con la formación clásica más adelante (que ni lo sé ni tengo la más mínima información al respecto, solo hablo como seguidor). Pero la realidad es que estos OBÚS suenan como un tiro en directo. Me encantó de hecho que me sorprendieran para bien en este sentido… o más bien que siguieran en la misma buena línea de los últimos meses / años al respecto.
Incluso a día de hoy me parecen detalles simpáticos (que es incluso entrañable) el hecho de tener a la madre de Fortu, con 90 años, en un balcón disfrutando del show con más familia del grupo, o que ellos comenten que han elegido una sala de mediano aforo para estar bien cerca de los seguidores y vernos los ojos directamente (bien, sin réplica, y me quedo con la mejor parte del comentario, por supuesto). Tampoco critico, como podría hacer años ha, de ver mayoría de público veterano en la audiencia… pues claro, para bien o para mal el público de OBÚS es este y ya yo soy el primero que ni me quejo de que a las nuevas generaciones ni les interesa ni se les espera a nivel de rock y heavy metal clásico. Esa época de buscar nuevo público ya pasó, que la batalla la hemos perdido y ahora, insisto, yo soy el primero que alabo el punto histórico de esto: orgullosos de lo que fuimos y los que fuimos… y que aún nos juntemos en estos saraos los de arriba y debajo del escenario. Reverencia, dar las gracias y disfrutar juntos.
Bueno, intro habitual de “El bueno, el feo y el malo”, telón clásico al suelo y a dar caña de la mano de “Necesito más”, “La raya” (con gambilla sin importancia al principio) y “El que más”. Imágenes de cine kinki en la pantalla y todos recordando viejos tiempos a todos los niveles. Mirada adelante para “Más que un Dios” y “Corre mamón” (de lo poquísimo reciente que tocaron), con los riffs de Paco marcando sin duda el concierto, y vuelta al set clásico: “Te visitará la muerte”, “Que te jodan” (sonando durísima) y “Autopista” (nos creeremos lo que dijo Fortu de que aún tiene radiocasete en el coche jeje), que no cae siempre y a mí me encanta disfrutarla.
Pequeño parón para que nos cuente el mítico cantante de manera bonita cómo surgió “Complaciente o cruel” (con música de Fortu y letra del Tío Luis), y momento tranquilo con Filthó a los teclados como otras veces. Vuelta a la caña con la muy dura “Juego sucio” (desde siempre una de mis favoritas… si llevaras mi rollo en la sangre, si supieras lo que hay que luchar)… con la banda sin duda sonando, que nadie puede decir lo contrario ni por un segundo. Y chupas de cuero, botas de punta, sombreros vaqueros, tatuajes… actitud y autenticidad innegociable en los conciertos de OBÚS, sobre todo cuando se lo toman en serio y están centrados (lo que afortunadamente es una máxima de esta gira y lo alabo sin tapujos).
Llegan “Dinero, dinero” y “Prepárate”, para ir completando el set base habitual (que repito, no lo critico, es lo que hay y ya está, que al menos menudos temazos suenan una y otra vez). Y me encanta volver a ver las imágenes de la banda comiendo churros en Entrevías a principios de los 80 de fondo jeje… Era el momento de la presentación de la banda, solos y demás… y yo andaba preocupado, no voy a decir lo contrario, que han sido muchos, muchos conciertos de OBÚS que iban de lujo y se estropeaban en este momento. Pero no, por fin han aprendido la lección, han acortado la presentación, se han dejado de tontunas y han ido al grano (con Fortu a la batería mientras Carles hace un poco su juego habitual con las baquetas y demás, pero sin romper el ritmo del concierto ni desvariar de más).
Tras un “falso final”, obvio, con “Vamos muy bien”, siempre divertida y efectiva, llegábamos a los bises y la sorpresa comenzaba con “Otra vez en la ruta”… Bendita novedad en el set y que ojalá se mantenga (aunque se notaba que era la menos ensayada) y seguía con la más reciente “A pico y pala”, bien recibida y que sonó muy bien en directo mientras veíamos las imágenes del divertido y auténtico vídeo en la pantalla.
Un mini inciso en este momento… y es que si los grupos son los primeros que no creen en su material nuevo (recepción tibia o no por el público aparte, que ese es otro debate, y que en este caso no fue así) ni en su actualidad, ¿qué estáis haciendo, transmitiendo e incluso vendiendo hacia fuera? Bien por OBÚS en este sentido por fin, y espero que para próximos conciertos sigan metiendo nuevos temas y canciones diferentes de los últimos años, que de verdad que muchos fans los aceptamos genial y refrescan infinito los muchas veces acartonados repertorios de las bandas clásicas.
Era momento de ir cerrando y tocaba macarrería máxima primero con una brutal “Pesadilla nuclear”, ultraheavy y muy bien presentada por Paco y apuntalada por Fortu con un claro “No a la guerra” (nuclear entonces o bacteriológica, tecnológica o sencillamente guerra cruel e injusta actual) en varios momentos, y el final con una divertida y aún muy efectiva “Solo lo hago en mi moto”. De hecho me encantó ver a Paco y a Montesinos (que colaboró al bajo en estos dos últimos temas… aunque saliera Luisma a rematar y llevarse la ovación merecida al final de la última canción) macarreando y “moviendo el culito” al ritmo de la canción como hacíamos los de abajo.
Resumiendo: Que no se pierda la actitud, que no se pierda nuestro rock n´roll y que no se pierdan OBÚS, por derecho uno de nuestros nombres inmortales y que me encanta verles de verdad “a pico y pala” luchando, siendo dignos y creyéndose esta última etapa de su carrera.
Veteranos sí, peculiares también, pero auténticos, rockeros de verdad y dignos, que no es moco de pavo destacarlo en este tipo de conciertos «especiales». ¡Gracias!
Texto: David Esquitino / Fotos: Fran Llorente
Galería de fotos del concierto de OBÚS en Madrid en este enlace.