Ya podemos leer la crónica y ver (algo) de las fotos de Javier Paredes del concierto de SEPTIC FLESH, INQUISITION y ODIUS hace un par de días en Madrid. Os lo contamos en el siguiente reportaje: 

SEPTIC FLESH + INQUISITION + ODIOUS.

Madrid, sala Caracol (martes, 16-01-2018)

Mentiría si dijera lo contrario: Me ha quedado un sabor agridulce después de asistir al concierto de ODIOUS con INQUISITION y SEPTICFLESH en la sala Caracol. Lo que yo creía que iba a ser el primer conciertazo de metal extremo del año se ha quedado un poco en agua de borrajas. Y lo más triste es que no es porque las bandas no rindieran, si no por esa moda de “vamos a hacer los conciertos a oscuras y con una bruma asfixiante de humo, porque somos muy extremos”.

Entiendo que a ODIOUS les dieran cuatro luces por motivos evidentes, e INQUISITION salvó algo los papeles, poniendo algo de atrezzo encima del escenario, pero se bailaron el bolo con cuatro luces rojas y dos blancas. Para rematar el show que dio SEPTICFLESH a oscuras, sumidos absolutamente en una muralla de humo absurda sin nada de puesta en escena, excepto el socorrido telón trasero, es imperdonable. Hay que ser inteligentes y saber que no, que la atmósfera en escena no la dan tres luces opacas y una niebla de olor a golosina. La atmósfera la dan un buen juego de luces (hasta donde se pueda, hoy con los leds se puede hacer mucho con muy poco y es barato), algún detalle escénico y, sobre todo, una banda dándolo todo que se deje ver en escena.

Los SEPTIC lo entendieron mucho mejor en su anterior show abriendo para MOONSPELL en la misma sala. Ni una pega. Esta vez no sé qué les ha pasado. Dicho esto, en lo musical las tres bandas del cartel estuvieron soberbias, y me trago mis palabras. Sinceramente creí que INQUISITION me iban a aburrir con su propuesta de batería-guitarrista que canta, pero no. Su música tiene algo que te llega, especialmente en directo.

ODIOUS

A las siete y media comenzaron puntuales los egipcios ODIOUS con una sala que presentaba una entrada aún escasa. Una lástima, pues se perdieron un buen puñado de temas interesantes, mezcolanza de black, death y metal de toda la vida, sumando a ello unos toques orquestales y percusivos arábigos que le da un punto interesante a la propuesta de estos músicos.

Lo dicho arriba: En el escenario muy pocas luces, herencia de una sala donde nunca las ha habido, y error de las bandas por no llevar/pedir ese extra de backline lumínico a los promotores / sala o quien sea menester. Como resultado, insisto, casi tuvimos que intuir a unos ODIOUS que lo hicieron muy bien en lo musical y que, sin embargo, estuvieron algo hieráticos en su actitud. Cierto es también que su música tampoco es para estar dando botes por las tablas. Los fundadores del negocio, el vocalista y orquestador Basem Fakhry y el batería George Boulos, estuvieron bien arropados por sus músicos de gira Mohamed Darwish y Ramzi Mayas. Resumiendo, no conocía de nada a este combo egipcio y, desde luego, se han ganado un nuevo seguidor.

Me convencieron con su breve y correcto setlist que incluyó momentos como “Dungeon keys”, “A picture of dead art”, “New mystery”, “Crystal clear”, “Alzar”, cerrando con “Hot blood fumes”. Esos toques propios de su tierra, de los que hacen gala también ORPHANED LAND o MYRATH, aportan un soplo de aire fresco que siempre gusta y sorprende. Espero que estos chicos sigan mucho tiempo en la escena.

INQUISITION:

Después de un cambio de backline de casi media hora, hicieron su aparición Dagon e Incubus… o lo que es lo mismo, INQUISITION. Venían a darnos una ración de crudo Black Metal en este formato tan especial de voz, guitarra y batería, y lo que, en principio, me daba miedo, la verdad es que acabó siendo un show de lo más entretenido. Parte de la culpa la tuvo el buen sonido que tuvo la banda: ese sonido tan sencillo de tres elementos (no sé si había algo más por detrás) da como resultado que sea fácil sonorizar y que “suene”. Respecto a la evoluciones musicales del binomio en directo, ellos lo tienen claro: cera, cera y más cera de Incubus y su incansable blast beat de batería, sumándose a la ceremonia unas guitarras con bastante melodía, todo ello arropando a la voz rasgada y fantasmagórica de Dagon.

Con breves interludios instrumentales, los de Cali (Colombia) fueron despachando temas tras la intro “The Force Before Darkness” como “From Chaos They Came”, Vortex From the Celestial Flying Throne of Storms” y el último tema, “A Magnificent Crypt of Stars” de su última obra “Bloodshed Across the Empyrean Altar Beyond the Celestial Zenith”. Curiosamente tuvo más representación su anterior trabajo “Ominous Doctrines of the Perpetual Mystical Macrocosm”, del que interpretaron cuatro cortes, quedando representados muy limitadamente anteriores lanzamientos de los colombianos. Tan sólo “Dark Mutilation Rites”, “Ancient Monumental War Hymn” e “Infinite Interstellar Genocide”, cada uno muesca diferente de otros LP’s que forman parte de la trayectoria de INQUISITION.

Muy buena y cruda descarga de una formación minimalista que funciona asombrosamente bien. Todo un descubrimiento.

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SEPTICFLESH:

Para terminar, a eso de las nueve y media, y tras una intro ambiental de varios minutos, llegaban SEPTICFLESH… los que, en teoría, deberían haber sido plato fuerte de la noche en una sala Caracol prácticamente llena para apreciar las evoluciones de los griegos. Cámara en mano espero para poder sacar unas buenas instantáneas, y busco a los protagonistas de la noche entre el humo, esperando a que bajara… ya que creí que era un recurso tan sólo para comenzar. Empiezan con “Portrait of a Headless Man”, la primera representación de su última obra de arte “Codex Omega” sobre un escenario sin un sólo detalle, excepto un telón invisible. No se les ve entre la cortina de humo. Continúan con un sonido inmaculado y poderoso con “The Vampire From Nazareth”, todo un clásico ya, para seguir con “Martyr”.

Ya para el tercer tema me doy cuenta horrorizado que el humo, lejos de bajar, sube su intensidad alimentado con dos cañones en frente del escenario que pierden su efecto, fundidos sus chorros con la bruma existente. Con “Prototype” y “Pyramid God” mejora algo la visibilidad y consigo sacar las tomas que adornan esta crónica. Mi cabreo ante la dificultad de realizar mi trabajo es muy distinto a la comunión sonora que los griegos están teniendo con su público. Su Death Metal sinfónico suena a la perfección en la sala y la gente está respondiendo con gritos y loas al brumoso espectáculo.

Conscientes de la buena baza que es Madrid, la actitud de SEPTICFLESH en el escenario fue muy activa y comunicativa, en especial la del líder, bajista y cantante, Spiros Antoniou, que animaba a la gente a que sintieran los temas, los coros, la orquesta; en definitiva todo lo que hace único al estilo de los griegos, algo que ocurrió especialmente durante la descarga de “Enemy of Truth”.

El público hizo caso (tampoco había que convencerlos mucho) y siguieron disfrutando de momentos brutales como “Communion”, “Prometheus”, “Dante’s Inferno”, cerrando con “Anubis” y “Dark Art”. Once temas para un concierto intenso que, por calidad, se hizo corto porque fue corto. En resumen, el cartel funcionó muy bien en una Caracol generosa con el sonido y vergonzosa con las luces.. No sé si algún día cambiará. ¿Tanto cuesta meter cinco focos de ambiente blanco que rellene en el escenario para poder ver las evoluciones de los grupos que allí tocan? Debe ser que sí. Respecto a la performance de los grupos: sobresalientes los tres en sonido, pero muy parcos en atrezzo. El escenario sin duda se quedó frío.

Yo esperaba más a nivel de espectáculo global, sobre todo de SEPTICFLESH porque, como digo, con muy poco y por bastante poco se pueden hacer cosas resultonas que redondean un show que musicalmente es perfecto. A ver si para la próxima vez… 

Texto y fotos: Javier Paredes (javier@redhardnheavy.com)

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