MADRID IS THE DARK FEST IV: Sala Changó (Viernes 9 de diciembre de 2016)…

Ya podemos ofrecernos la crónica del fantástico Madrid is the Dark Fest, que en su cuarta edición fue todo un éxito llenando la sala Changó dos días completos. Doom, black, tendencias extremas, música oscura, mucha calidad y una gran variedad de bandas sobre el escenario que hicieron las delicias de las 600 personas que cada día llenaron el recinto.

Nuestros compañeros Seves y Rocío nos lo cuentan de maravilla y también nos lo muestran con esplendidas fotos, por supuesto… Os ofrecemos la primera parte aquí y la del sábado en el siguiente post…

Siempre que comienzo a escribir un texto me cuesta mucho decidir cómo comenzar pero esta vez ha sido fácil: Gracias… Hay que ser agradecido cuando hay gente que es capaz de moverse por amor a la música y jugársela con un festival de doom y “oscuridad”. Y es de agradecer también que el público respondiese llenando la sala los dos días.

Hora de comenzar con la crónica pero antes quiero hacer otro inciso: buena elección de sala, que los grupos sonaron bastante bien y algo tiene que ver la acústica del lugar. Vamos ya con lo que dio de sí la primera de la jornada, con buena entrada desde el principio y muy ambiente en todo momento:

HELEVORN:

Es difícil empezar un festival tan temprano cuando la mitad del público aun se encuentran en sus puestos de trabajo o están de camino,  pero aún así HELEVORN lo hicieron de lujo. Josep, el vocalista, supo ganarse al público con sus bromas y saludando a gente que había hecho muchos kilómetros para estar en el evento, pidiendo unos buenos cuernos en el último tema para animar al público

No se si era sugestión por venír del mismos sitio pero en ciertos pasajes me recordaron a los míticos GOLGOTHA de Palma de Mallorca. Dicho esto, sinceramente se me hizo corta su actuación, que su doom con toques góticos es muy agradable de escuchar en directo y pusieron el listón alto para los siguientes grupos.

PHLEBOTOMIZED:

Uno de los conciertos a priori más interesantes del día pues suponía la vuelta de los holandeses que llevaban unos años parados… Llamaba la atención el vocalista Ben de Graaff, tan joven para una banda que lleva danzando desde el 91, aunque su juventud poco tiene que ver con sus tablas pues se defendió bastante bien en todo momento.

Fueron lo más brutal del día, el sonido era aceptable y el público estaba bastante animado. Cierto que era pronto y que no había entrado todo el mundo aún, con lo que no conectaron tanto como otros grupos posteriores pero eso fue lo de menos con la violencia que tocaban. Buen concierto y uno de los bolos cuanto menos más sorprendentes del día.

40 WATT SUN:

Después de mucha caña llegó el bajón, pero no porque bajara la calidad musical, que en mi opinión la mejoraba (gustos de cada uno aparte, claro), sino por el cambio radical de estilo pues pasamos de lo más brutal a lo más tranquilo dentro del doom… tirando al rock atmosférico incluso. Tan «tranquilos» que el bajista, Willliam Spong, parecía que estuviese en un funeral, jeje.

La gente sabía a lo que venía y aceptó el cambio radical de estilos pero estuvimos tan relajados que poco faltó para quedarme dormido de pie… No estoy exagerando, que la hora, el calor de la sala y la digestión no ayudaban a mantener los ojos abiertos. De cualquier manera Patrick, guitarra y cantante, lo bordó dejando un buen sabor de boca especialmente a quien sabe apreciar esos temas tan atmosféricos. Así pudieron quitarse la espinita de cuando se cayeron del cartel del Madrid is the Dark en la última edición…

EREB ALTOR:

Nuevo cambio de estilo musical, y en este caso además de un extremo a otro, nunca mejor dicho, dentro de las tendencias oscuras que nos ocupan… Puesto que el sábado volvían a actuar, aprovecharon el viernes para dar un homenaje a la obra de Quorthon tocando temas de BATHORY. Aún no se si se lo pasó mejor el público o ellos, que no estuvieron quietos en ningún momento. Supieron utilizar el juego de luces de la sala, muy interesante y completo, para dar más agresividad a su puesta en escena.

Mats tiró de carisma y no paró en ningún momento mientras Mikael y Ragnar iban de un sitio a otro poniendo poses épicas mientras tocaban… Y el sábado volvían ya con repertorio propio, pero eso os lo cuenta Rocío más adelante… En este caso, caña, repertorio clásico de BATHORY y vikingos rudos tocando esas canciones tan crudas, «sucias» y rotundas que sentaron las bases del estilo hace tantos años.

SHAPE OF DESPAIR:

Y llegamos a una banda que muchos de los presentes estaban esperando: Doom metal en estado puro, luces tenebrosas, los oyentes ensimismados pendientes de la actuación y otra vez cambio radical de sensaciones. La pesadez y la melancolía inundó la sala Changó dejándonos atrapados en su guitarras pesadas y las voces de Henry y Natalie. Los fans no salieron decepcionados aunque la interacción con el público fuese mínima, lógico por otra parte tocando un funeral doom tan triste.

Oscuridad, pesadez, mucho humo, túnicas y sonoridades pesadas, lánguidas y duras. Que llevábamos una tarde de cambio de estilos, imágenes en la retina, sonido en los oídos y sensaciones en los cuerpos, y un poco de doom poderoso abría el camino de camino perfecto para dar paso a los cabeza de cartel del viernes.

SAMAEL:

Me cuesta hablar de SAMAEL sin partidismo, ya era la sexta vez que los veía y nunca me han decepcionado, menos encima en este concierto, que fue un poco más especial por tocarse “Ceremony of opposites” al completo. Ya la gente no se extraña cuando ve a Xy con los teclados y esa media batería tirando de samples para las bases rítmicas. Makro sigue tan loco como siempre y desde hace dos años va con media cara negra y media blanca dando más espectacularidad a su actuación.

Fue un placer personal poder disfrutar del “Ceremony” al completo, mientras Vorph se mantuvo en su línea de buen frontman, no parando ni un segundo y ganándose al público hablando en un buen castellano. En definitiva, fue un un viernes genial de doom metal en cada una de sus vertientes y nos marchábamos cansados pero satisfechos a la espera del gran sábado que nos venía encima.

Texto y fotos: Juan Antonio Seves

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