Después de “El grito del silencio”, GUADAÑA dan un paso adelante y se atreven a componer un álbum conceptual muy atractivo de título “Deryaz”, nombre de la metrópolis futurista donde Thays, la protagonista de la historia que cuenta la banda, busca su destino. La portada del disco es muy  ilustrativa: Thays aparece en el centro, en cuclillas, atrapada en una ciudad opresiva bajo la vigilancia de un gran hermano siniestro de reminiscencias orwellianas, flanqueado por banderas con símbolos fascistas. Las aventuras y desventuras de la joven son narradas a través de once canciones en las que el nudo, desarrollo y desenlace se pueden resumir en las tres partes en las que se divide la canción que da nombre a este trabajo: Deryaz I, partida, Deryaz II, adrenalina y Deryaz III, regreso. De hecho son los temas 1, 6 y 11 del álbum que con muy buen criterio se han recogido también en un maxi-CD para poder escucharlas de un tirón.

No quiero profundizar demasiado en las letras de las canciones para no desvelar la trama de la historia por lo que intentare ser muy preciso. El trabajo se abre sonando a metal industrial con el tema “Partida”, cuando Thays decide buscar su futuro en otro lugar, y es una canción que contiene samples muy contundentes para describir el paisaje futurista en el que nos sumergimos. Gloria Romero, siempre protagonista a la voz y que interpreta a la heroína de esta historia, continua teniendo una seguridad y profundidad perfectas para narrar el descenso a los infiernos de Thays, un cuento de perdición y resurrección en una ciudad donde se junta lo mejor y lo peor del ser humano. Una metáfora de la sociedad actual donde la corrupción se presenta de muchas formas diferentes. Los duelos vocales siguen siendo habituales con la voz del narrador, la voz de Salva Sánchez, que tiene más variedad de tonos en este disco, incluso pasajes guturales sorprendentes. El segundo tema “La suerte” trata el viaje y la llegada a Deryaz, Gloria esta el mando en la voz pero la música es la llave para evocar los sentimientos de la protagonista. Algo muy palpable en el solo de batería del tema “La razón”, donde Pablo Casas luce todas sus buenas artes. A reivindicar su trabajo como el del resto de la banda.

“Yo soy la ley”, uno de los temas más directos y contundentes del álbum, con ese estribillo tan pegadizo, nos presenta a otro de los protagonistas principales de Deryaz que será el desencadenante de las desventuras de Thays, y puede que sea también la canción que nos recuerde sonidos más clásicos dentro de un trabajo comprometido con la modernidad. Mención especial para el trabajo en las guitarras de Jacob García,  por ejemplo en el tema “Adrenalina” con un solo muy marcado y vertiginoso. A partir de aquí entramos en el tercer acto con canciones llenas de sentimiento. “Algo por lo que luchar” suena épica, es el momento en que Thays tiene que tomar una determinación, y un tema que suena igual de bien en acústico como en eléctrico es “Como hermanos” que nos marca la despedida de la ciudad con un ambiente casi festivo y fraternal, para terminar con el aire crepuscular de “Regreso”, canción que pone punto final a una aventura musical cuya encarnación en directo puede ser espectacular. Estamos deseando verlo porque la escucha  merece la pena.