Crítica de “Nocturnes of Hellfire & Damnation”, lo nuevo de VIRGIN STEELE
VIRGIN STEELE: “Nocturnes of Hellfire & Damnation” (SPV/STEAMHAMMER)…
David De Feis nos ha hecho esperar seis largos años para componer un nuevo trabajo, aunque el resultado no nos ha convencido demasiado, y eso que el CD empieza fuerte y guerrero, como nos gusta con “Lucifer’s Hammer”.
La atmósfera barbárico-romántica marca de la casa está ahí, y es suficientemente épica como para no decepcionar a ningún fan de la banda. El problema es que la fuerza se queda en la composición, porque a nivel de producción una batería secuenciada a partir de una caja de ritmos revienta gran parte de la atmósfera. Si VIRGIN STEELE quieren mantener la fantasía (nada épica) de que tras los parches estaba Frank Gilchriest (que obviamente sí toca en los directos… cuando acude, ejem), adelante con ello, pero no deja de ser una rueda de molino para quien quiera comulgar con ella. No es la primera vez que acuden a artificios de este tipo en la grabación, pero sí es la primera en la que queda tan mal.
Lo que he hecho puede que sea una crueldad, pero inmediatamente después de escuchar “Nocturnes of Hellfire & Damnation” he pinchado “Guardians of the Flame” en LP y, a pesar de las limitaciones técnicas de los ochenta y de los más de 30 años que separan a uno del otro, el “Guardians” suena muchísimo mejor, y eso que está muy lejos de ser uno de los trabajos mejor producidos de VIRGIN STEELE. El otro problema que salta a la vista en los primeros minutos del CD es que la voz de De Feis no pasa por el mejor momento. Todavía mantiene un rango vocal más que razonable pero no debería de haberse empeñado en alcanzar notas tan altas, pues ya no es aquel chaval que rompía cristales en temas como “Burn the Sun”. En directo, y con la entrega que suele poner, si no llega a los registros más agudos, se le perdona y punto, pero en estudio es un suicidio en toda regla, y además innecesario.
Aunque estos dos puntos en cuanto a la producción y la voz son lastres importantes, los primeros compases del CD son disfrutables si nos acercamos a ellos con una cierta predisposición de fan y condescendencia para con las carencias. Con ese enfoque “Queen of the Dead” queda como un buen tema, con ese embrujo que la guitarra de Pursino (el eterno compinche del jefe David) da a este tipo de medios tiempos. De repente, el interludio “To Darkness Eternal” es la primera gran decepción del disco. Sólo dura un minuto, pero VIRGIN STEELE siempre han sido maestros en este tipo de canciones breves y muchos discos anteriores tienen un plus en temas así de cortos. Me vienen a la mente las magníficas “Hymn to the Gods of the Night” en la segunda parte de “The House of Atreus” o el clásico “Image of Faun at Twilight” de “Noble Savage”. Estas pequeñas piezas siempre han sido de los fragmentos más evocadores en los trabajos de VIRGIN STEELE y, leyendo entrevistas a De Feis hay que reconocer que tenía mucho talento para reflejar imágenes e imaginaciones en música y compartirlas con el oyente… todo eso es de lo que carece “To Darkness Eternal”.
El siguiente corte es una de las sorpresas del CD, y es que es una versión de VIRGIN STEELE de un tema del propio De Feis. Vamos a explicar esto: David y también Edward Pursino hicieron de productores, sesionistas y lo que hiciera falta para el sello Cobra. Así, participaron por poner un ejemplo en discos del provocador PILEDRIVER. No es la primera vez que VIRGIN STEELE rescatan algún tema de esas época, ya lo hicieron con “Conjuration of the Watcher” de ORIGINAL SIN para su recopilación “The Book of Burning” por ejemplo. En esta ocasión la canción rescatada es “Black Mass” de EXORCIST. Con un pequeño cambio en el título (ahora se llama “Black Sun- Black Mass”) reaparece en “Nocturnes of Hellfire & Damnation” sin el rollo Thrasher oscuro de la original y con los aires épicos correspondientes. ¿Mejor o peor? Bueno, sencillamente es demasiado diferente para establecer comparaciones con criterios objetivos. Según se inclinen los gustos del oyente más hacia la vertiente más cañera del Heavy, o al rollo épico de VIRGIN STEELE se preferirá una u otra. Sobre lo que no tiene cabida debate alguno es en lo relativo a que nos encontramos ante la mejor canción del disco, o al menos una de ellas… aunque date de hace muchos años, al menos en su concepción original.
En lo que cualquier persona que escuche este “Nocturnes of Hellfire & Damnation” va a estar de acuerdo es en que a partir de aquí, éste va cuesta abajo y sin frenos. “Persephone” por ejemplo dura siete minutos, pero tiene ideas para tres o cuatro, y no lo salvan ni los agudos del crescendo final que ligeramente recuerdan al De Feis que sí nos gusta. En la hoja promocional que acompaña al lanzamiento De Feis hace hincapié en que este disco podría ser la continuación de “Noble Savage”. Vamos a darle crédito a una pequeña parte de esa aseveración, pues es cierto que los temas no están tan cohesionados como en las óperas metálicas que el grupo editaría a finales de los noventa, pero si hablamos de calidad hay que tirar de las orejas a De Feis. Éste es uno de esos lanzamientos que pueden enterrar a un grupo, al menos diciendo comparaciones imposibles a estas alturas, y más en el punto en el que VIRGIN STEELE se encontraba en el 85 intentando darse a conocer a un público como el europeo, desembarcando aquí junto con METALLICA, MANOWAR o ANTHRAX… “Age of Consent” fue un disco maldito, difícil de conseguir en su día y muchas cosas más, pero sí podía mirar de tú a tú en cuanto a calidad a cualquier lanzamiento de la época (a día de hoy sigue siendo mi preferido de la banda), pero “Nocturnes of Hellfire & Damnation” no puede resistir la comparación.
Volvamos a la actualidad para comentar que muchos trabajos de VIRGIN STEELE, sobre todo de la segunda época tras “Life Among the Ruins”, tienen algún tema lento, envolvente y sinuoso. La calidad de las canciones de este tipo hizo que en su día, y con un disco de VIRGIN STEELE recién comprado en la mano los minutajes de los temas reflejados en las contraportadas no te asustaran, más bien todo lo contrario. Hasta hace no tanto (bueno, veinte años, jeje), leías “Prometheus, The Fallen One”, casi ocho minutos; “Veni, Vedi, Vici” diez y pico… y sabías que te enfrentabas a un tema épico cargado de cambios, trabajado, con estribillos y ganchos tan brillantes que más que aburrirte ibas a flipar con cómo estaba construida la canción. De hecho, este tipo de cortes te llegaban incluso siendo más fan de los temas más sencillos y directos de la primerísima época. Por el contrario, ahora, los cinco minutos de “Devilhead” se hacen una tortura por la falta de inspiración, así que de los ocho de “Demolition Queen” ni hablamos. De verdad, me gustaría sacarle algo positivo, pero es imposible. Ni siquiera las letras son especialmente inspiradas. Un ejemplo: “You’re my demolition Queen, like a raven fire in Halloween” ¿De verdad esto ha salido de la misma mente que en un mismo disco podía pasar de escribir algo tan desenfadado como “Chains of Fire”, tan emotivo como “Lion in Winter” o épico como “The Burning of Rome (The Cry of Pompeii)” sin perder un ápice de calidad? ¡Qué decepción! Me duele decirlo, pero con cosas como éstas, a medida que avanzas las pistas te va invadiendo una sensación de casi tomadura de pelo bastante incómoda.
En el plano musical, “The Plague and the Fire” es otro tema con un riff y un tempo de Blues convenientemente metalizado también marca de la casa. No es un nuevo “Serpent’s Kiss” ni de lejos, pero al menos cumple y no te hace sentir una fuerza irresistible invitándote a pulsar el botón de avanzar pista del reproductor. La comparación con “Serpent’s Kiss”, por cierto, es intencionada al 100% y no sólo por ser el mismo tipo de canción, sino porque “El beso de la serpiente” vio la luz como pista adicional en la reedición de “Age of Consent”. Mejor eso que nada para un temazo de ese calibre, sin embargo ahora tenemos canciones muy inferiores en posiciones mucho más prominentes. En concreto “The Plague and the Fire” abre una de las caras de la edición en LP de este disco, el lugar tradicionalmente reservado a los potenciales singles de un disco, para los que no estéis muy familiarizados con el mundo del vinilo ¿Es o no es injusto?
Ya que estamos con comparaciones, vamos a hacer otra: han pasado 6 años desde del ya mediocre “Black Light Bacchanalia” hasta este último trabajo que estamos reseñando aquí. Es más o menos el mismo tiempo que llevó a De Feis sacar los dos “Marriages”, “Invictus” y los dos “Atreus”… El que dijo que las comparaciones son odiosas tenía muchísima razón, y más si la banda sonora de éstas es otro tema largo y denso como “We Dissapear” que no hace más que incidir en la idea de que VIRGIN STEELE compositivamente están en un momento bajo. “A Damned Apparition” es una intro prácticamente hablada (y prescindible) a “Glamour”. No va a pasar a la historia, pero por fin De Feis hace uso de manera acertada del rango vocal que le queda y, estoy seguro de que con una batería algo más natural “Glamour” podría haber quedado francamente bien. Ahora sí que vuelvo a oír a VIRGIN STEELE, los de las canciones evocadoras…
Y voy a ir un paso más allá, porque “Glamour” tiene ecos de un periodo del grupo muy concreto: el anterior a que la temática homérica invadiera sus textos y todavía escribían canciones de ligar de cuando en cuando, como “Don’t Close Your Eyes”… hasta los coros graves en plan cuasi gótico quedan bien en “Glamour” que me hace pensar en que si todo el disco fuera en esta línea podríamos estar disfrutando de un trabajo más que competente… Pero justo cuando parece que el disco va a remontar, al menos hasta al nivel de los primeros temas, la tripleta conformada por “Delirium”, “Hymns to Damnation” y “Fallen Angels” devuelve “Nocturnes of Hellfire & Damnation” a la mayor de las mediocridades. Tres plomos largos y faltos de inspiración que ponen el último clavo al ataúd donde descansa la creatividad de David de Feis y a los que no puedo dedicar más calificativos que absurdamente alargados, faltos de inspiración e innecesarios del todo.
El nuevo trabajo de VIRGIN STEELE me deja muy confuso. Como seguidor me gustaría inclinarme a pensar que todos esos temas extensos encierran algo que quizá pueda descubrir con las escuchas y llegar a disfrutar, pero la verdadera sensación que me deja “Nocturnes of Hellfire & Damnation” es que tiene muy poco esfuerzo detrás. En el CD un puñado de buenos temas se encuentra enterrado por un número mayor de canciones insulsas a las que se ha dado la forma justa para que no parezcan meros bocetos. Hay ocasiones en las que las bandas, aun poniendo toda la carne en el asador, no cumplen con las expectativas de los fans, pero no parece que De Feis haya puesto mucho de su parte en esta ocasión, aunque si al final el nuevo trabajo sirve para sacar al grupo de gira de nuevo, igual hasta lo damos por bien empleado.
Decir que esta reseña corresponde a la edición normal en digipack, que contiene los mismos temas que el LP, con las distintas portadas que aparecen como imágenes acompañando la crítica. Existe una tercera versión con un disco adicional con versiones y temas inéditos qué, quién sabe, quizá superen al disco que acompañan… a poco que no se trate de interpretaciones acústicas como las que acompañaban a las reediciones de los “Marriages” e “Invictus” que reseñe hace un tiempo aquí, es una apuesta bastante segura.
Texto: Pablo Mayoral (pablo@redhardnheavy.com)
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