BÜRDEL KING: Madrid 6 de Febrero 2015, sala Caracol

Una noche me apetecía, vete tú a saber por qué, estar entre la muchachada. Entre ellos me colé a su fiesta de burdel con ganas de que me escandalizaran un rato. Pero antes de adentrarnos en el mundo de luces rojas, empezaron a calentar el ambiente unos tíos que sólo querían que les llamaran hijoputas, la FIEBRE es lo que tiene. En ese delirio nos contagiaron su calor con canciones sexys y gamberras… lo mejor para la fiebre siempre ha sido la cama y sudar durante mil y una noches.

Salió después el puto amo. Un hombre a una polla pegado. Un malote. Voz no tenía, pero qué presencia… ¡qué porte!  No entendía que dijeran que era el cantante peor vestido en las listas de las revistas… si la ropa es preciosa. Quizá si eligiera su talla de mallas todas esas críticas cambiarían, pero yo le entiendo, que soy la primera que lucho por meterme en unos pantalones más pequeños. Bueno, nos contó de todo, que estaba malito de la voz, que se había divorciado, que se hacía pajas buscando WIFI por la habitación del hotel. Tonto no es, porque otros van al psicólogo a pagar para que le escuchen y él cobra.

También nos contó unos chistes muy buenos lo que pasa es que nos reíamos para dentro. Muy modernos los chistes, de esa misma mañana eran. Luego medio entendí que explicó que eran muy machistas… la verdad es que no lo sé, tenía toda mi energía en usar mi coñito con un pringado que allí me encontré para quedarme con su casa y con su coche. Pero vaya, que también tocaron. De hecho los músicos son muy buenos, y las letras muy alegres. De tocarse las ingles y las pieles, de vecinos diabólicos, de ganas de molestar y que no se nos haga tarde para vivir. Fiesta y diversión. De follar libres como el viento vaya.

Hay una, sólo una, que es un poco inocente, porque animan a las mujeres a engañar a sus novios y maridos. Yo creo que no se ha enterado todavía que como una mujer quiera engañar lo va a hacer sin que se lo tengan que decir. Que lo mismo se sorprende y al que enseñan y al que ponen las alitas son las mujeres a él. Lo descubriría si no se fijara tanto en menores como dijo… ¡ay, pillín! (Pero lo mejor son los novios en la sala que aplauden. Lo dicho… el puto amo.)

El sentido del humor no se vio alterado cuando desde el público, y no sé a cuento de qué, pidieron un solo de batería. Sólo le hizo un chiste de nada y si se puso delante de él en el solo fue porque no tenía en ese momento otro sitio en el que ponerse. También salieron muchos músicos invitados. Uno que se limpiaban los mocos con el pañuelo del micro del guitarrista y otro que tiraba púas de otras bandas. A las voces fueron acompañados también por Carlos Escobedo (SÔBER) y esa bestia parda que es Leo Jiménez (LEO). Y como era una fiesta sucia, sexual, de puro burdel, pues no podía faltar, claro está, cantar el cumpleaños feliz.

Interesante si quieres pura diversión y vas más caliente que el pico una plancha.

Imprescindible si estás harto de ladrones con corbata y de los abusos y represión de la Iglesia y puedes escapar de ello poniéndote una buena boa rosa, rimmel y ganas de reír, amar y rozarte.

Por un sexo libre y rock sucio con cojones… aunque los tenga que poner en dos canciones la corista femenina. Por el sentido del humor de todos y todas.

Recomendable  si quieres que tus noches huelan a rock and roll. Cuando una V con los dedos en la boca y sacando la lengua es más que nunca símbolo de victoria.

Texto y fotos: Elena Sánchez

Gracias a Javier Paredes por el cable con el retoque fotográfico.