BARÓN ROJO vs OBÚS, ¿nos «peleamos»?

Después de debatir sobre RHAPSODY o STEEL PANTHER, Esquitino y Mayoral abordan uno de los debates eternos del Heavy español: ¿OBÚS o BARÓN ROJO?… Y hablamos a nivel genérico, aunque lógicamente algo de «ahora» se nos tiene que colar en la discusión. ¿Quién gana la «pelea»?

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En primer lugar aclarar que me gustan los dos. OBÚS y BARÓN son importantísimos, claro que sí, pero en mi caso (Pablo) me decanto por OBÚS. ¿Por qué? Por varias razones, comenzando por su sonido. BARÓN en sus inicios tenía una poderosa influencia NWOBHM, y OBÚS también, pero menos… Eso redundó en que su sonido en los primeros tiempos es más propio y personal que el de los Barones. OBÚS suenan mucho más de aquí, más propios y «originales» y menos británicos, siendo mucho más representativos del sonido del Heavy Rock de nuestro país. Todo ello combinando el Heavy Metal con raíces más rockeras, en vez de emular el estilo de los primeros ochenta de las islas. OBÚS en los albores del Heavy fueron mucho más originales, y fueron pioneros.

Obús clásico

El Heavy Metal me lleva a otro argumento y es que OBÚS son mucho más, “jebis” (sí, con J y B), y sus textos son pura calle. Aquí no hay sitio para Geishas, Flores de Loto, Samurais… aquí es tiempo de perderse en la ciudad y de hacerlo en tu moto. Anticipándome al hecho de que los textos maravillosos son uno de los puntos fuertes de BARÓN, matizaré que eso es a veces: pues también son compositores de “Colapso en la M-30” o “Kamikaze”, sólo por citar dos letras que no son las que más me llenarían de orgullo si fueran mías, por decirlo así suavemente. Aunque OBÚS también han tenido las suyas, está claro, que el que esté libre de pecado tire la primera piedra.

¿Más puntos fuertes de OBÚS? ¡Claro que sí!: la solidez de su carrera y en eso no hay discusión posible. Tienen discos muy brillantes, y otros más flojos, pero todos se pueden volver a visitar una y otra vez. Punto extra por haber sacado uno de los mejores discos del S.XXI en nuestro país como es “Desde el fondo del abismo”, actualizando sonido pero sin perder raíces ¿Qué hacía mientras BARÓN? “Perversiones”, “Tommy Barón”, rescatar “El hombre de las cavernas”… además de discos menores y directos. Poco más que añadir en este apartado, señoría.

Y hablando de directos, es una pena que OBÚS haya perdido miembros clave a lo largo de los años, sin embargo siempre se las han arreglado para fichar recambios de nivel y el desempeño en directo, salvo ocasiones muy puntuales, es como mínimo siempre de notable. Además, recuperando terreno desde la reunión hasta conseguir aforos más que reseñables escalón a escalón. Honestidad y lucha desde las trincheras del Heavy Metal siempre, y además sacando a éste del gueto para llevarlo a la TV, quedando muy bien Fortu en programas de faranduleo que a priori no eran el mejor escenario, sino más bien un medio hostil.

Cállate

Por todas estas razones, como fan tengo claro que OBÚS vuelan mucho más alto que BARÓN ROJO… ¿Esqui, me lo rebates o estás de acuerdo?

Texto: Pablo Mayoral

Y al que no le guste OBÚS, pues eso… vídeo al canto:



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Buenas argumentaciones, amigo Pablo, y postura más que válida que comparto en el sentido del respeto máximo y la valoración de primera hacia la carrera, trayectoria, evolución, persistencia… y actualidad de OBÚS. De hecho, si este artículo se basará en la efectividad de los disparos actuales de ambos grupos, OBÚS ganaría por goleada… Pero si repasamos trayectoria general, importancia, calidad, impacto y/o sencillamente hay que elegir uno de los dos grupos, para mí BARÓN quedará siempre por encima. ¡Y mi rollo es el rock!

Baron clásico

Cierto que OBÚS es mucho más heavy (argumento que cojo con pinzas y podría rebatir gustoso, pero sería meternos en una diatriba estilística que hoy no tiene sentido ni nos compete). Cierto es también que quizás ellos inventaron aquí una imagen y un lenguaje, estilo y forma de presentar el rock duro, pronto ya heavy metal, que aquí aún no se hacía. De hecho, estaba la «copia» de ANGELES DEL INFIERNO de JUDAS PRIEST, el punto duro y crudo de SANTA y la originalidad y macarrería propia de OBÚS.

Por contra, tenemos la elegancia de ASFALTO e incluso de PANZER, ya más duro y heavy, y el puntazo personal de ÑU, pero sobre todos ellos está la clase de BARÓN. Sencillamente no había ni hay rival, y nunca ha habido aquí un grupo mejor que BARÓN ROJO. De todos modos, para analizar la historia, evolución del estilo, diferenciar entre unas bandas y otras… y establecer plazos, caminos, importancia y desarrollo ya tenemos el maravilloso libro «Inoxidable» de nuestro compañero y amigo Fernando Galicia, que hace exactamente eso.

Mis argumentos son más sencillos, y «mundanos» si me permitís decirlo así: Vale que estalló (¡y de qué manera!) el OBÚS y que ellos eran los más chulos y duros del lugar, también seguramente los más divertidos encima del escenario, entonces y ahora (aunque ése sigue siendo otro tema). Pero la realidad es que BARÓN ROJO eran mejores en todo: música, letra, aptitud (la actitud se la sigo otorgando a OBÚS), nivel técnico e instrumental, las mejores composiciones… No hay color, amigo Mayoral, no hay color. Estamos hablando de diferenciar entre lo que nos puede gustar ir en un buen coche y disfrutar la experiencia mucho, y lo que es conducir un BMW o un Mercedes… otro nivel, sin más.

Con Ángel Arias y Martos

Volvemos otra vez a la maldita, pero imposible de evitar, comparación entre la etapa clásica (e incluso la intermedia, en la que vimos buenísimos conciertos y hemos disfrutado de muy buenas formaciones de BARÓN, sobre todo con Ángel Arias y José Martos como acompañantes) y la actual. Día y la noche, dos mundos distintos y una realidad dolorosa. Pero a nivel global los discos clásicos de BARÓN ROJO son insuperables, y sus canciones las mejores que se han hecho y se harán nunca en este país. Eran los mejores tocando, componiendo, interpretando, escribiendo y transmitiendo.

De influencia británica, ok, con PURPLE, RAINBOW, ZEPPELIN y demás como influencias, además de AC/DC y similares, y con mucha más relación de la que pensamos quizás con MSG, IRON MAIDEN, los primeros WHITESNAKE y demás. Tenían al mejor cantante, Sherpa, al mejor guitarrista, Armando, a la mejor letrista, Carolina, y a una base rítmica estratosférica (metiendo aquí a Carlos de Castro en la ecuación… y a su vez sacándole totalmente de las cuentas en la actualidad). Y sobre todo, lo más importante, las mejores canciones, no hay más secreto.

«Larga vida al rock», «Volúmen brutal», «Metalmorfosis», «En un lugar de la marcha»… y yo meto aquí también a «Tierra de nadie», son los mejores discos que se han hecho en este país. Y después de esto, hay buenos trabajos aún hoy muy infravalorados como «Obstinato», «Desafío» o «Arma secreta» (los dos últimos ya sin la formación clásica). Absurda la comparación de canciones, que las de OBÚS molan, mucho, y nos encantan (a mí el primero), pero las de BARÓN son otro nivel, otra división. Es como comparar entre Michael Jordan y todos los demás. Que sí, hay y ha habido buenísimos jugadores pero nadie discute quién ha sido el mejor en lo suyo y al que la historia recordará como el primero en su categoría y disciplina artística.

Baron clásico

Ahora entraría la maldita rabia de pensar una y otra vez los porqués y los cómos de la caída en desgracia de la banda, de que nunca fueran capaces de aparcar sus diferencias, de la mala suerte en momentos puntuales, de que siempre fueran dos partes tan distintas en el grupo, de las 4 personalidades tan particulares que sólo funcionaban juntas haciendo música, y de que siempre hayan sido tan especiales… en las ambas acepciones del término. Y hasta cabrea que no sea posible cerrar su carrera dignamente y quedando tan arriba como su nombre e historia merece… pero tristemente me remito a la frase que ya he usado antes: ése es otro debate.

Está claro que nunca quiero volver a sufrir conciertos tan horrendos como el de Rock Fest en Barcelona en 2017, o en San Sebastián de los Reyes en 2015, o incluso verles por debajo de todos los demás en Rocktiembre, en la que debió haber sido una gran noche de reivindicación pero no lo fue más que para otros (sobrevolando además la sospecha de veto a SHERPA y a OBÚS en esa festival, algo que seguramente nunca sepamos si ocurrió realmente pero… sospechas quedan, remitiéndonos a los hechos). Pero por otro lado es pensar en los conciertos de reunión, especialmente los dos de La Riviera en Madrid, y disipar todas las dudas en un segundo. Que se podrían volver a repetir pero… no hay más que ver «Barón Rojo: la película» para saber que no ocurrirá más.

Reunión ¿fallida?

La cabezonería de los 4, y la tozudez extra de Carlos de Castro de no permitir un cantante con la formación actual y el que la banda siga así adelante con nuevos discos, ensucia inevitablemente la defensa que se podría hacer de esta posiblemente última etapa del grupo más grande de nuestra historia. E insisto, en los últimos 10 años la carrera de OBÚS es mucho más digna y reseñable (temas mediáticos y sobrexposición de Fortu aparte pero, como ya hemos dicho, esto es otro debate pues musicalmente no se les puede hacer ni un reproche), y en la pelea actual ganarían los de Entrevías por KO absoluto.

Eso sí, chicos/as del heavy/rock, históricamente no ha habido ni habrá una banda mejor en este país que BARÓN ROJO. ¡He dicho!

Texto: David Esquitino

Y por ello siempre estarán allí (cantando mayormente Sherpa a ser posible):

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