Ya podemos leer esta breve crónica / artículo conjunta y «resumida» de los dos primeros conciertos de ARMANDO ROCK presentando el gran Armando de Castro (BARÓN ROJO) su disco en solitario Madrid: primero en la sala El Sol y después en el Barracudas hace algunas semanas. 

Tras una breve pero gloriosa etapa con RISING (tributo a RAINBOW) Armando de Castro vuelve por sus fueros con la publicación de su primer elepé en solitario, en un proyecto paralelo a BARÓN ROJO, que ha bautizado como ARMANDO ROCK, un cuarteto (con plena paridad femenina) que promete grandes satisfacciones a la concurrencia… 

Arropado por la felina Vanesa Gallego a la voz, más la joven bajista Carolina Blanco, (para que luego no digan los idiotas de siempre que el rocanrol es machista), más el curtido batería Juan Pedro Lorite en la percusión, Armando de Castro da un paso al frente y se presenta a pecho descubierto como el gran hacha que siempre fue. Sin lugar a dudas, uno de los mejores guitarristas de nuestro país (sólo había que verle desmelenado, haciendo de Richie Blackmore en RISING para comprobarlo), no siempre suficientemente valorado por crítica y público, si bien a los sibaritas de las seis cuerdas nunca se nos pasó desapercibido el magisterio de este rapaz, especialmente cuando sonaban piezas del calibre de “Cuerdas de Acero” o “Siempre estás allí”, ¿qué os vamos a decir sobre esto?…

En estos meses que la banda madre, BARÓN ROJO, se toma un pequeño y merecido descanso (a la espera de su gira norteamericana en mayo) Armando de Castro se lanza a tumba abierta por los garitos con su nuevo proyecto ARMANDO ROCK. En la capital, rompeolas de todas tendencias, nuestros protagonistas ya han protagonizado tres recitales, con desigual factura en emblemáticas salas como El Sol y Barracudas, y otros locales con especial encanto, como el BlackBird Rock Club de la Calle Huertas (antaño Café POPULART), uno de esos tugurios que, como los viejos rockeros, su hechizo nunca muere, por mucho que se transforme y modernice un poco su decoración e instalaciones. Todos los aficionados al jazz y al blues de nuestra ciudad saben de lo que hablo…

Alternando las coloristas canciones de su nuevo trabajo (unas rolas de inconfundible sabor roquero) con míticos clásicos del ROCK con mayúsculas, diamantes para la eternidad, de la talla de “Good Times, Bad Times”, “Ramble on” o “Whole Lotta Love” (LED ZEPPELIN), “War Pigs” (BLACK SABBATH), “Tush” y “La Grange” (ZZ TOP) o la sublime “Sunshine of your love” de CREAM, nuestros protagonistas suben un escalón intentando arañar los cielos, dejando el nivel en todo lo alto, para rematar con las legendarias y arrebatadoras perlas del BARÓN: “Hermano del Rock’n’Roll”, “Cuerdas de Acero”, “Con botas sucias” o “Resistiré”, canciones que resucitan al más pintado, si bien para esa fase del show, casi al final, el público ya está entusiasmado y enfervorecido, casi a mil, bailando y agitándose como posesos, al son de esta locura que tan enganchados nos tiene.

PURO ROCK por vena, en una dulce transfusión que fluye al ritmo de títulos como “Armando Rock”, “Escrito está”, “No hay color” o “Mi especialidad” que hacen justicia a su nombre y que ningún aficionado al género debería perderse. Dulce satisfacción garantizada, como prometían antaño WHITESNAKE… 

Texto y fotos: Fran Llorente

¿Vemos galería de fotos del concierto para rematar?

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Y para muestra un botón, como solemos decir, en este caso con uno de los temas interpretados en el concierto de la sala El Sol: