Crítica del nuevo trabajo de DGM

Sep 16, 2016 por Red Hard´n´Heavy en Discos

DGM: “THE PASSAGE” (Frontiers)…

No hay duda. DGM es el ejemplo claro de esfuerzo, supervivencia constante y de dar “ese pasito poco a poco” para ir ocupando un espacio relevante en este espacio superpoblado del metal en general y la escena progresiva en concreto.

Los italianos deberían estar mucho más arriba en el panorama musical, dada la calidad y frescura de sus últimos trabajos, y este “The Passage” huele al esfuerzo definitivo para cobrarse las mieles del reconocimiento de una formación que lleva estable desde su penúltimo lanzamiento, “Momentum”. Parece ser que estas idas y venidas de músicos han parado (ya no queda ninguno de los músicos que fundaron DGM), y esto ha posibilitado al combo conseguir una sonoridad realmente propia y un sello característico que detectas en cuanto escuchas una de sus composiciones. De hecho, si no ocurre nada raro, la “época Mark Basile”, el vocalista incorporado en 2008, está aquí para quedarse.

DGM saben moverse muy bien en el ámbito del metal/rock progresivo de corte accesible, técnico y con el alarde virtuoso justo para firmar plásticos muy adictivos y fáciles de escuchar dentro del estilo. Unido esto a una producción inmaculada y un sonido de esos donde se escucha todo como debiera de forma sobresaliente, hace que cada nuevo lanzamiento de los italianos sea un momento realmente esperado por el que escribe. Si te gustan las cosas bien hechas, en la carrera de DGM vas a encontrar múltiples ejemplos que definen cómo conseguirlo.

Tenía un servidor “mono” y curiosidad por escuchar a dónde irían DGM desde su brillante “Momentum” de 2013, una bestialidad de trabajo difícil de superar. Conscientes de ello, el guitarrista Simone Mularoni ha decidido tejer una tela de araña continuista y acertada de los fundamentos cristalizados en su anterior esfuerzo y “The Passage”, de forma positiva, es una continuación de la propuesta defendida hace tres años. Como decimos: técnica afilada al servicio de la canción, cortes muy accesibles y cañeros aún cuando algunos se van de minutaje, una voz impresionante y un savoir-faire marca de la casa que les otorga un sello propio y fresco, auspiciados por unas líneas de guitarra muy singulares y propias de Mularoni.

Comienza la aventura con unas notas de piano melancólico que rompe en una intro muy vital de guitarras afiladas y sintetizadores muy presentes que arropan la fantástica voz de Mark Basile. Más de quince minutos de composición se lleva este “The Secret”, partido en dos partes, donde queda plenamente establecido de qué va a ir y cómo se va a escuchar el nuevo trabajo de DGM. Y no olvidemos que esto es progresivo: hay ricos desarrollos instrumentales para dar y tomar, a la par que protagonismo en forma de solos del propio Simone Mularoni y el preciso teclista Emanuele Casali. “The Secret”, en las dos partes que conforma, hace gala de mostrar todas las caras de los italianos y se dan la mano a la par el metal progresivo más cañero con las partes más rockeras y tranquilas, casi rozando el A.O.R.

Y es que ésta es la esencia general the “The Passage”, un metal progresivo ultra-melódico que muerde sólo cuando tiene que morder. Muestra de ello son también “Animal”, “In Sorrow” “Daydreamer”, o la breve pieza a voz y piano “Disguise”, muy comerciales y preciosistas, pero con el toque exacto para que no te parezca extraño escucharlas en una radio.

Tampoco quiero que se confunda el público con la propuesta. DGM hacen gala de un eclecticismo que consiguen cuajar sin que nada desentone y, junto a los cortes más radiables, encontramos “trallazos” rápidos, potentes y a partes oscuros, que nos recuerdan sobre todo a bandas como SYMPHONY X. Prueba de ello son los rapidísimos, técnicos y fantásticos “Portrait” y“Dogma”, donde, precisamente, colabora el guitarrista de los SYMPHONY, Michael Romeo, uno de los padres indiscutibles del asunto progresivo. Atención en estas evoluciones del plástico, ya que DGM desatan su vía más imposible y técnica, dando muestra de que ser un musicazo no se pelea con hacer canciones directas. Impecable también el trabajo rítmico, preciso, exigente y complicado del batería Fabio Constantino y el bajista Andrea Arcangeli.

Colocan muy bien DGM en esta obra las dos caras de la moneda: la calma y la tormenta, en forma de composiciones, componiendo un collage variopinto de luces y sombras, de nubes, claros, soles y tormentas. “Ghost Of Insanity”, con la colaboración vocal de Tom Englund de EVERGREY, la cañera “Fallen”, con un doble bombo aplastante y unos riffs a medio tiempo aplastantes y la sólida “The Passage”, dejan claras muestras de que DGM tienen una cara densa y “menos amable” que, siempre dentro de la melodía, les abre camino hacia oyentes que quieran ciertos momentos con un extra de potencia y mala hostia, donde riffs de guitarra imposibles y afiladísimos, quedando la propuesta muy balanceada de manera acertada.

Podría seguir describiendo esta obra maestra de múltiples caras y facetas, con la riqueza musical y el eclecticismo como bandera, que se han sacado de la manga los italianos pero, como casi siempre, es más fácil que lo escuchéis y lo saboreéis vosotros, sacando vuestras propias conclusiones. Para los que dejaron la senda de estos músicos con su lanzamiento “Frame”, dadle otra oportunidad, ya que la banda ha encontrado una senda mucho más rabiosa, progresiva y virtuosa, limitando bastante más los momentos más tranquilos y descaradamente comerciales de anteriores entregas. Hoy por hoy, DGM es de lo más completo en cuanto a espectro de influencia musical que os vais a poder encontrar.

Mi labor con esta crítica/comentario es aportar un poco de luz sobre DGM, una de las formaciones en más en forma del mercado progresivo. “The Passage” es extremadamente perfecto en todo: composiciones, ejecución, melodía líneas vocales, elegancia e inteligencia. Deberían estar abriendo para los más grandes, siendo ya de los más grandes en su estilo. Uno de los lanzamientos del año. No te los pierdas… pero hazme caso: NO TE LOS PIERDAS.