ROBE en Madrid: Espectacular Fin de Gira con los mismos vicios y virtudes

Seguimos recuperando crónicas pendientes de 2022, para cerrar el año a nivel de contaros conciertos importantes de la última parte del año. Estuvimos viendo a ROBE cerrando su exitosa gira en Madrid y, aunque seguimos echando de menos a EXTREMODURO como tal, damos todos los detalles a continuación. 

ROBE – Wizink Center (Madrid), sábado 19 de noviembre 2022 

Ahora sí, tras más de un centenar de exitosas fechas, repartidas a lo largo de los tres últimos años, el Mesías Carismático del Rock Transgresivo cerró a lo grande la Gira de Mayéutica con la traca final en el Palacio de los Deportes de Madrid, donde pudo nuevamente elevarse a los altares de su rica creatividad, y hacer equilibrismos en pos del más difícil todavía.

Robe

Esta era la cuarta vez que disfrutábamos del espectáculo, después de contemplarlo en Rivas (sentados en las gradas y aún con mascarilla obligatoria), en el WiZink Center, en noviembre del año pasado (bailando en la pista esta vez), además de este año en Madrid Escena, en el Auditorio del Parque Tierno Galván (situados en primeras filas). Había que cerrar el círculo y en esta ocasión lo pudimos ver plácidamente sentados en el primer anfiteatro. Pese a las diferentes estaciones y las distintas localidades, la sensación fue la misma en los cuatro conciertos, que esta gira tiene defectos estructurales a nivel de repertorio (sobran algunos temas y echamos a faltar otros muchos, básicamente), pese al hercúleo despliegue de ROBE y su banda, que es de armas tomar…

Arropado por un combo de auténticos ‘salteadores de caminos’, en el que brilla por méritos propios Woody Amores a la guitarra eléctrica (SINKOPE, RAIMUNDO AMADOR) y también Álvaro Rodríguez Barroso al Hammond, piano, y teclados, más los músicos habituales de “Bienvenidos al Temporal”: David Lerman al bajo, Carlitos Pérez al violín y Alber Fuentes a la batería, más la participación de Lorenzo González en segundas voces y coros, Robe Iniesta se vio secundado en todo momento y trató de doblar la apuesta musical, con todo a su favor. Mereció la pena asistir por contemplar unas rutilantes “Buscando una luna” (en el primer tramo del show) y una excelsa “Jesucristo García” ya en los bises, con arreglos poco acostumbrados y aroma jazzístico en los solos. También nos gustaron mucho “A fuego” y la sempiterna “Ama, ama y ensancha en alma” como colofón a un espectáculo que ofreció lo de siempre… para bien y para “mal”.

Una primera parte un tanto sinuosa, quizás con demasiado ‘Material Defectuoso’ (aunque ya digo, esto va en gustos). Tras el suave arranque con “Del tiempo perdido” y apretar un poco el acelerador en “Por encima del bien y del mal”, mostró su lado sombrío en “Por ser un pervertido”, que contrastó con la estupendísima “La Canción más triste”. Tras esas perlas del desconsuelo, “Si te vas”, añadió un poco más de leña al fuego hasta topar con la nueva composición “A la orilla del río”, que nos sobró ciertamente. Para compensar un poco el bajón, unas radiantes “Buscando una luna” y “Tango suicida” nos volvieron a meter de lleno en una función que abordó entonces la magia de “La Ley Innata”, con el “Segundo Movimiento: Lo de fuera”, más la postrera “Ininteligible”, un corte que hace bastante honor a su título. Y tras ella en consabido descanso de un cuarto de hora “para fumar, beber, el rollo de siempre…” (y para ir al servicio quien así lo necesite).

Como viene siendo habitual, en la segunda parte del show, abordó integra esa “Mayeútica” que nuestro protagonista trae entre manos. La poesía marginal hecha canción, en cuatro movimientos y una CODA feliz, donde se admiten peticiones de los sueños incumplidos, con un poso añadido de amargura ante la maldita Guerra de Ucrania que no cesa. La constatación de que seguimos habitando un enloquecido planeta de simios, donde el Gas y el Petróleo marcan el camino, y donde las utopías y los buenos propósitos ya son pura chatarra, desvencijadas por el peso de la historia.

Robe

Cambio de tercio a un epílogo más carnal: “Ahora soy un adicto de ti, de tu piel y de tu boca… y solo quiero hacerte bailar como una puta loca”. Cómo ha cambiado el cuento… de un tiempo a esta parte, ¿verdad?  Con dos añadidos más: “Después de la Catarsis”, y “Mierda de Filosofía” para que baile arrebatado el personal. Se encienden los focos tras “Un instante de luz”, y Robe afirma rotundo que “No soy el dueño de mis emociones”, un entramado que se nos antoja demasiado confuso porque, si uno mismo no es el dueño de sus emociones, ¿de qué lo es?.

De este modo, tras un pequeño mutis por el foro, llegamos al tramo final, donde de inicio regalaron una superlativa “Jesucristo García” y como bises postreros, sonaron tres grandes clásicos de EXTREMODURO: “A fuego”, “Salir” y “Ama, ama y ensancha el alma” con la que rubricaron una extensa gira delante de auténticas multitudes, donde el público ha disfrutado por todo lo alto.

A ver si el nuevo año nos trae futuras emociones con el bardo de Plasencia, y sobre todo un repertorio más compensado que nos haga volar, como antaño hacían los recitales de EXTREMODURO.

Texto: Fran Llorente / Fotos: Boliche Angeles

Galería completa de fotos de ROBE en Madrid en este enlace.

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