Review de "Eviterna", nuevo disco de LA COMANCHE

Review de «Eviterna», nuevo disco de LA COMANCHE

Dic 05, 2022 por Red Hard´n´Heavy en Discos

Vamos con la review de este disco tan chulo, sencillo y directo, que es «Eviterna» de LA COMANCHE. Nos habla del mismo un buen conocedor del rock de aquí como es Esquitino (de la mano de Unión Media), y que se nota que se ha empapado bien de este disco para desgranarlo… eso sí, a su manera:

La COmanche

Algo eterno, algo que dura para siempre y que, de alguna manera, permanece para siempre… Es decir, y avanzando en el argumento, “Eviterna” es rock n´roll del nuestro, del de siempre, del de poner el corazón por encima de los razonamientos de las maltrechas cabezas y que suenen las guitarras (eléctricas o acústicas da igual), abrazando y adornando mensajes, para descolocarnos y hacernos bailar y sonreír. Sencillo, directo, “poético”, mezclando entrañas, músculo, calle, garitos, cervezas, amores, desencuentros, besos, versos y flores.

La Comanche

¿Cantautores rockeros?, ¿rockeros poetas?, ¿rock extremeño?, ¿rock madrileño?, ¿rock estatal?… Todo válido y todo paparruchas, que aquí lo importante son las canciones, el feeling que transmiten estos ocho regalos sonoros y las sensaciones que se nos quedan al escuchar este primer disco completo de LA COMANCHE (tras el EP “Sonvintage” de finales de 2020). Con la experiencia de casi 20 años detrás, por fin estos pedacitos de la vida de Quique Palacios toman forma de LP, y sí, es solo rock nroll pero nos gusta. Con textos que se tejen entre las canciones o, dicho de otro modo, que se deshilachan dejando palabras, frases y letras (en la doble acepción del término, claro) de las que se quedan y después se recuerdan. Se desmadejan entre notas certeras, melodías sencillas pero pegadizas y se encuentran chocando puños de noche o de día en algún callejón de los sueños rotos. Por supuesto banda más que solvente mediante, y con músicos implicados de los que saben lo que tienen entre manos y qué hacer con los dedos sobre cada instrumento para que esto funcione.

Pese a mi palabrería barata, lo cierto o el resúmen de todo esto es que nos encontramos ante un disco de rock n´roll con chispa y con ese algo especial que diferencia los trabajos vulgares que se quedan para siempre en las estanterías de los que se rescatan de vez en cuando con una sonrisa cómplice, que se agudiza cuando comienza a sonar en el reproductor de turno. Es decir, de los de canciones que te cogen, que se pegan, de las que tienen duende y que te acarician y golpean de manera intensa una y otra vez. Resulta que acaba y vuelve a sonar… ¿Por qué? No lo sabes pero así ocurre y eso ya de por sí tiene mucho valor. 6 canciones eléctricas, de diferente ritmo y pelaje, y dos acústicas, también a su vez totalmente diferentes entre sí.

La Comanche

Así, “Eviterna” convence por sencillo, por auténtico, por mensaje (desde la resiliencia o el eterno amor o desamor, hasta cuestiones más profundas como el suicidio) y por entrañable. No hace falta ser afilado, rudo o malencarado para que te den el manual de cómo hacer rock n ´roll con acierto. Más vale maña que fuerza, que dirían algunos, y ojo, que canciones como “Lijando moldes”, ya un clásico, una intensa “Un paso más y fin” o la gamberra “Crece la estampida” tienen su dosis de solidez y rotundidad más que cubierta.

Pero hay que saber manejarse tanto en las distancias cortas como en los medios tiempos, y aquí entra “Tus adentros”, fantástica, o “Amor de clausura” para aportar elegancia y encanto al disco. Y finalmente nos regalan una última parte acústica, casi a modo de bises, pero que curiosamente no hacen más que ampliar y/o enriquecer el espectro estilístico del disco de la mano de una hipnótica y alegre (casi country de hecho) “Lady Comanche”, o el broche de oro, solo a piano y voz, de la preciosa y amarga “Volando raso”.

Resumiendo, estamos ni más ni menos que ante un buen disco de rock n´roll del nuestro, como decía, con todos los referentes que queramos nombrar detrás, ¿y qué?, y que pese a todo suena desde el principio a LA COMANCHE. Y mola, y convence, y gusta y tiene rollo… ¿Necesitamos más para el pulgar arriba? Yo no, aunque las medusas nunca hayan sido mis animales marinos favoritos y sabiendo que la última rebelión se quedó en guerra de almohadas hace demasiado.

Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)