Download Madrid 2018: Tercera jornada con OZZY y JUDAS a la cabeza
OZZY OSBOURNE arrasó en la última jornada del Download… Tercer y último caluroso día del exitoso DOWNLOAD Festival Madrid que podemos decir que ha sido un éxito total en su edición 2018 tanto por la gran asistencia de público, su excelente comportamiento y por las bandas que dieron unos shows inolvidables…
Tras la resaca del viernes, el sábado amaneció con ese calor agobiante que caracteriza Madrid en esas fechas, pero que luego de noche no iba a ser tan horrible, permitiendo un cierre de lujo a un festival inolvidable. Como siempre decimos, en los festivales es imposible verlo todo (y más si coinciden conciertos en los distintos escenarios) así que una vez más intentamos hacer un resumen lo más completo posible. ¡Vamos con ello!
DOWNLOAD Madrid – 28 / 29 / 30 Junio (Caja Mágica) – Sábado
Aún con muchísimo calor, como decíamos, entramos a eso de las 5 de la tarde para disfrutar a SHINEDOWN, una banda que habíamos visto bastantes veces el año pasado por telonear a IRON MAIDEN y que aquí disfrutamos mucho más que en un enorme pabellón. Los americanos llevaron el mismo austero telón con su nombre y se mostraron tal y como son: una sencilla banda de Rock, sin ningún virtuosismo y sonando mucho más fuertes, más contundentes sin la presión de abrir los shows de tan importante banda.
Todo ello haciendo participar al público desde el principio, que saltó, bailó y coreó con ganas con ellos el “Cut the Cord”. Muy buen sonido (Stage 2 – de nuevo) y mejor actitud de una banda que así, para poca gente y en escenario pequeño dan mucho más de lo que esperas encontrarte en ellos. Sorpresa más que agradable que me hizo olvidar lo que me aburrieron en pasadas ocasiones.
Un pequeño paseo y a ver en el escenario principal a otros norteamericanos, BARONESS, banda que no había visto nunca antes en directo y que no me resultaron a priori nada atractivos, cuestión de gustos… Me sorprendió la austeridad total con la que salieron a escena, sin absolutamente nada que hiciera referencia a ellos o que les diera un poquito de alegría o de vistosidad a la banda. Digo esto porque todo el mundo se fijaba en una gran cruz que llenaba el escenario 1, la que luego nos encantó en el increíble show de OZZY OSBOURNE, y cuya alta silueta quedaba justo detrás de ellos, de oscuro, simples, quedando totalmente anulados por dicha figura y porque ellos pasaron sin pena ni gloria por el Festival.
Me pareció un show monótono, lineal, sin nada que captara mi atención sonando sus temas muy iguales, descargados de la forma más fría y aséptica que creo que saben. Vale que no era su público ni su momento de gloria pero debían de haber aprovechado la ocasión para captar el interés de los muchísimos asistentes que tenían delante. Otra vez será…
Fuimos a buscar en otros escenario algo que nos quitara la sosería que habíamos sufrido y qué mejor que al escenario 2 de nuevo a ver a los suecos THE HELLACOPTERS, reunidos hace meses y que ya a priori sabes que por lo menos te ponen a bailar. Era la segunda vez en menos de un mes que su vocalista y líder, Nicke Andersson, actuaba en Madrid ya que estuvo con su otro proyecto (IMPERIAL STATE ELECTRIC) en el GARAGE SOUND de Rivas pero no con HELLACOPTERS que llevaban mucho tiempo sin aparecer por aquí.
Les dio igual las altísimas temperaturas y el molesto abrasador sol de frente ya que su show fue una sucesión de saltos y bailes desenfrenados con temazos como “I’m in the Band” o esa gran «Toys and flavour», dejando a todos con muchas ganas de más.
Mantuvieron esa actitud de Rock ‘n Roll hasta morir durante toda la actuación, con un gran final con Dregen (su guitarrista y de nuevo en la banda, haciendo doblete en el festival también con BACKYARD BABIES el primer día) haciendo el gamberro por los amplificadores y saltando por encima de sus compañeros cerrando un show corto pero de lo más intenso y entregado de todo el festival.
Tocaba el turno ahora de una de las bandas que más éxito y reconocimiento han tenido en los últimos años, VOLBEAT quitándoles el sitio en el escenario 1 que, para mí y muchos, merecían más que ellos JUDAS PRIEST. En el fondo me alegré sobre todo porque los del escenario principal soportaban el aroma de la depuradora mucho más que los del Stage 2 donde actuaron los legendarios británicos un rato después. Con un ambiente increíble, VOLBEAT hicieron el mismo show que tan buenas crónicas les ha dado en los últimos años y van…, todo igual salvo el detalle de Michael Poulsen (su vocalista) horrorizado por el efluvio desagradable que tuvieron que soportar durante su actuación.
Sonido bueno aunque faltó volumen para resaltar ese “Sad Man’s Tongue” que nunca falta en su repertorio. Michael sigue son su tono de voz tan personal que tiene pero falta para mí algo nuevo, algo que no te haga pensar que visto un show, vistos todos. Son muy buenos, refrescaron la escena en su momento (aunque esos tupés… jeje) pero una y otra vez ese amor por JOHHNY CASH, la versión de un tema nada rockero y su puesta en escena lineal, hace que yo creo que visto un show de VOLBEAT vistos todos, como decía. Esperemos que sigan avanzando porque les veo demasiado estancados y eso no es bueno.
JUDAS PRIEST:
Menos mal que corrimos a coger sitio para JUDAS PRIEST, con nueva formación debido a los problemas graves de salud de Glenn Tipton que, como sabemos, le impiden desgraciadamente tocar durante todo el show. No nos gustó nada de nada de nada, de nuevo el hecho de que estaba la zona VIP delantera casi vacía y la gente apiñada a demasiados metros de donde merecen estar los que han ido corriendo a coger sitio, aguantando sol, lluvia, viento o frío helador para ver a sus ídolos. Eso ahora se soluciona pagando más dejando como resultado unos ambientes que a mí, como fan vieja, me dan ganas de llorar, por elitismo y porque eso no es rock ni mucho menos espíritu de heavy metal. Bueno, al menos como era en el Stage 2, el sonido fue muy bueno…
Llevaron show con alusión total a su éxitoso último disco “Firepower”, todo lleno de tonalidades naranjas y rojos, contando con una gran pantalla detrás haciendo mucho más vistosa su actuación aunque ellos por sí solos ya llenan todo. Había mucha expectación a ver cómo salía Rob Halford y cómo estaba de voz sobre todo ya que, en pasadas giras, no estaba pletórico pero ahora sí. Ahora ya vuelve dando lo que se puede y mucho más considerando su edad, los temas tan complicadísimos de cantar que llevan y que la gira es extensa, teniendo que tener precaución de no fastidiar ni un show. Bien de forma, con su fantástico vestuario que lució orgulloso a pesar de la altísima temperatura reinante… cambiándose muchas veces para que admiráramos su fondo de armario aunque me parece mucho menos elegante (dentro de que es una referencia en el Metal) que en años anteriores.
Perfecto también el repertorio elegido, abriendo con el nuevo disco (un cañón) pero regalándonos maravillas diferentes como “Sinner”, que sonó brutal, esperando como locos el “Painkiller” interpretado con algo de ayuda pero totalmente justificada. Muy bien el resto de la banda, con el “nuevo”, Richie Faulkner totalmente integrado en la banda, con mucho protagonismo y haciendo fantásticamente su papel, dándole frescura y vida a la banda. Muy bien también Andy Sneap que sustituye a Glenn Tipton en casi todo el show, apareciendo este último durante unos minutos tanto en la pantalla como en persona para alegría de los fans pero a la vez de tristeza al verle hecho una pena por enfermedad. Él pudo hacer un “Metal Gods” muy emotivo, muy sentimental y es que tanto los JUDAS como nosotros somos el Heavy Metal pero también tenemos nuestro corazoncito y qué pena que un artista tan grande lo esté pasando tan francamente mal… Mucho mejor le veríamos días después en Barcelona, las cosas como son.
Menos mal que Rob Halford animó un poco el ambiente saliendo encima de la Harley para arremeter con “Hell bent for Leather” que hizo que nos rompiéramos el cuello tan contentos. Un show genial, demasiado corto y en zonas de cartel que no merecen terminando con “Breaking the Law” y el habitual en Madrid “Living After Midnight” cerrando una increíble actuación de los JUDAS, ¡qué grandes!
De lo mejor del Festival, como no podía ser de otro modo: poderoso y a la vez emotivo.
OZZY:
Si lo de los británicos fue especial, lo siguiente fue ESPECTACULAR, con mayúsculas y es que la actuación de OZZY OSBOURNE no se nos olvidará. En el escenario 1 no importó el aroma infernal envolvente a una banda magnífica liderada por una de las personas más peculiares que ha dado la Humanidad. Bien pasadas las 22:30, en la gran pantalla aparecieron fotos del legendario vocalista desde su infancia (con esa cara de pillo que tiene) hasta su etapa con su otra banda, BLACK SABBATH mientras se podían escuchar gritos y aplausos a rabiar provenientes del numeroso público asistente, fans del Heavy Metal de verdad y no de las radio fórmulas… y también algunos curiosos, las cosas como son.
Desde el comienzo con un fantástico “Bark at the Moon”, Ozzy demostró estar en una forma espléndida, considerando su edad y su pasado, cantando mejor que las giras pasadas y viniéndose arriba tema tras tema, simpático, comunicativo, animado y cómodo en un escenario que le ofrecía las mejores luces (preciosas, perfectas, fantásticamente elegidas resaltando los momentos de protagonismo de cada miembro de la banda) y sobre todo esa gran cruz central que “actuaba” con él. En definitiva, un artista que dio lo mejor de sí arropado con una fantástica formación, destacando obvio la vuelta de Zakk Wylde y al grandísimo Tommy «Cuflitos», un batería excepcional.
Desde el emotivo y sentido “Mr. Crowley”, con el de Birmingham interpretándolo desde lo más profundo de él, pasando por “No More Tears”, pudimos comprobar cómo la unión entre todos es perfecta. Los protagonismos están más que asumidos y muy bien distribuidos para que cuando Ozzy se retira a coger fuerzas, ahí está Zakk dando rienda suelta a su maestría con la guitarra y con la falda (la primera vez que le veo así), moviéndose de un lado para otro del amplio escenario, por las pasarelas laterales marcándose unos solos que fueron impresionantes. Un show muy dinámico, no podías dejar de mirar a Ozzy pero también te llamaba la atención el batería, Tommy Clufetos, ¡una máquina!, espectacular en su pegada pero también muy expresivo y efectivo a la vez.
Aplausos también más que merecidos al resto, a Adam Wakeman (hijo del legendario Rick Wakeman de los míticos YES) a los teclados, perfecto pero que también arropó al barbudo Zakk en la guitarra y sin olvidar a Rob Blasko al bajo. Músicos «jóvenes» pero a la vez veteranos y que llevan mucho tiempo con el Madman, algunos en distintas etapas y se nota. Todos forman una bloque sólido, poderoso que es el complemento perfecto para un vocalista que causa desde admiración hasta amor incondicional pero nunca indiferencia.
El setlist fue glorioso además, con la inclusión de nuevo de “War Pigs” de su etapa con BLACK SABBATH, (con Zakk Wylde en el foso mientras tocaba la guitarra mientras la tenía por detrás de su cabeza), pasando por maravillas como el coreado “I Don’t Want to Change the World” (tras el cual hubo más protagonismo de Clufetos y Wylde, mano a mano para admiración y aplausos de todos), la imprescindible “Crazy Train” y el ya mencionado “No More Tears” con la increíble cruz por la que caían lágrimas, mientras las luces moradas y verdes iluminaban todo el escenario logrando un efecto maravilloso, alucinante de los que sólo puedes admirar durante mucho tiempo.
Un show más que divertido, con muchos (…) ”I can’t hear you!” (…), dicho con su peculiar forma de hablar), sus nada elegantes movimientos arriba y abajo del escenario, su forma arrítmica de mover los brazos para que lo hiciéramos con él, tan característica mientras una gran sonrisa iluminaba el DOWNLOAD FESTIVAL 2018, totalmente rendido ante la mejor actuación del festival que se cerró con otro tema de BLACK SABBATH, “Paranoid”, logrando los mayores aplausos de todo el festival más que merecidos. Increíble OZZY OSBOURNE con una fantástica banda que hicieron el mejor show de todo el festival… y, seguramente inesperadamente, de los mejores que hemos visto en 2018 y llevamos unos cuantos.
MADBALL había coincidido 100% con Ozzy y compañía, una pena, pero lo que sí pudimos ver despues del Madman fue un rato del punk rock alternativo de las renacidas L7, en buena forma a tenor de lo que vimos en el escenario 2, y no con mala asistencia de gente… bien es cierto que muchos saliendo de Ozzy y parándose a mirar «qué tal» estas señoras encima del escenario. Donita Sparks y compañía dieron una buena lección de saber estar y de envejecer con dignidad… aunque no vimos el concierto entero que en las carpas estaban los catalanes SEVENTY SEVEN dando una tremenda lección de rock n´roll.
Sin el mejor sonido del día, pero demostraron porque están cada día más arriba y son ya una leyenda del rock vintage en toda Europa. Presentado su reciente «Bright gloom», monja corista incluida, junto con alguno de los temas más AC/DC de sus primeros tiempos. Los hermanos Valetta y compañía están de dulce y se lo van a comer todo… tiempo al tiempo.
Con tanta gente era muy difícil poder moverse deprisa, aunque sí logramos ver algo de los CARCASS también, representantes de lo más extremo del Metal en el festival. Buen sonido y mejor actitud de la banda con sus fans que agradecieron cosas como “Exhume to Consume” y el divertido “Keep on Rotting in the Free World” (con sarcasmo al otro famoso tema de casi mismo título); mucha tralla y buena forma de tranquilizarnos con otro buen show, en este caso de mucha caña casi cerrando el día, con diferencia, más heavy de todo el festival.
Ya era muy tarde pero teníamos que ver a ANGELUS APATRIDA cerrando un festival tan importante en un escenario por el que habían pasado desde los GN´R hasta el genial OZZY un poco antes. Yo creo que esta circunstancia, esta oportunidad tan atractiva, la recogió la banda con la profesionalidad intachable que les caracteriza, a saco, a muerte y a dejarse la piel incluso más de lo que es habitual en ellos. ¡Qué gran concierto!, qué maravilla de temas y qué bien sonaron a pesar de tener a un miembro nuevo en esa ocasión, sustituyendo Sebas, batería de TRALLERY, al habitual Víctor Valera por enfermedad, cumpliendo de sobresaliente su cometido.
La banda hizo temas nuevos de su “Cabaret de la Guillotine” que fueron muy bien recibidos por la contundencia de sus ritmos y la forma en la que ANGELUS los estaban presentando, todo con la fuerza y la contundencia necesaria para que te encante algo que no habías podido escuchar nunca y que estamos seguros se convertirán en fijos en sus setlist. Tampoco pudieron faltar “Give ‘em War”, su gran clásico pero aprovecharon para regalarnos en plan sorpresa, una colaboración en escena con otros grandes nacionales, CRISIX (a los que, coincidiendo con PRIEST, no pudimos ver antes) que tocaron un fantástico “Domination” que sonó de lo más fuerte y potente de las tres jornadas del Festival cerrando un DOWNLOAD en su edición 2018 de la forma más digna que podíamos imaginar: dos bandas nacionales unidas en un concierto de sobresaliente.
Todavía pudimos disfrutar de otra forma, yendo al cierre final del evento a la carpa discoteca donde estuvimos comentando los tres fantásticos días que habíamos pasado hasta que nos echaron y es que, a pesar de ser tres largos y muy calurosos días, se nos hizo corto por lo bueno vivido.
DOWNLOAD FESTIVAL MADRID 2018, lo disfrutamos mucho con la sombras de MARILYN MANSON y la lentitud de GUNS ‘n ROSES pero con muchos momentos inolvidables dejando a OZZY OSBOURNE como auténtico ganador de esta edición.
Texto: Rocío Gómez (rocio@redhardnheavy.com) y Corsarios
Fotos: Isa García y Download oficial
¿Nos vemos en 2019?… ¡Esperemos que sí!… ¿Vemos para cerrar la galería de fotos del día?
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