Recién llegado a casa, después de haber acostado a mi pequeña acompañante esta noche genial y casi repuesto de la sobredosis de rock n´roll y magia que creo que todos hemos disfrutado esta noche en Madrid, es buen momento para este pequeño adelanto de la crónica completa que escribirá Rocío en esta semana. Por lo pronto, comentar las primeras sensaciones: los grupos grandes siguen estando a otro nivel, y no sólo por «presupuesto», que también, sino por profesionalidad, entrega y clase… aunque sobre todo por mantener ese algo especial que diferencia a los buenos de los elegidos para ser eternos.

De hecho KISS seguramente no sean buenos, al menos no son los más técnicos o de los mejores con su instrumento (quizás Eric Singer aparte), pero sí son los mejores en lo suyo: en entretener, en divertir y en hacer rock n´roll en directo… ¡Ah!, y en fabricar sonrisas y dar forma a las fantasías (las oscuras también) desde el escenario. Y por supuesto su espectáculo sigue siendo el más grande e impresionante del mundo. Cierto es que la gira actual no llega al nivel escénico de la araña que vimos hace un par de años en Sweden Rock por ejemplo, vale, pero aún así te deja con la boca abierta desde el principio al final. Y sí, quizás no hacen nada diferente de lo que han hecho toda la vida: fuego, explosiones, vuelan, escupen sangre, nos hacen la pelota, luces, lásers, proyecciones espectaculares… Nada nuevo bajo el sol, tal vez, pero nadie lo hace como ellos ni tan perfecto y tan creíble.

Es más, incluso lo que más hemos criticado con diferencia en los últimos años, la voz de Paul Stanley, ha estado muy por encima de lo esperado, por si nos faltaba algo para redondear un concierto casi perfecto. Desde «Detroit Rock city» a «Rock n´roll all nite» todo ha sido impresionante. Desde el propio sonido, atronador y mucho más cañero de lo que se puede presuponer de un grupo tan roquero y festivo como KISS… además hoy más heavies que nunca, al menos es lo que me ha parecido. Hasta las luces y efectos escénicos, de 10… Que sí, que nada realmente novedoso, pero como ocurre con ALICE COOPER, con RAMMSTEIN… sigue sorprendiendo, convenciendo e incluso alucinando. ¡Ah!, incluso el público era mayoritariamente roquero de verdad y no de los que se visten de tal en las tiendas de moda y descubren a los grupos en Rock FM. No, hoy había autenticidad encima y debajo del escenario, ¡bien!

Buen setlist también, por cierto, repasando en general toda la carrera de la banda de manera bastante coherente (dejando si acaso un poco más olvidada la etapa sin maquillaje de los 80, algo lógico por otro lado y que de hecho es habitual en sus conciertos desde la reunión allá por el 95). Clásico y sin arriesgar, cierto, pero con algunos caramelos que nos han sabido a gloria, como ese «Creatures of the night» o «War machine», que yo nunca había escuchado en directo, o o temas no tan habituales siempre como la genial «Psycho circus», más reciente, o «I love it loud», menos. Y por supuesto con esos puntos álgidos bailones e imprescindibles como son «Love gun», «I was made for loving you», «Shout it out loud», «Lick it up»… Sin olvidarnos del tétrico solo de bajo de Gene Simmons seguido del «God of thunder» infernal cantado desde los cielos del Palacio (sí, del Palacio de los Deportes, que a mí no me gusta pagar con tarjeta...).

Por cierto, éste era el último concierto de la gira europea y, aunque no se han salido del guión de lo que están siendo estos shows, sí me ha gustado verles cercanos al público, con ganas y ofreciendo esa comunicación e implicación que por ejemplo echamos de menos en AC/DC hace unos días (sobre todo Paul Stanley, esforzándose además en hablar en castellano incluso). Eso sí, lo del «cucurrucú paloma» con el que nos obsequia el amigo cuando viene a España ya huele un poco rancio, jeje. En fin, es parte del show y de su encanto yankee, supongo. ¡Que no cambien nunca!

Y para terminar en este caso por el principio (que ya digo que Rocío nos hará la correspondiente crónica más extensa y detallada en breve), grupazo que hemos (re)descubierto esta tarde: THE DEAD DAISIES, con John Corabi (ex MÖTLEY CRÜE y UNION entre otros) y Marco Mendoza (ex WHITESNAKE o THIN LIZZY entre muchos otros) a la cabeza. Supergrupo de rock clásico y hard rock/bluesy de toda la vida a los que hay que prestar mucha atención… y a los que deseando estoy de verlos ya en una sala. Por lo pronto en Madrid se salieron, sonando como un tiro y demostrando que el impresionante currículum que tienen sus miembros a sus espaldas obviamente no es sólo papel mojado: bandaza de relumbrón, vaya.

Pues nada, a dormir y a seguir soñando, sobre todo con que las bandas como KISS sigan demostrando que al menos hoy siguen sin tener rival. Y que el rock siga siendo espectáculo, algo grandioso, majestuoso, espectacular y sobre todo divertido… por muchos años. Y que nos sigamos encontrando tanta buena gente en los mejores conciertos, incluyendo poco a poco a nuestras nuevas generaciones (hoy había bastante gente joven entre el respetable de hecho) y que nos lo sigamos contando con una sonrisa, y una birra, antes y después.

Buenas noches que por hoy se ha acabado el Rock n´roll, pero seguro que mañana será fiesta durante todo el día… al menos la sonrisa con la que hemos salido todos del concierto no nos la quita nadie. Y que nunca nos hagamos mayores para ver bandas de dibujos animados ni circos en directo… ¡Un BESO para todos!

Texto: David Esquitino (david_esquitino@redhardnheavy.com)