Ya lo dijimos cuando estuvimos en la presentación de su último disco, que seguramente fuera la última vez que cubriéramos a Rulo actualmente, visto lo visto. Y sí, se cumple lo que nos temíamos. Buen concierto, pero ya no es para nosotros ni como público ni como medio especializado…

Rulo

RULO & LA CONTRABANDA – Sala La Riviera, Sábado 14 de Febrero 

Raúl Gutiérrez, RULO, volvió por sus fueros, junto a sus inseparables compañeros de fatigas, LA CONTRABANDA, en una abarrotada Sala La Riviera (de hecho durante tres días, aunque nosotros le vimos el sábado) para presentar su cuarto disco de estudio, el reciente “Basado en Hechos Reales”, dejando un buen sabor de boca entre la concurrencia con esas canciones acarameladas que trae entre manos en la actualidad…

Rulo

Algunas con inequívoco sabor sabiniano, con un público cada vez más ‘mainstream’ y menos rockero, a los que ya cuesta diferenciar de los asistentes a un bolo de Dani Martín o David Otero, ilustres representantes del pop español más edulcorado con cierta querencia por el rocanrol sin demasiadas calorías. Ahora que parece que nos hemos vuelto locos y que el mundo se detiene por un dichoso virus que pone nuestra sociedad patas arriba…

Es decir, ahora que la histeria colectiva se instala entre el personal, que asalta los supermercados en busca de productos de primera necesidad; ahora que se prohíben conciertos con más de 1000 personas y el fútbol (y demás deportes masivos), gran opio del pueblo, se tiene que jugar a puerta cerrada, como si fuera una “Polaroid”  de añeja felicidad (que nos trajo el hombre del traje gris), coincidiendo con la festividad de San Valentín, aterrizó nuestro héroe y sus muchachos en La Riviera, como un bardo de Saturno a la conquista de corazones femeninos, entregados de antemano a la causa. El rocanrol desnaturalizado va cobrando cada día más protagonismo en una sociedad que parece caminar a la deriva.

Ya lo advirtieron nuestros admirados DEF CON DOS que una “Ultramenia” global se estaba instalando en una masa amorfa de consumidores zombies, con nula capacidad crítica, y claro de aquellos polvos, estos lodos… Pero bueno, hay que vivir, dejarse llevar, pagar las facturas (cotidianas o no), y amasar un dinerito, sonando en la radio-fórmula… Y en estas lides de la radiodifusión, RULO & LA CONTRABANDA son expertos protagonistas. Lichis, otro de nuestros juglares favoritos, ya nos advertía de “poetas mojabragas y mucho hastío…” en su maravillosa canción “Teloneros de lujo”. Los dardos iban dirigidos hacia ciertos compañeros de fatigas que se vendieron por doce monedas de plata… Bueno, el que quiera entender, que entienda y los que se den por aludidos, problema suyo es.

Rulo

Tras un inicio verdaderamente almibarado con tres rolas:“Todavía”, “Verano del 85” y “Me gusta” que parecían puro merengue (no del género musical latinoamericano, sino de un cierto pop urbano irreconocible, en versión semi-acústica) RULO & LA CONTRABANDA consiguieron enderezar un poco el timón y virar a las aguas donde nadan más a gusto. “Me quedo contigo”, “Mi cenicienta”, “Noviembre” o “Mal de altura” ya hicieron un poco más reconocible el recital y dejamos entonces de sonrojarnos ante tamaño derroche edulcorado.

NDR: Más cerca del rock, vaya, y de su propia personalidad, queremos entender, que de su nuevo tendencia con extra de almíbar… que nos gusta menos y empacha más (a los roqueros se entiende, no así a la mayoría de su público actual).

Para los que no practicamos el romanticismo en vena, a veces cuesta entender ciertas canciones (incluidas algunas de las composiciones más ñoñas del grupo que hoy nos ocupa) si no es en clave de la infantilización que azota a la sociedad actual y en especial, a una buena parte de la juventud que parece idiotizada ante “Operaciones Truño”, “Factores X” y detritus similares que promueve la ciénaga televisiva… Y esas malas prácticas van calando, llueve sobre mojado, determinando un terreno embarrado donde muchos se mueven como peces en el agua, y claro, luego nos sorprendemos de que cierto rocanrol sea cada día más light.

Contrabanda

Con las cartas marcadas, el rumbo ya está determinado de antemano, y RULO & LA CONTRABANDA lo tienen claro: la brújula no engaña. Raúl Gutiérrez, voz y guitarra acústica en ristre, bien arropado por una banda muy solvente y parcialmente renovada: compuesta por Laura Gómez al bajo (una polifacética instrumentista, a la que hemos visto con anterioridad junto a LOQUILO o AMARAL entre otros grandes artistas), Enrique Gaviria a los teclados sedosos, más los habituales Karlos Arancegui ‘Txarli’ a la batería, y los sempiternos Dani Baraldés ‘Pati’ y Adolfo Garmendia ‘Fito’  a las guitarras eléctricas.

RULO aguantó el tipo en dos horas muy llevaderas, donde destacaron las piezas de siempre: “La cabecita loca”, “Heridas del rock&Roll”, “Por verte sonreír” y otras piezas de parecido calado ya en general del repertorio clásico de LA FUGA (a los que cada vez echamos más de menos en ambos lados de la película y de la separación) como “La balada del despertador” o el “Blues de los sueños rotos” (todas ellas compuestas en su mayoría por Rulo, las cosas como son), cuyos títulos dan bastante a entender de lo que va el asunto.

Y para rematar, como de costumbre con la emblemática “Pa’aquí pa’allá’, ya saben ustedes: (…) Vivo más de noche que de día, sueño más despierto que dormido, bebo más de lo que debería (…)… Alea Jacta Est, que la vida son dos tragos, y mejor entregarnos en cuerpo y alma al “Carpe diem” que, según está el patio, a lo mejor no pasamos de mañana. Inmediatez y precariedad condesadas en un cóctel de dulce y amable sabor.

P.D. – Bien pero mal, ustedes ya nos entienden. Una pena…

Texto: Fran Llorente / Fotos: Aitor Recio

Vemos la galería de fotos de RULO en este enlace o en el slider debajo:

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