Segunda actuación en lo que va de año de ISABEL MARCO en la Sala Rockville (la primera os la contamos aquí). En este caso presentando nuevo disco, con formación remozada y mucho encanto. Nos lo cuenta y muestra Fran Llorente.

ISABEL MARCO & Los Rockanrolas – Sala Rockville, Jueves 11 de Noviembre

Isabel Marco

En esta ocasión ISABEL MARCO presentaba su tercer disco en solitario, “Sin domesticar”, un compendio de canciones con mucha garra y ‘electricidad’, a cargo de una solista que vuela alto tras su etapa en INSOLENZIA, acompañada por “Los Rockanrolas”, una banda de auténtico lujo que arropa a la cantante como un abrigo de terciopelo en medio de la plácida alborada.

Ataviada en un traje amarillo, se presentó ISABEL MARCO dispuesta a comerse la noche a bocados, arropada en la alfombra mágica rítmica que planta sobre las tablas su banda, bastante renovada con respecto a los músicos que vimos en abril. Banda compuesta en esta ocasión por Alex Cubelles como guitarra rítmico, Alex Serea al bajo, Alejandro Heredia como teclista, más los dos miembros que permanecen en el combo, Adríán López a la batería y el estupendo guitarrista, Guillermo Rubio “Mara”, como contramaestre a las seis cuerdas, junto a nuestra protagonista enarbolando la acústica, de forma intermitente, en algunas composiciones.

De este modo fue desgranando el repertorio, compuesto por 20 canciones, entre las que brillaron de forma muy especial, las tres rolas que abren su nuevo elepé “Sin domesticar”(2021). Pulso exquisito en canciones como “Trampas al reloj”, con la que cerró el evento, más las estupendas “Cuando nadie está”, “El respirar de las piedras” o “Victima del Ruido”, estás dos últimas pertenecientes a su anterior disco “Nada será igual”(2020) y desgranadas en la parte final del show. Como “Hojas que se van”, con renovada “Electricidad” abrió el bolo, dejando claro que “En mis pies está el camino”, como diría el poeta: ‘Caminante, no hay camino, se hace camino al andar’. De esta guisa, “La chica que pudo correr” siguió por la senda que tiene marcada, con mucho ritmo, mostrando que a partir de ahora “Nada será igual”.

Isabel Marco

Quizás la fecha elegida para esta segunda presentación, un jueves (laborable), no facilitó la asistencia de espectadores a la sala, cuyo aforo ese día, fue bastante limitado. Una circunstancia que no empañó el ánimo de nuestra protagonista, que siguió como si nada de esto ocurriera, a lo suyo, regalando canciones: “Como un arco al disparar”, arrancando muescas al calendario, “Hojas que se van”, “Detrás del último segundo” hasta “Que nos hable la tierra”. Cosiendo un edredón de besos sonoros, el festival de luz tocaba a su fin, recalcando el carácter feminista de su propuesta artística, “Somos todas”, escuchando a la Madre Naturaleza entre “El respirar de las piedras”, con alguna quimera perfumando el ambiente, “Saben mi nombre”. Momento para echar el resto y redondear el show, “Desde el cristal” con nocturnidad, en busca de su destino, como los protagonistas de la película “Easy Rider”, con un deseo por bandera: “Abrázame”.

La estupenda “Víctima del ruido” marcó los últimos suspiros de un show, al que todavía le quedaban los bises: La “Huida hacia ninguna parte” en el Mediterráneo, dedicada a los emigrantes africanos varados en Libia, maltratados y violados, “Tan lejos de todo”, fuera de la mirada protectora de una Unión Europea que ya solo se preocupa de su ombligo, y cuyo bienestar solo es para unos pocos. Haciéndole “Trampas al reloj” puso fin ISABEL MARCO a un concierto que nos dejó un magnífico sabor de boca, en espera de que pronto venga la primavera y podamos verla al aire libre, luciendo rutilante, bañada por los rayos de sol.

Texto y fotos: Fran Llorente – Galería de fotos completa en este enlace.