Crónica del concierto de DIRKSCHNEIDER y ANVIL en Madrid.
DIRKSCHNEIDER+ANVIL+PALACE (Madrid, La Riviera, Martes 5 de Abril de 2016)…
Una de las giras más heavies llegaba a la capital y por supuesto que no nos la pensábamos perder. Lamentablemente nos fue imposible llegar a la temprana hora de inicio de la actuación de PALACE, una pena pues la veterana banda alemana es cara de ver en acción… Martes y a las 7 de la tarde, poco compatible muchas veces con horarios laborales… y eso que después nos contaron que la banda, con esos dejes a lo RAGE y GRAVE DIGGER que tanto nos gustan, se habían marcado un conciertazo, pero no llegamos… ¡Ojalá haya otra ocasión más adelante!
ANVIL:
El caso es que conseguimos aparcar y acceder a la sala justo para la actuación de ANVIL. La banda presentaba su nueva formación por primera vez en España, que el bajista Glenn Five abandonó el grupo en 2014, y Chris Robertson es su sustituto, muy solvente y al que se le ve muy integrado en el grupo haciendo equipo junto con los incombustibles Robb Reiner y Lips, a la batería y a la guitarra/voz respectivamente, además de líderes del grupo desde siempre.
De cualquier manera, ni el nuevo bajista ni la presentación del reciente “Anvil is Anvil” han supuesto en esta gira ningún cambio significativo en lo que los canadienses suelen ofrecer sobre el escenario, ¡todo lo contrario!… Al final los ANVIL de siempre estaban en escena para lo bueno y para lo malo. Qué lástima que no fue su mejor noche, o al menos no la mejor que yo haya visto. Y es que los canadienses son entrañables y divertidos, sin duda, pero están muy lejos de ser un grupazo en directo, las cosas como son.
En este caso concreto fueron varios problemas los que empañaron la actuación de ANVIL. El primero fue el sonido en el que los graves se comían la guitarra y la voz de Lips, pero no fue el único pues el propio cantante estaba sufriendo muchísimo para sacar adelante el show. En todo lo que duró el concierto no escuchamos nada de sus registros más altos. No estoy pidiendo que iguale lo grabado en “Metal on Metal” o en “Forged in Fire”, pero ni siquiera cumplió con el standard que venía ofreciendo en escena en los últimos tiempos. No sabemos porqué pero le vimos y escuchamos muy justo al bueno de Lips, pero a que la sonrisa no se le borró de la cara en todo momento, algo es algo.
“March of the Crabs”, “666” y “Oooh Baby” dieron el pistoletazo de salida al concierto. Tan brillante fue empezar con tres clásicos como torpe incluir en el setlist “Badass Rock n´Roll” del mediocre “Hope in Hell” que enfrió, y mucho, al público… Por cierto, comentar que La Riviera estaba con la parte alta cerrada y los laterales con telones negros, que nunca la habíamos visto así, pero lo cierto es que en conciertos de menor aforo de lo habitual en la sala nos parece un recurso acertado.
“Metal on Metal” y “Forged in Fire”, sus discos más famosos, fueron los dos trabajos que compusieron la columna vertebral del repertorio. Ya habíamos escuchado “March of the Crabs” y “666” del primero, y era el turno de “Winged Assasssins” y «Free as the Wind”. Sobre el papel promete, ¿verdad?, que dos temas molones de “Forged in Fire” parece que hubieran podido sacar el ritmo del concierto del bache en el que había caído. No fue así… “Winged Assassins” sirvió para presentar en sociedad a Robertson a través de ese fragmento inicial plagado de protagonismo del bajo que sirvió como preludio a una interpretación muchísimo más lenta que en el original del disco y, desde luego que mucho peor cantada. Casi tan mal como “Free as the Wind”, en el que el histrionismo vocal es parte del encanto de la canción y brilló por su ausencia. Como curiosidad decir que “Free as the Wind” fue dedicada por Lips al fallecido Lemmy de MOTORHEAD, ex -compañeros de giras en los primeros 80.
“Daggers and Rum” está siendo promocionada a modo de single de su reciente “Anvil is Anvil”, y ¡cómo no!, también fue interpretada en Madrid. Desde luego que no es mis preferidas del disco (podéis leer la reseña aquí) y viendo la nula reacción del público sé que no estoy sólo en mi opinión. Los asistentes al concierto en su mayoría éramos de la vieja guardia, y desde luego que “Daggers and Rum” no es un tema tan espectacular como para conquistar a una audiencia que en su mayoría dudo que conocieran a fondo a la banda más allá de sus clásicos más indiscutibles. Otro desacierto…
Un corte con nombre propio, “Mothra”, iba a ser el clásico que además de acudir al rescate iba a darnos uno de los momentos más destacables del concierto al incluir el solo de guitarra y vibrador de Lips. Vale, es un recurso fácil y quizás esperado, pero al final eso es lo que son ANVIL: obscenos, sencillos y divertidos. Por fin el combo estaba haciendo su partido, si me permitís el símil deportivo… ANVIL además no se iban a apartar de la buena senda hasta el final, pues una instrumental tan vacilona como “Swing Thing” funciona sola, sin importar que pertenezca a un disco menor como “Juggernaut of Justice”. Luego “Die For a Lie” es de lo mejor de “Anvil is Anvil” (con dedicatoria a las víctimas del terrorismo religioso incluida)… y ¿qué decir de “Metal on Metal” para cerrar? Si ANVIL tiene un himno es ése y se coreó por toda la sala como es de ley.
Es inevitable pensar que ANVIL podrían haber aprovechado mucho más la oportunidad de ejercer como banda invitada en un tour europeo de esta envergadura. Sólo tenían que haber puesto un poco más de criterio en la elección del setlist y también en la ejecución. Aun así sudaron la camiseta y, como decían en el tema “Real Metal” de “Plenty of Power”: “Soy la música de ANVIL y me importa una mierda, si piensas que somos malos no me importa un carajo”… Con proclamas como estas, ¿cómo no se van a hacer querer por sus seguidores?
Lo dicho, entrañables y simpáticos pero poco más. Ni son virtuosos, ni son guapos ni tienen temazos incontestables, pero bueno, son clásicos y gustan, así que digamos con la boca pequeña que cumplieron… o no.
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Los pipas retiraron con celeridad el equipo de ANVIL y dejaron el escenario listo para U.D.O. en poco tiempo. Sí, venían bajo la designación DIRKSCHNEIDER imagino que por algún tipo de problema legal, o simplemente un guiño, e incluso ese es el nombre que aparecía en los productos del merchan (ndr: muy chulas las camisetas, por cierto, aunque no eran baratas), pero hasta en una de las camisetas que se vendían con el nombre DIRKSCHNEIDER, la ilustración era parte de la que adornaba el single de U.D.O. de “They Want War”, del primer disco en solitario, por si había alguna duda.
Denominaciones aparte, tras la vacilona intro de “Just a Gigolo” versión DAVID LEE ROTH, la banda arrancó con un potente “Starlight” con el cuchillo (y la sonrisa) entre los dientes, ¡bien! Podríamos hablar de oportunismo por parte de Udo de cara a la elección y publicidad de esta gira “todo ACCEPT”, podríamos elucubrar sobre el revanchismo hacia la formación actual de su banda madre y sobre muchas cosas más. La idea de esta gira de U.D.O. invita a ello, es cierto. Pero visto lo visto, bocas calladas porque el repertorio, gira, banda y show en sí es incontestable.
A pesar de todo yo prefiero quedarme con el planteamiento de unos conciertos con un repertorio de ensueño para cualquier fan de ACCEPT y del propio Udo. No creo que ningún seguidor haya dejado de pensar en lo ideal de un setlist todo canciones clásicas de ACCEPT hasta para U.D.O. como banda, y eso es lo que estábamos viviendo mientras sonaban “Living for Tonite” y “Flash Rockin’ Man”. En esta última incluso se agrupó toda la banda al frente del escenario tal cuál los propios ACCEPT solían hacer…y lo repetirían en varios temas a lo largo del concierto… Dos horazas, por cierto, y una pasada ya en los primeros compases de un concierto al que pocas objeciones se pueden poner.
Para mí la única y principal pega fue que, mientras que el guitarra Kasperi Heikkinen se mantenía muy fiel al original en las partes de guitarra solista, Andrey Smirnov daba la réplica intentando hacerlas suyas. Los propios ACCEPT jugaban mucho variando los temas en directo ya en los 80: unos coros cambiados para “Love Child”, un recorte a “Restless & Wild”… los seguidores conocemos y valoramos esos detalles. Es más, era especialmente evidente en las canciones más antiguas que U.D.O. estaban dándole un toque mucho más contemporáneo y contundente a la interpretación, pero jamás saliéndose del guión. Por el contrario, como decíamos, Andrey Smirnov sí que de vez en cuando iba demasiado por libre en las partes de Wolf (ACCEPT) y sus variaciones no quedaban tan bien como las del hijo de Udo, Sven, a la batería. Pegada alucinante y tocando casi todo el rato abierto, por cierto. Una bestia y con grandísimo futuro por delante.
Realmente los detalles en cuanto a ejecución quedan en nada al confrontarlos contra la importancia de canciones como “London Leatherboys” que sería la siguiente en sonar. El “leitmotiv” de la noche era el homenaje y nostalgia hacia ACCEPT y al final esa idea prevaleció sobre todo. Vale que los actuales ACCEPT a día de hoy está un peldaño por encima, al igual que sus nuevos discos, pero un repertorio clásico e insuperable como éste es de quitarse el sombrero. Por cierto, como no podía ser de otro modo tocando temas de los germanos, espectacular la base rítmica que forman el eterno Fitty y Sven en U.D.O. a día de hoy…
Habíamos tenido Heavy Metal desde el inicio del concierto, pero ACCEPT no es solo dar caña sino que muchos de sus mejores temas tienen un sorprendente aire melódico. Y si hay una canción ejemplo y estandarte de lo que digo la íbamos a escuchar justo en ese momento: “Midnight Mover”. Udo, además de su indumentaria militar clásica, llevaba hasta los guantes con tachas en los nudillos, pero aun así también proporcionó algunos momentos de mover el culito que fueron muy celebrados. El setlist no sólo fue maravilloso en cuanto a la elección de temas, sino también en cuanto al orden de interpretación. Tras un tema casi bailable como “Midnight Mover” íbamos a sufrir/disfrutar de ese puñetazo sonoro que es “Breaker”, que con toda su potencia sacudió La Riviera. Buena idea la de poner los telones laterales que agrupaban a la gente frente al escenario, que estas canciones hay que sudarlas… ¡y vaya si lo hicimos!
Ya hemos comentando que el setlist fue de traca, ¿verdad?, pero como fan no puedo dejar de resaltarlo una y otra vez… ¿A quién no le pone la piel de gallina “Head Over Heels”? Desde luego que sus primeras notas nos llevaron al headbangin’ al instante. Para esto daba igual que, como ya hemos comentado, el público en su mayoría ya no fuera a cumplir los 30, ni los 40. Me pregunto dónde andaban las nuevas generaciones heavies en uno de los conciertos más metálicos al que vamos a poder asistir esta temporada. Y no es crítica esta vez sino simple duda e incluso pérdida de fe si nos ponemos tremendistas… Vale que a «los chavales» les va la caña, pero si no acudes a ver a uno de los padres y a escuchar un repertorio ultraclásico y ultraclásico te estás perdiendo mucho y/o no has entendido nada… ¡y es que además hubo caña para dar y tomar, y mucha, mucha velocidad!
No sé, a veces me pregunto si bandas como ACCEPT son percibidas por los fans más jóvenes con el mismo punto de vista que yo tengo –considerándolas algo anticuadas respecto a mis gustos– sobre THE FACES, LED ZEPPELIN etc… Ni idea, pero desde luego que no veo que las nuevas bandas que hacen Heavy de toda la vida hayan llegado a los niveles de las clásicas, por buenas que puedan ser algunas de las actuales. Y no, canciones como las inmortales de ACCEPT son inigualables e irrepetibles. Nos hacemos mayores, supongo, pero si los jóvenes no veneran a los que crearon y dieron forma a esto, apaga y vámonos… que en parte es lo que está pasando, puede ser…
En fin, tras la reflexión, volvamos al concierto… que estaba siendo de traca… Podemos hablar de ACCEPT o de U.D.O., pero a nivel fan “Neon Nights” siempre es uno de los momentos especiales para mí. La atmósfera de la canción es absorbente y el crescendo final insuperable. Sólo eché de menos la voz de Peter Baltes cantando sus líneas de coros cruzando con la melodía vocal principal de Udo. Este detalle no se respetó en el concierto como sí que hacen ACCEPT en sus directos actuales y se optó por una interpretación simplificada, pero aun así fue uno de los momentos álgidos de la actuación.
Aún entre la avalancha de clásicos que estábamos recibiendo hay canciones que destacan en popularidad, y una de ellas es “Princess of the Dawn”. Buen detalle el no abusar de la participación de la gente, si bien por supuesto hubo unas cuantas estrofas con Udo invitándonos a corear, pero no se alargó en exceso, y además sirvió de calentamiento para la inclusión de “Winterdreams”. Esa exquisita balada que pulveriza los estereotipos del género y que además es una de esas canciones diferentes que no siempre llegan a los repertorios. ¡Momentazo!
Después de la relativa calma, U.D.O. / DIRKSCHNEIDER iban a pisar a fondo el acelerador. Atención: “Restless &Wild”, “Son of a Bitch”, “Up to the Limit” y “Wrong Is Right”, ¡casi nada! Cada una con más energía y contundencia que la anterior. Lástima que “Restless & Wild” se interpretara en su versión recortada, pero teniendo en cuenta la entrega y cómo un tema iba cayendo detrás de otro sin apenas concesiones, hay que perdonarlo e incluso aplaudirlo.
Es más, yo creo que excepcionalmente podemos celebrarlo, y más si una jugada como ésa permite la inclusión de temas más rebuscados como “Midnight Highway”. Nunca me explicaré cómo esta canción va y viene de los setlist en vez de ser una fija del repertorio, igual que “Screaming for a Love Bite” que aparece más (y es el corte «mueveculitos» por excelencia, jeje), pero que normalmente se ve sacrificada en beneficio de canciones más populares.
No es mal momento para hacer balance de por dónde iba discurriendo el concierto… Tal y como se nos había prometido, el repertorio estaba integrado por lo mejor de ACCEPT, un best of de los primeros discos, obviando “Accept”, con preponderancia de “Metal Heart” y “Balls to the Wall”, pero ¿no falta algo? ¡Claro!, y enseguida llegaron un par de temas como “Monsterman” y “TV War” representando a “Russian Roulette” que, aunque sea un disco algo menor, puso fin con sus mejores cortes (que sonaron como un tiro además) a la etapa clásica. En fin, que el último trabajo de la etapa clásica de ACCEPT merece aportar canciones a un repertorio de grandes éxitos.
Quizá el concierto podría haber sido más especial todavía si se hubiera incluido algún corte de la etapa 1992/1996 de ACCEPT como “Protectors of Terror”, “I Don’t Wanna Be Like You”, “Sodom & Gomorra”… Aunque claro que el problema es pensar qué tema de un setlist casi perfecto eliminarías para escuchar algo de esta etapa… No, no era la idea y, además, siendo realista e incluso hablando a nivel de fan, mi respuesta la tengo clara: Ninguno. Y ya decimos que fueron dos horas de show, así que realmente ni sobró ni faltó, fuera de gustos personales aparte.
Incluso con Udo haciendo una interpretación vocal tan buena como para pensar en que se podrían haber metido más temas alargando la actuación, si nos vamos a poner a rescatar cortes menos populares ninguno de “Predator”, Death Row” u “Objection Overruled” quedaría en mi escala por encima de la posibilidad de escuchar “China Lady”, Feelings”. Ni experimentos más bizarros como la reinterpretación de algún corte de “Eat the Heat” (como ya se hizo con “X-T-C”) me habría resultado más atractiva, y eso que la idea de un “Hellhammer” cantado por Udo en vez de por David Reece me resulta seductora… Vale, me quito ya la máscara de superfan, ¿no?
Pues lo dicho, que para cerrar la parte principal del concierto, ¿qué mejor que una de las canciones de amor más potentes de la historia? Pues ahí tuvimos “Losers and Winners», que es sublime (e incluso es fija en los actuales repertorios de ACCEPT, por algo será…). No me cansaré de decirlo: para mí la verdadera caña no está en un blastbeat salvaje, ni en unos guturales extremos, sino en aquellas canciones que te hacen cerrar el puño y cuentan con una letra con la que me pueda identificar. Muy personal, lo sé, pero es a lo que me llevan canciones tan contundentes como ésta. Y en directo es una apuesta segura y todos los presentes nos volvimos locos coreando la canción.
La actuación de U.D.O. se nos había pasado volando… ¿Cómo hacer que el bis de un concierto tan especial como este superara a lo ya vivido? Pues fácil y difícil a la vez. Solo hay que recopilar lo más exitoso del grupo y listo para arrasar, y ontando con un catálogo como el de ACCEPT es fácil acertar bombardeando al público con las canciones más queridas: “Metal Heart”, “I’m a Rebel” (en una versión acelerada que abandonaba el Rock para adentrarse en terrenos casi Punk), “Fast as a Shark” (¡mucha, mucha cera tantos años después, nada de bajar ni un ápice el tema de velocidad), “Balls to the Wall”, incontestable, y “Burning”, supergamberra y roquera a tope, «Muy MOTÖRHEAD», si nos permitís la comparación, que puso el broche festivo a un concierto de Heavy Metal en toda regla de uno de los artistas que a buen seguro echaremos de menos cuando se retiren…
Conciertazo de quitarse el sombrero, sea despedida de una etapa o sólo homenaje… Lo disfrutamos muchísimo y la banda demostró que está en una forma excelente, rejuvenecidos y aún con muchas ganas… Ojalá nos dure muchos años más… Burning Just Like Fire!
Texto: Pablo Mayoral (pablo@redhardnheavy.com) y David Esquitino
Fotos: Javier Gil
Setlist del concierto de DIRKSCHNEIDER:
- Just a Gigolo (Intro) / Starlight
- Living for Tonite
- Flash Rockin’ Man
- London Leatherboys
- Midnight Mover
- Breaker
- Head Over Heels
- Neon Nights
- Princess of the Dawn
- Winterdreams
- Restless and Wild
- Son of a Bitch
- Up to the Limit
- Wrong Is Right
- Midnight Highway
- Screaming for a Love-Bite
- Monsterman
- T.V. War
- Losers and Winners
Bis:
- Metal Heart
- I’m a Rebel
- Fast as a Shark
- Balls to the Wall
- Burning
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