Nos salimos de la zona de confort, como bien nos dice Raúl Moreno, a la hora de enfocar esta crónica y cubrir el concierto de los legendarios DEAD KENNEDYS en su gira española, concretamente en Madrid. Les vimos, les disfrutamos y os lo contamos… pero sin fotos, porque ni tuvimos acreditación de foto ni se nos facilitó material:

DEAD KENNEDYS – Viernes 14 de octubre, Madrid – sala La Paqui (antigua But)

Dead Kennedys

Se dice ahora que “es bueno salir de tu zona de confort”. Lo cual siempre me ha parecido una soberana gilipollez, porque estoy muy a favor del confort, se está muy agustito… Pero eso debí pensar cuando decidí hacer la crónica de un concierto punk, yo que siempre hago hard rock, blues y cosas de ese estilo. En fin, trataré de que no se note mucho que no tengo ni puta idea… como hago siempre.

La verdad, merecía la pena disfrutar de una banda mítica del punk- rock, como los DEAD KENNEDYS, a los que encima yo no había visto nunca. Su última visita en agosto de 2019 me pilló de vacaciones, y a partir de ahí no tenía controladas más visitas de esta banda a Madrid, desde que en 2013 comenzaron a girar de nuevo sin su mítico cantante original Jello Biafra.

Para este 14 de octubre venían acompañados de los madrileños TEMBLOR y de la banda “madrileño-californiana” 13 BATS, en la sala But. Lamentablemente, no pude ver a los primeros… La temprana hora de inicio del concierto, antes de las 8 de la tarde, para echarnos prontito y abrir la disco, ya lo dificulta lo suyo. Pese a eso, calculo que habría llegado a ver alrededor de la mitad de su actuación pero hubo problemas con la acreditación, y no pude ver nada cuando ya pude acceder a la sala con mi pase confirmado. ¡Muchas gracias!

13 BATS:

De los que sí que pude disfrutar por completo fue de 13 BATS. La verdad, iba con cierto miedo a los teloneros en este concierto… Quizás fueran prejuicios míos, pero esperaba a unos chavales haciendo un ruido furioso e ininteligible. Y, al menos en lo que se refiere a 13 BATS, me equivoqué por completo. Me sorprendió muy agradablemente esta banda.

Lo primero que llamó la atención, fue que su cantante, Dani, tocaba un chulísimo contrabajo, decorado como una etiqueta de Jack Daniel’s, en lugar del habitual bajo eléctrico, algo que les daba a los 13 BATS un toque “rockabilly” muy especial. Además, su batería, el californiano Carter, no se limita a aporrear la batería salvajemente sino que es un músico que vine de tocar soul, blues, jazz… Esto lo he sabido después, claro, pero se notaba en directo. Por último, Albert a la guitarra le aporta a la banda el ruido y la mala leche imprescindibles, en una muy interesante mezcla.

Además de todo esto, el despliegue de energía que hace Dani en directo es impresionante, y también lo es la conexión que consigue con el público gracias a su enorme entrega y a su cercanía con el público. Y aún más impresionante es la resistencia de su contrabajo, ya que Dani se pasó ¾ partes del concierto subido encima de él, y hasta se tiró al público con contrabajo y todo en el último tema.

Mantuvieron una muy buena línea, sin altibajos, durante sus alrededor de 45 minutos de actuación, y si tuviera que destacar algo me inclinaría por la rockera “Fucking hippie”, con Albert brillando a la guitarra con riffs salvajes, y sus 2 últimos temas: una buena versión del “Run to the hills” de los MAIDEN, muy bien llevada a su terreno, eso sí, y la que cerró la noche: “Godfellas 13”, un temazo de punk-rock cuyo furioso estribillo repetía un “(…) we’ll never see you again (…)” (nunca te volveremos a ver), que sinceramente confío en que no se cumpla… Aunque esto se lo perdió la gran mayoría del público, para su desgracia.

DEAD KENNEDYS: 

La gente había venido a ver a los DEAD KENNEDYS, eso estaba claro: al finalizar 13 BATS la sala tenía, siendo generosas, media entrada, y al empezar los protagonistas, con absoluta puntualidad sobre la hora anunciada por la organización, la sala estaba totalmente llena. Por cierto, poco antes de empezar me resultó curioso lo viejos que eran “los pipas” de la banda… pero no, resulta que prueban los instrumentos ellos mismos.

Poco después, mientras sonaba “Por un puñado de dólares” saltaron las estrellas de la noche al escenario. Como declaración de intenciones, arrancaron con “Forward to death”, un tema cortito y directo que no puede ser más contundente… ¡puro punk!

Algo que destaca, sin duda, en el grupo es su espectacular frontman, su cantante Skip (Ron Greer). No sé cómo sería verlos con Jello Biafra al frente, pero estoy seguro de que Skip, más allá del romanticismo e idealización habituales de los 80, no tiene mucho que envidiarle. Y el caso es que le ves y más que un cantante de una banda de punk parece un vendedor de aspiradoras de Minnesota, pero empieza en el concierto y se transforma en un loco furioso. Además, es un auténtico showman que, con su inagotable energía y sus divertidas presentaciones de los temas de la banda con sigue una cercanía y conexión con el público únicas.

Ahora que andamos con crisis energética, lo de Skip es algo digno estudio: si le conecta una dinamo a este hombre tenemos luz gratis en Madrid durante un par de meses. No para desde el primer tema hasta el último. La crítica social es constante en los temas de DEAD KENNEDYS, como en “Winnebago warrior”, con una divertida y ácida letra contra la sociedad americana y un despliegue agotador de Skip o “Police Truck”, una critica irónica pero directa a yugular de la policía.

Desde el principio la entrega del publico fue total, coreando cada canción y con pogos en todos los temas. Pero esto llegó a su punto máximo cuando soñó todo un clasicazo de su primer álbum, “Let’s lynch the landlord”, en cuyo estribillo se corea algo con lo que todo el que haya que vivido de alquiler habrá soñado: “¡vamos a linchar al casero!”.

Otra cosa a destacar son las presentaciones de los temas que hace Skip durante todo el concierto. Por ejemplo, antes de la divertida y alocada “Jock-o-rama” nos vacilaba a los presentes defendiendo que el fútbol americano es el mejor y el auténtico fútbol, y antes de otro clasicazo que puso la sala boca abajo, “Kill the poor”, defendía que hay demasiada gente en este planeta y que sobran los pobres.

En el repertorio de la noche no se echó de menos ninguno de los grandes clásicos de la banda, y en la recta final del concierto, se sucedieron grandes temazos míticos de DEAD KENNEDYS como “Too drunk to fuck”, con una genial actuación del actor-cantante Skip, y sobre todo, los 2 himnos antifascistas de esta banda que cerraban, en teoría, la noche: “Nazi punks fuck off” y “California über alles”. Con ellas se desató aún más la locura entre el público, algo que ni siquiera pudo evitar un segurata con complejo de rambito, que pretendía evitar, nada menos, que la gente se subiera al escenario en un concierto de punk, y al que nadie hizo ni puto caso.

Aún quedaban tiempo para 4 temas más en los bises, de los cuales me quedo con la divertida y habitual versión que hacen los DEAD KENNEDYS del Viva Las Vegas del Elvis Presley, que nos puso a todos a menear el culito; y la cruda y salvaje pieza de punk rabioso que cerró la noche: “Chemical warfare”, tema con el que ya no pude contenerme más y me uní al pogo general que había en la sala But durante casi toda la noche.

Y con esto se cerró una gran noche de punk-rock… Muchos puristas han echado pestes contra la banda desde que el resto de DEAD KENNEDYS decidió continuar sin Jello Biafra, pero yo solo puedo agradecerles a los tipos que buscasen otro cantante y volvieran a tocar en directo… porque la verdad es que me lo pasé de puta madre.

Texto: Raúl Moreno

P.D. – Pocos días después, de manera inesperada, nos dejaba el clásico batería del grupo en un accidente doméstico. Gracias y hasta siempre, DH Peligro.