Crónica de LEAVE´s EYES+ATROCITY+DIABULUS IN MUSICA en Madrid

Ene 26, 2015 por Red Hard´n´Heavy en Conciertos

LEAVES’ EYES + ATROCITY + DIABULUS IN MUSICA – Sala Penélope (Madrid) – 16/01/2014

Fuimos a la sala Penélope de Madrid el pasado viernes a disfrutar de una noche mágica de varios estilos: Symphonic, Death, Industrial y Folk Metal, ¡todo junto en un mismo paquete!

Todo eso lo representaban tres fantásticas bandas de renombre internacional, como son DIABULUS IN MUSICA, ATROCITY, y los cabezas de cartel, LEAVES’ EYES. Un cartel tan alucinante, como increíble fue la respuesta de Madrid.

Empecemos por comentar que DIABULUS IN MUSICA es una banda de Symphonic Metal proveniente de Pamplona, Navarra, que es muy popular allende de nuestras fronteras, sobre todo en Bélgica, estando muy considerados por su gran calidad musical y por ser una de las bandas aclamadas siempre en el METAL FEMALE VOICES FEST de este país, donde cuentan con numerosos seguidores, así como en otros países europeos. Digo europeos porque aquí, en su propio país, la afluencia de público cuando salieron a escena era penosa. ¡Qué lástima! Puede que fuéramos veinte personas a primera hora, no exagero, pero la banda salió a por todas como si estuviera de estrellas en el Wembley Arena.

Habíamos tenido la oportunidad de verles en ese referido festival belga hace años, así como en la ya desaparecida Ritmo y Compás de Madrid, comprobando que DIABULUS IN MUSICA han crecido mucho, tanto musical como artísticamente, ofreciéndonos un show muy bueno. Su vocalista, Zuberoa Aznárez, estuvo genial, con una voz fantástica, ofreciendo muchos registros, tanto de soprano como con una voz dulce y melodiosa que recordaba a veces a lo que nos ofrece Shannon del Adel de WITHIN TEMPTATION. No sólo gorgoritos y ya, para entendernos, sino que aquí hay más, mucho más, saltándose todas las escalas arriba y abajo que era un placer. Además, se le nota la gran experiencia adquirida en todos los escenarios que se han pateado en estos años, ofreciendo serenidad, mucha elegancia y una clase que nos dejó encantados a los que estábamos allí.

No tuvieron a su favor el sonido, que era bastante malo. A Zuberoa le pusieron un volumen muy bajo que, hasta pasados unos cuantos temas, no dejaba oírla como nos hubiera gustado. El sonido retumbaba y todo parecía como enredado, escuchándose más los efectos grabados que los teclados de Gorka Elso, que también ayudaba con las voces guturales. El resto de sus compañeros, Alexey Kolygin a la guitarra, David Carrica a la batería y Odei Ochoa al bajo, se esforzaron lo indecible por salvar el show, consiguiéndolo, y logrando que todos los presentes aplaudiéramos mucho esos largos y muy bien estructurados temas de la banda. Zuberoa daba las gracias con la mejor de su preciosa sonrisa, comentando que estaban muy contentos de tocar en su país, a pesar de que el público de aquí no sabe lo que tenemos. ¡Qué pena!, insisto, que pocas veces una banda de aquí ofrece esa clase, esa elegancia y esa serenidad, fruto de la experiencia en un escenario, mientras sus temas deleitan tus oídos. Mucho apoyo al metal nacional, pero pocos medios, y realmente poquísimo público estuvo apoyándoles, a pesar de que se portaron como pocas bandas lo hubieran hecho. Les ponemos un notable muy alto, no sobresaliente como concierto por el fallo del sonido, y esperamos verles en su casa de verdad, allende de los Pirineos.

El setlist de Diabulus in Musica fue:

Et Resurrexit (linera Me)
Hidden Reality
Lies in Your Eyes
Inner Force
From the Embers
Sceneries ofHope
Sopilt Vampire
Blazing a Trail
Horizons

ATROCITY:

Vale que los de Pamplona no sean muy conocidos aquí pero esta banda alemana, ATROCITY, sí tienen una larga trayectoria y se han pasado varias veces por nuestro país, siempre ofreciendo unos conciertos muy buenos y además muy entretenidos, que son, ante todo, espectáculo… Pues no. Vinieron unos poquitos fans más que con los teloneros, pero no lograron que la sala no presentara un aspecto desolado. Era increíble, ni cuarenta personas allí, ¿cómo es posible?…

La banda salió como los primeros, apareciendo primeramente Joris Nijenhuis a la batería (¡qué pegada!, seca y directa), y luego las dos guitarras a cargo de Thorsten Bauer y Sander van der Meer, dejando al gran, y enorme vocalista, Alexander Krull, salir arrollando a escena. ¡Qué barbaridad!, ¡qué caña!, ¡qué fantástico comienzo con el tema “Pandemonium”!… Se nos pusieron los pelos de punta y como escarpias metálicas cuando le vimos saltar de un lado a otro del escenario mientras su poderosa voz (bueno, vozarrón) soltaba las estrofas de este bailongo tema. Es lo bueno de ATROCITY, una banda en la que el bajo brilla por su ausencia y que, con dos guitarras y batería, mezclan un Death brutal y desgarrado, con algunos temas industriales muy fuertes y poderosos que van intercalando en su show, haciendo que no pierda ni un momento la chispa y la gracia, manteniéndote atento todo el rato.

Además, se molestaron en traerse el soporte de los micros, muy logrados, con las letras de la banda entremezcladas, que fue utilizado por Alexander al final como si fuera un tridente que levantaba dando más miedo todavía. Y el sonido fue mucho mejor que el de DIABULUS IN MUSICA. Un torrente de energía por parte de Alexander y mucha maestría a la hora de tocar los temas por parte de sus compañeros, combinando estos estilos, Death, Industrial y algo de bailoteo bruto incluso. La mezcla es un conciertazo inolvidable, ya que ver esa mole de tío, Alex Krull, con una sonrisa que no se le cae de la cara, esa interminable melenaza rubia y esa agilidad que tiene con lo grande y mostrenco que es, es una pasada. No para, salta, baila, incita a cantar, a corear los temas, te saca la lengua, te provoca, se insinúa. Es el mejor frontman de la escena extrema con mucha diferencia sobre el resto. Un tema más duro como el del comienzo, “Pandemonium”, para pasar a otro más bailongo como “Haunted by Demons”, con intro en “March of the Undying” y, ante todo, brutalidad, caña, fuerza, energía y además simpatía, todo junto.

Tuvo el detallazo de subir a dos chicas: nuestra amiga, Belén, por cierto: ¡suertudaaaa!, y a una chica de Burgos, Patricia, a las que puso a bailar con él, divirtiendo aún más al público en “Satans Braut”. No todo me gustó, ojo, que también la vena germana le afloró dando charla de fútbol, que es alemán como decimos, agradeciéndonos a los españoles el haber ganado la Copa del Mundo de fútbol después de veinticuatro años, aparte de la mención a Messi y a CR7. Se lo podía haber ahorrado y haber tocado otro tema que para eso pagas… El fútbol para luego, ahora se trata de dar caña. Calla y toca.

Bueno, fue una hora más o menos de marcha loca, con algún tema que empieza más suave, como el fantástico “B.L.U.T.”, para ir in crescendo, poniéndote a bailar y a menear el cuello como locos, para terminar con el vocalista cogiendo el micro en plan lanza mientras atronaba “Reich of Phenomena”. Un gran concierto, una banda impresionante, un frontman de diez pero una respuesta del público madrileño de suspenso. No sabéis lo que os perdisteis… Un lujo ver a ATROCITY cuyo setlist en la sala Penélope de Madrid fue:

Pandaemonium
Hantued by Demons
Fatal Step
March of the Undying
Satans Braut
Death by Metal
L.U.T.
Reich of Phenomena

LEAVES’ EYES:

Esta banda comparte miembros con ATROCITY, así que volvimos a ver a su batería y a los dos guitarras aparecer de nuevo en el escenario ante un pelín de más público, pero poco, mientras esperábamos la llegada de ella, de Liv Kristine, de la diosa vikinga que apareció elegantísima, con una minifalda de tela gótica y unos zapatos de tiras de strass mientras enseñaba escotillo (nada que ver con el exageradísimo photoshop de la portada de su último álbum, que se han pasado tres pueblos) rodeado de plumas y adornos.

Un “¡¡¡ohhhhhhhhh!!!” y muchísimos aplausos acompañaron a Liv cuando se situó en el centro y comenzó su lección de cómo se debe cantar y estar encima de un escenario con esa voz tan personal suya, esa bonita sonrisa que tampoco se le borra jamás, y esa elegancia natural (aunque puede a veces parecer sosita) que adorna hasta el extremo los temas. Siempre, siempre que he podido ver a Liv en directo así tan cerca, os recomiendo que os la quedéis mirando, te devuelve la mirada con una franca, sincera y maravillosa sonrisa. Eso es una artistaza, ¡qué grande!. Da gusto, porque es un regalo para los oídos escucharla cuando dice, agradecida, “Thank you so much”, que no para de repetir, aunque el público madrileño no se portó nada bien con la banda ni con ella.

Su repertorio estuvo basado en clásicos fantásticos de la banda como “Take the Devil in Me” (más bailongo, acompañado por su macizísimo marido, Alexander Krull, saltando ambos dos con nosotros) que la arropa y le da caña: una dulzura en la derecha y una brutalidad a la izquierda, mientras consiguen que te muevas y disfrutes como un loco. La viva imagen de La Bella y la Bestia, vaya.

Estuvieron alternando la aparición del germano, un tema sí, otro no, como vienen haciendo en sus shows. Fue un detallazo del poquísimo público un grito a ella de “¡guapa!”, a lo que Liv, sonrojada, pero muy contenta, le dedicó otra de sus preciosas sonrisas para luego arrancar con un tema de los mejores y más conocidos, “My Destiny”, con ese tono tan dulce, tan elegante, tan suave, mientras se va moviendo tan armoniosamente que te enamora… Aunque repito que no nos lo merecemos, LEAVES’ EYES se molestaron en agradecer al público español su apoyo (ejem, ejem, ejem), cantando el tema que da nombre a su último disco “Symphony of the Night”, en versión en castellano, tal y como nos adelantó Alexander Krull en la entrevista que le hizo David Esquitino hace unos días.

Liv dio las gracias a Maite Etoiz (una gran vocalista nacional, que ha sido la artífice de traducir y adaptar el texto a nuestro idioma), dando una lección de cómo se canta en un idioma tan distinto al suyo. Pronunciando las ces como si fuera de aquí, una entonación nada guiri y un sentimiento que se salía de la sala. Fue absolutamente genial y desde aquí le mandamos un besazo muy grande por el esfuerzo y lo bien que lo hizo. Mira que a dos de los que allí estábamos no nos hacía nada de gracia lo de la traducción, pero nos quitamos el gorro ante ella. Fue un detallazo y les quedó de diez. Muy, muy, bien.

Después de lo español, comentó Liv que «vámonos con los vikingos», como ella, así que le tocó el turno a “Spirits Masquerade” y luego a esa maravillosa versión que hace de su ídolo, Mike Oldfield, sonando el “Going to France”, bailado y coreado por todos, con una voz que recordaba mucho a la original de Sally Oldfiel, por cierto. Ya íbamos llegando al final, y qué mejor que ese otro gran tema, “Elegy”, otra gran demostración de que elegancia y brutalidad nunca fueron mejor de la mano, para seguir ya con la parte más nórdica de la banda con “Hell to the Heaven” y para terminar con los temas en noruego como “Froya’s Theme” y para el final “Mot Fjorne Land”, acabando a eso de las once de la noche.

Una noche inolvidable, ¡qué buen concierto!, ¡qué buenos músicos y qué vocalista espectacular!… Desde aquí les damos las gracias a las tres bandas por ser de lo más profesional que hemos visto encima de un escenario, por sus sonrisas, por su simpatía y por darlo todo. ¡Aupa!

El setlist de LEAVES’ EYES en la sala Penélope de Madrid fue: