Extensa crítica y comentario del nuevo disco de LEIZE, «Cuando te muerden»
LEIZE – “Cuando te muerden” (Produlam Producciones)…
Hay bandas que tienen algo, llámalo chispa, magia, duende o sencillamente corazón, pero que (casi) hagan lo que hagan te llegan, te tocan y rápido te atrapan. Pues bien, el nuevo trabajo de los de Zarauz (Guipúzcoa) sale oficialmente el 16 de octubre, que ya había muchas ganas de tenerlo entre manos, sonando en el respectivo reproductor, en la estantería de los discos especiales y, ¿quién sabe en el futuro?, puede que también en la carcasa de los vinilos legendarios junto a los de “Acosándome”, “Buscando… mirando” y demás. Pero como uno es inquieto y apasionado, y sobre todo que no quería esperar tanto, no me he podido resistir a pedirles a mis buenos amigos norteños una copia previa del disco para degustarlo y paladearlo con calma…
Vale, acepto el ser caprichoso pero mejor me quito el sambenito de egoísta compartiendo con vosotros, a modo de “studio report” previo, este comentario sobre el que será dentro de muy pocos días el nuevo trabajo de LEIZE… Y eso que hubo que esperar mucho para que se produjera esa esperada reunión allá por 2007 (que para algunos se nos antojaba difícil), pero desde entonces están imparables, con los colmillos aún más afilados (sí, el comentario es un obvio guiño a la portada y temática del nuevo disco, aunque por otro lado no es más que una realidad) y con la misma ilusión del primer día. Sí, los mismos tres amigos jovenzuelos, que se reunían a ensayar en un granero/garaje de su pueblo para darle forma de música a sus “adolescentes” sueños de libertad mientras su voluntad de cambiar las cosas permanecía bien firme en sus entonces muy melenudas cabezas.
Curiosamente han pasado más de 30 años de aquellos primeros tiempos pero veo las mismas sonrisas en sus caras, la misma cercanía y verdad en los rostros, además de las mismas ganas de meter el dedo en el ojo, de desgarrar, de acariciar o golpear corazones, según encarte, además de escuchar (y hacer) la misma música de trasfondo, curioso… ¡Ah!, y también la guitarra blanca de Patxi es la misma, jeje… Vale, ahora hay más experiencia, más calidad musical, un sonido muy poderoso, y unas tablas e incluso calma que en aquellos primeros años de devorar las calles, y lo que se pusiera por delante, quizás no tenían. Pero la ilusión, las ganas de protestar y decir cosas y el mensaje implícito detrás del eterno logo de la banda es igual, ¡mayor incluso!
Nos encantó sin duda aquel “Sólo para ti” de 2008… pero ya han pasado casi 7 años desde entonces, que se dice pronto y, a pesar de encontrar nuevos temas en recopilatorios y directos de turno (que nunca falten), había muchas ganas de más canciones, nuevos clásicos a ser posible, y un nuevo disco como tal para apuntalar aún más si cabe que aún queda mucha sima por abrir (ndr: “Leize” significa “sima” o “grieta” en euskera). Lo mejor es que lo hacen sin dar un paso atrás ni ponerse de rodillas, como dicen bien claro en una de sus canciones del disco.
¿Dónde está nuestra revolución?, ¡dímelo!, pues aquí entre otras cosas, que si los músicos se vuelven timoratos y dejan de morder la mano de los que tal vez alguna vez nos dieron de comer (a los roqueros poco, todo sea dicho), se acabó lo que se daba. Pero no, LEIZE siguen mordiendo, como perros viejos que son, alternando collar de pinchos y malas pulgas con la lealtad de las mejores mascotas, sin serlo. Según quien se acerque, mordemos y acariciamos, es lo que tenemos los que no somos de fácil domesticar, que a los que se lo merecen les mostramos nuestra mejor cara, pero a los que nos pisan y escupen no dudamos en enseñarles los dientes amenazantes.
Como se muestra perfecto en la portada, aquí hay calle, hay noche, hay dientes afilados e incluso hay sangre, que lamentablemente vivimos tiempos convulsos. La música es una actitud ante la vida, y cada nuevo disco de una banda tiene que ser un fiel reflejo de la realidad que le rodea. LEIZE nunca han sido ajenos a tirar con bala, con piedras o, como ahora, morder, pero siempre han estado en el grupo de los listos, de los “Barones”, de los “Molinas”, de los “barriqueros”, utilizando sabiamente las palabras y los sentimientos. Marcándonos a fuego con sus mensajes, y escupiendo sabiduría, rabia o pasión según el momento. Y en este sentido “Cuando te muerden” es 100% marca de la casa, como no esperaba otra cosa ni de hecho podía ser de otra manera.
¿Qué es diferente con respecto a anteriores discos de la banda? En esencia nada, que esto es 100% LEIZE como digo, aunque quizás le podemos añadir a la fórmula habitual un punto extra de sonido crudo, una producción un tanto más actual (que no moderna, que nadie confunda términos) y un toque más reflexivo incluso en las letras (sin dejar de morder o acariciar, como ha sido santo y seña de los textos de Félix Lasa desde siempre). Ya sabéis, están los que se quedan en las cárceles de mentes, y los que tratamos de escapar de ellas, y a nivel de letras LEIZE siempre destacaron por su ansia de volar, cavar, trepar, salir y ser, no sólo estar… y nada ha cambiado en este sentido. Así, encuentro retazos de casi todos sus discos aquí (quizás algo menos del “Todo por el suelo”, puede ser), con momentos muy cañeros perfectamente deudores de sus tres primeros discos, y otros algo más “suavizados” pero con mucho encanto como había en “Loca pasión” (que siempre me pareció un tanto infravalorado) y por supuesto en “Sólo para ti”, que también es fantástico y que mezcla un poco ambos “estilos” y/o etapas del grupo.
¡Ah!, y también está un tal Andoni dándole cera de la buena desde atrás, que éste es el primer disco completo que graba el batería con el grupo, aunque lleva desde el 2011, y se nota para bien (¿os acordáis de aquel anuncio que decía eso de “la potencia sin control no sirve de nada”, pues eso). Por cierto, y hablando de los músicos, la calidad se presupone en una banda como LEIZE, y sin duda nada te va a decepcionar a nivel musical en el disco, pero a mí me encanta comprobar que nadie suena como la guitarra de Patxi… A ver, a lo mejor es una comparación tonta o exagerada, pero me recuerda a esos riffs “básicos” de Mick Mars en MÖTLEY CRÜE. Es decir, quizás no es el más técnico ni virtuoso, pero nadie suena igual, a eso me refiero… Pues con LEIZE a mi me pasa lo mismo, que son riffs y melodías marca de la casa y punto. Y luego Félix, Toño y Andoni apuntalan cada uno con lo suyo, pero la base musical es la guitarra de Patxi exactamente igual que hace 30 años, ¡es genial!
Por cierto, esto se ha grabado en los estudios Sound Source, cerca de su pueblo, con la colaboración de Arkaitz Carrasco y la propia banda, y el resultado es excelente. Sonido crudo, “sucio”, rudo, potente pero a la vez con matices. Tejido polar que abriga y a la vez es “suave”; lija que rasga y raspa pero a la vez pule la mejor madera; zapatilla y botas para correr lejos de los que muerden pero a la vez perfectas para pasear por el bosque y mirar hacia el cielo. ¡Buen trabajo al respecto!… Perfecto manto a dos texturas para arropar tanto a los cantos a la rebelión y a la no sumisión que contiene el disco como a las canciones que son más de perderse en los ojos de los, y las, que reinan en nuestras emociones. Vamos, que suena clásico y actual a un tiempo, y también duro y rasposo pero a la vez melódico, lo que me parece todo un logro que pocas bandas logran conseguir tan bien.
Vamos a dejarnos ya de palabrería, que creo que habéis pillado el concepto de por donde van los tiros con el disco, y comentar más en concreto de las canciones, ¿verdad? En este caso, y como habéis podido adivinar según he ido comentando en el artículo, de alguna manera hay dos tipos de temas en el disco: los combativos y/o rebeldes y los que aluden a otro tipo de luchas o de escape vital mirando al mundo de las emociones y los sentimientos… como siempre han hecho LEIZE en el fondo, vaya. Así, se mantienen fieles a ellos mismos, a sus fans y a las cosas que nos cuentan en sus canciones: lucha, realidad y vida, y que si alguna vez cambia esto sea para cerrar el libro.
SI me lo permitís, no quiero ir esta vez tema por tema, como otras veces, sino hablar un poco más en genérico o quizás dividiendo un poco el disco por “grupos temáticos”… Bueno, entre las primeras, las canciones combativas sin duda me quedo con las que para mí son los tres puntales del disco, que además aparecen al principio, al medio y al final… ya les preguntaremos en próxima entrevista si es casual o no.
Por un lado, el disco comienza con el tema que más me ha llegado desde la primera escucha: “Donde está!!”, pura declaración de principios, 100% LEIZE en letra y música y una de esas joyas que, al igual que ya lo son “Sin sitio” o “Héroe”, será un superclásico inmediato. Caña, melodía, coros marca de la casa y una letra de las que marcan y se cantan con convicción y devoción, ¡espectacular!… Después, personalmente quiero destacar “Bajo la ley”, otro cañonazo y otro tema rabioso, de los de morder, con un riff base brutal y a la vez una melodía de las que no te suelta. Letra 100% LEIZE también y una de esas canciones que podría estar perfectamente en cualquiera de los tres o cuatro primeros discos del grupo. Y es que cuando a la libertad le cortan los pies, cuando matan la juventud, hay que denunciarlo, y cantarlo, y contarlo… “Finalmente”, sin duda la homónima “Cuando te muerden” es para mí otra de las imprescindibles, empezando con ese rugido inconfundible e inmediatamente entrando zapatilla y heavy metal sui generis. Juego de mentiras, palos entre las ruedas, miedos y puñaladas traperas pero nosotros les miramos a los ojos y reaccionamos… con canciones como ésta por ejemplo. Un mundo al revés, raíces perdidas, manos atadas… una de esas letras brillantes que sólo tienen LEIZE y que, una vez más, lo han vuelto a hacer. ¡Sublime!
En este bloque de temas más reivindicativos como digo, no podemos dejar de lado otras dos canciones: “A fuego”, potente, poderosa, machacona y muy macarrilla. Otro tema superclásico de LEIZE que sin duda será otro de los que serán fijo en los directos, y de los que cantaremos la ácida y directa letra con ganas, en especial su adictivo estribillo. Y personalmente me ha encantado también “Sospechoso”, más ruda y tal vez más metalera incluso, con un riff base muy duro, pero pegajoso a la vez, y una batería rítmica y marcial de las que marcan. ¡Ah!, y gran letra de denuncia social tipo “¡vamos, despierta de una vez!”, que si los sospechosos permanecemos bajo su control, nunca seremos peligrosos…
Venga, es momento de relajar la tensión y pasar a esa otra faceta de la banda, presente desde siempre en sus trabajos, y que también nos encanta a los seguidores del grupo. Y es que los roqueros de verdad no sólo mordemos sino que usamos el corazón para muchas más cosas que sólo bombear sangre y rabia. Sentimos, queremos, nos dejamos querer, acariciamos y recordamos, deseamos y soñamos… Es curioso cómo en el disco se mezcla tan bien ese punto de luchar y protestar por un lado, de abogar por morder y dejar de ser corderitos mansos en esta sociedad con el punto de los cantos a estar vivo, en todos los sentidos, amando y sintiendo. Perro ladrador pero también, al menos cuando se aleja el peligro y el ataque, poco mordedor.
En ese punto “no reivindicativo” (en el que tan bien se ha movido siempre la banda, todo sea dicho), nos encontramos con otro tipo de canciones que también tienen su punto, por supuesto. Comenzando por el single “Hundiéndome en la noche”, con ese deje de otros temas clásicos de la banda como “A tu lado” o la propia “Noche de ronda”, más desenfadada, más roquera y movida, y con letra algo más gamberra. Late el corazón y nos hundimos en la noche. Un poco “moñas” por momentos tal vez (yo no la hubiera escogido como adelanto seguramente), pero pegadiza al máximo y de las que te atrapa rápido. “Cuando te veo” y “Como arena” siguen esa senda: la primera más guitarrera y la segunda más a medio tiempo, pero también te enganchan rápido. Son temas muy LEIZE, como esos coros inconfundibles y esas letras más “amorosas” que a Félix se le escapan de vez en cuando, jeje. Aunque me gusta el concepto de vivir tu propia vida, no la de los demás, expuesto en la segunda, ¡sí, señor!
Para terminar, y aludiendo a las dos baladas del disco, sin duda me quedo con la primera, “Sin tí”, sentida y más “típica” quizás pero que me llega mucho mejor que “Tu amistad”. La primera con ese punto a “Como la luz”, que tanto me gusta, aunque no tiene tanto feeling ni llega al punto perfecto de ésta, pero va en esa onda… La segunda, que además es el corte que cierra el disco, me deja más frío, que además tiene ese toque que tampoco me convenció del que cerraba el anterior, “Déjame decirte”. ¿Qué le vamos a hacer?, no me pueden gustar todas (aunque el trabajo de guitarras sea excelente aquí), pero sinceramente prefiero temas con más enjundia (en mi humilde opinión, claro) como “Príncipes del placer”, “Solitario” u “Otra noche más” para cerrar estos discos como antaño.
De cualquier manera, y pese a un par de momentos puntuales menos inspirados para mí, es un nuevo discazo de LEIZE que sigue sin duda la senda de toda su discografía: coherencia, compromiso y calidad. Autenticidad de la mano de unas canciones, una música y unas letras que sólo saben hacer ellos, y que además se volverán a engrandecer en los conciertos. Y que por favor nunca se nos olvide ni apretar los dientes ni sonreír, el ying y el yang de la vida, de estar vivos, de ser y no sólo estar como comentaba antes.
Cuando te muerden reaccionas, no hay más… ni menos, especialmente en estos tiempos de profusión de manos atadas, bocas cosidas y personas educadas en el odio. A los que nos muerden, rabia y lucha, y a los que nos acarician y nos cuidan, lealtad y fidelidad… pero teniendo claro que no somos mascotas ni mansos animales de compañía sino más bien fieros perros de pelea, marcados a fuego por la vida y con personalidad, actitud y corazón. Por cierto, mañana es hoy, no nos olvidemos…
Texto: David Esquitino (david_esquitino@redhardnheavy.com)
Track list del disco:
- Dónde está!!!
- Hundiéndome en la noche
- Bajo la ley
- Hoy
- Cuando te veo
- A fuego
- Como arena
- Sospechoso
- Sin tí
- Cuando te muerden
- Tu amistad
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