Ver a EL DROGAS siempre es una experiencia especial…
EL DROGAS toca dentro de poco en Madrid, en su reciente gira por teatros donde la parada en la capital es obligada. Con bendita excusa de fondo nos apetece publicar este artículo y/o reflexión sobre el artista y su actual faceta (no muy diferente de la anterior ya sea con BARRI o TXARRENA).
Muchas cervezas después, que la noche lo merecía (a priori y a posteriori), y un rato largo de reparador sueño que afianzara y ordenara todo el torbellino de ideas, sensaciones, palabras, reflexiones y momentos que vivimos ayer por la noche en Madrid, es el momento de sentarme a darle forma sobre el blanco lienzo a mis recuerdos, inmediatos pero espero que eternos, de la noche nos trajo al Drogas y sus secuaces a la capital en estos días.
Y todo ello en este formato tan íntimo, aunque desenfadado, cercano y especial que desde aquí recomiendo a todo el mundo que lo disfrute, que lo sienta, que participe de lo que también es memoria histórica: en este caso del rock, de la cultura y de, ¿porqué no decirlo así?, de nuestra propia vida, de lo que somos, lo que fuimos y lo que seremos, nos acordemos o no en el futuro… EL DROGAS en un teatro, ¡qué maravillosa experiencia!
Así quiero empezar mi crónica en unos días poco después de vivir el concierto especial en teatro y en el formato de Rythm&Blues que EL DROGAS y sus chicos nos ofrecerán en pocos días en Madrid. Previamente ya les hemos disfrutado muchas otras veces en eléctrico, por supuesto, en acústico, en semiacústico, tocando rock n´roll, tocando metal, tocando blues y acordándonos de los que están, de los que están y de las madres y familias de unos y otros (de manera cariñosa y positiva de las nuestras, y mentando a las bichas cuando nos acordamos de las santas progenitoras de algunos… políticos y demás sanguijuelas que nos hacen más difíciles la existencia… y a los que Enrique siempre ha tenido en sus oraciones y pensamientos de manera ácida y brillante).
Por puntualizar, comentar que en otras noches anteriores en teatros el formato ha estado dedicado unas veces a la memoria, con una primera parte centrada en “La tierra está sorda” de BARRICADA y la Guerra Civil (visto desde el lado de los perdedores y de los que de una manera o de otra acabamos, entonces y ahora, debajo de su pie), y una segunda llamada “Alzheimer” más personal y más cotidiana incluso, tragicómica tal vez si me permiten la expresión hablando de algo tan serio, pero que no por ello tiene menos importancia, enjundia y trascendencia.
Otras veces, como la que nos ocupa, el formato es de Rythm&Blues, con coristas, apoyo musical extra y con un repertorio diferente, más festivo tal vez, desenfadado y más variado… Con todo el trayecto que llevan recorrido en los últimos tiempos, EL DROGAS (banda) se mueven de maravilla en ambas tesituras, tocando corazones y escupiendo en la cara de quien haya que escupir, o sencillamente dando sexo, birras y rock n´roll sin más cuando se nos presentan en su tesitura más normal de concierto eléctrico al uso… si es que a un concierto de EL DROGAS se le puede calificar de manera tan banal (cuando siempre son experiencias superlativas).
Siempre es un espectáculo y algo único, y más en un formato de un teatro, con sonido de 10 y un recinto preparado 100% para las noches especiales. Y el Drogas, permitirme particularizar ahora, tiene esa magia y esa chispa de hacer que cada uno de los proyectos en los que participa o a los que da forma sean únicos e inolvidables. Y además les dota de una profundidad y de una enjundia, que me ha gusta la palabra, que te atrapa desde que entra taciturno, “venido a menos” y casi de tapadillo en la sala para dejar sobre el suelo una selección de los libros en los que se inspiró para inscribir y dar vida (y recuerdo) a las historias que se relataban de manera tan cruda y fiel en “La tierra está sorda”, por ejemplo. Y lo mismo cuando abren el telón y arrancan a matar en la actual gira de teatros, como veremos el fin de semana que vienen en Pamplona (dos días con sold out ya en el Gayarre) o en el Nuevo Alcalá en Madrid justo después.
O se planta su traje de los domingos y coge su bastón de apalear con palabras para salir a darnos lecciones de humanidad, de rabia y de utilizar las mejores armas que existen para remover y agitar mentes y conciencias: la buena música, el cerebro y las palabras. Luchando, siempre luchando con y por nosotros y contra ellos, personas o entes, que desde hace demasiado tiempo nos amargan la vida.
Historias “sencillas”, cotidianas pero terroríficas, tan reales que da miedo, pavor pensar que ocurrió en realidad y no hace tanto tiempo en este bendito país. Es más, en una situación política y social como la que estamos viviendo en estos convulsos tiempos, con el polvorín en la calle a punto de estallar. Por eso es tan importante que el pueblo sepa, conozca, se ilustra y vaya a espectáculos de cultura, de nuestra cultura, de enjundia (sí, insisto con la palabrita) y de fuerte carga moral, reflexiva y rebeldía, que nunca falte por favor. Y yo me quito el sombrero ante el Drogas, por su valentía, por mojarse, por estar siempre al pie del cañón y por seguir empeñado en hacernos pensar, en aportar un extra de lucha y conocimiento, cada uno con las armas de que dispone.
Por ejemplo yo con un micrófono en la radio y una pluma digital en la web, y él con una guitarra, un pañuelo pirata, unas gafas de sabio venerable de la tribu, un elegante traje con zapatos de charol y esas rastas inconformistas que tanto admiro en una persona de su edad, importancia y calado. A algunos se nos ennoblece la melena y las barbas en forma de hilos plateados de sabiduría, o se les cae el pelo, pero mantenemos actitud, imagen o el dedo índice bien alto metafóricamente delante de la cara de quién se lo merezca a través de esos pequeños detalles, absurdos y estúpidos tal vez para algunos, innecesarios o irrelevantes, no sé, pero que a mí me llenan de orgullo y satisfacción… y no como dice nuestro afable y bonachón (ex) rey cazaelefantes precisamente.
Es el rock, amigos, seguir al pie del cañón, seguir protestando, rebelándonos y aportando un extra, algo más, recordando lo que somos y porqué, y para que a nadie se le olvide, al menos antes de que nos llegue el alzheimer o nos empujen a una cuneta de la manera más vil y cobarde. Eso es lo que representa un concierto del calado de lo que vivimos cuando acudimos a nuestra cita con estos locos y comprometidos norteños que siguen sintiendo tanta pasión por el ruido como nosotros…
Y con público veterano pero curtido en mil batallas delante, o jóvenes cachorros ávidos de conocimiento y energía, todos ellos de la mano y comprometidos con la causa, con EL DROGAS, con BARRICADA, con el rock, con las bandas y los artistas que son mucho más que fachada e imagen sino que llevan consigo un trasfondo de mensaje, de lucha, de denuncia, de ser fiel a unos ideales con 20 años y una enorme melena hasta el culo o cerca de los 60 y apoyado en un bastón.
Y una banda detrás, que a nadie se le olvide, comprometida al 100% por la causa, cerrados en comandita totalmente a una con el jefe, formando parte activa de la batalla sin la más mínima duda ni dar un paso atrás… con sus canciones o con las de otros, da igual, las hacen suyas y las tocan con la misma rabia, furia y mensaje original, aportando además el deje propio, su alma y su corazón y su clase y buen hacer. También me quito el sombrero ante ellos, ante el Flako, el Brigi y Txus Maraví, por ser tan DROGAS como el mismo Enrique, cuatro patas de un mismo banco, las arterías que alimentan de la mejor sangre ese corazón rebelde y puñetero de un Enrique que sigue mejorando como el buen vino.
Por cierto, Enrique está pletórico, aunque en alguna ocasión (en acústicos señalados) tenga que leer algunas letras en un atril con sus gafas de leer de señor mayor, y estás más cercano a su gente que nunca (si es que alguna vez ha dejado de estarlo), además de vivir este tipo de conciertos con una ilusión e intensidad casi fuera de lo común. ¡Y en un teatro!, que lujo, aunque fuera pequeñito y lleno de cosas rojas por todos lados, en otro de esos detalles en los que a lo mejor no siempre se caen pero que tampoco son casuales.
Cultura, amigos, conciertos, obras de teatro, coloquios, libros… cervezas en mano mientras disfrutamos de eventos de calado e intensidad máxima… mientras otros estaban ya adormilados en casa delante de la caja tonta, ellos se lo pierden, pero los que estaremos esta noche allí, estoy seguro que saldrán del teatro más que satisfechos con lo vivido pero además con una sonrisa satisfecha de haber formado parte de algo único, especial y realmente íntimo, siendo todos, banda y público, un mismo ente, una misma mano que se hace puño, un grupo de amigos que, nos conozcamos o no, sabemos que después de haber compartido juntos esta noche nuestra unión es aún más férrea e inolvidable, y que ya somos inseparables… al menos hasta que la memoria, siempre caprichosa, nos lo permita…
Gracias Enrique y compañía por hacerlo posible. ¿Lo disfrutamos de nuevo el próximo 12 de marzo en el Teatro Alcalá de Madrid? Por si alguno no sabe qué es lo que veremos, recordemos una parte del vídeo del concierto de Pamplona en el que grabaron DVD para ponernos los dientes aún más largos.
Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)
Más info en la página del evento correspondiente y en el Facebook oficial de El Drogas. Entradas Entradas en este enlace (y a darse prisa que quedan muy pocas)
¿Cerramos con un vídeo de algo similar a lo que veremos en Madrid en unos pocos días?