SARATOGA: Concierto fin de gira 25 aniversario – Merecida celebración
Llevar veintiséis años practicando Heavy Metal en castellano, y al más alto nivel, no es algo de lo que puedan presumir muchas formaciones en nuestro país. SARATOGA es una de ellas, siguiendo con paso firme, tras haber sufrido algunas mutaciones y un desfile de carismáticos músicos por sus filas.
SARATOGA: Sábado 24 de marzo, sala La Riviera (Madrid)
El transcurrir del tiempo nos situó el año pasado en las bodas de plata de la banda, y en los tres lustros de la salida de su álbum más emblemático como fue “Agotarás” (editado hace ya 16 años, para ser exactos). Y decidieron celebrarlo por todo lo alto con la gira que empezó el 14 de Octubre de 2017 en Mallorca, y concluyó hace unos días en la madrileña sala La Riviera. De este show se tomaron imágenes para incluirlas en un documental conmemorativo sobre la banda, por cierto.
En un fin de semana realmente saturado de actuaciones, con grupos internacionales como AVATAR o HEAVEN SHALL BURN, todo un clásico como RAMONCÍN, o grupos emergentes que también nos hubiera apetecido ver como ADAMANTIA, PHORCEPS, WITCHTOWER, SLOWBURN o L4 RED (o el Galia Metal Fest en Pozal de Gallinas, ya en Valladolid pero con mucho público de Madrid), fue muy meritorio rozar el lleno en la Riviera.
El concierto estuvo dividido en dos actos: en el primero se iba a interpretar de forma completa, y en el mismo orden que en el álbum, ‘Agotarás’, y en el segundo iban a caer los grandes éxitos de estos 25 años. Como curiosidad, y por si alguno no lo sabe a esta alturas, debemos apuntar que ‘Agotarás’, es el nombre de SARATOGA leído al revés.
Tras la intro de «11901», que debe su nombre a que se terminó el 11 de Septiembre de 2001, y que Jero la había compuesto originalmente para el tema «Fiebre» (aunque luego quedó fuera del disco), fueron apareciendo los cuatro músicos que apenas necesitan presentación: Tete Novoa a las voces, Jero Ramiro a la guitarra, Niko del Hierro al bajo y Dani Pérez a los parches, salieron en tromba con la trepidante y casi thrash «Con mano izquierda», un alegato contra la pena de muerte que encendió todo el recinto.
El sonido era un tanto embarullado, la batería y los demás instrumentos se comían la voz de Tete, que quedaba un poco tapada, aunque no tardaron los técnicos de sonido en mejorar la ecualización. «Tras las rejas» nos trajo esos riffs de guitarra y estribillos marca de la casa, que Jero Ramiro ha hecho santo y seña con sus composiciones, y que han definido el sonido de los mejores SARATOGA. Vinieron después dos temas que a día de hoy siguen teniendo mucha trascendencia en el repertorio de la banda, como son «A morir», enlazado con «Las puertas del Cielo», que el público coreaba muy entregado y que siempre son momentos álgidos en sus conciertos.
«El gran cazador», un corte que condena el maltrato animal, que muy poca gente ha visto en directo, y en el que Tete nos contaba las palabras que Niko le decía, sobre que cada mañana hay que levantarse para cazar los sueños de cada uno, nos gustó mucho. «Oscura luz» puso un poco de calma en el set, después de tanta tralla, mostrando dejes progresivos en la formación, con un Tete que rayó a gran altura durante toda la noche, haciendo suyo un álbum que, aunque lo grabó Leo Jiménez originalmente, parecía que fuese él quien estuviera en Estudio Box en el año 2002.
Volvió de nuevo el ritmo intenso con «Rompehuesos», destacando la labor de Dani Pérez, que machacó su kit de batería durante toda la noche de forma contundente, y formando junto a Nico una impecable sección rítmica. «Parte de mí» se convirtió en la única balada de la noche, acompañada por los mecheros y los móviles, y que sirvió de homenaje al guitarrista recientemente fallecido Roberto Sánchez «Robertini», que acompañaba a Tete en solitario (ndr.: como podemos ver en la camiseta que llevaba el vocalista en homenaje a su amigo). Esta canción que Leo compuso para su abuelo cuando este falleció, y que interpretaba en directo con una guitarra acústica, está llena de sentimiento y emotividad, y cada vocalista le imprime su sello.
«Viaje por la mente» y «Mercenario», que fue dedicado al pequeño Gabriel, siendo buenos temas, creo que están un peldaño por debajo del resto, y quizás eso se notó un poco en la receptividad de la gente, aunque seguían enchufados desde el comienzo. Un pequeño solo de guitarra por parte del maestro Jero, antecedió a «Doblas las campanas», que también incluye un fantástico riff; para dar por finiquitado el álbum ‘Agotarás’ con la indispensable y frenética «Resurrección», que trata sobre la religión y el disfrute de la vida terrenal y la pegadiza «Ratas».
El solo de batería de Dani sirvió como elemento diferenciador entre una y otra parte del concierto, después de aparecer las portadas de los discos en la pantalla posterior del escenario, para dar paso a un buen ramillete canciones muy esperadas, mientras el resto del grupo tomaba un poco de fuelle. Para que nadie se durmiera en los laureles y para volver a enchufar al público, volvieron con «Grita», el primer tema de su primer y homónimo álbum. Toda una sorpresa en el set, que nos retrotraía a los tiempos de Fortu, (recordemos, segundo cantante de la banda tras el ex MASADÂ Tony Domínguez, que fue el que grabó las tres primeras maquetas). Eso sí, fue la primera composición de Jero y Niko ya como SARATOGA, y un gran detalle incluirla en este set list conmemorativo.
Tiempo después para una de sus canciones más reconocibles, y que en directo funciona como un cañonazo entre sus seguidores, como «Perro traidor», momento confeti incluido. Pero lo que vendría después no era moco de pavo, pues «Vientos de guerra» y «Maldito corazón» son dos de las grandes gemas de la corona, y de los más duros y acelerados, que ponían la sala patas arriba. En la primera, Tete metió algo de guturales y se mostró desatado, interactuando con el público y transmitiendo toda la energía que pone en sus actuaciones.
Durante el «Vuelo del halcón», uno de los temas que más me gustan de la etapa inicial de Tete como vocalista, y que él mismo se encargó de recordárnoslo, Niko tuvo su momento de lucimiento con una pequeña sesión de tapping y virtuosismo con su bajo.Para que no faltara de nada y el ambiente fuera de lo más festivo posible, con «No sufriré jamás por ti» (otra de las representativas de la etapa de Tony Hernando a la guitarra), se lanzaron al público unos globos gigantes, que sirvieron para el jolgorio y la diversión de los asistentes.
Tras retirarse un breve espacio de tiempo, volvieron agradeciendo a todos sus seguidores la presencia, y a su equipo técnico todo el trabajo realizado para hacer posible esta exitosa noche. Y para cerrar el círculo, a modo de perfecto epílogo, eligieron la maravillosa «Como el viento», el single de su último trabajo ‘Morir en el bien, vivir en el mal’, lanzando el mensaje de que son una banda que no vive del pasado y que su creatividad y calidad compositiva se mantiene intacta, algo de lo que no muchos pueden presumir.
Teniendo en cuenta que a todos se nos quedaba algún tema fuera, pero esta cuestión siempre será una constante en los grupos de larga trayectoria y generosa discografía, pocos peros se pueden poner a una magnífica noche con casi dos horas y cuarto de excelente repertorio. En definitiva, sombrerazo para unos SARATOGA que están en estado de gracia.
Se mantienen en una impecable buena forma en directo, con un Tete que aporta la energía y entrega que se le supone a una banda de Heavy Metal, Jero como comandante de la nave con su disciplina, técnica y composiciones, Niko con su derroche y complicidad con todos sus compañeros, y Dani con su capacidad de destrozar las baquetas como si no hubiera mañana… ¡A por otros veinticinco!
Texto: José Luis Martín
Fotos: Javier Paredes (javier@redhardnheavy.com)
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¿Vemos uno de los temas diferentes del setlist para cerrar?