ROGER HODGSON – Lo mismo de siempre, pero con enorme calidad
El antaño co-líder de SUPERTRAMP volvió a actuar en el Jardín Botánico de la Universidad Complutense donde, arropado por una banda de lujo, nuevamente cuajó una actuación muy elegante y estupenda, pero casi clavada a la ofrecida dos años antes.
ROGER HODSON – Jueves 11 de Julio de 2019 – Noches del Botánico (Jardines de la Complutense, Madrid)
Es cierto que en esta ocasión, para tocar en Las Noches del Botánico, nos habían vendido la moto de que, como era el 40 aniversario del celebérrimo álbum “Breakfast in America”(1979), el show iría dedicado a este disco, que interpretaría casi al completo…
Ya empieza a mosquear el marketing que lleva detrás un negocio despiadado, el CIRCO DEL ROCK’N’ROLL, (expresión muy afortunada que antaño cantaba el gran Ramoncín) dedicado en la actualidad a desplumar sin piedad a cuantos incautos y pardillos se acercan a sus afilados colmillos. También empieza a cansar la pereza de algunos autores por renovar su repertorio en directo, cuando lo fácil es interpretar las quince o veinte canciones de rigor, cobrar y salir corriendo, como suele decirse. Parece que ahora que el Rock es un movimiento declinante por su escaso relevo generacional de calidad, y por la aplastante lógica de una biología que no perdona (con las grandes estrellas ya septuagenarios) o directamente en el cementerio.
Pues bien, a la vejez, viruelas, como reza el refrán… pero parece que a los músicos veteranos les hubiera invadido una profunda y extraña vagancia. Lo vemos casi a diario en las Fiestas Patronales de nuestro país… Es de verdadera vergüenza ajena que muchos artistas lleven más de 12 años haciendo el mismo concierto, y parece que a esta nefasta moda, empiezan a apuntarse las estrellas más importantes. Debe de ser que es muy cansado ensayar más de la cuenta y tener listas, por ejemplo, 40 canciones para ofrecer después en directo la mitad de ellas.
Roger Hodgson, bien arropado por una banda de auténtico lujo, con Bryan Head a la batería, David Carpenter al bajo, Ray Coburn a los teclados y Michael Ghegan como multi-instrumentista en la sección de vientos, protagonizó una función intensa y, por momentos, magistral, que satisfizo a los fans del artista… pero que a los más versados en la materia nos dejó una extraña sensación de concierto repetido que ya habíamos visto antes… y en varias ocasiones además. Incluso, si se prefiere decirlo así, nos deja una amarga impresión de de fin de ciclo para una estrella de rock marchita que lo fue todo con la banda madre, SUPERTRAMP.
Muy felices nos las prometíamos cuando arrancó el show con piezas del calado de “Take the long way home” y especialmente con la diamantina “School”, que sonó con una enjundia digna de encomio. Todo ello seguido por las imprescindibles “Breakfast in America” y “Lovers in the wind”, demostrando nuestro protagonista que domina varios instrumentos, como su sempiterna guitarra de 12 cuerdas o ese teclado que le acompaña por donde quiera que va. De haber seguido por esos derroteros el resto del show, estaríamos hablando del concierto del siglo o cosas por el estilo, pero aguantar ese ritmo trepidante se hace bastante difícil, sobre todo cuando alguien quiere demostrar que sus composiciones actuales rayan a gran altura, lo que no es del todo cierto…
El primer bajón, por llamarlo así, vino con “Easy does it” y “Sister moonshine” donde por desgracia visualizamos que el tiempo había pasado. Mejor no enciendas la luz, a ver si nuestra eterna búsqueda a lo Peter Pan de El Dorado rocanrolero iba a quedar al descubierto, y por fin íbamos a darnos de bruces con la más cruda realidad: que nos hemos hecho viejos y que, para mal o para bien, estamos en 2019 y que esto es puro ‘bussiness’.
Es el negocio del entretenimiento en su versión más depurada quizás, que no hablamos de los actos multitudinarios más grotescos en espectáculos de vergüenza ajena (y todos sabemos de lo que hablo), pero tampoco por desgracia de aquella búsqueda de la belleza o la exploración del universo interior que se pretendía con la MÚSICA (con mayúsculas) ni tampoco de la búsqueda de ideales colectivos de ‘paz, amor y armonía’ en la soleada California hippie de los 70’s…
Sonó a continuación la monumental “The Logical song”, todo un compendio filosófico adelantado su tiempo: “(…)Ahora cuida lo que dices o te van a llamar radical, liberal, fanático, criminal(…)”. Como puede apreciarse en estos magníficos versos (rubricados en los felices años de las libertades por doquier), nuestro protagonista ya profetizó que se avecinaba la feroz dictadura de la corrección política y sus funestas consecuencias, en forma de censura implícita… Y así Roger Hodgson siguió filosofando, en voz alta, preguntando al respetable: ¿Si fuerais un animal, qué preferiríais: vivir de por vida encerrados en una cárcel o simplemente la muerte? Una estupenda reflexión como intro a su canción “Death and the Zoo” (de su cosecha en solitario). Tras esta pieza de hondo contenido emocional, Roger Hodgson bajó la intensidad de la descarga con unas pálidas “Only because of you” y “Lord is it mine”, más otra pieza de denuncia de la violencia de género: “Had a dream (sleeping with the enemy)”
La fantástica “Dreamer” nos despertó un poco del sopor, seguida por la infalible “Fool’s Overture” como broche de oro de un encuentro con notable calidad sonora. La Obertura de los Locos partió el bacalao una vez más, como si de un trueno en mitad de la noche se tratara, recordando la locura de la guerra y la devastación de países como Iraq, Siria, Libia o Afganistán, a mayor gloria del imperio norteamericano. El conocido Discurso de Churchill en medio del tema sonó como un escalofrío ante tamaña indignidad humana.
Los postreros bises: “Give a little bit” y “It’s rainning again” echaron el cierre y pusieron un más que previsible final a una velada nostálgica en el Jardín de las Delicias, el lamento de nuestra juventud perdida y añorada. Mágicos recuerdos que se evaporan como lágrimas en la lluvia, mientras repiquetean las redes sociales con las fotos de Mr.Hodgson y su eterna sonrisa, congelada en el tiempo.
Texto y fotos: Fran Llorente
En este enlace podemos ver la galería de fotos del concierto o debajo en la galería correspondiente.
¿Vemos un pequeño resúmen del concierto para cerrar?