Relato de una noche mágica homenajeando a Manzano en Madrid

Excepcional y muy emotivo e intenso el homenaje a José Antonio Manzano en Madrid. Reunión ¿irrepetible? de músicos de primera, viejos roqueros y nuevos valores, unidos en elevar la palabra hermandad, compañerismo y solidaridad a otra dimensión. Y, por encima de todo, espectacular noche de rock con mayúsculas acordándonos de MANZANO, BANZAI, EMERGENCY, ZERO y demás.

HOMENAJE A MANZANO: Madrid, domingo 27 de mayo (sala Sound Stage)

Ronnie Romero

Ronnie Romero, uno de los participantes «estrella» del evento, lo explicó bien: «¡lo que nos falta aprender y trabajar a los artistas jóvenes para merecer un homenaje como éste!». Y tiene razón, que pocas veces se ve algo como lo vivido la noche del 27 de mayo en Madrid (y el 13 de mayo en Barcelona, que no se nos olvide). Dicho esto, ¿cómo resumimos una noche tan especial, extensa, excelsa y bonita como la que vivimos en Madrid ese último domingo de mayo?

Lo dicho, qué fácil y qué difícil hacer una crónica del concierto homenaje a los 40 años de rock (nada menos) de José Antonio Manzano. Cierto es que el homenaje viene motivado por lo que todos sabemos, aparte de usar la “excusa” (maldita excusa) para homenajear a uno de nuestros cantantes y artistas más importantes de nuestro rock. De cualquier manera, es imposible detallar en un breve texto todo lo que ocurrió pero muy fácil resumirlo: emoción, sentimiento, cariño, compañerismo, tremenda calidad musical y humana en todos los que estaban allí.

Desde la propia presentación y “conducción” de todo el evento por parte del gran Óscar Sancho (cantante de LUJURIA y uno de los impulsores de la iniciativa junto a Marcos S. Perandones, Rudy Goroskieta, Santi Berrendo, Delfín Giménez, Robert Mills y todos los que participaron desinteresadamente en el doble homenaje, músicos incluidos, por supuesto), fue una noche bonito. Óscar lo resumió muy bien, aunque fuera una afirmación con trasfondo amargo: “Ojalá nos juntáramos para celebrar igualmente las buenas noticias, los nuevos lanzamientos, que apoyáramos igual a las nuevas bandas en sus presentaciones”… Bueno, vamos a pensar de manera ilusa e idealista que es una primera piedra de toque.

Óscar de LUJURIA

A lo que íbamos, reunión de músicos de siempre junto a músicos de hace poco. Y por supuesto público fiel a los 40 años de trayectoria no solo de Manzano, sino de una buena parte de los participantes, junto a otro público, el que se lo había perdido hasta ahora o lo desconocía por su propia juventud, y que terminó la noche aprendiendo lo que hay, ha habido siempre y nunca se ha valorado como se merece en este país: grandísimos músicos y grandísimas personas en el bizarro mundo del rock nacional. ¡Ah!, y muchos, muchísimos músicos nacionales no sólo encima del escenario, o participando en el evento en sí, sino también entre el público, apoyando la movida, la escena, la causa y la situación, ¡bravo! (y lo dicho, ojalá siga ocurriendo).

Lo decíamos antes, Óscar Sancho fue el maestro de ceremonias impecable, con simples gestos «tontos» como cogerse de la mano del desconocido de al lado (dándole un significado de «hermandad», palabra clave de la noche), pidiendo que los heavies que no se conozcan pero que se «reconozcan» por las calles se saluden como hermanos (algo quizás trasnochado pero es cierto que antes pasaba y ya… pues no). En definitiva, pidiendo que esta noche tan especial marcase un antes y un después, que se vuelva al heavy de los 80, “o como en los 80” donde «el heavy era ley» y (de nuevo) una hermandad…. simplemente brillante. Aparte de la brillante y exitosa organización de algo tan grande con tanta gente involucrada, por supuesto.

¡Ojo!, 4 horas de concierto y, pese a lógicas deficiencias puntuales de sonido o mínima desincronización en alguna de las actuaciones, hay que destacar que todo salió a la perfección y todos, arriba y abajo, tenemos que salir contentos… ¡y por supuesto Manzano en su casa!, que nos consta que estuvo bien atento toda la noche… De hecho, ningún artista sin excepción olvidó por qué y por quién estaba allí, como a veces ocurre en eventos similares. Pues no, el nombre de José Antonio Manzano se pronunció en numerosísimas ocasiones, y nunca en vano.

Y José Antonio Manzano demostró que no solo es un gran músico, sino un ejemplo de solidaridad y generosidad, pidiendo expresamente que absolutamente toda la recaudación del evento se destinase única y exclusivamente a la Asociación Española Contra el Cáncer, y así se hizo.

MONTERREY

Vamos ya con el concierto en sí, como comentario general, eso sí… Empezó de hecho la noche con un potente arranque, a base de temas propios, de MONTERREY, en este caso (después ya vendrían todas las versiones), bien secundados por el público, animado desde el primer tema en la sala por fin llena, culminando con el «Good Bye Dusty Road» del álbum «III» de NIÁGARA, en el que Manzano había participado, como todos sabéis (y de hecho Manolo Arias fue el primero en tomar la palabra y mandarle ánimos a José Antonio, por cierto). Fantástica la banda de Manolo y José «Pajarito» (ex SOBREDOSIS) abriendo la noche.

Le siguió el virtuosismo, en este caso acústico, del guitarrista Jordi Sandalinas, amigo personal de Manzano, con Joseph Molloy al chelo, tocando «Go», tambien del álbum de Niágara «III», y algún otro tema propio. Quizás no fue lo que más nos gustó a la mayoría de la noche, sobre todo tras MONTERREY y con lo que se nos venía encima, pero tuvo su mérito y sobre todo tenía que estar allí y se valora muchísimo el detalle. Eso sí, escucharse se escuchó poco, una pena y verse, al estar sentados, tampoco mucho.

Jorge Salán

Después, tras lamentar la ausencia de Salvador Domínguez por temas de salud (quizás la ausencia que más lamentamos todos), llegaba una sustitución inesperada pero tremendamente eficaz… Y es que al que no se le mueva la fibra con las guitarras de Jorge Salán y Juanjo Melero, acompañando en el «Blues» a la apasionada armónica de José Martos (“Indurain” para el sentido de humor ochentero de Manzano en NIÁGARA, jeje), debe hacérselo mirar…. Perfecto tema improvisado, seguido de la versión de «Walking by Myself» cantada por Salán, levantando a la sala otra vez. Por cierto, Fernando Cobo, otro de los organizadores y/o colaboradores destacados del evento, a la batería.

Después, pasábamos ya por derecho a repasar la carrera de MANZANO. Y bueno, hubiera sido divertido algún guiño no tanto a TIGRES (cómo sí hubo lógicamente en Barcelona) pero sí a los TEBEO guapitos de finales de los 70, jeje, pero bueno, mucho mejor lo que vimos con una nueva versión de la  banda ZERO de Manzano: con Julio Dávila (MONTERREY) a la voz, José Ramón Pérez «Guny» al bajo (ex ASFALTO), el batería Javi Gómez “Cozy”, y el guitarra José Ángel Asensio, el verdadero ZERO del combo, ¡y en muy buena forma! Tocaron «De fuego», «Sigue corriendo», «Sobreviviré» y «Buscando rock», ¡casi nada!. Y todo ello sin ningún aire añejo ni anticuado, pues siguen teniendo una fuerza tremenda. Creo que muchos viejos fans de entonces sonreímos al escuchar tantos años después canciones tan olvidadas… y geniales de nuestro heavy/rock patrio.

Les siguieron Pepe Bao y su hermano Anye Bao, y Edu Pop, con el emocionante y potente Miguel Ángel Mart (cantante de ESTIRPE), reciente superviviente de esta odiosa enfermedad, por cierto. «Al límite de la pasión» sonó fantástica… Curiosamente, creo que muy pocos esperaríamos esta mezcla, pero quedó sobresaliente. Por cierto, por si alguien no lo sabe, Pepe Bao (sí, el bajista de O FUNKILLO) fue el bajista de MANZANO en el primer disco en solitario del cantante. Y Miguel Ángel Mart es el hijo de Manuel Martínez, cantante de MEDINA AZAHARA…

José Andrea de URÖBOROS

Y tras esto ya empezó el desfile de estrellas acompañando a la banda de Manzano que grabó «IV» (batería Dani Navarro, bajo Nico Martinez, guitarra José Herranz, guitarra Félix Barcojo… y la colaboración en algunos temas de músicos de SLAVEDOWN, por cierto, ¡gran trabajo de todos!), excelente, por cierto. Empezando con Rocksa (MURO), que se marcó un “De nuevo en acción” tremendo, José Andrea (URÓBOROS y ex MAGO… y en muy buena forma cantando “Rocanrolear”) o el carismático Miguel Oñate (ex ASFALTO) reconociéndose como otro superviviente de esta plaga (seguramente por ello escogió un reciente “Vamos a ganar”)

Llegaba Gaby de Val (tremenda en todos los sentidos, una vez más, cantando en este caso “Red hot” en inglés… subiendo la temperatura sin duda de la noche), Manuel Escudero (AGO, tremendo vozarrón), Leonor Marchesi, Kike Senra (ex cantante de BRUQUE) haciendo doblete en ausencia de Fortu (y al que muchos le teníamos perdida la pista, por cierto, aunque se le notaba la “inactividad” profesional pero le puso muchas ganas y actitud), Carlos Pina a capella improvisada cantando “Amigo” de BANZAI (tirón de orejas, él único de la noche a la organización, que fue un detalle feísimo con Carlos el no conseguirle otra guitarra acústica y/o sonorizarle la suya sí o sí),  o el brillante Sherpa en acústico (¡cuánta clase cantando “Siempre estás allí” en el momentazo de la noche!) y levantando al público aún más.

Gran final.

Momento de irnos al inglés y “cambiar” de banda homenajeada con el humilde Ronnie Romero, y ahora con el pelo más largo (no nos olvidemos que es el cantante de RAINBOW… además de LORDS OF BLACK, claro… y que se atrevió con la parte dedicada a EMERGENCY, con dos temazos de aquel disco sublime del 93), Chino Banzai con Tibu (bajista de BANZAI ¡y que volvía a tocar el bajo después de 30 años!, y seguramente era la primera vez que estaba de nuevo con el Chino sobre el escenario, y más tocando canciones de la época de Manzano, como “Luces”), Tete Novoa, brutal como siempre, Rubén de DEBLER haciéndolo muy bien en la nueva “Sí pero no” (¡cómo canta este chico!… fuera de las tesituras más encorsetadas de su banda)…

Todos ellos en una especie de sana competición por darlo todo, ser el más potente, el más heavy, y desglosando los temas históricos de la carrera del homenajeado (para gran placer de los fans incondicionales, y buena lección para los fans novatos). Y para acabar, Óscar de nuevo, tenía que ser él, esta vez cantando el tema más mítico, «Duro y potente» de BANZAI, y cerrando con muchos de los músicos presentes en el escenario. Fue el broche de oro: el merecido aplauso a la banda de Manzano, que tuvo una noche gloriosa en todos los sentidos.

El que pudo ir y no fue debería estar (haber estado, vaya), como dijo Óscar, lamentándolo y mucho, porque se perdió una grandísima noche, a nivel musical y fraternal. Fue una noche y un evento que, ¡ojalá!, marque un antes y un después. Ni el fútbol, a pocos metros de allí, pudo con el rock está vez, para variar… Fue excepcional y sin duda que cumplió su doble objetivo: demostrar, por un lado, que cuando queremos seguimos siendo los que más, y sobre todo, ayudar y apoyar a José Antonio en su lucha contra el maldito dragón…

Logo (actual) de MANZANO

Y me quedo con un detalle de la noche, que no es casual que “Sobreviviré” sonará dos veces esa noche 😉

Texto: Ana Nimas y David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)

Fotos: Boliche Ángeles

¿Rememoramos el con pcierto completo?

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