Recuperamos crónica de EL DROGAS cerrando gira de salas en Madrid

Es un tópico recurrente pero a veces se nos quedan crónicas en cola por diferentes circunstancias, casi siempre bola de trabajo. Pero otras veces curiosamente son las crónicas más «sencillas» las que nos resultan más difíciles de escribir, o de terminar. Y es que ya no hay tantas noches de Rock n´roll, y menos con BARRICADA de fondo… Nos lo recuerda Esquitino, desde un punto de vista muy personal.

EL DROGAS – Viernes 26 de mayo 2023 (Madrid, sala La Riviera)

El Drogas

Vimos el inicio de gira en Madrid, hace algunos meses, y EL DROGAS sigue en primera línea de la mano del 40 aniversario de BARRICADA que, como era de esperar, todo el mundo quiere y desea seguir viendo. No es un reproche al Drogas, ¡Dio me libre!, pero ha abierto un melón muy difícil de cerrar, y veremos… primero cuándo se cierra y segundo cómo se acepta ese cierre y vuelta a su carrera en solitario, por mucho que nos guste… pero ese es otro debate. Del barrio conflictivo al cielo, ¿y ahora?

De cualquier modo, no podemos más que aplaudir el camaleónico carácter de nuestro patriarca favorito, al menos de los que nos quedan, y aunque esto NO SEA BARRICADA, sí son sus canciones, uno de sus principales compositores, el letrista fundamental, y posiblemente el personaje más relevante para muchos (visión acertada o distorsionada, pero no estamos aquí para juzgar eso, ni ahora ni antes). Y ojo, que nadie podrá nunca sustituir al Boni, ni será lo mismo ver a ningún guitarrista tocando estas canciones que no sea Alfredo (y el Boni, claro), pero a día de hoy el “sucedáneo” es de primera: una banda absolutamente maravillosa recogiendo el legado del grupo de rock combativo posiblemente más importante de la historia de este país (no he dicho la más vendedora ni la más popular, he dicho la más importante… y auténtica). Y con El Drogas al frente, poco más que decir.

Ya empezamos en mayo del 2022 en Madrid, y era justo más o menos un año después cerrar la gira de salas en el mismo sitio con un doblete (y estoy seguro también que habrá algún tipo de “cierre final” en el Wizink en próximos meses, y también en Pamplona o BEC y/o recintos similares, ¿alquien quiere apostar?) y de nuevo doble llenazo. Lo más importante de esto es el legado, y cómo nos sentimos los que de alguna manera estamos huérfanos sin LOS SUAVES, sin ROSENDO… y sobre todo sin BARRICADA. Tal como conté en esta crónica de hace un año (al menos cuando fue el concierto) ahora puedo calcar prácticamente lo mismo de entonces, añadiendo que el grupo está MUCHO más rodado en el espíritu y el rollo BARRICADA, y que la banda (que siempre han sonado MUY bien, porque son musicazos) están todavía más empastados y manteniendo el legado aún con más dignidad y realidad.

Otra cosa es que se me haga raro ver al Flaco “repeinado” o a Txus Maraví… con su ropa de siempre tocando canciones de BARRICADA guitarra de flecha en mano, pero ahí el supuesto problema (si es que lo fuera) no sería más que mío porque ni una pega le puedo poner (comentarlo sí). O que reitere que ahora el Drogas tiene un problema cuando se acabe de verdad esta gira, ¡bendito problema!, dirán algunos, aunque no deja de ser complicado de resolver… Por cierto, el Brigi, ¡madre mía cómo le pega! (cada vez más bruto con el instrumento, dicho en el mejor sentido).

Pero a lo importante: sensaciones, sentimientos, volver a revivir (de verdad) algunos de los momentos más importantes de nuestra vida con la banda sonora de BARRICADA de fondo. Quizás la gente más joven (o asistentes de a pie) no se den cuenta de esto, pero no era casual que la sala estuviera LLENA, totalmente llena de cuarentones que hemos crecido con esto, y (que lo hemos hecho) así. ¿A qué me refiero? Conciertos clásicos, con bandas de verdad sobre el escenario y cantando y sintiendo mensajes de verdad.

Ni con los móviles, ni con las entradas VIP, ni con las canciones sobre mamoneos y estupideces ni con paparruchas. No, CON ESTO, con BARRICADA y viendo conciertos de BARRICADA. Siempre, desde siempre y, visto lo visto, para siempre. Y no está el Boni pero sí estamos nosotros, siempre, los barriqueros que le damos sentido a esto. De hecho, es una maravilla que desde pronto, ya en la sobremesa, se viera y sintiera fuera que ésta iba a ser de nuevo una noche de rock n´roll de las buenas, de las que se echan en falta… ¡Qué delicia ver las sonrisas del de al lado!, la cara de complicidad cantando con la chica de delante, ver al de atrás berreando cada letra de cualquier época del grupo, el rictus de satisfacción de todos pontificando “esto sí, así sí”…

Algo se ha muerto que no volverá, y cada píldora de recuerdo es felicidad eterna. Yo estuve el primer día, pero fue lo mismo el segundo, y unos días después (o antes) en Toledo, en Barcelona, en Pinto dentro de nada, en los festivales ahora en estas semanas… No sé si es un topicazo pero poder revivir el espíritu de BARRICADA fuera de tributos o similares, es vida, ¡pura vida, amigos! Otro debate es (creo que injusto, aunque yo mismo tenga mi opinión y mis reservas) si le corresponde solo al Drogas llevarse este mérito y demás, o si es justo que sea él el que reviva la historia de la banda y se lleve la gloria mientras otros ex miembros no puedan compartirlo.

El Drogas

Y sí, me mojo: me gustaría MUCHO que estuviera Alfredo de invitado en esta gira, y que Ibi saliera a tocar en varios temas. Sería lo justo y lo bonito, y de ley hacerlo pero no nos podemos meter en casa de nadie ni tratar de impartir nosotros la justicia salomónica solo porque a los fans nos gustaría verlo (sin revivir final mordido o heridas parece que aún abiertas). Ahora, como periodista sí estoy facultado para opinar y dejarlo sobre la mesa, que no le falto el respeto a nadie por decirlo ni creo que esté fuera de lugar sugerirlo o escribirlo.

Dicho esto, fueron dos horas completas de BARRICADA, sonando como un tiro, con la banda desbocada y la gente como loca. Y 30 canciones, o las que fueran, del cancionero popular que tenemos grabado a fuego del primer disco al últ… penúltimo, jeje. Energía visceral, bidireccional, como antaño, sí, conciertos de verdad, sonrisas, sudor, alegría, compromiso con los mensajes, coherencia con lo que se canta, y coherencia a su vez con lo que se “vende” y se ofrece desde el escenario. Que si lo hacemos lo hacemos bien, muy bien, y nos lo creemos a muerte… y que allá donde esté el Boni se sienta orgulloso de estos ratitos que, en su nombre (y no me parece exagerado decirlo así), estamos compartiendo estos meses.

Me llamó la atención pisparme in situ que, casual o no (no lo creo de hecho), el show está vertebrado no solo en los 40 años de historia musical del grupo, algo obvio, sino en tres partes: la primera con canciones más antiguas e incluso “desconocidas” me atrevería a decir, una segunda más “actual” y una última algo más mezclada y ya lógicamente con los clásicos y temas más populares para rematar en lo alto… sin perder fuerza, autenticidad, rabia ni sentido en ningún momento. Personalmente a mí me gustan más los temas algo distintos, no tan habituales y demás, y por supuesto recordar siempre que “esto es un asunto serio” (vale, así la titulé en mi primera cinta grabada de los Barri y para mí siempre se llamará de esta manera) es y será la canción de Boni, y El Drogas lleva tiempo dedicándosela con cariño a nuestro viejo amigo ya fallecido. Y macarrear con ganas desde “Esperando en un billar”, “Mañana será igual”, “Contra la pared” o “A toda velocidad”, “Ninguna bandera”… o seguir siendo transgresores dedicando canciones a Ayuso o tocando “Bahia de Pasaia” con todo el sentido del mundo.

El Drogas

Eso no quita que cuando suene “Animal caliente”, “Todos mirando” o “La silla eléctrica”, en este caso para empezar, uno sonría emocionado, o cantemos dos mil tipos/as a voz en grito aquello tan vacilón de “No sé qué hacer contigo” o la emoción de “Deja que esto no acabe nunca” (muy curiosa sin la voz de Alfredo, es obvio). O la punzadita en el corazón escuchando “Tan fácil”, “Rojo” o “No hay tregua”, que es imposible no tener la lágrima a punto de saltar en cada canción por diferentes razones… La mía fue en “colorao”, y no por la letra o el rollo en este caso, pero siempre fue mi canción de Boni, y siempre se me encoje un poquito el músculo de los sentimientos cada vez que la escucho (en disco o en directo, da igual).

Me cuesta no verlo ahora en blanco y negro, o casi, pero han sido tantas veces, tantas noches, tantos recuerdos, tantas vivencias, tantos viajes con su banda sonora de fondo, o para verles… que estos conciertos son sanadores pero a la vez uno termina con una extraña sensación contradictoria de… ¿en serio se ha acabado? Hostia de realidad en la boca, aunque duele como hostia en los huevos… Bendita «Okupación» temporal de La Riviera mediante, y por una causa noble he de decir.

Sonrío y disfruto, pero es inevitable salir de La Riviera con los sentimientos a flor de piel y esa maldita lagrimita culpable y nostálgica acariciando la mejilla y posándose en la barba cada vez más blanca. Cómo me enseñaste a amar el vicio…

Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com) / Fotos: Luca Vian

Excelente galería completa de fotos de EL DROGAS en Madrid en este enlace.

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