Después de ciertas apariciones buenas en la capital, la banda bilbaína volvió a tener una noche ‘regulera’ en su última visita, esta vez por culpa de una mala calidad de sonido, que lastró a las dos bandas participantes en una velada un tanto aciaga para quien esto suscribe, que acudió a la cita con altas expectativas y esta vez no se cumplieron… Ofrecemos todos los detalles a continuación:

RAT-ZINGER + DISTORSIÓN – Sala Independance, viernes 10 mayo 2024 (Madrid)

Rat-Zinger

Con un sonido muy sucio y por debajo del que acostumbran, donde apenas se entendía lo que cantaba el visceral Podri, a priori pensábamos que iba a ser un aquelarre hardcoriano de muchos kilates, pero ya desde la acometida de los teloneros, visualizamos que algo no iba bien del todo. Pensamos que los técnicos serían capaces de resolver el entuerto y proyectar una rotunda resonancia al combo bilbaíno. Pero esta vez nos quedamos con las ganas de presenciar uno de sus míticos shows que deja boquiabiertos a propios y extraños.

Vayamos primero con los míticos DISTORSION, que también trataron de dar caña a su manera.

DISTORSION, punk con sentido del humor

En formato power-trío punk y con algunos invitados a lo largo de la noche (colegas suyos en general) se presentaron estos legendarios muchachos de Barakaldo, pariendo composiciones como una gallina pone huevos. Desde las primeras andanadas: “1,2, 3, 4”, “No somos nada” o “Bugui kojonudo”, intuimos que la sesión iba a ser de aúpa: punk-rock ramoniano (de dos o tres acordes) con querencia vieja escuela Oi!! incluso.

Aun así, aguantamos impertérritos el chaparrón de temas, como quien oye llover. “Buen Speed”, “Niño pijo” o “El bueno, el malo y el hijo puta” pusieron sobre las tablas ciertas chanzas con acusado sentido del humor, en total 23 composiciones, casi todas bastante parecidas, rítmicamente hablando, pero que nos dejaron satisfechos, aunque no se oyera muy bien.

Distorsion

Tras los pasos de THE DAMNED, en su condición de grupo ‘maldito’ y cuasi de culto, proyectaron la alargada sombra de bandas como PARABELLUM o los mismísimos ESKORBUTO, incluso se asemejaron a los GATILLAZO en alguna rola, especialmente la titulada “Puta sociedad”, que nos recordó bastante a “Vendido” (del álbum “Dianas Legales”) de nuestro siempre admirado Evaristo, el rey de la baraja: “Maldita burguesía, maldita sociedad, odio el dinero y cobro por tocar…”, en fin, contradicciones vitales que  desatan la hilaridad, y que nuestros amigos resolvieron con profesionalidad, simpatía y ganas de agradar al personal.

Galería completa de fotos de DISTORSION en Madrid en este enlace.

RAT-ZINGER, mucha pasión y pocas nueces…

Derrochando energía, como de costumbre, se presentó el cuarteto vizcaíno para vestir de largo su último trabajo “Bala per cápita”. Con un ritmo trepidante, Podri a la voz, Pinky ‘Calico’ al bajo, más el tremebundo Xabi ‘Descarga’ a la batería y con un nuevo guitarrista al frente, Dani Hoyos (procedente de la banda RISE TO FALL), con más fuerza que gloria, fueron desgranando un repertorio de pura tralla.

De inicio, se lanzaron a quemarropa tras la intro “Un minuto antes” y nos escupieron al careto unas ásperas “Bala per cápita” (canción homónima que da título al disco), “No habrá piedad” y “Soy un Kalashnikov”. Atónitos ante el barullo y la pésima calidad de sonido, tratamos de reponernos, pensando que siempre ocurre lo mismo en los primeros compases pero que luego los técnicos consiguen (casi siempre) enderezar la nave. Empezamos a visualizar que iba a ser una mala noche (para entender los textos me refiero) cuando en la fabulosa puñalada, “En la cámara de gas”, apenas se entendía nada.

RAT-Zinger

Resignados ante la fatalidad, asumimos que había que cambiar el chip, retroceder unas filas, y ver si más atrás el sonido era algo mejor, y sobre todo tratar de capear el volcán (bola de sonido agrio) en la medida de lo posible. “Odio a la raza del mono”, “Mendibil” o “Aúllo al sol” siguieron por idénticos derroteros, hasta topar con la nueva rola “Ya no hay kinkis”, con cierto aroma barriobajero y aflamencado.

‘Volando voy y volando vengo’ se zamparon un repertorio de estos que necesitan abundante sal de frutas para no terminar con ardor de estómago. “Apártate”, “10 minutos más”, “Odio tu puta nación” o “Amo el dinero negro” (títulos bastante explicativos de por sí) echaron más leña al fuego hasta llegar al nudo gordiano de “9 milímetros”, “Tu pasajero”, “Toda forma de poder” o “Muerte a la máquina” donde ya resignados a cualquier mínimo entendimiento o mínima concesión al intelecto, tratamos de disfrutar de una forma más emocional que otra cosa. De eso precisamente iba la cuestión, agitación y consignas como llamaradas de puro fuego, del rock’n’roll más visceral que ustedes puedan imaginar.

En el tramo final, RAT-ZINGER pusieron toda la carne en asador para tratar de llevarse a la ‘basca’ al huerto con una despedida in crescendo. “Rock’n’Roll para hijos de perra”, y “Larga vida al infierno” dejaron muy buen sabor de boca, antes de preguntar a la acelerada pandilla: “Teneis Speed?” (la versión castellanizada del “Ace of Spades” de MOTÖRHEAD), y poner el broche final con las rotundas “Indestructibles” y “Santa Calavera”, el himno de los 4 jinetes del apocalipsis en esta nueva era y en este criminal mundo a la deriva.

Rat-Zinger

Ya lo dijimos en nuestra anterior crónica y aquí parece que lo refrendamos de nuevo: otra vez peleando contra el muro de la adversidad, los laureles quedan para mejor ocasión. “Somos los chicos acelerados que se negaron a ser desintoxicados, anónimos seres sin nombre, inadaptados, aquellos que no verás venderse ni podrás comprar”. Más que nunca, RAT-ZINGER fueron ‘carne cruda de Metal’ (punk y hardcore) asilvestrado.

Texto: Fran Llorente / Fotos: Mar Fuertes

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