Ñu en Copérnico - Conciertos especial de Navidad

Ñu en Copérnico – Concierto especial de Navidad

Abr 09, 2019 por Red Hard´n´Heavy en Conciertos

A punto de salir el DVD en directo grabado en La Riviera hace unos meses, es buen momento para recuperar el artículo del concierto especial de Navidad en la Copérnico, y abrir boca para disfrutar del DVD y de próximos conciertos de nuestros admirados ÑU. Lo disfrutamos entonces y lo recordamos ahora (con doble galería de fotos)…

ÑU – Concierto especial de Navidad, sala Copérnico, sábado 29 de diciembre de 2018

ÑU

Se nos quedó colgada la crónica / comentario del concierto especial de Navidad con el que ÑU quisieron celebrar anticipadamente el Fin de Año y presentarse en un formato semi-acústico y diferente que muchos agradecimos. Al menos en la primera parte… Y me explico desde el principio: La gracia de estos conciertos especiales es ver cosas distintas, a la banda en un formato diferente y sobre todo disfrutar un show y velada, si no única sí al menos, que se recuerde y que tenga un poco de exclusividad. Pero al final, como dice el refrán, no se hizo la miel para la boca del asno.

Y que nadie se sienta insultado ni menospreciado, no van por ahí los tiros, pero quizás la delicatessen sonora sólo la esperábamos realmente unos pocos, y la disfrutamos mucho, porque al final la respuesta fue mucho mayor y mejor en la segunda parte del show, con el público realmente metido en harina… pero escuchando un concierto más de ÑU, con una banda en estado de gracia, cierto, y como casi siempre (muy bien por cierto lo acoplados que ya sí están César, Óscar y compañía), pero tocando con el automático puesto. Bien, pero con mucho menos valor… y lo digo en la doble acepción de la palabra, supongo que sin querer queriendo (a veces me traiciona el subconsciente).

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Es decir: la banda fue valiente, y especial… en la primera parte del show. Y el público a su vez rácano y conformista, algo que me decepcionó sobremanera, que ya digo que fuimos pocos los que creo que apreciamos de verdad el esfuerzo y sobre todo la magnificencia de escuchar a ÑU tan desnudos, tan especiales y con un repertorio preparado para la ocasión de verdad.

Luego, en la segunda parte del show, con un corte 100% marcado además por la tardanza de los compañeros de TOPO en llegar, lo que cambió seguramente el orden del setlist previsto e incluso el ritmo del concierto (¿qué le vamos a hacer?, el tráfico de Madrid es lo que tiene), la banda pasó de repente a tocar lo esperado y lo mil veces visto… No por ello fue menos interesante y disfrutado, que nadie entienda lo contrario, que cualquier fan de ÑU gusta y mucho de sus clásicos y de tener la ocasión de degustar un exquisito plato sonoro que es cada nuevo concierto (sean los que sean que nos queden… espero que muchos aún).

El caso es que de repente la banda ya no estaba ofreciendo un concierto especial sino sólo dando uno más, en formato eléctrico 100%, ok, y con las 5 o 6 imprescindibles en el repertorio. A su vez el público de repente pasó de ser exquisito y gourmet musical a vulgar masa borreguil, ¡qué pena!… E insisto en el matiz: que nadie se sienta insultado, por favor, pero la realidad nos mostró un cambio de actitud para mí muy significativo, y más estando en un concierto especial de un grupo como ÑU.

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Aún así, la clase del Molina y sus secuaces salva cualquier contratiempo y esta formación tan alucinante le aporta todos los quilates extra que necesita un concierto que, por h o por b, baje la intensidad en un momento dado. Y luego está el hecho, obvio o no, de que ver a José Carlos encima de un escenario siempre es mágico. Esté mejor o peor de voz (¡y ahora está muy bien!), más contento o más enfadado, o con más ganas de divertirse o sencillamente de tocar, cobrar y para casa.

Su elegancia, maestría y punto especial vale cada euro de la entrada, así como las canciones de ÑU en sí, y más en formato de “clases maestras” sobre todo con Manolo Arias y Juanmi Rodríguez como profesores destacados de la academia de la Ñ. Pero ya digo que el rarito debo ser yo, que disfruté muchísimo en la primera parte del show (y sé perfectamente que la banda también, me apuesto el bigote y el flequillo a ello) y me quedé más frío en la segunda… mientras que la mayoría del respetable ofrecía totalmente la sensación contraria. Lo dicho, los raros somos siempre la minoría y los que buscamos salir de la rutina.

Dicho esto, fue maravilloso poder escuchar en un formato semiacústico y con la banda retomando espíritu juglaresco en joyas como “Conjuros”, “Pícaro” o la maravillosa “Cuatro gatos”, una de mis favoritas sin duda (y de uno de los discos olvidados injustamente por el paso del tiempo… en el que un tal Juanmi tuvo cosas que ver, por cierto). Incluso sorprendernos con cortes nada habituales como “Soy el hombre que escapó” o empaparnos de la magia de ese inmortal “Trovador de ciudad”, que curiosamente suena mucho mejor en este formato “taberna encantada”.

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Pero, de repente, se cortó la magia y llegó el concierto normal de ÑU sin más, sin sorpresas en el setlist ni nada especial más allá de la gema de la nueva instrumental “Celebración” (un tema de Juanmi Rodríguez, como nos contó el jefe in situ), la ayuda de un saxo colaborando en otro de los temas clásicos, y sobre todo el momentazo, que me pareció improvisado, de atacar “Días de escuela” completa ya con Lele Laina y José Luis Rodríguez (¡cómo suena ese bajo!) sobre el escenario… Y luego por supuesto mantuvieron la magia con la preciosa “Tocaba correr” que tomó otra dimensión en las manos de semejantes músicos (manos y gargantas).

¿Por lo demás? Pues siempre es divertido y emocionante disfrutar en directo de “No hay ningún loco”, la fuerza de “Manicomio” o “Más duro que nunca” (últimamente casi fija para cerrar) o que siempre me ponga los pelos de punta escuchar “Ella en directo”. Y sí, afortunadamente el Molina está gustando de regalarnos una versión maravillosa de “Una copa por un viejo amigo” a piano y voz… pero me da rabia que de un concierto mágico y muy especial (y que me da en la nariz que iba seguido de la participación de Lele y José Luis y así hubiera seguido la senda mágica de la primera parte del mismo), pasáramos al notable ramplón de la segunda parte.

No lo sé, quizás a veces soy inconformista de más por naturaleza… pero es lo que me enseñó José Carlos desde el primer día que descubrí a ÑU, y lo que en definitiva me lleva transmitiendo una de mis bandas de cabecera desde hace más de 30 años. Más, quiero más, no es suficiente… Lo dicho, muy bien la banda, los músicos… y los gustos del respetable sólo a medias. Pero hay que saber que ÑU tocan para todos, obviamente no sólo para los fans acérrimos, y conseguir llenar una Copérnico pocos meses después de La Riviera y con una estructura de show, a priori, muy diferente no es moco de pavo.

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Bueno, personalmente me pareció mucho mejor la primera parte que la segunda, pero uno no sólo es seguidor sino periodista y/o periolisto, y como tal objetivamente al concierto le puedo poner pocas pegas, ¡al revés!… Subjetivamente, volveré a esperar la siguiente ocasión en la que ÑU me sorprendan de nuevo, y de cualquier forma allí estaré la próxima vez que el mago se vuelva a sacar otro conejo de la chistera.

Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)

Fotos: David Esquitino y Boliche Ángeles.

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