Noche progresiva con O.R.K. y LIZZARD en Madrid
Doble sesión de rock progresivo de primer nivel con los británicos O.R.K. y los franceses LIZZARD, en una velada que hizo las delicias de propios y extraños. Recuperamos la crónica pendiente (y fotos) y damos todos los detalles a continuación…
O.R.K. + Lizzard – Sala Rockville, viernes 28 Abril 2023 (Madrid)
Hacía tiempo que no asistíamos a una doble función tan fructífera de uno de los estilos que más nos enamoraron durante nuestra ya lejana (y añorada) juventud. Nos referimos al rock progresivo (y sinfónico) que tantas satisfacciones nos dio.
Grandes dinosaurios transitaban por un vergel de creatividad, allá por los años 70 del pasado siglo. Es cierto, somos unos puretas y el haber podido disfrutar de gigantes como PINK FLOYD (los más grandes de todos, en mi humilde opinión), los grandiosos GENESIS, sin olvidar a EMERSON, LAKE &PALMER, y también a los aterciopelados CAMEL, los estelares YES o los siempre creativos y sinuosos KING CRIMSON (uno de cuyos baterías, por cierto, forma parte de O.R.K.) nos marcó sobremanera en el devenir de los acontecimientos posteriores. Tras ellos, asomaron la generación del A.O.R, los nuevos románticos y la New-Age a principios de los 80’s, pero eso ya fue otra historia…
Qué duda cabe que quien tuvo, retuvo. Y casi cuatro décadas después hay un nuevo movimiento de grupos jóvenes que desean retomar aquellos postulados musicales. Entre ellos se encuentran nuestras dos bandas protagonistas, con diferentes matices. Por un lado, los franceses Lizzard (que se definen a sí mismos como un combo de Art Rock) retoman las esencias desde su perspectiva más purista, si se me permite la expresión. Y empezamos por ahí
LIZZARD, exquisito conglomerado con resonancias clásicas
El trío formado por Mathie Ricou a la voz y guitarra, Willian Knox al bajo, más la extraordinaria baterista Katy Elwell sorprendió con una propuesta musical muy clásica que englobaba añoradas sonoridades de bandas como YES, CAMEL, o los mismísimos GENESIS (de su primera etapa con Peter Gabriel), incluso mostrando ese sonido orgánico que desplegaron los canadienses RUSH a partir de consolidados álbumes como “Moving Pictures” o “Grace under pressure”. Buena parte de la culpa fue del delicado pulso de Mathie Ricou en las seis cuerdas, y en la voz, dejando incluso pinceladas de Sting en la rutilante composición “Open view”, y también de la forma de tocar de Katy, una percusionista aventajada, muy de la escuela del insuperable Neil Peart (RUSH).
De este modo, cuajaron una hora y cuarto de exquisitas atmósferas, dejando piezas para la posteridad como “Corrosive”, “Blowdown”, “Haywire” o “The Decline” pertenecientes a su último álbum “Eroded”(2021) y algunas otras de anteriores plásticos, golosinas tan deliciosas como “Shift”, “The Orbiter” o “Tear down the sky”.
Con cuatro discos a sus espaldas, LIZZARD apuntan alto, y si las circunstancias lo permiten, pronto estarán codeándose con los grandes del género, siempre claro está que tengan el horizonte despejado, porque la diferencia de la actualidad con los tiempos gloriosos radica en que hoy en día las bandas tienen que hacérselo todo ellas mismas, desde la composición de los temas y la producción, hasta la promoción en muchos casos, cuando antaño un ejército de afamados productores, arreglistas y compositores hacían crecer a los grupos hasta el infinito.
Además, hablamos de un un tiempo donde la industria musical funcionaba como un verdadero reloj suizo y despachaba millones y millones de discos (de muy diferentes facturas) para la generalidad de la población. La otra cara de la moneda del devaluado negocio de la actualidad (orientado principalmente a fans y coleccionistas), con unos precios que sonrojan al más pintado.
Fotos de de LIZZARD en Madrid en este enlace:
O.R.K. – metal-progresivo de otro costal
La banda británico-italiana de nuevo metal, fusiona los sonidos duros con pinceladas progresivas, y regalaron un concierto muy enérgico y entregado, que dejó muy buen sabor de boca entre la concurrencia. Nada más salir y como declaración de intenciones, de completo inicio, se marcaron una INTRO cuasi interminable, mitad distorsión de guitarra, mitad psicodelia, lo que apuntaba a las claras por sonde iban a ir los tiros.
En el seno del grupo, dos músicos ilustres: Pat Mastelotto, a la batería (KING CRIMSON) y Colin Edwin al bajo (PORCUPINE TREE) pertenecientes a señeras formaciones que poca presentación necesitan a estas alturas. Muy bien acompañados (y secundados) por los italianos Lorenzo Expósito a la voz y Carmelo Peptone en la guitarra, pilares de una formación mitad británica, mitad transalpina cuyas formas nos recordaron mucho a unos SOUNDGARDEN pasados de rosca, especialmente en la transición que hicieron los de Seattle del hardcore al grunge, eso sí con certeras atmósferas progresivas en muchos capítulos, un híbrido de difícil asimilación para algunos paladares delicados.
Con cuatro discos en su haber desde 2015, vinieron a presentar su última creación, “Screamnassium”(2022), elepé que desgranaron con generosidad, comenzando por “Something broke”, y siguiendo por otras destacadas piezas del mismo como “Don´t call me a joke”, “As I leave” o “I feel wrong”, intercaladas con otras gemas de su anterior álbum “Ramagehead”(2018), temas como “Signals erased”, “Time corroded” “Beyond Sight” que perfumaron la velada de pasión y bastante ardor. Agitación y cierta turbación al ver tocar a Pat Mastelotto la percusión en tempos poco acostumbrados, mientras el respetable iba entrando en calor de unas composiciones, a veces con tramos volcánicos, ora reposadas, así hasta llegar al último tramo donde sonaron encendidas rolas como “Deadly bite”, “Consequence” y “Unspoken words”, rematando la faena en los bises con “Lonely crowd” y “Someone waits”.
Y de esta forma nos fuimos a casa con la sensación de que el rock progresivo sigue muy vivo, aunque sea como componente secundario en muchas agrupaciones de metal contemporáneo.
Texto: Fran Llorente / Fotos: Boliche Ángeles
Galería de fotos de O.R.K. en Madrid en este enlace.