GOTTHARD, análisis de «Defrosted 2»
GOTTHARD vuelve al sello Nuclear Blast, y lo hace con un doble álbum en directo y acústico, un formato al que cada vez más nos tienen acostumbrados en concierto (con partes de los sets en este formato), pero que no habían terminado de plasmar en un disco.
GOTTHARD – Defrosted 2 (Nuclear Blast, 2018)
De esta manera, después de tres lanzamientos en estudio con Nic Maeder como vocalista, este Defrosted 2 cumple la doble función de ser el primero en directo, con él, y el primer unplugged con la formación actual. Lo primero que destaca es la selección de temas. Nada menos que veinticuatro, en los que dan un repaso a toda su carrera… aunque con matices.
Empezando por el final, encontramos dos nuevas composiciones grabadas en estudio: la balada “What I wouldn’t give”, muy en la línea de sus tres últimas entregas y en el que se nota la mano de Maeder a la hora de escribir la letra y la melodía; y “Bye, bye, Caroline”, de la que no me equivoco si digo que es una de las mejores canciones que han hecho al menos desde 2012, y que de hecho es un homenaje al “Caroline” de STATUS QUO en la que incluso participa Francis Rossi, cantante y guitarrista de la banda británica.
Podemos afirmar, por tanto, que el directo como tal termina con el tema que precede a éstos en cuanto a orden y que no es otro que una versión del clásico de DEEP PURPLE “Smoke on the water” que sorprende por la novedad de haberle quitado, de inicio, su icónico riff de guitarra (luego se lo devuelven, que no cunda el pánico). ¡Y funciona!… Como dice la canción infantil, de las veintiuna que quedaban… el tracklist se divide casi a partes iguales entre la época de Steve Lee y la de Nic Maeder… con ligero predominio de esta última.
Tratando de ser imparcial, es lógico que hayan intentado dar protagonismo a sus trabajos más recientes, sobre todo por el hecho de reivindicarse como banda tras la incorporación del nuevo cantante. Siendo objetivo, está obviamente desproporcionado en función del número de álbumes del grupo, no haciendo justicia a su legado, que es grande y bueno. Y siendo crítico (y sin entrar en la comparación de ambos vocalistas), la mayoría de temas nuevos palidecen al lado de composiciones como “Sweet Little Rock and Roller”, “Sister Moon”, “Mountain Mama” o “Ride On”, por citar únicamente algunos ejemplos, lastrando lo que podría haber sido un trabajo fuera de serie. Porque el disco, aún así, es bueno, muy bueno.
Exponiendo los datos de otra manera, en Desfrosted 2 hay cinco canciones de Silver, tres de Firebirth, tres de Bang!… tres de G., dos de Lipservice (paradójicamente el disco que les llevó al estrellato cuenta con una representación mínima) y alguna solitaria de sus primeras entregas. Y otro dato más: de las dieciséis primeras, once son las posteriores a 2012 que se incluyen en el disco (lo cual quiere decir, mirándolo por el otro lado, que el final es una fiesta de clásicos -más las dos nuevas compuestas expresamente para el álbum-), lo que contribuye a crear esa sensación de descompensación musical.
Sin embargo, ahora viene el capítulo en el que hay que hablar de lo que no es el tracklist, y ahí es donde el resultado se equilibra. Porque GOTTHARD tienen la maldita bendición de ser tan buenos en lo que hacen que es imposible criticar su entrega, su pasión y su calidad como músicos e intérpretes. Y eso lo transmiten a cada una de sus creaciones. Pueden tener discos mejores, trabajos peores, canciones mejores, temas peores… pero la realidad es que, del uno al diez, siempre aprueban (la mayoría de las veces con nota). Así, su ejecución en este Defrosted 2 es francamente impecable, con un Leoni inmenso (en acústico su papel de líder se acentúa aún más por las características que exige el propio formato), y un Maeder que cada vez está más cómodo en su papel.
No, no es Steve Lee ni lo será nunca, pero con un poco más de carisma (va mejorando en este aspecto) terminará de sacudirse la imagen de “intruso” que aún no se ha quitado de encima. El esfuerzo que están haciendo los suizos para demostrar que el grupo sigue vivo es encomiable, y en reconocimiento debemos aprender a pasar página. Acompañando a la banda encontramos una pequeña sección de cuerdas, un percusionista y dos coristas, que si bien en algunos momentos aportan acertadamente un brillo original a la interpretación, más íntima, otras veces da la sensación (exceptuando la percusión, muy bien integrada hasta el final) de estar apartándola de la dirección correcta, más rockera.
Uno de los aspectos en los que Defrosted 2 destaca más es en la producción, que ha corrido a cargo de su teclista, Nicolo Fragile. Ha sabido poner el foco de manera precisa en cada momento, dejando escuchar cada instrumento y cada detalle de los mismos, y respetando lo que la música exige en un formato que, precisamente por sus características, puede llegar a ser complicado y exigente a la hora del montaje final. Es un disco acústico, de acuerdo, pero no cae en el exceso de azúcar y transmite la fuerza que, actualmente, necesitan los suizos para reivindicarse. Todo un acierto.
En resumidas cuentas, Defrosted 2 es un muy buen trabajo sobre el que se pueden sacar muchas lecturas, pero que sin duda atesora una gran calidad. Reivindica justamente a los GOTTHARD actuales, aunque para ello hayan tenido que sacrificar el tracklist, pero lo compensan con una interpretación magistral, y con una producción de altísimo nivel.
Si eres fan de GOTTHARD no debería faltar en tu discografía. Porque es bueno, porque se lo merecen, y porque es hora de pasar página.
Tracklist:
CD 1:
01. Miss Me
02. Out On My Own
03. Bang
04. Sweet Little Rock ‘N’ Roller
05. Beautiful
06. Feel What I Feel
07. Hush
08. Remember It’s Me
09. Stay With Me
10. Tequila Symphony
11. Mountain Mama
CD 2:
12. Why
13. C’est La Vie
14. One Life One Soul
15. Tell Me
16. Starlight
17. Sister Moon
18. Right On
19. Lift U Up
20. Heaven
21. Anytime Anywhere
22. Smoke On The Water
23. Bye Bye Caroline
24. What I Wouldn’t Give