Gran noche de blues, de rock, de funkie y de mucho más la que nos ofreció en gran Eric Gales, uno de los nuevos talentos de la guitarra del estilo, y su banda. Nos lo cuenta Raúl y nos lo enseña Boliche:

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ERIC GALES: Madrid, martes 20 de noviembre de 2018 (sala Caracol, Madrid)

El pasado 20 de noviembre no todos estábamos pensando en si sacan a la momia del Valle de los Caídos (aunque podrían regalarle un trocito a cada facha, si tanto lo quieren). Por eso algunos decidimos regalarnos una noche de buena música, de ésas que satisfacen a los paladares más exigentes y exquisitos, nada menos que el gran Eric Gales.

ERIC GALES

Ya no hace falta que grandes de la guitarra como Santana o Bonamassa le definan como uno de los mejores del mundo: solo hace falta verle en directo, con su banda, para darse cuenta. La maestría con la que domina todos los géneros hace que compruebes que este tío es especial, que tiene un talento innato, único. En esta ocasión Eric nos visitaba, en una sala Caracol con una gran entrada, como parte de la gira mundial de su último disco “Middle of the road”, del 2017. Venía acompañado de Byron Carter al bajo y teclados, Nick Hayes a la batería y su mujer LaDonna en las percusiones.

LEste tío mezcla tanto los géneros y, sobre todo, improvisa tanto, que a ver como lo cuentas. Una canción de Eric Gales es como un viaje en coche con Stevie Wonder al volante: sabes cómo empieza pero no tienes ni idea de qué pasará a continuación. Además, como las canciones a menudo no se parecen demasiado a los del disco también es muy difícil reconocerlas e intentar recomponer mínimamente un setlist de la actuación. Por eso, decidí que lo mejor que podía hacer era relajarme y disfrutar.

Los temas a menudo empezaban desde el blues, pero poco a poco iban dando vueltas y vueltas, como los caballito de la feria (¡joder, que viejo soy!), y se te colaban en los prodigiosos solos ramalazos de funk, para mover el culito, o trallazos rockeros que nos dejaban con la boca abierta. Y no se quedaba ahí, no… también hubo soul o incluso toques de reggae.

ERIC GALES

Era raro encontrar un tema puro, como el tremendo blues lento, canónico, que abrió la noche, con Eric magnífico a la voz y a la guitarra. O como el blues más eléctrico y cañero que toco a continuación, una canción simple y directa como una patada en los huevos: 3 notas, la voz de Eric y otro tremendo solo, y con eso nos ganó a todos los presentes en la sala. Pero si alguien esperaba el típico concierto de blues… hasta ahí llego.

Después Eric empezó a jugar, a mezclar géneros, improvisar… Y también llegó una parte del concierto en la que me aburrí un poco más, ya que toco varios temas seguidos con marcado aire funk, género del que no soy un gran admirador, precisamente. Suerte que se iba por peteneras en unos solos que en esta parte del concierto fueron muy rockeros, “Hendrixianos” e incluso alguno casi metalero, lo cual al menos yo agredí especialmente, para despertarme de tanto funk.

Lo que estaba claro es que la guitarra de Eric era la absoluta protagonista de la noche. Si alguien tenía alguna duda se le quitaron pronto, ya que se sucedían cortes instrumentales y temas larguísimos con muy escasa presencia de la voz. Y creo que es un error por parte de Eric, porque no canta nada mal. Y está claro que hace unos solos increíbles, pero tampoco pasa nada si recorta un par de ellos, y mete algunas canciones donde le escuchemos cantar.

El concierto cambió, para mucho mejor, en el que quizás parecía el momento más aburrido: un solo de bajo y batería, que se convirtió en algo mágico cuando, tras un pequeño descanso, Eric Gales empezó a improvisar con ellos. Y esto no querría que se entienda como una crítica a la banda de Eric Gales porque, aunque suene a topicazo, estuvieron enormes toda la noche. Por muy bueno que sea un músico, si no está acompañado de una buena banda poco va a hacer. El único problema que tuvieron es que, debido a la escasez de luces habitual en esta sala, apenas les vimos: y negros vestidos de negro en la sala Caracol… ¡un disparate!

Eric Gales y señora

A partir de ahí llegó una ESPECTACULAR traca final, todo un derroche por parte de Eric y su banda, que nos volvió locos a todos los presentes. Empezó con una maravillosa versión instrumental del “Don’t fear de reaper” de BLUE ÖYSTER CULT, con un Eric Gales derrochando ‘feeling’ con su guitarra, especialmente en un prodigioso solo en el que incluso se coló un trocito del “Purple rain” de PRINCE. Pura magia.

La intensidad subió aún más en la siguiente, un tema del último disco que Gales presentó simplemente como “la número 11”. Y resultó que la número 11 era un temazo con ritmo de boogie con toda la banda tocando a todo a gas, en el que su mujer consiguió robarle los focos al propio Eric Gales y al resto de la banda… con una simple pandereta… ¡pero qué manera de tocarla! Que derroche de simpatía, de entrega, de ACTITUD. Parecía como si el destino del mundo dependiera de como tocase la pandereta. El final del tema, con Eric y su mujer tocando juntos al frente del escenario, fue apoteósico.

Solo faltaban los bises… Y me quedo sin duda con el enorme “medley” que se marcó, empezando y terminando con el “Vodoo Child” de Hendrix, y pasando por sitios tan dispares como el “Para Elisa” de Beethoven, “Kashmir” de LED ZEPPELIN y el “Back in black” de AC/DC. ¡Casi ná! La última no me dijo mucho, una balada algo sosilla para ese momento del concierto, pero para nada empañó la gran noche de música que nos ofrecieron Eric Gales y su banda.

Texto: Raúl Moreno

Fotos: Boliche Ángeles

Fueron casi dos horas disfrutando de un maestro de la guitarra y su banda. ¿Qué más se puede pedir?… Pues nuestra galería de fotos completa de la noche:

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