Yo Iba a ver a una banda mítica, ENUFF Z’ NUFF, y salí encantada con los teloneros HIGHWAY y sobre todo THE MIDNIGHT DEVILS. Os contamos cómo fue el concierto triple en la sala Rockville de Madrid hace unos días. Los teloneros casi consiguieron tapar la luz de la estrella.

ENUFF Z’ NUFF + THE MIDNIGHT DEVILS + HIGHWAY – Sala Rockville, Viernes 18 de noviembre (Madrid)

Enuff zNuff

Vale, sí, el pasado viernes 18 de noviembre fui a ver el concierto de ENUFF Z’ NUFF. Ya de paso, sabía que iba a ver a dos bandas más, y en estos casos, a menudo no sé qué veré. Es decir, siempre speras que los teloneros sean medianamente buenos, aunque sabes que nunca serán como las estrellas del cartel… ¿Nunca? ¿seguro? HIGHWAY me gustaron mucho, ENUFF Z’ NUFF me gustaron más… pero lo de THE MIDNIGHT DEVILS se sale del plano, pues en media hora me conquistaron y me dejaron felizmente agotada.

Voy a contarlo por el orden en que salieron al escenario.

THE MIDNIGHT DEVILS:

Pongámonos en situación: Nada más entrar a la céntrica y acogedora sala madrileña Rockville, por la que ya no puedo disimular mi amor incondicional, veo a dos tipos muy altos y flacos con pintas de… a ver cómo digo esto… travestis descuidados. Reconozco a Sam “Spade” Morris y Jimmy Mess, de THE MIDNIGHT DEVILS, y decido hacerme fotos con ellos ya (se prestan enseguida, y con extrema amabilidad, a ello), antes de que el colorido maquillaje de sus caras y el cardado de sus pelos se venga abajo con el sudor de las luces del escenario. Poco después comienza el concierto, y claro, yo expectante a ver qué hacen estos con esas pintas. Se les une el guitarrista Chris «Sniper» Hineline, al que no había visto aún por la sala, mucho más discreto en su indumentaria.

The Midnight Devils

¡¡¡Y madre mía!!! Lo inesperado ocurrió, que en solo media hora de concierto nos dejaron a los escasos asistentes al evento agotados, sudando casi tanto como ellos, extasiados y felices. ¡¡¡Nos lo pasamos tan bien!!! Aquello fue una pura fiesta de rock n’ roll macarra, pañuelo de lentejuelas + boa + bata rosa de estampado animal (que para eso somos Glam), saltos, giros y bailes frenéticos, coros y gritos entremezclados arriba y abajo, todo ello en un ambiente de cercanía y franca cordialidad con los de Omaha (¿seguro que no somos amigos de hace mucho tiempo?).

No me pidáis que diga los títulos de las canciones que tocaron, porque de verdad que no me dio tiempo ni de fijarme en qué orden las soltaban. Solo diré que, desde esa noche, su disco “Never Beg For It” (publicado este verano y producido precisamente por Chip ZNuff), está en mi lista de favoritos. Sniper clavó buenos solos, especialmente homenajeando a su ídolo Eddie Van Halen, y no solo en su camiseta sino también al versionar su tema “Panama”. Jimmy perdía el maquillaje, el cardado de su pelo y seguro que hasta algún kilo, aporreando la batería sin piedad (salvando las distancias, me recordaba al mismísimo Tommy Lee). Y Sam, recordando vagamente (o no tan vagamente) a Dee Snider en sus mejores momentos, tirando púas y billetes falsos (todo rosa, claro), subido en dos taburetes en medio de la sala, cual rey del glam punk, nos hacía muy felices.

Galería completa de fotos de THE MIDNIGHT DEVILS en este enlace.

HIGHWAY:

Highway

Tras una breve pausa, llegó el turno de HIGHWAY, y lo tenían francamente difícil pues los americanos habían dejado la sala y al público literalmente ardiendo. Había que mantener esa temperatura, tarea sumamente complicada para cuatro músicos de apariencia discreta, vestidos de negro y tejanos, pero es que los franceses hacen otra cosa. Del glam rockero, salvaje y descontrolado, pasamos a su rock sureño, melódico y algo más lineal. No me pareció que bajara la calidad de la música porque, aunque sí bajó el ritmo de la fiesta, aquello seguía sonando muy bien. Tampoco bajó la intensidad, y de nuevo hubo giros, saltos, melenas bailonas, mucha energía y sudor a raudales.

De hecho, me creí que son franceses por algún “merci” que se les escapó entre “gracias” y “thankius”, pero por apariencia (especialmente la del siempre sonriente cantante Benjamin Folch), parecían dignos residentes del sur más profundo de Estados Unidos. Musicalmente fueron de menos a más… Les recibimos expectantes tras la descarga anterior, y si bien en los dos primeros temas, “Brotherhood” y “Knock It Off”, estuvimos algo fríos (el cambio era tremendo), acabamos coreando, aplaudiendo y vitoreando los temas de sus cuatro LP’s, sobre todo “Action” o la fiestera “Have A Beer”, e incluso “Like A Rockstar”, adelanto del disco acústico que publicarán muy pronto.

Brillaron sin lentejuelas con sus buenos coros y con los buenos solos de guitarra del simpático Ben Chambert, siempre muy gesticulante. Y como había ocurrido antes, se mostraron cercanos y amigables. Personalmente, yo hubiera cambiado el orden de los teloneros, para que la fiesta hubiera ido “in crescendo”, pero eso no disminuye la calidad de estos buenos artistas del rock. Fueron de menos a más en calidad y en ir ganándose al público.

Galería de fotos de HIGHWAY en Madrid en este enlace

Enuff ZNuff

ENUFF Z’ NUFF:

Y por fin, tras años de espera y de aplazamientos pandémicos, llegó la hora de escuchar a ENUFF Z’ ENUFF, o lo que queda de la mítica banda americana de hard rock. En estos dos años esperando este momento, pasó de todo: Alex Kane, guitarrista titular durante mucho tiempo (con algunas pausas), decidió irse, y, hace muy poco tiempo, le sustituyó el también ex guitarrista de la formación, Tony Fennell. Además, en estos dos años de restricciones han publicado dos discos: “Hardrock Nite” (2021) y “Finer Than Sin” (2022). Así que por fin llegaban a España con cambios y con la maleta llena de nuevos temas.

Y con ellos llegó la calma, el glam rock psicodélico, la fiesta colorida y tranquila, todo muy hippie y setentero. De cualquier manera el escenario, de nuevo, se llenó de color y de amor… sobre todo el que destilaba por todos sus poros el siempre sonriente y amable Chip ZNuff, único miembro fundador de la banda que queda, con cuerdas de colores en su bajo, con gafas y boa malvas, y lanzando constantemente mensajes de positivismo y amor a su público (aunque seguíamos siendo pocos), a Madrid, a España… y al bar Cathouse de Vallecas, donde habían estado de fiesta (y se habían hecho con su camiseta) la noche anterior, y a donde planeaban volver tras el concierto, precioso detalle.

En toda esa atmósfera de amor y paz, las versiones que hicieron de temas de THE BEATLES sonaban de lujo, eso sí, más duras y rockeras que en sus orígenes. “Magical Mistery Tour” y “Eleanor Rigby” no fueron las únicas versiones, que sonaron también “Live And Let Die” y “Jet”, compuestas por Paul MCartney. Y por supuesto, nos deleitamos con sus clásicos propios, como la ochentera “Kiss The Clown”, “Baby Loves You”, la bluesera “In The Groove” (en la que Chip se escondió tras la espalda de Fennell y clavó un buen solo, podéis ver la foto en la galería), la popular “Fly High Michelle” y “New Things”.

Enuff ZNuff

Como decimos, Tony Fennell acaba de volver a la banda, y se notó su gran camaradería con todo el grupo, especialmente con el veterano Tory Stofreggen, que llevaba la “voz cantante” en las cuerdas. Y ambos apoyaron muy bien la voz de su jefe, cálida pero algo floja, con sus buenos coros. Pero Stofreggen tuvo muy mala suerte esta noche, algún problema técnico, que él intentaba solucionar sin éxito, lo que hizo que su guitarra sonara extremadamente ruidosa a veces. Una pena, porque todo lo demás sonaba de lujo, pero ese ruido resultó molesto a veces.

Pese a ello, fue un concierto con un Chip sobrio pero agradecido y sonriente, muy cercano y profesional, logrando dar un concierto muy bueno. Ya se encargaban los dos guitarristas de dar movimiento a la escena, y el batería de dar potencia al rock setentero. Y como no podía ser de otra forma, el cierre llegó con otra versión de THE BEATLES, “Helter Skelter”, en un estupendo fin de fiesta. Además, después tuvimos la oportunidad de saludar y hacernos fotos con todos los artistas, y comentar con ellos con mucha confianza, es lo que tienen las salas “pequeñas”, y por eso me gustan tanto.

Por eso, agradecemos a las tres bandas su generosa entrega; a la sala Rockville, como siempre, su cálida acogida; y a la promotora Morgana Music Events y RM Concert Promotions por todas las facilidades. Ojalá se pudiera revivir esta misma noche muy pronto, mereció mucho la pena.

Texto y fotos: Mar Fuertes

Galería de fotos de ENUFF Z´NUFF en Madrid en este enlace.