DRY RIVER “petándolo” una vez más en Madrid

Pues una noche más, llegan y triunfan de la manera más sencilla y natural posible. Presentando su nuevo trabajo, el gran “Cuarto creciente”, de nuevo DRY RIVER conquistaron la capital y a todos los presentes. Os lo contamos y mostramos, con retraso en los tiempos pero no en los versos.

DRY RIVER – Madrid, sala Mon, viernes 4 de noviembre de 2022

Dry River

Lo de esta banda es mucho, estando de cuarto creciente o sencillamente siguiendo la estela que ya venía de antes. De hecho es curioso porque tras la salida de su principal compositor (de los principales, vaya), o al menos uno de los líderes del grupo sin duda como era el guitarrista Carlos Álvarez, algún agorero como yo torcía el gesto pensando que, una vez más, una banda que parecía que iba a romper el techo se nos desvanecía antes de tiempo. ¡Qué equivocado estaba!, y a la vez cómo me gusta errar en mis predicciones en estos casos.

Pues no, que ya en verano en su concierto en el Leyendas, a media tarde (casi noche), me demostraron que seguían de dulce e imparables, y se marcaron un bolazo de impresión… entonces aún sin disco nuevo en la calle. Y sobre todo nos presentaron a Guillermo Álvarez, un megacrack (como le gusta decir al inefable Ángel Belinchón) a las 6 cuerdas que desde su punto quizás más aorero (o de hard rock melódico, si nos ponemos exquisitos), su preciosa guitarra verde marca “de los guitarristas buenos buenos buenos”, que les ha dado nueva vida, oxígeno y hasta un cierto cambio musical (sin cambiar ni su estilo ni su rollo) que les permite una vez más “seguir petándolo”… Permitirme a mí también, por supuesto jugar con el lenguaje y con las bromas que ellos mismos utilizan mucho en redes, sobre el escenario…, marcando también con ello su personalidad cercana, desenfadada y demás, de una banda diferente y que sigue abriéndose camino siendo siempre ellos, cuestión nada baladí al respecto.

Pero menos palabrería y retomemos, que volvemos a la Mon, en una bonita noche de otoño, que los “Rivàh” nos iban a presentan “Cuarto creciente”. Sí, sala mediana / grande casi llena (y ojo, que a día de hoy decir esto en Madrid, rodeado de conciertos grandes y pequeños todos los días –y por supuesto también el mismo día-, no es fácil), público superfiel y animado y ellos demostrando que están hechos de otra pasta, musical y personalmente. Y es que permitirme el chascarrillo aquí, pero son diferentes, en todo, una banda atípica, con sonido propio (rock, hard rock, progresivo, funk, soul, metal… ¡todo vale y cabe!), con un morro que se lo pisan, una imagen diferente (ahora más sobrios y elegantes, vestidos de negro y aun así más ¿informales?), con canciones de su padre y de su madre (más progresivas en el nuevo disco en general, eso sí) y ellos mismos siendo musicazos pero a la vez “una banda” (nótese el guiño divertido, cariñoso y gamberro también en la expresión utilizada en este caso).

Dry River

Y cómo suenan, y cómo tocan, y cómo se lo pasan, y la que lían… Los más puristas, como el que firma, podríamos torcer el gesto ante presentar su nuevo disco entero y dejar fuera muchos de sus himnos previos pero… estaría siendo injusto y me equivocaría en la apreciación. Y más viendo el resultado in situ, con la gente cantando ya TODOS los nuevos temas y disfrutando de un conciertazo del primer minuto al último. Sonando muy bien, aunque algo bajo, sobre todo al principio, las cosas como son… (malditos limitadores de potencia en las salas urbanas), con un cantante excelente (además de ser de los mejores frontmen de la actualidad) y una banda tremenda sobre las tablas.

A esto le añadimos el punto de humor en muchas de las interpretaciones y performances habituales en el grupo (añadiendo nuevos “trucos escénicos” de Fanfi para los nuevos temas, claro), el preciosismo, la elegancia y la calidad musical, la seriedad y rotundidad en las canciones con más enjundia (desde las imágenes en la pantalla a las propias letras en sí, más incisivas y trabajadas que nunca en el nuevo disco, si ya eran buenas de por sí desde siempre) y finalmente la seguridad insultante con la que se mueven estos tipos sobre las tablas, tenemos la fórmula perfecta.

Y todo ello sin ser un servidor aún demasiado fan de “Cuarto creciente” (no por el disco, por favor, que es tremendo) sino tal vez por más deudor de los tres primeros (dejando quizás el primero, aún más bisoño y con el que salían a tocar disfrazados del mundo del Circo, un punto más atrás). Pero objetivamente no puedo más que quitarme el sombrero de prestidigitador y de guerrero heavy curtido en mil batallas ante la aplastante realidad y baño de frescura que aportan DRY RIVER en directo. Insisto, eso no quita que uno echara de menos más temas antiguos y acabara “cansado” (entiéndase por favor la frase) de tanto material nuevo, además de esperar ver a Carlos Raya (lujoso productor del nuevo trabajo) sobre las tablas, algo que entiendo que por razones de agenda no pudo ser, ¡una pena!… Pero una vez más, y siempre que les veo digo lo mismo, no podemos más que rendirnos a la evidencia de que estamos viviendo la explosión más que merecida de un grupo especial, único, diferente y de los que salen uno cada década.

Dry River

¿Queréis que os cuente ahora cómo empezó el concierto, cómo acabó, que tocaron ésta o aquella, y después la siguiente, y luego Ángel dijo esto, y luego pasó esto…? ¡Nah!, paso, haber estado, haber ido, que en esta crónica me apetece más comentar las sensaciones, ideas y sencillamente poner sobre la mesa la idea de que ver a DRY RIVER en directo es algo especial y siempre funciona.

Cierto que me quedo yo mismo con varios momentos del show en Madrid, como el calidísimo recibimiento que siempre tienen aquí (y que ellos siguen alucinando con ello pero así es), el cariño que se le tiene al guitarrista Matías (y la vergüenza que le da a él saberse protagonista por momentos), el descaro y morro de su “clown” particular (aunque también con la crítica certera a la Iglesia o a la gestión del Covid en los momentos puntuales del show en los que toca), con la sonrisa perenne de Ángel en todo momento y su buen rollo / humor constante, la clase del nuevo guitarrista (escuela 100% hard rock melódico de finales de los 80 / principios de los 90, aunque su deje tocando sea más progresivo)…

Y finalmente los temarracos que tiene la banda que son increíbles: Desde los intensos y con mucha enjundia como “La libertad”, quizás el tema estrella del nuevo álbum, una oscura “La serpiente”, “Fundido a negro”… los divertidos y pegadizos como “Mi pequeño animal” o la imprescindible “Irresistible” (aunque yo a día de hoy la cambiaría en este show por “Me pone a cien”, que creo que cuadra mejor con la “seriedad” de este set list… opinión y consejo que nadie me ha pedido, todo sea dicho), o la clase suprema de canciones increíbles como “Me va a faltar el aire”, “Traspasa mi piel” (con la colaboración de Dani de LEPOKA) o “Funeral”, o el puntazo casi heavy de mi favorita del último disco (¡quién imaginaría de primeras de lo que habla o a quién está dedicada!, que es “Capitán Veneno” –dónde están las letras de aquel gran Capitán, ¿y su veneno?…- ).

Y para rematar, para eso se ha compuesto la preciosa e intensa “Despedida”, para cerrar los conciertos y agradecer ambas partes el haber compartido esas casi dos horas de nuestras vidas sonriendo y sintiendo cosas bonitas. Porque una historia es (sólo) una historia al acabar…

Dry River

Lo dicho, no es heavy, no es hard rock, ni siquiera es rock clásico exactamente pero… no hay nadie como ellos, ni en estudio ni en directo. ¡Y encima son humildes, cercanos, sencillos, llanos, divertidos…! Si ya fueran guapos, olvídate… jeje. Tengo muy claro que la próxima será en La Riviera (o en la sala grande de turno de cada ciudad quiero decir) y en algún momento, a no mucho tardar, no se nos hará raro pensar en que puedan llenar a los pabellones de cada lugar al que vayan a tocar. En este mismo concierto (y en otros previamente) ya hemos podido comprobar la variedad de público que arrastran, detalle importante, con gente de todas las edades, todos los sexos, estratos sociales… y conviviendo en la sala desde rudos rockeros/as hasta público mainstream, niños… Es el camino.

Lo merecen, lo merecían y lo merecerían. Están más que capacitados para ello, y además tienen a Carlos Raya, tienen a Ángel Belinchón, y tienen a la gente de Amadeus / ASFALTO detrás (o a/de su lado, vaya)… ¿Aún tenéis un sitio en la parte de atrás? ¡hacerle hueco al heavy, que se sube!

Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com) / Fotos: Angeles Salmerón

Galería de fotos completa de DRY RIVER en Madrid en este enlace

Setlist del concierto en Madrid:

  1. Culpable

    Dry River

  2. Segundo Intento
  3. Camino
  4. La Serpiente
  5. Si estás tú
  6. Fundido a negro
  7. Perder el Norte
  8. La Libertad
  9. Calles inundadas.
  10. Pequeño Animal
  11. Capitán Veneno
  12. Me va a faltar el aire
  13. Traspasa mi piel

Bises:

  1. Funeral
  2. Irresistible
  3. Despedida

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