Crónica del primer día del Leyendas 2022 – Miércoles
Tras el comentario general a modo de introducción / crónica de urgencia, vamos ya con las crónicas en sí, del festival. Empezando por el miércoles, como jornada de bienvenida, aunque hace tiempo que ya es un día más de festival. Eso sí, por una vez no pudimos llegar un día antes como nos gusta y de hecho llegamos a media tarde (que un día mas tiene estas cosas) y pudimos ver sólo a partir del final de OBÚS… Texto de Esquitino y fotos de Boliche Angeles:
Leyendas del Rock 2022 – Primer día – 3 de agosto de 2022
Este año teníamos un día más de Leyendas y, por circunstancias (laborales, familiares…) nos fue imposible ir un día antes como nos hubiera gustado y así poder asistir desde el principio a la jornada de presentación del festival. De hecho, llegamos ya por la tarde, que entre salir de Madrid casi al mediodía, dejar las cosas en nuestra querida “casa del Leyendas” (un gran abrazo a Fran y compañía que nos tratan de lujo), coger las pulseras, acreditaciones de prensa y demás, pues fue imposible llegar más que al final de OBÚS y ya sobre todo ver EL DROGAS en todo su esplendor. Todavía escuché a alguien gruñendo (o rebuznando más bien) sobre qué hacían “estos” aquí. Pues nada, si BARRICADA, primero, y TXARRENA / EL DROGAS no son leyendas del rock en sí mismos, aparte de parte importante de la historia de la música en nuestro país, apaga y vámonos…
En fin, tonterías aparte, sin duda que uno de los conciertos destacados del miércoles, y por ende de todo el festival, aunque me sorprendió que no se ciñeran al repertorio de 40 años de BARRICADA e incluyeran alguno de los temas de los últimos años como “En punto muerto”, “Cordones de mimbre”… aunque está claro que la gran mayoría disfrutamos como enanos de los superclásicos como “Barrio conflictivo”, “Bahia de Pasaia”, la magia de “Animal caliente”, el gamberrismo de “Todos mirando”, ese “Frío” de ALARMA que hace tiempo que han hecho suya (y que nos sirvió a todos también como homenaje a otro de los caídos como es Manolo Tena) o la mala leche de “Oveja negra”, el eterno recuerdo a Boni que para mí siempre es “A toda velocidad” (curioso cuando la original era homenaje a Natxo Cicatriz) y “No hay tregua”, y el final con “En blanco y negro” poniendo la pradera en ebullición por primera vez quizás en todo el día.
¡Ah!, por si alguien lo duda, la bandaza es de bandera y suenan como un tiro (sin ver BARRICADA y nunca lo serán) pero no se les puede quitar ni un mérito al Flako, Txus y el Brigi, además de por supuesto El Drogas, genio y figura.
Por cierto, mucha rabia no haber podido llegar a ver a CELTIAN, LANDEVIR, PORRETAS (nos hubiera encantando estar con el comando Hortaleza en primera línea disfrutando de los “vecinos” en el Leyendas)… pero sobre todo perdernos la reunión de LEGION a media tarde, comenzando con el punto thraser que, buscado o encontrado, ha tenido este Leyendas 2022. Y que además era posiblemente la reunión y el concierto no visto más esperado de esta edición del Leyendas. En palabras de los compañeros, los pioneros del thrash en nuestro país se marcaron un conciertazo, de la mano de su guitarrista Quimi y el “reaparecido” Jonhatan a las voces… pero tendremos que esperar a verles más adelante, ¿qué remedio? A OBÚS les vimos ya entrando y casi rematando con “Vamos muy bien” Y demás, pero parece ser que no fue su mejor concierto en el Leyendas, que oye, no siempre se puede estar al mejor nivel, y aún así el pabellón del heavy metal patrio siempre algo… aunque no podemos hablar mucho más sin verles.
Bueno, tras EL DROGAS, era el momento de uno de los conciertos más esperados por un servidor, y es que pese haber visto a ÑU hace muy poco en Vallecas, tras la Batalla Naval hace unos días, cualquier oportunidad de ver al Molina y compañía en directo no se desaprovecha. Aunque salieron aún de día y sorpresivamente con el jefe al piano “en solitario” para empezar de la mano de “Algunos músicos fueron nosotros”, lo cierto es que pronto teníamos a la banda completa sobre el escenario, con dos guitarras de nuevo (Luis Calzada y el gran Manolo Arias de nuevo como mano derecha… por cierto, dos de los pelazos de nuestro rock sobre el escenario una vez más, ¡lujazo!) y presentando en sociedad (al menos fuera de Madrid) a la nueva violinista del grupo, que les da no solo una imagen fantástica y un punto sonoro excelente sino un rollazo sobre el escenario de bandera. ¡Muy bien!
Y nada, aunque a un servidor le extrañe que aquello no estuviera hasta la bandera para ver a nuestra mejor banda de la historia (pioneros, clásicos, históricos, elegantes, auténticos…) pero bueno, ya decía en la intro que cada vez hay público más joven y menos clásico y ya está, no hay que darle más vueltas. Eso sí, muchos quedaron sorprendidos con la bandaza que tenían delante y la buena forma que tiene la banda de nuevo (con el jefe Molina a la cabeza, claro). “No hay ningún loco”, “Cruz de hierro / Profecía”, “Manicomio”…. Y todos a bailar, cabecear y disfrutar. De repente paramos revoluciones con dos joyas melódicas como son “Tocaba correr” (arrancándonos esas sonrisillas cómplices a todos los que hemos crecido con la canción… y con lo que cuenta la canción) y su “versión actualizada” que en cierto modo es “Calor nublado”, preciosa y que curiosamente ha llegado de nuevas para quedarse. Y la sonrisilla tonta sigue con “Ella”, y uno tan feliz de estar allí viviendo tanta maestría e intensidad en directo.
Mucha magia y clase, ya de noche, y la banda poniendo galones sobre la mesa de la mano de canciones incontestables como “Sé quién” o momentos algo más tópicos (vale, estamos en un festival y es lo que hay) como “El tren”, “El flautista” o “Más duro que nunca” para cerrar. Reverencia, y esperando la siguiente clase maestra del maestro y compañía.
Galería completa de fotos de EL DROGAS y ÑU en este enlace.
Era el momento del primer concierto realmente grande del Leyendas (gustos aparte, que después de ver al Molina y al Drogas, poca broma con cualquier guiri que viniera a “conquistarnos” jeje), y lo cierto es que el recinto estaba a reventar para ver a POWERWOLF, las cosas como son. No es la primera vez que tocaban en el Leyendas (y de hecho la vez anterior ya traían un montaje muy potente) pero lo cierto es que esta vez venían con todo, con un escenario realmente impresionante y una producción muy muy grande, digna de un grupo que, lo entendamos algunos o no, ya es de primera fila. Un telón gigante y realmente impresionante que ocupaba TODO el fondo del escenario y los laterales, con la portada del último disco (que venían a presentar) y que de hecho en la segunda parte del show lo cambiarán hasta dos veces (creo recordar), a cuál más alucinante y precioso. Luego una escenografía y attrezzo simulando una iglesia / capilla antigua y derruida, con luces excelentes además de por supuesto sus trajes y pinturas habituales… y fuego, mucho fuego, fuego por doquier todo el rato, que la verdad es que literalmente caldeó mucho el ambiente.
Nada que reprocharles, al revés, que sin duda ya son una de las bandas de metal más grandes de la actualidad, y su show es excelente, divertido, espectacular y demás… pero sigo pensando que una vez que quitamos todo eso, me falta mucho para que la banda me llene. Y ojo, han crecido muchísimo, a nivel musical, a nivel de escenografía / de show, de importancia, de dominio del escenario… aunque sigan sin tener bajista en directo jeje. Pero lo dicho, al final, el show acaba cansando, momentazos aparte, y si no eres estrictamente fan, la primera hora genial, pero la siguiente parte del concierto te deja más indiferente. De cualquier manera, nada que reprocharles, ¡al revés!, de su bolazo del Leyendas, y ya digo que han crecido infinito desde aquella primera vez que les vimos, al menos yo, en un Rockfest en Barcelona a eso de las 5 de la tarde y dejándonos totalmente indiferentes. Y Attila es un excelente frontman y un muy buen cantante. Y la banda suena muy bien (con muchas ayudas grabadas, las cosas como son, y demasiados samplers por detrás, pero bueno… es el signo de los tiempos supongo), con su teclista / animador cada vez menos músico y más “entertainer”, pero bueno, la gracia de POWERWOLF en parte está ahí también. Y la gente encantadísima y como loca, no seré yo el que les quite mérito ni nada lo contrario, que más de 15.000 personas abarrotaban el recinto el miércoles para verles y disfrutaron del primer minuto al último.
Desde los primeros cortes “sacrílegros” como “Incense & iron”, bendiciones de Attila desde el escenario incluidas, “Amen & attack” o “Dancing of the dead”, del último disco, hasta clásicos imprescindibles como “Amata strigoi”, “Beast of Gevaudan” o la gamberra “Demons are a girl´s best Friends”. Historias de hombres lobo, vampiros, canciones sobre cruces y demás, sin duda que han encontrado su nicho estilístico, temático y a nivel de imagen, y a día de hoy están en “la cresta de la ola”, que diríamos los veteranos (no en vano cambiaron su dia de actuación en el Leyendas por tocar en un puesto muy importante en Wacken ese mismo fin de semana, y han encabezado muchos de los principales festivales europeos este verano, merecidamente).
Bueno, llegaba la última parte, que ya digo que a algunos se nos hizo más pesada, una vez pasada de la primera hora de fuego, impacto visual y canciones con chispa (pero similares entre ellas, las cosas como son), aunque sin duda que la mayoría de los presentes no estaban de acuerdo conmigo y disfrutaron al máximo con imperscindibles como “Werewolves of Armenia”, “Blood for blood” o la imprescindible “We drink your blood” para cerrar. Muy bien y triunfadores rotundos del miércoles… pero algunos estamos todavía en otra onda, cuestión generacional supongo (que no está ni bien ni mal).
Galería de fotos completa de POWERWOLF en este enlace.
Cierto que mucha gente se marchó tras POWERWOLF, y la noche se planteaba más tranquila a partir de entonces (que ya era tarde también, ojo), aunque aún quedaba otro plato fuerte para cerrar la velada, de mano del punto más festivo mezclado con la clase de SAUROM… pero antes venían MOJINOS ESCOZIOS, una banda que en su momento me hacían mucha gracia y que a día de hoy me dejan más indiferente por aquello de que vistos una vez, vistas casi todas (por muy bien que lo hagan, muy divertidos que sean, que lo son, y que son mucho mejores músicos de lo que la mayoría piensa). Eso no quita que esta vez los viéramos sentados detrás de las pantallas y cenando / tomando algo, descansando un poco antes de SAUROM.
Y lo dicho, buen concierto pero a mí hace tiempo que me dicen poco (y los he visto muchas veces, muchas de ellas de hecho en el Leyendas en diferentes ediciones, donde han tocado muchas veces). El Sevilla tiene mucha chispa, y la banda suena realmente bien (ahora incluso con teclista en directo), y me encanta ver cómo se han repuesto a la muerte del Chicho sin perder ni la esencia ni el sonido ni el rollo. Me sorprendió de hecho el nuevo guitarra, con ese look menos heavy que tenía el Chicho y con un rollo mucho más rockero (no creo que fuera el único que se acordaba de Pepe Risi al verle), pero a la vez muy protagonista y participando de lleno de las bromas y del show de los MOJINOS. Siguen estando (y siendo) “güenos”, demasiado perros para trabajar (aunque su show está muy trabajado, curiosa paradoja), y nos gusta ir de excursión con ellos al campo a oler las florecillas del campo (y funcionan en los festivales, una cosa no quita la otra), pero lo dicho, a los que les hemos visto varias veces, nos dejan ya más indiferentes.
Quedaba poco para cerrar la primera jornada, más intensa de lo que parecía inicialmente, y eso que nosotros lamentablemente solo la pudimos vivir a medias esta vez. Pero faltaba otro de los platos fuertes del día, de la mano de nuestros queridos SAUROM, otros imprescindibles en el Leyendas y que una vez más se coronaron como una de nuestras bandas más importantes y especiales. Y no necesitaron esta vez del gran show que sí han traído otras veces al festival, aunque siempre traen “cositas” de más, que si no no serían ellos. En este caso unos preciosos telones de fondo con las portadas de algunos de sus discos más relevantes, y la ayuda en la segunda parte del show de sus amigos de WYRDAMUR, vikingos/as aportando percusión, ritmo e imagen a algunos de sus temas más festivos.
Y lo dicho, nunca fallan y son una máquina de precisión sobre el escenario, con todas sus piezas más que bien engrasadas, desde los veteranos y fundadores (o casi), Narci, Antonio y Raúl, hasta por supuesto los queridísimos Josele y Migue, dueños del escenario en cada concierto de SAUROM, o la chispa de Santi, otro grande. De hecho, durante el show pensé que esta formación lleva ya más de 10 años juntos (¿15 ya?), y que es increíble cómo han crecido todos ellos tanto a nivel individual y como banda. Yo me quito el sombrero porque ya están arriba, y la fiesta que una vez más nos dieron para cerrar el escenario principal del Leyendas en este primer día fue de impresión. Y con mucha gente delante que por supuesto se quedaron hasta el final a disfrutar de la magia de SAUROM en directo para cerrar el miércoles.
Comenzaron muy cañeros con “El monte de las ánimas” aunque luego es cierto que viraron hacia un tono más festivo, que es impepinable que es donde más cómodos se sienten en los últimos años, y lo que más le gusta a su público (aunque a mi, una vez más, me gustara más otro tono en sus conciertos actuales… pero me temo que esa es una batalla que tengo ya perdida para siempre, jeje). Casi las dos de la mañana y la gente bailando sin parar de la mano de “Músico de calle”, “El queso rodante” o la intensísima “La musa y el espíritu”, con todo el Leyendas coreando a voz en grito y ellos sin parar de sonreir. Cambiaba la intensidad para la preciosa (a su manera) y oscurísima “El príncipe”, con Santi totalmente protagonista al piano y Migue a al voz, para retomar intensidad con “¡Salta!” o “La batalla de los cueros de vino”, de sus primeros tiempos y ya con WYRDAMUR sobre el escenario.
Por cierto, destaco dos detalles que es lo que marcan los conciertos y las bandas especiales… Por un lado el momento de ver a Josele (con sus zapatillas con luces. y los lásers desde el propio clavijero del bajo) dándose cuenta de que había dos crías encima de sus padres disfrutando el concierto en medio de la multitud (con gorros juglares y cantando todos los temas), y pasarles sendas botellas de agua para ellas ante el aplauso de todos, ¡muy bien! Y luego las palabras de mi buen amigo Juanma, punki donde los haya, y flipando con “lo bien que suenan estos tíos y lo buenos que son”, sin tener que gustarte necesariamente. Lo dicho, veníamos de ver a POWERWOLF poco antes, que sí, que un espectáculo tremendo (y ojo, que SAUROM han demostrado muchas veces que a igualdad de presupuesto a ver quién la monta más gorda que ellos), pero tocando los gaditanos no tienen nada pero que nada que envidiar a nadie, más bien al revés.
Llegábamos al final y era inevitable cerrar el show de la manera más festiva posible, con un enorme círculo juglar (aunque esta vez Miguel no se bajó al centro como otras veces) o recordando “La taberna”, como antaño. Lo dicho, lo de SAUROM es mucho, y siempre digo lo mismo, pero no paran de crecer y de demostrar lo grandes que son. Mi apuesta de que dentro de “nada” les veremos reventando el Palacio de Deportes (ok, el Wizink ya) en Madrid sigue en pie… aunque primero reventarán de nuevo La Riviera en pocos días. Mientras tanto, una vez más triunfaron en el Leyendas demostrando que en España ahora mismo tienen poco rival.
Y cerrábamos el fantástico y variado primer día en el Leyendas. Habia empezado bien pero, lo dicho, tan solo estábamos empezando… que aún quedaban tres días… A la cama, que el jueves se presentaba muy potente. ¡Os lo contamos en la siguiente crónica!
Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)
Fotos: Boliche Angeles