Qué gran fortuna el poder estar en Madrid el pasado viernes, pues tuvimos la oportunidad de disfrutar de una fantástica noche de heavy metal en Barracudas. EASY RIDER anunciaban el evento como preludio del que será su octavo trabajo de estudio de nombre Maniphesto, así que la ocasión la pintaban… melenuda. Os lo contamos y mostramos:

EASY RIDER

Comenzaron puntuales y bien juntos en el reducido espacio que tenían disponible en el escenario de la Barracudas. Y eso que aprovecharon las ventajas de las nuevas tecnologías para reducir la necesidad de equipo sobre el escenario y así ganar algo de hueco. También algo apretado estaba el público, que había ido a apoyar a su banda con mucho entusiasmo. Ventajas de jugar en casa. Y es que esa complicidad se notó en muchos momentos de la noche, con continuas chanzas tipo – ¡Te queremos, José! (bajista)-, y el interpelado capeaba las bromas con soltura.

La primera canción que tocaron del que será el nuevo álbum fue Parálisis, sobre la parálisis del sueño y que parecía tener componentes autobiográficos. La banda se concentraba en que la ejecución fuese perfecta, así que el peso de la conexión con el público recaía casi en exclusiva en la magnífica Dess. La malagueña dio un recital impresionante, tratando de moverse en la parva superficie que tenía disponible, esquivando con habilidad los mástiles de sus compañeros mientras lanzaba gritos desgarradores de puro heavy metal. Tiene la voz adecuada para el estilo y acumula recursos para mantener la atención de su audiencia.

El respetable coreaba entusiasmado las canciones más antiguas y escuchaba atento las nuevas propuestas que proponía el quinteto. Como por ejemplo la propia Maniphesto, que arrancaba con una estrofa a medio tiempo para acelerar inmediatamente en el estribillo. Llamaban la atención detalles como el armónico de guitarra de Javier Villanueva tras un break o los tremendos agudos de Dess como colofón al final.

El ambiente se iba calentando cada vez más. Aparecían las bromas y los signos de complicidad entre los compañeros de formación y el sonido era cada vez mejor. Tanto que José Roldán (batería) se plantó y aseguró que no tocaba si no le daban una cerveza. La verdad es que su despliegue de energía es apabullante y es normal que el “chaval” necesite hidratarse. Incluso llegaron a tener algún comienzo interrumpido, como en Visions. Nada que empañase la calidad de la actuación que fue magnífica.

Easy Rider

Dess dedicó a su hermano Evilution, un tema muy especial para ella porque le introdujo tanto como fan de la banda como su actual front-woman. También aprovechó la instrumental Hiking Mars para ir a por las deseadas cervezas para sus compañeros. ¡Eso es solidaridad!… Aunque tuvieron algunos problemas técnicos y dificultades con las escuchas, llegaron al cenit en muy buen momento. Como broche, tocaron la celebrada Stranger, imprescindible, ganándose una merecida ovación de sus seguidores y seguidoras.

En definitiva, fue un conciertazo de heavy metal, de una banda veterana pero que se mantiene en magnífica forma y que esperamos nos siga deleitando mucho tiempo.

Texto: Iván Díaz / Fotos: Charly Rockn´roll

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