El grupo castellonense presentó a lo grande su último álbum “Cuarto creciente” en una abarrotada hasta la bandera sala Mon, colgando el cartel de Sold Out, para satisfacción de un combo que poco a poco va surcando el camino de baldosas amarillas. Damos todos los detalles a continuación…

DRY RIVER – Sala Mon (Madrid), Sábado 13 enero 2024

Dry River

La banda formada por Ángel Belinchón a la voz, con Guillermo a la guitarra solista, teclados, coros y programación y Matías Orero a la guitarra rítmica y coros, más David Mascaró al bajo y coros, Pedro Corral a la batería (algunas veces cuando Pedro no está disponible, les ayuda Francisco Mazuecos de ALIEN ROCKIN´EXPLOSION) y Martí Bellmun a los teclados, saxo y coros, sube un escalón en pos del éxito masivo con una propuesta artística híbrida. Todo ello a medio camino del rock progresivo más asequible (o de fácil asimilación para el gran público) y un pretendido art-rock al más puro estilo de QUEEN, sin olvidarnos de ciertas pinceladas de pop moderno a lo COLDPLAY, por decir un nombre reconocible, para llegar a gustar a grandes y mayores.

De casta le viene al galgo y por algún lado se les tienen que ver las influencias, que aquí son muy patentes y les salen por los poros, ya que tampoco pueden ocultar el alma de su exitoso proyecto paralelo, los “Fat Bottomed Boys”, un tributo muy currado a Freddie Mercury y compañía. Pero volvemos a DRY RIVER y a este cierre de gira

En la noche de autos, se arriesgaron a tocar en línea (sin amplificadores sobre el escenario) sonando todos los instrumentos únicamente por las PA’s (por las Torres de Sonido Exteriores de la sala) con el riesgo que eso conlleva, de cosechar un peor sonido, especialmente en las primeras filas frontales. Pero como uno es perro viejo en estas lides, tras las fotos de rigor (con tanta gente y tan entusiasmada no había más remedio que hacerlas delante) me situé un poco más atrás, en paralelo a la torre de sonido izquierda, para poder así disfrutar un poco más del show.

Dry River

Con unas maneras inflamadas (y un tanto pretenciosas para quien esto suscribe, que al final esto son gustos), fueron desgranando las canciones de su último plástico “Cuarto Creciente” (2022), añadiendo también en el ecuador de la función un ‘medley’ o popurrí de canciones antiguas. De inicio dejaron caer, “Culpable” y “Segundo intento”, las dos rolas que encabezan su último plástico, tras las cuales abordaron “Camino”, “Fundido a negro” y “Perder el norte”. todas ellas pertenecientes a su anterior álbum, una obra futurista titulada “2038”, que vio la luz hace un lustro. Tras esto, vuelta a la carga con otras cinco andanadas del reciente material: una engolada “La libertad” (acompañados por Julio Castejón de ASFALTO, en un dueto sui generis), “La serpiente”, una potente y entusiasta “Capitán Veneno”, la sinuosa “Calles inundadas” y la divertida “Funeral”, con toda una declaración de intenciones “Me va a faltar el aire” (de cantar tan alto y tan lírico) para poner punto y aparte provisional.

Dry River

En vez de retirarse del escenario y por motivos de tiempo, prefirieron aprovechar esos minutos vitales para abordar los bises: “Peán” (Israel Ramos, cantante de AMADEUS, yex ALQUIMIA y AVALANCH, como invitado de lujo) y para cerrar el trasiego, “Irresistible”, siempre animada (y con el batería Francisco Mazuecos como invitado), y “Traspasa mi piel”, de sus primeros tiempos.

Huelga decir que la concurrencia salió bastante entusiasmada del recital, donde los castellonenses se dejaron la piel en demostrar que ellos quieren jugar en la primera división del rock estatal.

Texto y fotos: Fran Llorente